Pareja: Satoshi x Miku.
Cuando llego a su departamento ya era bastante tarde. Entro arrastrando los pies pues estaba demasiado cansado, caminaba lento y con dificultad. Abrió una gaveta de la alacena y saco un vaso para servirse agua pues la garganta le dolía demasiado, tenia nauseas por el esfuerzo realizado al cantar y su cabeza le retumbaba al solo pensar en lo que tenía en su agenda.
La apalabra para describir esa situación era solo una: Trabajo. Su trabajo requería todas y cada una de sus fuerzas.
Camino con su paso lento, ya no había rastros de la hiperactividad que caracterizaba a Miku, y es que simplemente el alocado cantante gastaba todas sus energías últimamente por lo apretado de su agenda. Y que no pensaran mal, Miku ama lo que hacia, adoraba cantar sí pero, también se cansaba. El ritmo era simplemente agotador, muy exigente.
Nunca antes lo había sentido así, pero claro que antes sólo vivía para cantar, cantar y ser artista y todo lo que eso implicara, pero ahora también vivía de otras formas, y el tiempo simplemente no le rendía.
Termino de beber y puso el vaso en el tocador antes de comenzar a quitarse la ropa con desgana, ni si quiera había prendido la luz (no había necesidad ya que la apagaría en unos instantes), sus movimientos eran torpes.
De forma cansina comenzó a recordar lo que tendría que hacer mañana: levantarse, sesión de fotos, entrevista, ensayo general, ensayo individual, sesión de fotos, programa de televisión y otra entrevista antes de terminar el día. Si bien parecía poco la verdad es que no lo era, y aparte de eso sería cansado y ya estaba demasiado cansado.
Había terminado de vestirse con su pijama y ahora miraba la cama fijamente, se le hacia tan grande e inmensa, demasiado para él. Cogió el teléfono inalámbrico y también su teléfono móvil poniéndolos ambos en la mesita que estaba junto a su cama, después procedió a acostarse, sin embargo no se durmió sino que se quedo mirando fijamente la pantalla de ambos aparatos. Ninguna llamada, ningún mensaje... eso era algo que lo deprimía.
-Tal vez pensó que ya me dormí.- hizo un ligero puchero, estaba un poco molesto. -¡Malo, malo! Debería hablarme aunque este dormido...- continuo protestando.
Miku trato de esperar pacientemente, pero tenia demasiado sueño y estaba tan agotado que solo quería dormir, pero no podía hacerlo tranquilamente si no recibía esa llamada. Pero finalmente y con el paso de los minutos termino quedándose dormido con un sentimiento de traición en su pecho.
-¿No es muy tarde para que estés despierto?.- le pregunto uno de sus compañeros, pero simplemente negó con la cabeza.
-Bueno, la gira aun no termina, apenas estamos a la mitad... deberías dormir, apenas lleguemos a la nueva ciudad del mapa tendremos que instalarnos y eso.-
Satoshi no respondió y simplemente fue a otro lado del autobús, uno donde no lo fuesen a molestar ni a interrumpir. Una vez hecho esto saco su móvil y marco el número que conocía de memoria, pero inmediatamente su llamada llego al buzón.
-Es tarde y estas dormido. Aquí también es tarde, pero no logro dormir, estoy cansado y supongo que tú también...- suspiro un poco, mirando que nadie escuchara lo que decía. No había nadie así que continuo. -Tengo dos meses sin verte, pero el trabajo es trabajo, da lo mejor de ti. La gira va a la mitad, así que ya falta menos para regresar, te he visto en las entrevistas de televisión, y también en revistas. Necesito algo que me recuerde que estas aquí y no porque no lo recuerde, sólo necesito verte.-
Dicho eso colgó, se sentía raro hablando tanto, es más, haciendo eso, era raro. Pero no podía o más bien no quería evitarlo, ese vocalista alocado de An Cafe le había cambiado tanto... aunque solamente era cuando estaba solo con él.
Era serio, casi nunca hablaba pero... cuando estaba cerca de Miku era diferente, sólo un poco, pero ya era un cambio.
Volvió a marcar al móvil de Miku y el buzón entro nuevamente.
-Pd: Te amo Miku.-
Volvió a colgar y se dispuso a dormir.
Se levanto con una horrible sensación, primeramente le dolía la cabeza, en segundo lugar su garganta le ardía y por ultimo estaba el recuerdo de que su novio no le había marcado la noche anterior.
Miku estaba apunto de soltar algunas lagrimillas por ese horrible recuerdo de su (en ese momento) horrible novio cuando vio en su celular dos llamadas perdidas, rápidamente reconoció el numero de Satoshi en la pantalla y se sintió morir por haber pensado cosas malas de su amado Satoshi, inmediatamente checo el buzón, Satoshi siempre dejaba un mensaje cuando el no contestaba.
- Es tarde y estas dormido. Aquí también es tarde, pero no logro dormir, estoy cansado y supongo que tú también... tengo dos meses sin verte, pero el trabajo es trabajo, da lo mejor de ti. La gira va a la mitad, así que ya falta menos para regresar, te he visto en las entrevistas de televisión, y también en revistas. Necesito algo que me recuerde que estas aquí y no porque no lo recuerde, sólo necesito verte.-
Se sentía tan feliz.
-¡¡Ah Toshi lindo!!.- gritó olvidando su dolor de cabeza. -¡¡Piensa en mi!! ¿Cómo pude dudar de ti?.- hizo muecas raras al decir esto, estaba tan feliz.
Cuando leyó el segundo simplemente termino derritiéndose, sabia que a Satoshi le costaban esas cosas, por eso se sentía tan especial cuando escuchaba eso.
Rápidamente llamo a Satoshi, sin importarle absolutamente nada, un toque, dos y finalmente escucho su voz del otro lado.
-Buen día niño escandaloso.-
-¡Buen día novio amargado!.- hizo un puchero.
-Llegarás tarde a lo que sea que tengas que hacer.-
-¡No digas eso! Me levante temprano y además, ¡soy profesional!.- volvió a hacer una cara graciosa, aunque trataba de sonar indignado.
-Bueno.-
-Ayer, creí que no llamarías y me puse muy triste ¿sabes? Muy pronto iremos de gira también, y me sentí con muchas ganas de verte pero no estas, entonces espere a que llamaras porque dijiste que lo harías pero me dormí esperando y me enoje mucho.- dijo todo de corrido, apenas respirando entre cada palabra. -Pero ya no lo estoy.-
-Miku.-
-¿Mande?.-
-Te amo.-
-¡Yo también!.-
-Miku-
-¿Mande?.-
-Ahora si vas a llegar tarde.-
-¡¡Aah!! Baka, baka, baka... me voy... hablamos más tarde.-
Colgó y busco ropa para cambiarse, porque si iba con tiempo justo nuevamente, pero... sabia que eran esos pequeños detalles los que hacían que, no importara que tanto tiempo estuvieran sin verse por culpa del trabajo de cada uno, ambos estaban pensando en el otro.