Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lugares prohibidos. por Alinna

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: El epílogo con el cual finaliza todo.

Todos tienen su vida más o menos como habían deseado y por fin dispuestos a disfrutarla.
Diez años más tarde.


Aparcó la moto encima de una de las aceras de la ciudad, escuchando como su copiloto respiraba agitadamente y continuaba agarrado a su cintura fuertemente, sonriendo torcidamente al recordar todos esos gritos de desespero cuando corría como un loco, si le hubiese visto la policía de la estúpida raza humana habría tenido problemas, ya que no tenía ningún tipo de licencia homologada para llevar vehículos. Sería gracioso ver a todos esos vampiros asistiendo a clases para la conducción. Salió de sus múltiples pensamientos cuando notó a su querido acompañante bajarse del vehículo entre resoplos y maldiciones.

"¿Te asustaste?" Enarcando una ceja se quitó el casco, viendo a un completo despeinado Adam, pareciéndole muy graciosa la situación, bajándose también y quedándose a la altura del pecho del mayor.

"¿Estás loco? ¡Pensaba que moría ahí subido!" Tendiéndole el casco para que lo guardara escuchó la suave risa del menor. "No sé que te hace tanta gracia bebé..."

"Pues que muerto ya estás..." Naze guardando los cascos y dejando bien amarrada la moto empezó a andar junto a un Adam molesto que intentaba volver a colocar su cabellera en su sitio. "...¿Quieres que vayamos a algún bar?"

"¿Y le pedimos un vaso de sangre por favor?" Riéndose vio que Naze chasqueó la lengua. "...podemos ir...pedimos alguna bebida y la dejamos intacta...la compañía es grata ¿No bebé?"

"Si puede ser no me llames bebé en público...se pensaran que eres un pervertido." Suspirando notó el brazo de Adam rodearle por los hombros, acercándole a él. "...no puedes evitarlo ¿no?"

"Mmm...no." Besando la sien del pequeño empezaron a andar. "...así le demuestro a todos que eres de mi propiedad." Haciendo reír al menor entraron en un local pequeño, sentándose en una de las mesas que hacían rincón, estaba bien porque en vez de sillas eran rinconeras de sofá, así podía tener a su soldado cerca. "...Tuve una buena idea..."

"Dirás Christine..." Pidiéndole a la camarera una cerveza que no bebería miró al de ojos claros, perdiéndose en ellos, maldita sea Adam era tan hermoso. "...tienes suerte de que Shuka te respaldara en tu decisión."

"Me respaldó porque le cae bien Khaled." Chasqueando la lengua algo molesto se cruzó de brazos. "...ese chico es un caso perdido, anda con esos aires de grandeza...simplemente cuando le pedí que me ayudara ante Erziel porque quería plantearle la disolución de la normativa entre inquilinos y soldados sonrió torcidamente y me dijo: ¿Ahora quieres mi ayuda?"

"Al fin y al cabo te ayudó así que no te quejes." Acariciando la pierna del mayor le reconfortó. Adam había decidido dar la cara ante Erziel y proponerle que esa normativa despareciese, simplemente le comentó que encontraba una estupidez que no se pudiesen relacionar ambas clases de forma más íntima si igualmente estaba sucediendo. Eran misma especie por lo que no debía haber problema. Erziel en un principio se mostró algo reacio a ello, pero al final cedió y dejó que existiese ese tipo de relación siempre que no entorpeciera la tarea de protección de los soldados.

"Ahora puedo disfrutarte cuando quiero..." Besó ligeramente los labios del menor, ante la atenta mirada de la camarera que tras dejar las cervezas con disimulo se fue algo sonrojada.

"Vigila tu vocabulario Adam." Vergonzoso empujó por el pecho al mayor. "¿Sabes?"

"Mmm..." Acercándose la cerveza y oliéndola arrugó la nariz, queriendo probarla por curiosidad, sintiendo la boca amarga. "...que asco."

"Préstame atención idiota." Consiguiéndolo le quitó restos de espuma de esa bebida de los labios del peliplateado. "...me gusta estar así contigo, sé que no suelo decirte lo que siento, me cuesta, así que ahora disfruta de lo que diré..." Suspirando vio que el mayor sonreía tiernamente, haciéndoselo aún más difícil. "...des de que la normativa desapareció hemos podido actuar como una pareja, incluso salimos por la ciudad, cosa que sé que no te apasiona...pero esto me hace sentir que parecemos humanos, disfrutando de lo rutinario... me gustaría envejecer contigo, pero físicamente no se podrá..."

"Me encantas Naze." Rodeó el cuerpo pequeño pero bien trabajado del menor. "...creo que tu parte de humano fue la que me enamoró, yo no sé que es lo que sentías como tal...pero puedo llegar a entender esa necesidad de querer pasar tiempo contigo."

"¿Vas a añadir algo pervertido?"

"Exacto...iba a decir que si no envejecémos mejor...así podré devorarte hasta la eternidad eternamente." Sonsacándole una suave risa al pelinegro lo acercó a él, besándole los labios con ternura, acariciando el rostro perfecto. Separándose ligeramente. "...todos han tomado caminos distintos."

"¿Hablaste con Khaled?"

"Mmm...hace unos días, me dijo que estaban bien, la casa que les conseguí está cerca realtivamente de la mansión de Samus, así que ante cualquier problema tendrán ayuda." Acariciando los cabellos negros del menor sonrió. "...si Erwin consigue convencer a Khaled para que asista a la boda me reiré, tengo ganas de verle con ese aire tan estoico y estirado en un traje formal."

"No seas cruel...Christine ha planeado la boda con ilusión, si no asisten se enojará." Suspirando rebuscó en su chaqueta, encontrando el tabaco. "...no sé como Erziel no se ha suicidado."

"¿Por?" Separándose ligeramente de Naze dejó que este fumara con tranquilidad, ese olor le desagradaba ligeramente, los sentidos los tenía más desarrollados y si no te acostumbrabas a ese terrible olor resultaba desagradable.

"Primero hace años Erwin se le rebela, luego tu le pides que desaparezca la normativa de relaciones entre inquilinos y soldados...y para finalizar Andre le anuncia que su compromiso con Christine se anula porque esta con Alexander."

"Eh...más o menos cuando Louis fue ejecutado ya le habían llegado rumores...no sé si te acuerdas pero se besaron delante de toda la sala." Sonriendo al ver que muchas de las chicas humanas le miraban con admiración se sintió importante, viendo que Naze lo había notado y le miraba con una ceja enarcada. "...bebé."

"Oh, no...ahora no intentes reconfortarme, adoras sentirte observado." Mofándose del peliplateado le dio una calada a su cigarrillo, dejando escapar el humo de sus labios con tranquilidad. "Pero te informo que el barman me ha estado mirando con cara de deseo."

"¡Lo mataré!"

"¡No seas idiota!" Riéndose agarró por la camisa tan perfectamente abotonada del mayor, acercándole a su rostro. "...demúestrale que soy tuyo."

"Ah...esto es un doble juego...así tu les demuestras a todas esas chiquillas que estoy loco por ti...¿no bebé?" Sonriendo agarró por la cintura al menor, haciéndosele especiales todos esos momentos tan normales al lado de Naze, por fin podía disfrutar de una 'vida' con su pequeño soldado, sin escondites o barreras. Simplemente disfrutando de cada año con él, afirmando así que no se veía con nadie más en toda su eterna vida.

"Te quiero idiota..."

Besándose ante todos esos humanos que eran testigos de su felicidad, ignorando su natural existencia.







Se relamió los labios al ver esa espalda arquearse ligeramente, sintiéndose poderoso y rebosante de placer, quedándose quieto dentro de ese cuerpo delgado y pálido. Escuchando los pequeños y quedos gemidos de Alexander, sonriendo torcidamente, inclinándose y mordiendo la piel que había a su paso. Adoraba ese cuerpo lascivo, como el envolvía apasionadamente y esos gemidos que profería esa boca, llevándole al límite de la locura. Queriendo entrar en él y destrozarle, dejarle sin aliento, llenarle por completo con su esencia. Acercando sus labios a esa sensitiva oreja, mordiéndola.

"¿Quieres que me mueva?" Riéndose maliciosamente acarició con una de sus manos ese hermoso trasero, quedándose con medio miembro fuera de ese cuerpo, haciéndole gemir fuertemente. "...¿No tienes bastante verdad?"

"Ahhn...demonios Andre..." Sintiéndose explotar se agarró a las sábanas, con el tiempo el rubio le había demostrado ser mucho más perverso de lo que se imaginaba, incluso más que él, tomándole con esa fuerza y excitándole con todas esas palabras sucias que sabía que le enloquecían. "...muévete."

"¿Así? ¿O quieres que entre por completo en tu cuerpo?" Agarrando con su otra mano la cabellera negra azabache se movió ligeramente, haciendo que Alexander moviese sus caderas como reclamo. "...quiero escucharlo..."

"Por completo Andre...métemela toda..."

"Así me gusta..." Sonriendo lascivo se adentró en ese cuerpo por completo, había estado tiempo jugueteando y torturando al menor y sinceramente a él también le estaba pasando factura. Quería adentrarse en ese cuerpo y hacerle llegar a los límites de la locura. "..aahh..." Agarrando aún la larga cabellera se movió dentro de ese cuerpo, cabalgándole con nervio, haciendo que el choque de sus caderas con ese hermoso trasero se le hiciese deliciosamente excitante, sintiendo como su miembro era aprisionado por la estrechez de Alexander. "...aahhn...así apriétame..."

"Ahhhn...dios..." Sintiéndose desvariar se llevó una de sus manos a su propio miembro, masturbándose al ritmo de las embestidas de Andre, sintiéndose desfallecer cuando este se adentró con más fuerza, tocando ese lugar que le hacía llegar al orgasmo. Respirando a bocanadas para alargar más esa deliciosa sensación. "¡Ahh, me corro!"

"Hazlo...que yo te llenaré por completo..." Dejando esos largos cabellos agarró con sus dos manos la estrecha cintura, adentrándose con fuerza y contundencia, sintiendo como el orgasmo le recorría el cuerpo por completo y como se estaba vaciando en ese estrecho interior, dando sus últimas estocadas y quedándose dentro de él mientras Alexander eyaculaba. "...Ahh..."

"Oh...ha...estado....genial..." Riéndose suavemente se dejó caer en la cama, sintiendo el peso del cuerpo del rubio en su espalda, disfrutando esos momentos en que esa sensación les recorría el cuerpo a ambos, quedándose en silencio por unos instantes.

Su relación había mejorado tanto. Alexander no dudaba en decir a cualquiera que amaba a Andre, esa ternura e inocencia le conquistaron, pero contra más tiempo pasaba junto a su adonis particular podía llegar a afirmar que era mucho más apasionado de lo que creía, incluso llegando a ser posesivo. Esos arrebatos de celos le llevaban a un sexo desenfrenado que disfrutaba plenamente. Incluso gustaba más de ser tomado por esa fuerza y contundencia.

"¿Lo dudas?" Bromeando salió del interior del pelinegro. Quedándose a su lado mirando el techo, notando como el cuerpo más delgado se removía entre las sábanas y se daba la vuelta, apoyándose en sus codos. "...sin duda cabalgarte de ese modo me excita de sobremanera..."

"Andre...si continúas hablándome así me excitaré de nuevo." Acercándose a esos labios carnosos los besó, sintiendo los brazos fuertes rodearle. "Mmm..." Las lenguas se volvieron a encontrar, juntándose con deseo y sintiendo la añoranza de momentos antes, recorriéndose con las manos los cuerpos pegajosos. "...somos un par de hormonas..."

"Si mi abuelo nos viese se escandalizaría..." Riéndose suavemente dejó sus labios, mirando a los ojos a Alexander. "...te adoro."

"¿Sabes de que me di cuenta?" Viendo la mirada interrogativa del rubio sonrió tiernamente, acariciando ese rostro perfecto. "...que cuando todo empezó entre nosotros, simplemente nos decíamos eso...que nos adorábamos uno al otro...algo que no se me hacía raro aceptar."

"Son palabras menos grandes que un te quiero...es más fácil verlo con normalidad." Sentándose en la cama vio que el pelinegro hacia lo mismo. "...aunque yo creo que ahí ya me querías con locura."

"No seas vanidoso..." Riéndose tiró al mayor a la cama, subiéndose encima de ese cuerpo escultural. "...si te hubiese perdido...sé que no me hubiese enamorado de otro Andre."

"No digas bobadas...es decir, me encanta que me digas esas cosas cariño...pero decir que si al final no hubiésemos estado juntos no te habrías enamorado de otro..."

"Es la verdad...es la primera vez en toda mi existencia que me enamoro Andre...sinceramente creía que la capacidad para enamorarme no la tenía, soy una persona algo difícil, con ciertas cosas de mi pasado que prefiero olvidar." Notando como el rubio le agarraba en brazos se estremeció, esos ojos azules siempre conseguían hacerlo.

"Pues que sepas...que no me separaré de ti." Sonriendo ampliamente se levantó de la cama con el pelinegro en brazos, besando esos labios con ternura. "...vamos a la ducha y así luego podremos salir por los jardines...¿vale?"

"Un pase romántico...¿Acaso soy una princesa?"

"Tienes un don para estropear las declaraciones románticas querido..."








"Ya veo que os va bien..." Shuka miró al albino que estaba ordenando la sala, la casa era bastante grande y al igual que la mansión de su hermano Shuka estaba equipada con compuertas para que el Sol no les afectara a los residentes de la casa. Se había construido en una zona despoblada y alejada de toda presencia humana, pero a cierta distancia de la mansión de Samus por si algún licántropo rompía el tratado o simplemente necesitaban alimento. "...no sé porque hemos venido Christine."

"Te contestaré: quería verles." Sacándole la lengua de modo infantil le tendió un par de almohadas al menor. "...¿Hemos venido en mal momento no?" sonriendo torcidamente vio que el menor se enrojecía por momentos. Llevaba el cabello más o menos a la misma medida, pero tenía un aire diferente Erwin, parecía más maduro.

"Estos dos siempre están igual..." Chasqueando la lengua se sentó en una de las sillas, nada más llegar un Erwin bastante sofocado les había abierto la puerta mientras que Khaled despareció encerrándose en el baño. "...no haber abierto la puerta."

"¿Has escogido un futuro marido muy desagradable, no?" Enarcando una ceja miró a la castaña que suspiró, lucía un vestido color azul marino muy bonito que se ajustaba a su figura, mientras que Shuka se mantenía en su porte tan elegante con esos trajes que a leguas se veían carísimos. "...¿Y Jason?"

"¿No importa que yo esté aquí?" Shuka hizo un gesto con las manos, encendiéndose un cigarrillo molesto.

"¿Con quién estoy Shuka?" Christine enojada miró al pelinegro que enmudeció. "...bien ahora que los niños han callado puedo hablar." Erwin se rió ante el comentario y se sentó en el sofá, acompañado de la castaña. "...lo siento por no contártelo antes, pero Jason y yo poco tiempo después de la ejecución de Louis lo dejamos..."

"¿Y eso?" Erwin algo nervioso porque Shuka, algo molesto, estaba escuchando la conversación intento concentrar toda su mirada a la de ojos verdes.

"Estaba enamorada de él...muchísimo, pero nuestras especies eran completamente opuestas. …l no dejaría de gobernar a los suyos por mi y yo no dejaría mi raza arriesgándome a tener otro incidente como el de hace ya años." Acariciándose como acto reflejo las piernas suspiró. "...A los años de tomar esa decisión Jason se enamoró, de una licántropa...hay pocas pero mira...él lo tenía fácil."

"Y allí aparecí yo...el caballero malvado que la convenció." Shuka se dejó caer en el sofá, agarrando de la cintura a la menor que rodó los ojos algo molesta, aunque cierta parte de ella se reía por lo infantil que podía llegar a ser Shuka. "...ella estaba muy triste...así que el malvado de Shuka se aprovechó de la situación para seducirla y disfrutar de su..."

"¡Shuka!" Christine completamente sonrojada le dio un golpe en el estómago al pelinegro.

"¡Auch!"

"Vamos...que te diste cuenta que el mundo no se terminaba con Jason." Preocupándose de que su amiga no tomara una decisión equivocada por confundir sentimientos o bien por consolación la miró a los ojos, queriendo hacérselo entender. "...Christine..."

"Me enamoré..." Sorprendiendo al albino miró al pelinegro, acariciando ese rostro cuadrado. "...tanto insistió que consiguió enamorarme, quizá ya sentía algo ya que cuando dejé a Jason en parte fue por todo lo que me dijo Shuka en su momento...así que en cierto modo estoy feliz de haber pasado por toda esa situación." Viendo como Shuka se relajaba le guiñó un ojo. "...no te quejes tanto...te pones feo."

"Contigo debo vigilar con todos esos moscardones acechándote." Enfurruñado se abrazó a la cintura de la menor, viendo que Khaled abría la puerta y salía con su posado serio de siempre, aunque se hacia extraño verle con ropas tan informales a comparación de los uniformes de soldado. "...por fin, hola Khaled."

"Perdona Shuka..." Saludando al mayor se sentó en una de las sillas, observando a la pareja. Aunque habían interrumpido algo placentero se alegraba de ver al hijo del patriarca, siempre habían tenido buena relación y le caía bastante bien, aunque estando con Christine se había relajado bastante y ya no era tan estricto. "...Así pues me dijo Adam que os casáis..."

"¡¿En serio?!" Erwin miró a su amiga que asintió ilusionada. "¡Bien, me encanta! ¡Una boda Khaled, iremos a una boda!" Como un niño se abalanzó encima de la chica abrazándola. "¡Qué alegría Christine de verdad!"

"Te tocará llevarle..." Shuka bromeando señaló al albino, viendo que Khaled suspiraba resignado. "...bien, nosotros nos vamos parejita..." Levantándose del sofá le tendió la mano a Christine que le correspondió el gesto, besándole ligeramente los labios. "...debemos pasarnos por casa de mi hermano y anunciar la noticia, será íntima la boda así que podéis venir como pareja con suma tranquilidad."

"De acuerdo..." Erwin les acompañó a la puerta. "...ha sido breve pero nos vemos dentro de poco."

"Siento mucho ir con las prisas cariño...pero debemos ir a ver a Samus, el idiota de mi prometido hace por lo menos dos años que no le ve." Suspirando fuertemente vio que Shuka se hacía el despistado. "...nos vemos para la boda."

"De acuerdo."

Cerró la puerta y se dirigió hacia Khaled que entretenido miraba las llamas de la chimenea, reclamando su atención colocándose a horcajadas encima de ese cuerpo tan bien formado. Consiguiéndolo al notar esos brazos rodearle la cintura. Mirándole a los ojos en silencio, llevaban una vida tan calmada y relajada que hasta se le hacia rara al menor, acostumbrado siempre a buscar como escapar de los sitios como hacia antiguamente.

"Nos interrumpieron..." Besando el cuello del menor acarició con sus manos la frágil espalda.

"Pero fue por una buena causa...la visita de ellos dos ha sido agradable ¿no?" Dejándose acariciar besó ligeramente los labios del mayor. "...Shuka te cae bien, lo sé."

"No me importa tener visitas...Adam me dijo que vendría con Naze, Alexander y Andre en unos días..." Suspirando ligeramente acarició los cabellos largos del albino. "...sé que a ti te gusta tener gente aquí, por eso no me quejo."

"Y yo sé que te agobias fácilmente...y por eso no invito más a menudo a los demás." Riéndose suavemente se acomodó mejor encima de ese cuerpo, rodeando con sus brazos el cuello fuerte y esbelto del mayor. "...eso si, quedé con Andre en unos días para ir a comprar a la ciudad, así que te quedaras solo..."

"Iré a dar una vuelta por el bosque...tranquilo." Sonriendo ligeramente se abrazó a ese pequeño cuerpo, apoyando su cabeza en ese pecho blanco. "...¿te gusta estar aquí?"

"No hay otro sitio en el que quisera estar Khaled."

Y es que con todo el tiempo que había pasado se habían dado cuenta que se necesitaban el uno al otro más de lo que pensaban. Khaled continuaba sin demostrar demasiado sus sentimientos con palabras, pero con hechos podía tener muy claro el albino que lo amaba con locura.

"Ni yo tampoco..."
Notas finales: Si, publiqué seguido el epílogo...hice ambos capitulos
pero me faltaban algunas cosas de este...así que ya lo tenéis,
fanfic terminado completamente.

He disfrutado mucho escribiéndolo y he querido
a cada uno de los personajes.

Espero que os haya gustado a todos/as!

Muchísimas gracias por vuestro apoyo
y por leer y comentar!!

Nos vemos en otra ocasión n_n

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).