- Desearía que vinieras a vivir conmigo, Light...- la voz al otro lado del telefono se oía lo suficientemente segura y no había vacilado nisiquiera un minuto en mencionar estas palabras.
Todo había tenido su inicio hace un año y medio. Elle Lawliet, Ryuuzaki, y Yagami Raito, Light, habían experimentado su primer encuentro en la ceremonia de ingreso a la universidad al ser los puntajes más sobresalientes de su generación.
Ambos tenían una especie de resentimiento social que se había encargado de unirlos. Por su parte Light odiaba a todas las personas sobre la tierra, las consideraba mediocres e inútiles... nadie estaba a su altura y mucho menos alguien podría superarle. Ryuuzaki, a su vez, era incapaz de adaptarse sin importar donde estuviera; la discriminación era pan de cada dia, ya lo criticaran por su manera de sentarse, su aspecto fisico o su adicción a los dulces.
El tiempo y otros factores ~ como que Elle decidiera revelarle su secreto a Raito ~ condujeron esta relación de supuesta "amistad" a una instancia, acalorada y desenfrenada, de sexo en los camarines del gimnasio de la universidad. La "locura que valió la pena" por parte de ambos.
De esa manera, continuaron juntos. Con frecuencua Raito ayudaba a su pareja a resolver los casos especiales que la policía de distintos paises asignaba al detective número uno del mundo.
Toda esta información, recuerdos y demás pasaba de manera fugaz por la mente de Light que aún sostenía el telefono con la llamada de su novio a la espera de una respuesta.
-Light... ¿sigues ahí?-
-Si, lo lamento...-
-Bien... ¿que dices?-
-Yo...- suspira- estaré ahí mañana.-
-Entiendo. Gracias por aceptar... Nos vemos-
-Nos vemos...- colgó y enseguida apareció en su rostro una pequeña sonrisa. Para él, vivir juntos era una situación de peso mayor, pero por sobre eso estaba el amor que tenía hacia ese sujeto. Gracias a él, se sentía como un niño otra vez: olvidaba por momentos lo estúpida que le parecía la vida y soñaba, anhelaba y era feliz. Le debía mucho.
En el ocaso del dia siguiente, Light se encontraba frente a una gran casa acompañado de sus maletas.
-* Al parecer... un gran detective conlleva tener una gran mansión*- Golpeó dos y al cabo de un minuto le fueron abiertas las puertas. Divisó a un anciano que estaba en medio de un enorme salón, a los pies de la escalera.
-Joven Yagami...- dijo.
-Ha pasado tiempo, Watari...-
-Me alegra verle...-
-También a mi...-
-Ryuuzaki se encuentra en la biblioteca. Si nos permite le ayudaremos con sus maletas...-
-Gracias..- Ocurrido aquello, el anciano condujo al castaño hacia donde se encontraba Elle.
-Ryuuzaki, tiene visita...-
-Gracias Watari. Entra por favor, Light...-
-Con su permiso...- el anciano se retiró dejandolos solos.
Raito miró a su alrededor la habitación llena de libros y a una cabeza morena en el centro de ésta. Elle como de costumbre estaba comiendo una torta y en el momento que se llevaba una frutilla a la boca, Raito se la quita y a cambio le da un beso. Suave y cálido, un beso delicioso. Los labios de Ryuuzaki siempre tenía un agradable sabor a caramelo.
-Gusto en verte, Elle..-
-Lo mismo digo... me devolverás la frutilla?-
-Aqui tienes...- se la entrega.
-Gracias...- Raito toma asiento frente al moreno, dando la espalda a un gran ventanal..- ¿que le dijiste a tus padres?-
-Nada, solo les dije que estaría viviendo contigo...-
-¿Y no les pareció extraño?-
-Mi tiene sin cuidado lo que pueda parecerles... Pero, Ryuuzaki... ¿estás seguro de esto?- al decirlo recibió una mirada fija a los ojos por parte de quien estaba frente a él.
-Absolutamente..-
-De acuerdo, te lo agradezco..- le respondió con una tierna sonriza que provocó el rubor de las mejillas de su pareja.
Llegada la noche, Raito se dirigió a la habitación que Watari le habia indicado donde estaban sus maletas. Cerró las cortinas, sa cambió la ropa y se metió a la cama. Pasados unos minutos, Ryuuzaki entró en el cuarto.
-Light... ¿que haces en mi pieza?-
-Watari dejó aqui mis maletas y me dijo que podía ocupar la habitación...-
-Watari es muy astuto...- cerró la puerta, se quitó la polera y se metió a la cama junto al castaño...- Si te incomoda puedes ocupar el cuarto de al lado...-
-Dudo que me incomode...- lo tomó del mentón acercando su rostro y le dió un beso. Sin separar sus labios, Elle estiró su brazo y apagó la lámpara que estaba sobre la mesa. Luego, la noche tomo el sentido que ambos deseaban....
A la mañana siguiente los brazos que rodeaban la cintura desnuda de Ryuuzaki comenzaron a hacer los perezosos movimientos del despertar de Raito. Lentamente abrió los ojos y encontró ante el una cabeza de negros cabellos y una espalda de piel lechosa y suave, que dejaba ver los huecos marcados por la forma de la columna. Se acercó lo suficiente para sentir el calor que aquel cuerpo le compartía. Solo necesitó depositar un beso para que los ojos ojerosos de su compañero comenzaran a abrirse. Ryuuzaki se dio vuelta y encontró el rostro de su pareja justo frente a el...
-Oh.. buen dia, Light...-
-Buen dia, Elle...-
-¿Cuantos dias he estado durmiendo?-
-Solo ha sido una noche...-
-Vaya Light... eres impresionante...-
-Lo sé, digo...¿por que lo mencionas?-
-Hace años que no dormía asi de bien...-
-Bueno, eso es porque...- en ese momento Watari entra en la habitación.
-Buen dia jóvenes...- saluda el anciano.
-Buen dia Watari..-
-Joven Yagami...no tiene que ir hoy a la universidad?-
-Es cierto! lo había olvidado por completo....- en fracción de segundo se cambió la ropa, tomó sus libros, le dió un beso a Ryuuzaki y dejó el lugar.
Watari que aun estaba en la habitación cerró la puerta y se acercó al moreno...
-Ryuuzaki...-
-Dime Watari...-
-Debo informarle que el avión llegará esta semana...-
-Entiendo...-
-¿Está seguro de lo que va a hacer?..-
-Yo...no lo sé Watari....-
CONTINUARÁ...