Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lost memory por LadyHenry

[Reviews - 104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Por fin espero que se suba de una vez ¬¬

Este capítulo me hartó entre migrañas y demás tardé, pero ahí está ^^

Bueno Había alguien que dudaba del color de ojos de los hermanos aquí dejó unos ejemplos gráficos.

Los de Neil(como los de mi adorado Caín)

http://s207.photobucket.com/albums/bb233/memnoch_album/?action=view&current=MinitokyoKaoriYukiMaleScans_158059.jpg

Los de Zoe

http://s207.photobucket.com/albums/bb233/memnoch_album/?action=view&current=Mirada-felina.jpg

(son de un felino pero es el color XD)

 



 

 

 

 

 

IX. So  lovely

Un sonriente Keith estaba con la oreja pegada a la puerta de la habitación de sus amigos, escuchó durante largo rato la conversación en la que Neil llevaba la voz cantante. Llegó un momento en el que pensó que iban a gritarse, pero se hizo el silencio, y poco después comenzaba a ser testigo de un interrogatorio sobre lubricante y condones que le hizo ahogar la risa como buenamente pudo.

 No podía creérselo, después de tantas vueltas se paraban con eso... definitivamente debían estar tarados. Ya sabía él que ninguno iba a ocuparse de ese tema, a pesar de haberlo especificado en la lista, pero había sido previsor y él mismo fue a comprarlo, ganándose algunas miraditas socarronas por  parte del tipo de la gasolinera. En ese momento pensó en tocar la puerta y dejarlo por fuera, aunque eso significara que lo descubrieran, pero Zoe apareció justo a tiempo para llevárselo a rastras a su habitación.

-¿Se puede saber qué demonios estás haciendo?-preguntó Zoe asombrado de encontrar a Keith es esa situación y para colmo aguantándose la risa ¿de qué puñetas se estaba riendo? ¿Qué podía resultar tan divertido viniendo de esos dos en un punto tan crítico?, por mucho que intentara imaginárselo no atinaba a encontrar una respuesta aceptable.

-Espiando a Evan y Neil ¿qué si no?-respondió un risueño Keith, y es que ver a Zoe escandalizado, regañándolo como a un crio incrementaba sus ganas de reír.

- Eso es obvio hasta para mí-replicó Zoe resignado-¿qué te hace tanta gracia? , bueno antes de eso explícame por qué los espiabas...

-Porque quería saber si acababan liándose, tranquilo no me pone escuchar a los demás haciendo guarradas-se excusó Keith-y no estoy seguro de que quieras saber el motivo de mi risa-ese comentario provocó que Zoe se girara para mirarlo acusadoramente antes de cederle el paso para que entrara y cerrase la puerta tras de sí.

-Si tú lo dices mejor me abstengo-hizo una pausa para tomar aire-¿y bien?

-¿Qué?-preguntó Keith sin borrar su sonrisa.

-¿Se liaron o no?-soltó Zoe exasperado por esa actitud de suficiencia.

-De hecho se están liando-explicó Keith volviendo a reír al ver la cara de sorpresa de Zoe.

-Madre de dios Keith cómo se te ocurre-exclamó Zoe sorprendido.

-Sólo estaba velando por el bien de mis amigos, ambos sabemos que era arriesgado dejarlos sin vigilancia, tanta tensión acumulada y con ese carácter explosivo que tienen...

-Tampoco son mercenarios, dales margen, y no les espíes-resopló Zoe-¿y qué fue eso tan gracioso?

-Te noto especialmente curioso-observó Keith mirándolo con descaro.

-Pues sí, por mucho que intente buscar una razón, no encuentro nada que pueda resultar tan divertido en semejante situación.

-Neil le preguntaba a Evan -dijo mientras se levantaba y abría una de las gavetas sacando de ella una cajita y un tubo metálico-por esto-le tiró a Zoe el lubricante y los condones, provocando que se sonrojara con una rapidez e intensidad tormentosas.

-¿Y eso es gracioso?-preguntó Zoe sin levantar la vista de los objetos.

-Si no eres tú al que le pasa sí-contestó el rubio sonriendo con picardía.

-Entonces lo están haciendo...-interrumpió la frase intentando encontrar las palabras adecuadas.

-Tranquilo, Evan tenía vaselina, se las apañarán con eso-se encogió de hombros restándole importancia.

-¡Oh dios!-gritó Zoe sorprendiendo a Keith, que no acababa de entender la turbación del chico-¡¿pensaste en interrumpirlos y darles esto?!

-Bueno, debo admitir que lo consideré, pero obviamente no lo hice-se rascó la nuca intentando controlar su risa, estaba claro que esa noche el destino se empeñaba en ponerle en aprietos.

-Lo mismo fue porque llegué yo y te arrastré hasta aquí.

-No, por mucho que pienses en que soy una especie de sátiro libidinoso, no me resultaría agradable irrumpir de esa forma, con la falta de práctica que llevo no estoy en condiciones de reestrenarme haciendo un trío-se defendió Keith intentando destensar el ambiente.

Esas palabras retumbaron en la cabeza de Zoe dejándolo estático "falta de práctica"..."reestrenar"... no había caído en que con la amnesia a Keith se le había olvidado TODO. Eso significaba que... sería como otra primera vez. Simplemente le superaba, si ya era abrumador pensar en hacerlo con él, ahora ya era aterrador, siempre pensó que Keith tomaría las riendas, que sólo tendría que dejarse llevar, pero era más complicado que eso. Era toda una responsabilidad ser el que... ni siquiera podía formar las palabras en su mente.

-¿Qué ocurre Zoe?-preguntó Keith preocupado por la palidez que invadía su rostro.

-Na... nada, es que yo... no pensé en...-intentaba de nuevo decirlo de la manera correcta, pero era muy difícil hablar de algo así.

-¿Nada? Pero si parece que has visto a Nosferatu- indagó Keith.

-Intento encontrar una manera apropiada de decirlo ¿puedes darme unos minutos?-replicó Zoe mareado por tanta presión.

-Ya te los he dado, aunque no lo creas llevas un rato así, mejor suéltalo ya, no le des más vueltas que te acabas complicando más.

-Pues que después de meditar tanto si lanzarme contigo o no dejé fuera el pequeño detalle de que tú...

-De que yo...-repitió Keith instándole a seguir.

-Que no recuerdas lo que...

-¡Venga ya!-exclamó Keith-no me algas con eso ahora, no creo que sea muy difícil, los conejos lo hacen continuamente.

-No lo reduzcas a lo físico Keith.

-Perdona, pero de eso se trata, creo que mentalmente ya estoy mayorcito para afrontarlo, no me trates como  a una princesita de quince años.

-Pero es algo importante, al menos la primera vez ¿no?-se debatía Zoe.

- Siempre que se esté en buena compañía lo demás es secundario.

-Precisamente, no estoy seguro de que un chico indeciso e inseguro sea la persona adecuada-observó Zoe suspirando.

-¿Entonces me busco a un chulo que esté cachas y será ideal?-preguntó Keith con sorna.

-No creo que esos sean de tu tipo-respondió Zoe mirándolo con suspicacia.

-Mi tipo eres tú, no veo el problema-afirmó Keith acercándose seductoramente.

-Eso dices pero ¿cómo puedes estar tan seguro?

-A ver, ¿cómo fue tu primera vez y con quién?

-Eso es personal.

-Lo sé, me refería si fue con el amor de tu vida y absolutamente genial.

-No estuvo mal, pero no fue el amor de mi vida...

- Si quieres le pregunto a Evan si sabe qué tal fue la mía y ya comparamos y decidimos si está bien o no-dijo Keith con ironía.

-Ya sé... estoy haciendo una montaña de un grano de arena, pero para mí esto es muy importante, y también debería serlo para ti-reprochó Zoe confundido.

-Yo no he dicho que no sea importante, o que no me afecte. El que debería estar de los nervios soy yo, con eso de la" inexperiencia". Pero no estoy por la labor de perder el tiempo dudando de cada paso, sé que me gustas y que me siento bien a tu lado, no imagino a  nadie más adecuado que tú. Aunque en el peor de los casos si lo intentamos y no llegara a funcionar. ¿A qué temes tanto?

-Soy un desastre para las relaciones, siempre me olvido algo importante o meto la pata con mis despistes... Hasta ahora no me ha importado demasiado, no es que fuera en serio con nadie, pero contigo es diferente. No quiero cagarla.

-Que fuera un obseso del orden y los modales no significa que vaya a montar un escándalo porque llegues tarde o te manches con el café-dijo Keith acariciando los cabellos de Zoe y mirándolo con ternura.

-Tengo miedo de que cuando recuerdes te eches atrás al darte cuenta de que soy un desastre-admitió Zoe suspirando derrotado.

-¿Tan superficial resulto?-preguntó el rubio resignadamente y sin dar tiempo a que Zoe contestara añadió-cuando recupere la memoria del todo lo que va a pasar es que me daré cuenta de lo capullo que era antes y la suerte que tengo de que me soportaras y decidieras darme una oportunidad.

Zoe volvió a abrir los ojos por la sorpresa, no esperaba escuchar semejante declaración, Keith  no paraba de asombrarle.

-Gracias-dijo Zoe más calmado.

-¿Por qué?

-Por ser don perfecto y soportar todas mis neuras cuando debería ser yo el que se comportara así.

-Bueno si te comportas así será porque te gusto ¿no?-preguntó Keith con un tono muy sugerente.

-Sí, don perfecto me gusta, aunque esté loco y me torture, me gusta mucho-admitió mirando a Keith con un leve rubor en las mejillas y una sonrisa sincera.

-Sólo por asegurarme, ¿quiere eso decir que aceptas salir conmigo de forma oficial?

-Y extra oficial también-respondió Zoe riendo-acabo de decirte que me gustas mucho, teniéndote a escasos centímetros junto a una caja de condones y un bote de lubricante al lado...-su sonrojo se iba incrementando al ver cómo se ensanchaba la malévola sonrisa de Keith, pero lo más inquietante era ver ese brillo en sus ojos, parecía que el azul de éstos se había intensificado, dando una sensación de profundidad en la que Zoe se estaba zambullendo sin remedio.

Ese encanto que Keith solía derrochar y que tan vulnerable le hacía sentirse ahora estaba enfocado a él, lo estaba derrochando por cada poro de su piel con la única intención de hacerle caer en sus redes. Ese rubio inalcanzable de impolutos modales e insultante perfección, había dejado de lado sus antiguas prioridades para darle paso a otras, y encabezando la lista estaba conquistar a un chico que era su opuesto, de actitud bohemia y despreocupada, muchas veces con la cabeza en las nubes... Aunque en esos momentos podría jurar que habían intercambiado los roles. Mientras Zoe intentaba racionalizar y planificar las cosas para que salieran bien, Keith se dedicaba a dejarse llevar por sus impulsos. Pero había algo que permanecía inalterable en la esencia, como era lógico, después de todo el temperamento es algo innato, y en esa deliciosa dejadez, Keith se desenvolvía con aplomo, de una manera entregada, enseñándole  a Zoe que la pasión con la que se empleaba en alcanzar todas sus metas se intensificaba cuando se trataba de algo realmente importante.

-Estupendo-sentenció Keith-entonces estamos preparados para dar el paso.

-¿Qué paso?-preguntó Zoe sin dejar de bucear en la mirada del rubio, rozando los labios de éste con su cálido aliento.

-Refréscame la memoria Zoe-dijo probando esa apetecible boca entreabierta, notando el sabor dulce del chocolate que había tomado de postre-enséñame a hacer un buen uso de...

La frase quedó en el aire cuando Zoe acortó las distancias terminando ese beso que le dejó con ganas, había notado como Keith tomaba el bote de lubricante en la mano, si quería que le recordara ciertos mecanismos básicos que así fuera... estaba seguro de que su cuerpo se encargaría de recordarle esas cosas, sólo tenía que esmerarse en despertar las sensaciones adecuadas, y por lo visto se le daba muy bien porque apenas después de un largo beso, de esos que se conocen como "comerse la boca", ya estaba sin la camisa del pijama notando los labios de Keith recorrer su cuello y su oreja mientras intentaba desprenderse del resto de la ropa.

A Zoe le parecía surrealista estar desnudando a Keith de esa manera después de su reticencia inicial, pero simplemente sentía que esas prendas le quemaban, eran un estorbo insoportable del que debía deshacerse. No acababa de asimilar el motivo de esa urgencia que le exigía darle salida al torbellino de emociones que sin ser consciente había estado conteniendo. 

Desde que Keith había empezado con sus insinuaciones y acercamientos se habían despertado en él sensaciones que hasta ahora desconocía, puede que lo que siempre había interpretado como nervios por el carácter del rubio fueran algo más que eso, o que la causa de éstos era el propio Keith y no sus manías... y que le pareciera tan atractivo puede que no fuera tan normal, una cosa era admitir que Keith era un guaperas que llevaba de cabeza a medio instituto y otra era formar parte de esa mitad. Ni loco pensaba convertirse en una de esas chicas que suspiraban en cuanto olían la colonia de Keith.

Lo que nunca evaluó Zoe era que no tenía porque ser así para acabar colgado por el rubio, y que tal vez no fuera eso lo que éste quería. No le había conocido más parejas que Mel y ella siempre se comportó con naturalidad, a decir verdad eran muy independientes aunque pasaban tiempo juntos y se les veía bien. Pensándolo bien Mel no lo trataba de esa manera que Evan califica como "fan mode", mirándolo con adoración o haciéndole la pelota, claro que al ser mayor era más madura que las compañeras de Keith. Recordaba que cuando su ruptura se hizo oficial Keith lo pasó fatal, no por dejarlo con Mel, para ser sinceros el periodo que transcurrió entre que rompieron y todo el instituto se enteró fue de lo más relajado para Keith, no se lo veía mal o decaído. Pero cuando volvió a entrar en el mercado... fue un auténtico caos, prácticamente se peleaban por captar su atención, no le dejaban en paz un segundo, iban a verlo en los entrenamientos, lo esperaban a la salida del consejo estudiantil, lo perseguían cuando iba a la cafetería en los recreos... la cosa llegó a tal extremo que Neil lo amenazó con dejarlo calvo si aparecía por la cafetería de Lucy con alguna de esas piradas que se le pegaban.

Ahí fue cuando ciertos rumores sobre la sexualidad de Keith se fueron propagando, como siempre estaba con Evan o Neil, empezaron a circular chismes sobre si alguno  de los dos era algo más que un amigo y por eso Mel lo había dejado. Lejos de desmentirlos Keith se limitó a ignorarlos. Creyó que eso le ayudaría a sacarse de encima a esas chicas que lo acosaban, y con algunas funcionó, pero de nada le sirvió, ya que a la causa de su conquista empezaron a sumarse bastantes miembros del sexo masculino. En definitiva Zoe no tenía la menor idea de cuál era el tipo de persona que atraía a Keith, y menos aún si se trataba de chicos.

Pero eso ahora quedaba en el apartado de cosas de las que hablar, si iba a salir con Keith ya tendría tiempo de averiguarlo... por mucho que el rubio le dijera que él era su tipo no podía dejar de preguntarse por el cambio de actitud, después del accidente había pasado de ser el hermano mocoso de Neil a la persona a la que le tiraba los tejos, todo un shock del que no acababa de recuperarse.

Los pensamientos corrían por su mente a una velocidad vertiginosa y se iban esfumando para disolverse con cada caricia que el rubio le daba, haciendo que se fuera entregando poco a poco, perdiendo los reparos  a la vez que las últimas prendas de ropa.

Keith iba de un lado a otro del cuerpo de Zoe, recorriendo cada centímetro de su nívea piel con los labios sedientos del calor que desprendía ese menudo cuerpo que se estremecía ante su toque. Había imaginado muchas veces cómo sería verlo ceder a su pasión, pero nada se comparaba a ver esos ojos encendidos por el deseo, el poder comprobar que Zoe anhelaba ese encuentro tanto como él. Ahora no importaba nada, ya no eran el peque y don perfecto, sólo dos chicos enamorados que deseaban perderse en el cuerpo del otro para calmar sus ansias y consumar su desbordante afecto, aquello que aún no se atrevían a llamar amor.

Estaban perdidos... cayendo más y más sin darse cuenta, descontrolados. Como siempre los cuerpos eran más sinceros que la mente y de esa manera de acariciar, besar, morder, lamer, suspirar, gemir, saborear... se podía deducir con total certeza que querían estar juntos hasta el punto de fundirse el uno en el otro, dejando atrás cualquier impedimento o razón que les separara, los temores y expectativas se disolvían con cada roce.

Zoe había dejado de ver todas esas facetas de Keith que tanto le intimidaban, ahora simplemente era un chico con el pelo revuelto y una mirada voluptuosa que lo enloquecía. Por su parte Keith ya ni recordaba quién era el hermano de ese chico moreno de labios enrojecidos que emitía sensuales gemidos y se contoneaba impúdicamente en busca de mayor contacto entre sus acalorados cuerpos. La urgencia de su deseo se hacía patente en ese derroche de lascivas miradas, la cama comenzaba a moverse demasiado por el vaivén produciendo un obsceno sonido que delataba sus concupiscentes actividades y provocaba sonrisas cómplices.

La temperatura de la habitación subía cada segundo, ambos notaban un calor abrasador que se intensificaba dejándolos sin aire, sus cuerpos formaban una maraña en la que se iban entrelazando de diversas maneras, cambiando posiciones constantemente. Ahora se debatían entre dar y recibir placer, cada uno tomando al otro con su boca, sentían cómo vibraban mientras deslizaban sus lenguas con avidez, procurando no frenar el ritmo, cosa que se iba dificultando a medida que avanzaban. Al ver que estaban cerca de terminar Zoe trepó hasta la cabecera para fundir los labios de Keith, mientras a tientas buscaba el bote de lubricante y los condones.

De pronto Keith notó que el moreno se alejaba de él, sintiendo un frío detestable que rápidamente se vio desplazado al observar cómo Zoe rasgaba el envoltorio y sacaba el preservativo para colocárselo lentamente mientras susurraba en su oído "mira bien cómo lo hago para que no se te olvide". Un jadeo escapó de los trémulos labios del rubio, cuando notó el pequeño lametón en su oreja seguido de una traviesa mordida, casi acaba ahí mismo, pero Zoe le tenía bien agarrado y no lo iba a dejar irse tan fácilmente. Tenía unas ganas locas de sentirlo en su interior pero no podía evitar torturarlo con esos detalles, era su pequeña y excitante venganza por todas las veces que el rubio lo había avergonzado.

"Mal chico, contente un poco y mira, no quiero que luego me reclames que no te refresqué la memoria", amonestó Zoe  dejando escapar una juguetona risilla. Keith intentaba respirar hondo y aguantar, ver a Zoe extendiendo el lubricante era algo que iba a terminar por enajenarlo.

"Muy bien, ya es suficiente, ahora me toca a mí", sentenció Keith tomando el control. Recostó a Zoe mientras comenzaba a besarlo en un camino descendente hasta que llegó a sus piernas y las separó con cuidado para tener un inmejorable acceso, a pesar de tener el lubricante a mano hizo uso de su lengua para estimular la zona, haciendo que Zoe enrojeciera más y en pocos minutos comenzara a gemir, cuando sus caderas se deslizaban de arriba abajo se separó, derramando lubricante en sus dedos para seguir con la dilatación.

"Keith mmm ya, deja eso y mmm" exigía Zoe entrecortadamente, y ante tal pedido Keith no pudo ni quiso negarse, poco a poco se fue colando en el palpitante interior de Zoe, cuando notó la cálida opresión al internarse del todo tuvo que tomar aire de nuevo, mientras Zoe empezaba ya a moverse haciéndole perder el poco tino que le quedaba.

"Zoe yaaa estás mmm", intentó preguntar en vano porque Zoe movía sus caderas pidiendo más, al fijarse en la expresión abandonada del menor que se mordía el labio inferior intentando controlar el movimiento no pudo aguantarse ni un segundo más, lo tomó por las caderas alzándolo levemente para tener mayor libertad de movimientos y comenzó a embestir con más fuerza, en movimientos firmes y certeros, llegando al punto que Zoe buscaba y haciendo que se acoplara al ritmo mientras buscaba una posición más efectiva. Se apoyó en sus antebrazos acercando su rostro al de Keith, notando cómo se enterraba en sus entrañas con profundidad, ver el cuerpo de Keith perlado de sudor, sus ojos entrecerrados y húmedos, sus mejillas teñidas de un suave rojo... por fin don perfecto había sido despojado de todas sus máscaras, ya no estaban ni el Keith encantador, ni el arrogante o controlador, sólo uno completamente arrobado a punto de llegar al clímax.

A Zoe le gustaba mucho ese Keith y en esos momentos en los que los jadeos escapan de sus labios sin control, justo antes de perder la noción de todo y venirse nombrando al objeto de su deseo, decidió que iba a hacer todo lo posible para ver a ese Keith más a menudo, para hacerse merecedor de llegar a su lado más vulnerable y ganarse su entera confianza. Iba a ser complicado, pero después de verlo perdiendo el control entre sus brazos, entregándose a él hasta desfallecer, no le quedaba otra opción, se había quedado completamente prendado de perfect boy.

Poco después Keith se deslizaba fuera notando lo pringoso que lo habían dejado todo, sus cuerpos, las sábanas, el bote que había rodado fuera... pero eso era lo de menos aún no se normalizaban sus respiraciones y sonreían como tontos. Zoe alargó su mano hasta la entrepierna de Keith para retirarle el preservativo, provocando que éste se sonrojara y abriera sus aún dilatas pupilas algo escandalizado por el gesto, cosa que le hizo mucha gracia al moreno, que reía mientras afirmaba" la lección se completa con esto" para luego depositarlo en la papelera y atraer al rubio a su lado.

-Vale, creo que me quedaron bien claros todos los pasos a seguir-dijo Keith aún avergonzado.

-No importa, puedo repetirlo las veces que sean necesarias, además te ves adorable cuando te sonrojas-respondió Zoe ensanchando su sonrisa.

-Me rindo-afirmó Keith escondiendo su rostro en el cuello de Zoe.

-Me parece bien, será mejor que durmamos, sino mañana no habrá quien nos levante.

-Bueno, no creo que ellos tengan ganas de madrugar-rió Keith mientras los cubría bien con las sábanas.

-Supongo...-dijo Zoe acurrucándose contra el rubio para quedarse dormido poco después.

El cansancio les había vencido, durmieron el resto de la noche y parte de la mañana.

Sobre las diez de la mañana Neil despegaba sus ojos encontrándose abrazado  a un sonriente Evan.

-Buenos días-saludó el rubio.

-Buenos días, ¿llevas mucho tiempo despierto?-preguntó Neil apenas susurrando.

-Un rato...

-¿Qué hora es?

-Las diez.

-Vaya, sí que he dormido y aún tengo sueño-se quejó el moreno acurrucándose en el pecho de Evan.

-Si quieres puedes dormir el resto de la mañana-propuso Evan mientras jugueteaba con los cabellos de un adormilado Neil.

-Si sigues haciendo eso probablemente lo haga-dijo tomando resuello y separándose con desgana-pero no quiero que ese par  se quede solo más tiempo.

-Bueno ya pasaron toda la noche solos... pero supongo que es mejor aprovechar el día, tengo muchas ganas de ir a la playa.

-¿Vas a surfear?-preguntó Neil con un deje de reproche.

-La verdad es que pensaba pasarme el rato encima de ti tomando el sol-rió Evan recordando esa vez en que Keith se empeñó en enseñarle a tomar olas al moreno.

-Mejor te das un buen baño a ver si el agua fría te calma-dijo Neil mientras se levantaba y buscaba una toalla-voy  a ducharme.

-Ok, pero si quieres que me calme no te pasees desnudo...

-No hay nada que no hayas visto, ya será menos.

-Mejor bajo a desayunar antes de que me acabe metiendo contigo en la ducha y me patees.

-Seguro encontraría algo más interesante que hacer si interrumpieras mi baño-dijo guiñándole el ojos para a continuación cerrar la perta y mandarlo a desayunar entre risas.

-Eres cruel, no deberías tentarme de esa forma.

Al no recibir más respuesta que la  contagiosa risa de Neil se dio por vencido y bajó a desayunar encontrándose con un alegre Keith, que mientras preparaba el café cantaba a media voz acompañando a la radio la canción Falling de Rhe Rasmus.

I don't go to school every monday
   I've got my reason to sleep
              Don't you tell me how I should be

[No voy a la escuela cada lunes
           He encontrado mi razón para dormir
     No me digas cómo debo ser]



 Era una de las favoritas de Keith, cuando fueron a un concierto la cantaron hasta desgañitarse, sin más saludo Evan comenzó a cantar con él.

 

I've made up my mind about the music
I've made up my mind about the style
I know that I'm stable and able to settle down
But I keep


F-F-F-Falling down with the sun
I can't give it up
The night is calling me like a drum
I keep on F-F-F-Falling


[He hecho mi mente a través de la música
He hecho mi mente a través del estilo
Se que soy estable y capaz de sostenerme
Pero sigo...


Ca-Ca-Ca-Cayendo
Abajo con el sol
No puedo rendirme
La noche me llama como un tambor
Sigo Ca-Ca-Cayendo]

 

Al escuchar a Evan acompañarle sonrió y le pasó el pan de molde para que empezara a hacer las tostadas mientras seguían cantando  con más ganas.

This life is so full of temptation
          And I want to keep it that way
                  I know myself I can handle the game

                  I made up my mind about the future
               I made up my mind about the past
                     I know that I'm able and stable to hold on




                     (Falling) I need a flame I need a spark
                           (Falling) Don't be afraid to open my heart
                    (Falling) I need a game I need a shock
                                 (Falling) Don't be afraid my heart is unlocked

 

[Esta vida está tan llena de tentaciones
Y quiero mantenerlo de ese modo
Yo sé que puedo manejar el juego
He hecho mi mente a través del futuro
He hecho mi mente a través del pasado
Se que soy estable y capaz de aguantar

Ca-Ca-Ca-Cayendo
Abajo con el sol
No puedo rendirme
La noche me llama como un tambor
Sigo Ca-Ca-Cayendo

(Cayendo)
Necesito una llama, necesito una chispa
(Cayendo)
No tengas miedo de abrir mi corazón
(Cayendo)
Necesito un juego, necesito un impulso
(Cayendo)
No tengas miedo mi corazón está abierto
(Cayendo, Cayendo, Cayendo, Cayendo)
Ca-Ca-Cayendo


Ca-Ca-Ca-Cayendo
Abajo con el sol
No puedo rendirme
La noche me llama como un tambor
Sigo Ca-Ca-Cayendo

(Cayendo)
Necesito una llama, necesito una chispa
(Cayendo)
No tengas miedo de abrir mi corazón
(Cayendo)
Necesito un juego, necesito un impulso
(Cayendo)
No tengas miedo mi corazón está abierto
(Cayendo)

En la última estrofa rompieron a reír porque la tostadora escupió las tostadas a propulsión y una fue a parar al jugo de Keith salpicando el resto.

-Somos un jodido portento-celebró un risueño Keith.

-¿Por hacer malabares con el desayuno?-preguntó Evan sonriendo.

-No, por hacer malabares en la cama-respondió Keith con total descaro.

-Eso quiere decir que...

-¿Qué?-preguntó Keith haciéndose el desentendido.

-¿Tú hiciste malabares o sabes que yo los hice?

-Ambas cosas-respondió con una sonrisa de oreja a oreja de lo más traviesa.

-Creo que estoy algo perdido, mejor me lo explicas con más detalle...

-Bueno anoche cuando subí a acostarme os oí discutir a ti y a Neil, parecían bastante alterados así que me paré a  escuchar para estar alerta por si acababan peleándose, de hecho hubo un punto en el que creí que tendría que intervenir... pero no fue así.

-¿Y hasta qué punto nos estuviste espiando?

-Escuché que paraban de discutir y se hacía un prolongado silencio que me confundió bastante, entonces Neil salió con eso del lubricante...

-Dios mío qué vergüenza-le interrumpió Evan quejándose-ya te vale...

-Eh si me hubieran hecho caso eso no habría pasado-reclamó Keith ignorando las quejas de su amigo.

-¿Fuiste tú el de la lista?

-Sí, parece que soy el único medianamente objetivo en este grupo-replicó Keith en tono de burla.

-¿Y cuándo dejaste de pegar la oreja?

-Justo después, Zoe apareció y me pilló, me echó la bronca.

-Pero acabaste haciendo malabares ¿no?

-Sí y a diferencia tuya no tuve que usar vaselina-rió Keith divertido.

-Genial así que eso también lo oíste, por lo menos no te reíste...

-No lo suficientemente alto afortunadamente.

-¡Keith!

-Lo siento-se disculpó sin dejar de sonreír.

-Bueno ¿y tú que usaste?

-Obvio que lubricante y condones, no me iba a arriesgar... bastante tenía con eso del reestreno.

-Cierto... aunque lo llevas con naturalidad.

-¿Y tú qué tal lo llevas?

-Muy bien.

-¿Con cuántos chicos te habías liado?

-Con ninguno.

-Así que Neil fue el primero.

-Y espero que el último.

-Parece que también lo llevas con naturalidad-imitó Keith.

-Ya sé, no soy tu padre, no debería decir las cosas de esa manera-se excusó Evan.

-Exacto, deberíamos limitarnos a alegrarnos el uno por el otro, sin pararnos a pensar en si era el primer chico y demás detalles, lo importante es que por fin estamos con la persona que queremos. Con lo que nos ha costado lo demás es secundario.

-No podría estar más de acuerdo con eso-afirmó Evan.

-¿No crees que tardan demasiado?-preguntó Keith al mirar el reloj y comprobar que había pasado más de media hora y no bajaban.

-Bueno yo dejé a Neil en la ducha, lo mismo se está tomando un buen baño.

-Zoe acababa de despertarse, me dijo que en cuanto se duchase bajaba, se nota que son hermanos-rió Keith ante la semejanza.

-Cierto-concordó Evan mientras terminaba con su jugo.

 

Mientras tanto Zoe bajaba las escaleras y se encontraba a su hermano en el descansillo escuchando la conversación entre Evan y Keith con una expresión difícil de clasificar. Le tocó en el hombro provocando que diera un leve respingo.

-¿Se puede saber qué haces?-regañó Zoe a su hermano.

-¿A ti que te parece?-respondió Neil tratando de calmarse.

-Que estás espiando a esos dos cuando podrías estar hablando con ellos.

-Sí, claro... ¿Qué tal te fue con Keith?

-Juraría que ya lo sabes-replicó Zoe en tono jocoso.

-Sé que lo hicieron, no qué tal fue.

-¿Quieres detalles?

-Si tú sabes que yo tuve que usar vaselina creo que no estaría nada mal que me contaras algo.

-Eh que yo sólo me limité a alejar a Keith de vuestro dormitorio, no estaba cotilleando.

-Entonces tendré que preguntarle a él-amenazó Neil con una sonrisa radiante.

-Ni te atrevas... ¿y tú por qué estás tan feliz?

-Es lógico que lo esté, llevaba mucho tiempo queriendo estar con Evan...

-Sí... pero me parece que hay algo de propina, eso o Evan es un fiera en la cama-rió Zoe.

-Hagamos un trato, tú me cuentas si Keith es un fiera y yo te digo el motivo de mi exultante felicidad.

-Soy tu hermano menor, no deberías cotillear esas cosas-reprochó Zoe ruborizándose.

-¿Quieres saberlo o no?

-Está bien-se rindió ante la evidencia, la curiosidad era su perdición-fue genial, al principio un poco violento porque eso de que no recuerde... ya sabes es como si hubiera sido su primera vez, pero está claro que no lo era, sabía bien lo que hacía-terminó de explicar completamente rojo.

-Me alegro mucho, estoy seguro de que os va a ir muy bien.

-Vale, ahora es tu turno-dijo Zoe exigiendo una respuesta.

-Pues mientras esos dos cotorreaban sobre lo que hicimos me enteré de que soy el primer chico con el que ha estado Evan, y que le gustaría que fuese el último-afirmó mientras volvía a sonreír, escuchar eso le reconfortaba, conocer ese lado tierno de su rubio lo hacía derretirse, si ya le gustaba Evan aún teniéndolo por un putón ahora que sabía la verdad, que tanto se había empeñado en negar, estaba mucho más relajado y tranquilo respecto  a su futuro como pareja. Sabía que no iba a ser tan fácil cuando alguna se le acercara, pero también contaba con que podía confiar en él.

-Me alegro mucho-dijo Zoe abrazando a Neil que lo estrechó entre sus brazos como si fuera un osito.

-¿Y de lo otro?-preguntó Zoe sonriendo inocentemente.

-¿Ahora quieres más detalles?-preguntó Neil con fingida molestia.

-Mera curiosidad...

-In-crei-ble-susurró Neil maliciosamente alargando las sílabas.

Ambos hermanos rompieron a reír llamando la atención de los rubios, terminaron de bajar la escalera y antes de que ninguno pudiera preguntar el motivo de las risas Neil le robó unas tostadas y se sentó junto a Keith mirándolo acusadoramente.

-¿Por qué me miras así?-preguntó Keith algo confuso.

-Bueno ahora que ya entras en la categoría de futuro cuñado tengo que velar por la seguridad de Zoe-respondió volviendo a reír ante la cara de sorpresa de Keith.

-Ya te vale-replicó Keith metiéndole el resto de la tostada de golpe.

-Chicos dejen eso, intentemos desayunar tranquilos-protestó Zoe viendo como su hermano y su ¿novio? (esa palabra le seguía resultando extraña) hacían el tonto.

-Creo que mejor los dejamos que se expresen-comentó Evan despreocupado.

-Hablando de expresarse, creo que también vas a ser mi futuro cuñado...

-¿Y eso no te hace increíblemente feliz?

-Mientras Neil lo sea yo lo seré. Ni se te ocurra joderle ¿entendido?

-Perfectamente, lo mismo te digo de Keith.

-Bien, ahora que ya nos hemos amenazado creo que podemos ignorar a esos dos y desayunar.

-Sí, me apetece ir a la playa antes de que se llene de turistas.

-Ayer Neil y yo nos pegamos un buen chapuzón, me gustó esa cala que está apartada.

-Es un buen lugar, si nos damos prisa podremos llegar sin que nos sigan los turistas.

-Vaya si que los detestas...

-No quiero tener de morros a Neil el primer día-se encogió de hombros-

-Así que hay mucha niña plasta-afirmó Zoe con cara de pocos amigos.

-Exacto, y seguro que nos molestan y todos empezamos a mirarlas mal, no hay necesidad...

-Entiendo.

Siguieron con el desayuno y fueron a preparar las cosas para irse el resto del día a la playa, esperaban poder encontrar un buen sitio en la cala para estar tranquilos y disfrutar de ese primer día

 

Mientras tanto en la ciudad el equipo de waterpolo seguía con los entrenamientos.

Bastian había mejorado sus marcas y ya era titular del equipo, el entrenador estaba encantado de haberlo elegido, debería darle las gracias a Keith por su recomendación, ese chico tenía buen ojo.

Y era cierto Bastian se había esforzado mucho para ganarse el puesto, y demostrarle al resto que valía, no le gustaban nada esos comentarios de que era un enchufado del ex capitán, y mucho menos las continuas bromas de Devon. Su rubito era todo un cabroncete, pero eso era parte de su encanto, aunque sospechaba que acabarían metidos en líos por ello, les gustaba jugar fuerte y ninguno quería claudicar, es más tenían la poco recomendable tendencia de ir más allá...

Mientras descansaba apoyado en el borde de la piscina viendo como Devon practicaba los tiros, recordó lo que había pasado el día de su presentación. Después de hablar con el entrenador y de que Devon se ofreciera a prestarle un bañador suyo para que empezara se habían ido juntos a los vestuarios mientras Evan acompañaba a Keith afuera.

Bastian estaba contento por el entusiasmo que había mostrado Devon al enterarse de que iba a formar parte del equipo. Así que se limitó a seguirlo sin darle más vueltas. Al llegar Devon rebuscó en su taquilla y le pasó un bañador mientras sonreía con algo de malicia, pero no le dio importancia, así que comenzó a quitarse la ropa mientras Devon buscaba la taquilla que le habían asignado, eso sí, no le quitaba ojo de encima a Bastian. Cuando éste se fue  a poner el bañador notó que le iba demasiado ajustado...

-Devon-llamó Bastian algo apenado.

-¿Sí?

-Creo que no podré utilizar este bañador ¿hay alguno que sea de una talla mayor?

-Bueno, es que yo uso esa talla... vaya fue muy tonto por mi parte pensar que tú cabrías ahí dentro-comentó mientras se acercaba quedando justo en frente del moreno y atisbando el interior del bañador separándolo del abdomen con un dedo.

-¿Qué haces?-preguntó un sorprendido Bastian.

-Asegurarme de que no te está cortando la circulación-sonrió complacido Devon.

-Muy gracioso... ¿me devuelves mi ropa?

-Creo que no, haz el pequeño esfuerzo por hoy y vente a entrenar-rió Devon mientras salía corriendo hacia la piscina, dejando a Bastian notablemente cabreado y con un bañador muy ceñido.

Tuvo que salir a entrenar con esas pintas, ganándose algún que otro comentario subido de tono por parte de sus compañeros. Y unas cuantas miradas bastante libidinosas. Mientras, Devon disfrutaba de lo lindo, hacía mucho que le apetecía jugársela a Bastian, siempre lo miraba con descaro y lo trataba como si fuera una princesita... que fuera un poco más bajo y tuviera esos rasgos aniñados a sus quince años, mientras que Bastian con trece, casi catorce, fuera todo lo contrario y aparentara ser mayor lo enojaba bastante.  Detestaba que lo subestimaran y se lo iba a dejar muy claro a ese niñato.

Cuando el entrenamiento acabó y volvieron al vestuario Devon se metió en las duchas sin devolverle las llaves a Bastian que tuvo que aguantarse y esperar con el minúsculo bañador, soportando más burlas... hasta que sólo quedaron él, Devon y Craig, uno de los chicos que se lo había comido con la mirada.

-¿Te han hecho una novatada?-preguntó Craig intentando entablar conversación.

-Sí, eso parece-respondió Bastian algo cansado del cachondeo.

-No te preocupes, nos lo suelen hacer  a todos, en unos días ni se acordarán.

-Mejor así...

-¿Y quién te la jugó?-indagó con curiosidad Craig.

-Devon.

-Ah el primo del capitán, pues me parece que mejor no te la cobras, Evan es muy protector con él.

-Lo sé-resopló Bastian resignado.

-Creo que mejor te alejas de él, así no te meterás en problemas.

-Tampoco será para tanto-le quitó importancia Bastian, estaba empezando a incomodarse, Craig no para de mirarle de esa manera tan penetrante.

-Más vale prevenir-añadió Craig acercándose más a Bastian, sin darse cuenta de que Devon seguía allí y ahora estaba justo detrás de él.

-Apártate del novato y no te metas en donde nadie te llama-dijo Devon en un tono frío y tajante.

-No sabía que seguías por aquí, cada vez eres más lento-replicó Craig mientras se alejaba de Bastian.

-Como sea, quedas advertido y mejor te vas marchando YA-dio por finalizada la conversación.

-Bueno Bastian como ves Devon no tiene muy buen carácter aunque aparente lo contrario, hazme caso, nos vemos mañana-se despidió Craig dirigiéndose a la puerta-aunque tengo que reconocer que le agradezco que te haya gastado esa broma con el bañador-remató mientras le guiñaba el ojo y sonreía con picardía.

Al quedarse solos Bastian miró a Devon exigiéndole que le diera su llave. Tomó su ropa y se metió en las duchas. Estaba bastante tenso, entre la broma, el entrenamiento y ese tipo que se le insinuó su día se estaba yendo a la mierda. De pronto sintió que abrían la puerta de la ducha, pensando que podría ser el baboso de Craig se giró dispuesto a mentarle a la madre si hacía falta, pero se quedó paralizado al ver que era Devon el que le miraba sin pudor.

-Bien Bastian, aclaremos unas cosas-dijo Devon con naturalidad, como si en lugar de estar en una ducha estuvieran tomando un café.

-¿Te importaría esperar a que termine?-preguntó Bastian enojado ¿es que ni siquiera lo iba dejar ducharse tranquilo?

-No te alteres, no es para tanto...

-Vale, ya veo que no hay manera así que dale...

-Ese tipo es un cretino.

-¿En serio no me había dado cuenta?-ironizó Bastian mientras se enjuagaba el cabello.

-No le des bola, para nada, en serio...

-¿Algo más mami?

-Sí, espero que te haya quedado claro que no soy ningún niñito indefenso del que puedas reírte.

-Me parece que el único niñito indefenso del que se han reído soy yo-replicó Bastian abriendo sus ojos después de quitar el jabón del todo.

-Cierto, pero no te preocupes no dejaré que se metan contigo.

-Para eso ya estás tú...

-Exacto-sonrió Devon con suficiencia, provocando que Bastian abriera los ojos y tornara su expresión de indiferencia por una de enojo.

-Déjame que te aclare algo Devon, no tengo la más mínima intención de dejar que me vaciles, no entré aquí para ser tu juguete.

-No, entraste para que yo me convirtiera en el tuyo-replicó el rubio con sorna.

-No me subestimes, que quiera estar cerca de ti no significa que vaya a pasarme el rato intentando llamar tu atención con estupideces.

-¿Y qué significa entonces?-preguntó Devon tirando de la toalla que envolvía las caderas de Bastian para acercarlo hacia sí, estaban a escasos centímetros y Devon se estaba poniendo de puntillas.

-Chicos ya está  ‘ien tengo que cerrar la ‘iscina-bramó Leslie haciendo que se separaran de un salto.

-Ya vamos Leslie, es que la taquilla de Bastian no abría-se excusó Devon saliendo a su encuentro.

- ‘ale, ‘ero salgan rá'ido.

Diez minutos después salían de la piscina y se iban con un enojado Neil, que los estaba esperando fuera desde hacía un buen rato.

Días después se iban de vacaciones y las cosas estaban poniéndose algo tensas entre él y Devon, no coincidían fuera de los entrenamientos porque ahora que no los iban a buscar los de siempre tenían que irse con sus padres, y siempre llegaban con prisas. En los entrenamientos el entrenador les metía mucha caña, ya que no estaba el capitán para controlarlos, y en los vestuarios siempre se metía alguien por medio. Tenía que buscar un momento para aclarar las cosas, en eso pensaba Bastian apoyado en el borde de la piscina, cuando notó que lo atrapaban por la cintura y se acercaban a su oreja y entones escuchó un potente "auchhh" seguido del sonido de un balón al rebotar contra la cabeza de su acosador.

Cuando se dio la vuelta vio a Craig sobándose la zona golpeada y mirando furioso a Devon, que se limitaba a sonreírle con cara de "te lo advertí".

 

 

 

 

 

 

 






 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).