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Lost memory por LadyHenry

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Notas del capitulo: A ver si carga esta vez...
Happy birthday imouto-chan! espero que te guste el capítulo y te quites esa imagen de Leslie de la cabeza XD y sobre todo el final, lo hice pensando en ti, tal y como lo pediste ^^

Debía admitir que Bill tenía razón, la arquitectura del acuario era alucinante, muy vanguardista... lástima que los malditos bancos del mirador fueran igual de incómodos, su forma provocaba que se resbalara continuamente, y el muy desgraciado no hacía nada más que aumentar el ritmo, lamentaba el instante en que se ofreció a guiarlo, debía haberse quedado esperando o en su defecto salir huyendo cuando comentó " oh vaya los cristales son de espejo, de esos que te dejan ver pero los de afuera no te ven". Esa frase había sido toda una declaración de guerra, su tono no fue curioso, o  sorpresivo... fue  el que un encantador de serpientes utilizaría ante su público, o en su alcoba... lo suficientemente hipnótico e incitante para mermar su tiempo de reacción antes de ver como atrancaba la puerta con la cuña con la que la mantenían abierta para que no estuviera dando golpes por el viento. Ahora que reparaba en el detalle le resultaba irónico que un edificio tan moderno adoleciera de mecanismos apropiados y tuvieran que recurrir a viejos remedios como ése. Pero él supo aprovechar la situación y en menos de un minuto se había ocupado de dejar el campo libre y acorralarlo entre el banco y la pared, sin darle tregua ni opción a resistirse, ya que cualquier improperio podría ser escuchado por el personal de mantenimiento y entonces tendrían que dar explicaciones... ya puestos era preferible tener una experiencia excitante y arriesgada a sufrir vergüenza sin sacar provecho. Pero si seguían a ese ritmo iba a joderse la espalda...

-Oye...-consiguió decir después de respirar hondo, permitiendo atrapar un aire que se le iba en jadeos.

-Mmm -murmuró el rubio mientras seguía su trepidante ritmo, había que solventarlo pronto, hacerlo en ese lugar era bastante arriesgado.

-Mi espal... da-tomó aire de nuevo-cambia de...-no hizo falta nada más, entendió a la perfección la petición.

-¿Así está bien?-preguntó mientras lo colocaba en su regazo y se quedaba quieto, le resultaba divertido dejar el resto en sus manos. Esa tonalidad rosa que se iba intensificando en sus mejillas era todo un aliciente.

-Primero me partes la espalda y ahora pretendes que lo haga todo yo-reprochó ofendido.

-Bueno, pensé que preferirías marcar el ritmo-se excusó con una sonrisa poco culpable.

-Está bien, será mejor que acabemos con esto rápido-replicó guiando el miembro hacia su interior, deslizándose lentamente para acomodarse bien y empezar el spring final.

Desde ese momento hasta unos minutos después el trasero del rubio sufrió la dureza del mármol que contrastaba con su elevada temperatura, aumentando por segundos al ver cómo se contoneaba de forma certera aprisionándolo enérgicamente, convirtiendo la fricción en algo rudo y placentero hasta que consiguió ver cómo se rendía. Y ahí estaba removiéndose mientras controlaba sus jadeos mordiéndose el labio inferior, con los ojos entrecerrados y una expresión lánguida y anhelante que anunciaba que iba a llegar al clímax con intensidad y en breves instantes.

Poco después llegaría él, justo al ver como apretaba la mandíbula y dejaba escapar un gemido, esa cara arrobada le hizo llegar al límite.

-¿Y bien?-preguntó mientras se ponía en pie notando el cansancio que le invadía.

-Excepcional, lo único que te faltó fue darme con una fusta y susurrarme obscenidades.

-¿Te gusta ese rollo?-cuestionó suspicaz.

-No creo, pero verte así sería demasiado-rió mientras se terminaba de acomodar la ropa.

-Un día de estos, en un futuro no muy lejano, dejaré a un lado mi vergüenza y timidez y te las haré pagar todas-amenazó Zoe con una malévola sonrisa.

-Esperaré ese momento con ansias honey, mientras tanto puedes practicar tu maldad cuando quieras, estoy siempre a tu santa disposición, tenlo en cuenta, cualquier momento es bueno-le retó Keith guiñándole el ojo- por ahora-añadió tomándolo de la mano y depositando un fugaz beso-puedo decir que vas avanzando favorablemente.

-No te vaciles.

-Nada más lejos de mi intención... sólo pensar en que vayas a vengarte y tomar revancha me hace enormemente feliz, sobre todo que visualices nuestro futuro a largo plazo-sonrió Keith, terminando de desatrancar la puerta cediéndole el paso a un sonrojado Zoe.

-Será mejor que bajemos antes de que Bill venga a buscarnos-cambió de tema esquivando la cálida mirada de Keith que lo tomó de la mano nuevamente, dejando bien claro el tipo de relación que mantenían.

 Cosa que se le hizo importante cuando un grupo de chicas empezaron a rondarlos. Neil no tuvo reparos en mirarlas con seriedad mientras le metía mano al trasero de Evan, que no perdió oportunidad de aprovechar la ocasión y besar a su enfurruñado novio. No acababa de entender su actitud, ya que a él también lo miraban con descaro, pero cuando le preguntó obtuvo una respuesta obvia y contundente "no me voy a celar a mí mismo, sería un poco extraño ¿no crees?"

Ante eso Evan sólo pudo echarse a reír y negar con la cabeza, le parecía una bobada que Neil perdiera el tiempo con esa clase de idiotas, pero no iba a darle más vueltas, simplemente se aprovecharía   de esos momentos "éste es mi territorio" mientras lo marcara de forma afectuosa por él estupendo...

Al llegar a la cafetería ya habían pedido la comida y los esperaban para empezar a almorzar. Evan estaba dando buena cuenta del pan y las salsas que les habían puesto de entrantes, mientras Neil charlaba amigablemente con Bill sobre los planes que tenían al acabar el verano. Al incorporarse a la mesa Zoe y Keith, Neil les preguntó extrañado el motivo de su tardanza, ante el rubor que empezó a cubrir las mejillas de Zoe, Evan salió en su rescate, obviando la preguntita para informarles de lo que habían pedido para comer.

Asintieron ante la elección de un risotto cremoso, una ensalada italiana y la variedad de panes y salsas que Evan estaba devorando. Justo cuando acababa de explicarles lo que iban a engullir sonó su teléfono, al mirar la pantalla vio que era su tía y se excusó para salir a hablar afuera, ya que había mucho barullo en el interior del restaurante.

Cruzó el local con pasos largos y apresurados, le preocupaba que algo hubiera pasado con Devon, había descuidado "vigilarlo" un poco, con todo lo que había pasado con Neil se despistó por completo y esa llamada alimentaba sus sospechas.

-Hola tía ¿ha pasado algo?-preguntó Evan al descolgar, con algo de impaciencia y tono urgente.

-Hola cariño, ¿estás bien?

-Perfectamente ¿Y por ahí qué tal va todo?-insistió.

-Bien, no llamaba para darte malas noticias, tranquilo.

-Lo siento, me tomó por sorpresa-se excusó, no quería contarle que su hijito lo tenía preocupado por asuntos hormonales.

-En serio estás bien, pareces algo alterado.

-Sí, muy bien, de verdad, eso sólo que me sobresalté con la llamada.

-No te preocupes, no es por nada serio, sólo que Devon va a ir al cumpleaños de un compañero del equipo, y quiere comprarle un juego un tanto...-hizo una pausa para meditar la palabra que podría definir el estúpido jueguecito, no le gusta decir palabras malsonantes, bastante soltaban ya su marido y su hijo, le gustaba dar algo de ejemplo-peculiar, y sinceramente preferiría que me aconsejaras algo que le pudiera gustar.

-¿Qué pasa? ¿Es un videojuego violento?-indagó Evan, a su tía le gustaba regalar cosas educativas, pero no creía que nada de eso pudiera gustarle a alguno de los macarras del equipo.

-No exactamente, creo que preferiría regalarle eso antes que el juego que Devon quiere.

-¿Tan horrible es?

-La verdad es que sí... y no entiendo por qué, si hasta va a quedarse a dormir en su casa, para hacer eso deben ser buenos amigos...

Eso empezaba a sonar sospechoso, Evan se estaba inquietando.

-Si te extraña debe ser porque no es de los habituales, ¿qué chico es?

-Un niño encantador que acaba de incorporarse, se llama Bastian.

Al escuchar el nombre a Evan se le heló la sangre, de todas las posibilidades que había barajado, nunca llegó a creer ni por asomo que Devon acabara durmiendo bajo el mismo techo que Bastian y en su propio terreno, eso pintaba francamente mal...

-¿Va a dejar que se quede en la casa de un chico que acaba de conocer?-preguntó algo exaltado.

-Sí, al principio me preocupé, pero la madre del chico insistió en invitarnos a merendar a la salida del entrenamiento, es una mujer encantadora, y me explicó que iban a hacer una especie de fiesta de pijamas con sus amigos de la academia de arte y sus primos, y que ella, su ex marido y su hermana estarían allí. Además, el chico es un amor, muy educado, le apasiona dibujar, lee... estoy segura de que será una buena influencia para Devon, ya está bien de que sólo salga con esos cabeza hueca del club de deportes. Le vendrá bien alguien con intereses más culturales. Y eso que es menor que él, cumple catorce, pero la verdad es que aparenta más, es un niño muy guapo, cuida su aspecto. Fíjate si se llevan bien que hasta Devon ha cambiado su corte de pelo y está pasando algo de la ropa deportiva, ya sabes que siempre va con chándal... pues salieron de compras y ahora tiene ropa más mona, en su línea eso sí.

Evan estaba alucinando en colores, escuchar hablar a su tía de Bastian como si fuera el yerno perfecto le estaba desestabilizando. No acababa de entender cómo en tan pocos días habían llegado a intimar tanto... de hecho se preguntaba si ya había sucedido lo que intentaba evitar o si era esa fiesta donde aprovecharían para consumar. Estaban jodidos, hasta conocían a su madre y se iban a merendar o de compras, eso era como si llevaran anillo casi... inspiró hondo para salir de su paranoico trance y se decidió a preguntarle por el regalo para dejar de oír tanta maravilla de esa viborilla oportunista.

-Bueno tía y qué quiere regalarle Devon exactamente.

-Pues un juego de mesa, se llama racing grannies.

-No me suena nada.

-No me extraña, es una especie de scalextrix, pero en vez de coches la carrera es entre dos ancianitas en silla de ruedas-explicó la mujer como buenamente pudo.

-¿Estás segura de que eso existe? ¿No será una broma de Devon?-preguntó Evan intentando aguantarse la risa.

-Sí existe, yo también barajé esa posibilidad, puedes mirarlo por internet, es grotesco... como si la abuelita de Tweety intentará descarrilar a su hermana...

Evan no pudo contenerse y estalló en carcajadas, se imaginaba la cara que pondría Bastian al verlo, de hecho el sólo visualizar el juego hacía que no pudiera parar de reír.

-Evan cariño, toma resuello que te asfixias... no pienso comprar esa bobada, no es barato precisamente, y lo más importante te imaginas la cara de Bastian, tan inteligente y maduro para su edad recibiendo ese regalo. Te juro que cada vez entiendo menos a Devon ¿cómo se le ocurren esas cosas?-se quejaba con resignación.

Y al reparar en la reacción de Bastian, dejó de reír, porque eso no iba a gustarle y de seguro se iba a vengar. De eso se trataba, de provocarlo, jugársela en su fiesta y después quedarse a dormir y de ahí al armaggedon un paso. No definitivamente no debía dejar que Devon le regalara eso.

-Tienes razón tía, ese regalo es totalmente absurdo, a Bastian le gusta dibujar.

-Sí, va a una academia de arte tres veces en semana a clases de dibujo y está en el club del instituto. Pero no tengo ni idea de lo que le pueda ser útil...

-Ve a la papelería del hermano de Petra y coméntale, allí es donde Bastian suele comprar su material.

-Estupendo, así los saludo que hace tiempo que no les veo, ¿Petra sigue dando cursillos allí?

-De vez en cuando, ahora está liada dando clases en la academia a la que asiste Bastian.

-Mejor aún, seguro que lo conoce.

-Sí, es una de sus profesoras, además se llevan muy bien.

-Genial, si no la pillo allí me pasaré por la cafetería de Lucy, suele pasarse por allí.

-Exacto, así puedes comentarle con tiempo.

-Gracias cariño, dale saludos a todos, en especial a Neil.

-¡Tía!-exclamó Evan avergonzado por el tono pícaro que había usado al pronunciar el nombre de su ahora pareja.

-¿Ya puedo llamarle sobrinito?-siguió bromeando.

-No sé de qué te quejas con Devon... tú eres peor que él.

-Pues de su mal gusto, este niño no tiene discreción y le pierden los nervios... debería tomarse las cosas con más calma y ser menos cabezota.

-En eso te doy la razón, es muy impulsivo-opinó Evan.

-Por eso mejor no darle alas en esas ocurrencias suyas... que si sigue así un día me veo yendo a comisaría a sacarlo por gamberro-dijo en tono risueño.

-Ya veo que te lo tomas con filosofía-picó Evan para sacar qué opinaba su tía de la situación.

-Y tanto que sí, además es muy divertido. Siempre me imaginé molestando a alguna niña mona, que se avergonzaría con mis indirectas y las respuestas descaradas de mi niño. Pero esto supera todas mis expectativas.

-Así que lo apruebas...

-Por supuesto ¿los has visto? Es lo más divertido del mundo ver cómo intentan parecer naturales cuando lo que quieren es matarse... son tan lindos cuando riñen y se provocan.

-Pues espero que lo disfrutes porque la van a armar fijo.

-Ya será menos, aunque no acabo de captar si Jill es totalmente consciente de lo que puede pasar bajo su techo, pero vamos, para que pase en el mío mejor lo dejo así, que una es liberal pero tiene sus reparos.

-Sinceramente no sé por qué demonios me preocupo más yo que tú-se quejó Evan.

-Porque Devon es el bebito de tus ojos, lo consientes desde pequeño y no te gusta que se descarrile-rió de nuevo.

-Demasiado tarde me temo...

-Vamos Bastian es una ricura dale cancha al chaval.

-Está bien, yo me desentiendo...

-De eso nada, ya te llamo para contarte qué tal, ciao-se despidió.

-Ciao-dijo Evan antes de cortar y dirigirse a la mesa, con menos apetito y cara larga.

Neil notó el cambio de actitud y le preguntó por lo bajito que qué le sucedía, pero Keith decidió hacerlo en voz alta, le parecía muy evidente que algo le pasaba a Evan y quería saberlo. Evan suspiró mirando la deliciosa comida, levantó la vista mirando al resto y se limitó a decir:

 -Devon va a ir a dormir a casa de Bastian por su cumpleaños, y me parece que el regalo va a incluir una buena sesión de...-la frase fue cortada por un sobresaltado Neil.

-¡No hables así de tu primo por dios!

-No es para tanto-intervino Bill sorprendiendo al resto-. Si no recuerdo mal todos ustedes a los quince ya estaban estrenados.

-Esa lengua Billy-le reprendió Keith con sorna-. Hablando de estrenos ¿el tuyo a qué edad fue?

-¿No te interesa más a qué edad fue el tuyo?-contraatacó Bill.

-Cierto, a qué edad abandoné la inocencia-ironizó Keith.

Bill se acercó a su hijo, susurrándole al oído la respuesta.

-Vaya, soy un puto portento-rió Keith cuando supo la respuesta.

-No te lo creas tanto-dijo Evan en tono jocoso.

-¿Y eso por qué?-indagó Neil algo picado.

-Porque fue algo accidentado.

-¿Cómo sabes eso?-preguntó Zoe, sin poder creer que la primera vez de don perfecto fuera accidentada.

-Porque tuve que ayudarle a salir del cobertizo del campamento, se quedó atrancado.

-¿Fue chica o chico?

-Tuvo que ser un chico, ninguna chica saldría por la puta ventana para que no la descubrieran.

-¿No esperó a que llegara ayuda?

-No, se ve que tenía algo que ocultar-acusó Evan con una sonrisita sardónica.

-Oh no me digas que no sabes con quién lo hice-protestó Keith.

-Creo que mejor volvemos a eso de que Bastian y Devon se lo van a montar-sugirió Zoe, no le apetecía hacer quinielas de los posibles ligues de su chico.

-¿Quién crees que le romperá el culo al otro?-preguntó Bill.

-Genial, sólo me faltaba pensar en ese detalle-bufó Evan. Haciendo que el resto riera.

Cuando estaban haciendo la sobremesa, quejándose de lo malo que era el café en comparación con el de Lucy, Keith y Evan decidieron ir al baño, juntos, para dejar a solas a los hermanos con Bill, cosa que  provocó que éstos los fulminaran con la mirada.

Para hacer tiempo se pararon en una sección donde estaban alimentando a los peces, había varios buzos trabajando, y Keith se dedicó a observarlos. Uno de ellos salió, quitándose parte del equipo, estaba comprobando la temperatura del agua. Se había despojado de la botella de oxígeno, las gafas y la parte superior del traje. Tenía un buen físico, pectorales, abdominales, bíceps... todo musculado y marcado en su justa medida, un trasero bastante respingón, pero lo mejor era su pelo castaño mojado goteando, pegado a un rostro de fuertes facciones y mirada gris desafiante, que lo dotaba de un aspecto salvaje de fiera indómita. Keith seguía embobado mirando mientras Evan sonreía por la cara del chico, que sabía iba a hablar de un momento a otro rompiendo el encanto. Y no es que Keith lo estuviera buceando sin más, podría decirse que intentaba recordar algo... hasta que el silencio se rompió, sacándole de su trance.

-¿Qué coño ‘asa? ¿tengo mo-monos en la cara?-bramó Leslie incómodo por la situación.

-Hola Les ¿qué tal estás?-intervino Evan mientras Keith encajaba el golpe, estaba mirando a Leslie como si no lo hubiera visto antes, pero así calladito y semidesnudo ganaba mucho, el uniforme de la piscina no le hacía justicia, esa gorra escondía sus encantos.

-‘ ien ¿cómo es que están ‘or aquí?-preguntó Leslie extrañado de encontrarlos en el acuario.

-Bill quería venir a ver el edificio ¿y tú?-siguió indagando Evan.

-Con tra'ajo de clases-respondió resignado.

-Vaya ya veo que medir el agua es una parte importante de tu vida-bromeó Evan.

-Sí, me gusta que los animalitos estén ‘ien-contraatacó Leslie.

-Te lo agradecemos mucho Les, pero para cuando vayas a la piscina podrías ponerte ese traje también, así nos alegrabas la vista-dijo Evan guiñándole un ojo.

-Mejor no-negó Leslie-tu no'io  ‘arece un tío celoso.

A Neil no le hizo gracia el comentario, pero se quedó tan pasmado como Keith al ver a Leslie con esa pinta, el tipo era bastante borde y asocial, su aspecto era descuidado y lo único que le preocupaba era hacer bien su trabajo. Estaba estudiando oceanografía química y trabajaba en el mantenimiento de las piscinas a tiempo parcial. Era conocido por su mal genio y su particularidad en el habla, de hecho el entrenador afirmaba que Leslie era así antipático desde que empezaron a meterse con él por sus problemas para hablar, que había logrado corregir en la medida de lo posible. Con los chicos del equipo mantenía una buena relación a pesar de aparentar lo contrario, todos le respetaban y con algunos se llevaba bastante bien.

-Muy gracioso Leslie-intervino Neil.- Por cierto estás muy guapo con ese look surfista, tienes un bronceado envidiable-picó Neil.

-Tú tam'ién estás muy mono, será el amor-respondió Leslie.

-Hablando de amor, el tuyo está a punto de sufrir un colapso por quedarse a solas con tu padre-le dijo Neil a Keith.

-Qué malos son, dejar a Zoe solo con ése-dijo Leslie resignado.

-¿Qué tienes en contra de Bill?-interrogó Keith sonriente.

-Nada-respondió Leslie fulminándolo con la mirada.

-Mejor vayan a rescatar a Zoe, yo voy al baño-anunció Neil-despidiéndose de Leslie.

-Ciao caro, no trabajes mucho-se despidió Evan encaminándose al rescate de Zoe.

-Adiós chicos-dijo Lelsie mientras se daba la vuelta y volvía a su labor.

-¿Qué le pasa a Leslie con Bill?-preguntó Keith a Evan una vez estuvieron solos.

-Digamos que no le hizo gracia tener que saltar de la ventana para que Bill no lo pillara, se puso bastante cabreado cuando te quedaste encerrado en el cobertizo, no paraba de amenazar al corruptor depravado que había desflorado a su bebé-rió Evan.

-Vaya-exclamó Keith con sorpresa-. Y pensar que no lo recuerdo, es una pena estoy seguro de que fue... memorable-se lamentó.

-Bueno siempre puedes pedirle que te refresque la memoria...

-Sospecho que querría hacerlo a golpes, mejor espero a que los recuerdos regresen por sí solos, es más seguro-respondió Keith mientras sonreía al ver la carita de Zoe, estaba adorable cuando no sabía qué hacer.

 

 

 

Unos días después, Petra, Lucy y Macy, la madre de Devon, tomaban café mientras charlaban sobre el cumpleaños de Bastian.

-Así que los enanos se están cortejando al estilo "no te soporto te mataría a polvos"-dictaminó Petra con la certeza de quien ha visto mucho.

-Eso parece ¿no son una monada?-preguntó Macy, orgullosa de que su niño empezara a hacer el idiota en eso del amor.

-A este paso nos quedamos sin chicos guapos, los que no se lían con otros se cambian de sexo, esto no puede ser-bromeó Lucy mirando de reojo a Petra.

-Qué me vas a contar querida, antes ligaba mucho más-se quejó Petra teatralmente.

-Bobadas, míranos a nosotras felizmente casadas con hombres guapos, aunque sean tontos-picó Macy viendo que Dick pasaba cerca con la bandeja.

-Eso, recuérdame que sólo me quieres por mi espléndido y escultural cuerpo, trátame como a un trozo de carne sin sentimientos-lloró Dick imitando a Scarlett O'hara.

-Encima lloricas, si es que ya no hay hombres de verdad-dijo Lucy resignada.

-Sigue así y me fugo con Bill, él me trataría como a una reina-rió Dick al ver la cara de Macy.

-Ey monada si alguien se levanta a Bill seré yo-protestó Petra.

-Creo que voy  a ponerme muy celoso-se escuchó una voz rasgada y profunda-además tendré que partirle las piernas a ese tal Bill, y sabes que odio la violencia cariño-terminó la frase con una sonrisa socarrona asomada en sus labios mientras se acercaba a Petra y la saludaba con suave beso en los labios.

-No te preocupes, sabes que lo dice por molestar, Bill me elegiría a mí sin dudarlo-bromeó Dick.

-Dejen la broma y preséntame a esta maravilla-intervino Macy, señalando al hombre que acababa de besar a su amiga.

-Cierto, este impresentable que tengo por pareja no pudo ir a la cena de Lucy-reprochó Petra haciendo que Tom bajara la mirada poniendo expresión culpable.

-Deja al chico, ya se ha disculpado muchas veces-le salvó Lucy.

-En fin, Macy éste es Tom-dijo Petra mientras se estrechaban la mano.

-¿Y qué hacen estas tres preciosidades juntas?-preguntó Tom con coquetería.

-Un aquelarre-afirmó Dick alejando la espumadera de las manos de Lucy mientras Tom se echaba a reír arruinando su recién salvada imagen.

-Está bien, tenemos cosas de las que hablar largo de aquí los dos, cuando acabemos ya os llamamos-dijo Lucy amenazante.

-Vale, pero si nos fugamos juntos te arrepentirás-amenazó Dick mientras Tom volvía  a reír.

-Ok Dickie si haces eso hazme un favor y dale bien duro-pidió Petra mientras sonreía maliciosa y se servía café, cosa que a Tom empezó a causarle cierta inquietud, y es que su novia era de armas tomar.

Una vez a solas, charlaron un rato más, Macy les contó su llamada a Evan confirmando que por fin estaba con Neil, y probablemente Keith con Zoe. Noticia que les encantó. Poco después Macy y Petra se iban a la papelería para comprarle el regalo a Bastian. Petra seleccionó un cuaderno y un maniquí de madera, le iba a ser de utilidad para practicar en casa, sabía que se le había roto el que tenía por alguna travesura de sus primos, esos chicos podían ser un verdadero desastre, sonrió al pensar en cómo se tomarían lo de Devon. Eran muy protectores con Bastian y ver que estaba colgado por un chico algo mayor que se pasaba el rato molestándolo no les iba a hacer demasiada gracia.

Albert, el hermano de Petra, no paraba de reír mientras envolvía el regalo que habían comprado para Bastian, le resultaba hilarante ese juego que Devon quería regalarle al chico. Estaba seguro de que si lo hubiera hecho habría dejado al personal con la boca abierta y los macarras de sus primos se partirían de risa... hasta que se enterasen de lo que se traían entre manos.

Al regresar a la cafetería Macy tuvo que despedirse, ya que vio a Bastian entrando con su madre, a esa hora solían salir del entrenamiento, ese día le había pedido a su marido que recogiera a Devon. Calculó que aparecerían por allí en pocos minutos y prefirió ir a poner los regalos a buen recaudo, además era mejor no estar presente cuando Ted se topara con Jill, estaba segura de que ella lo miraría como "oh dios mío le robaste la camiseta a tu hijo" y él como "menuda pija que se fue a buscar el niño de futura suegra". Y es que el padre de Devon se pasaba el día trajeado por su trabajo en un banco, y en cuanto salía corría a casa a ponerse cómodo. Sin embargo Jill adoraba pasarse el día encopetada. No es que fueran a llevarse mal, simplemente tenían diferentes estilos, y no quería ser testigo de ese primer encuentro.

Bastian llegó terriblemente hambriento, llevaba una semana muy agitada quitándose de encima a los moscones y pensando en el beso con Devon. Ambos habían causado revuelo por sus nuevos look, algunos incluso habían abandonado a Bastian para volver a molestar a Devon, nunca creyó desear que Evan volviera, él pondría orden y no dejaría que nadie se les acercara, ni animadoras ni mucho menos compañeros... ni siquiera podían contar con el apoyo de Leslie que antes de marcharse a hacer unas prácticas de la universidad les había advertido concienzudamente de que dejaran las niñerías y se ayudaran a guardarse las espaldas, en esa temporada empezaban las clases de natación y la piscina se abría más al público, lo que significaba que habría más gente y mucha sólo iba a buscar rollo.

Y en eso le habían hecho caso, ahora ya no se molestaban entre sí, bueno casi nunca, al menos allí dentro, en las salidas con Jill ya era otro tema, no perdían oportunidad de molestarse para acabar sobándose un poco en los probadores o lo aseos de las cafeterías, a veces se temía que en cualquier momento su madre le soltara alguna pregunta indiscreta.

La situación había sufrido un cambio a mejor, hablaban más peleaban menos y tenían cierta clase de contacto físico de la que antes carecían, hacer frente común les había unido, Craig estaba prácticamente bloqueado, sin una mísera oportunidad de acercarse y el resto se lo tomaba con más calma. Intentaron planear cómo librarse rápido de todos en la fiesta, Devon sugirió que alguien se prestara para sacarlos de la casa a algún garito, ya que la mayoría ya tenían edad, sin embargo el cumpleañero no, así que sólo se quedarían en casa sus amigos, sus primos y él.

Pero Bastian tenía una cuestión más a tratar, neutralizar a sus primos. No podía contar con Dan ni Hellen, ya que ellos estarían a lo suyo. Le quedaban Marisa, Carrie y Pam, tres amigas y compañeras de la academia de arte. Sabía que a su primo Ant le gustaba Marisa, así que quizás podría ayudarle, él era el que más le preocupaba, demasiado protector siempre, y teniendo en cuenta que iba a conocer al pesado de Craig ya visualizaba lo molesto que iba a ponerse, aunque por otro lado era una manera de distraer su atención de Devon. Con el hermano de Ant lo iba a tener más difícil para distraerlo, no le gustaba nadie que fuera  a la fiesta y era mucho más perceptivo, lo bueno era que Inti era más comprensivo y menos radical que su hermano. Esperaba que como regalo de cumpleaños le diera una tregua, sino aunque quisiera, no tendría nada que explicar porque los intentos fallidos no cuentan...

Sobre todo eso meditaba cuando Devon lo sorprendió sentándose a su lado y llamando su atención.

-Una moneda por tus pensamientos-dijo el rubio para sacarlo de su trance.

-Mejor ofréceme algo más...-la frase quedó interrumpida cuando Bastian fijó la vista en Ted, que lo observaba sonriente mientras esperaba su café.

-Hola, tú debes ser Bastian, yo soy Ted el padre de este engendro-dijo sonriente mientras miraba la expresión de fastidio de su hijo, adoraba ponerlo en aprietos, se desternillaba sólo de pensar en la posibilidad de enseñarle a Bastian el álbum de bebé de Devon, donde salía en esas típicas poses que los padres buscan para humillar a su prole cuando crezca.

-Encantado-saludó Bastian sonriendo, acababa de descubrir de quien había sacado el dueño de sus desvelos ese carácter socarrón.

-¿Cuántos vas a cumplir, quince?-preguntó Ted ignorando a su hijo y su cara de "piérdete capullo".

-Catorce.

-Pues si que estás crecidito-soltó con descaro Ted haciendo que Bastian se atragantara con su comida.

Y justo en ese momento se escucharon varios gritos que provenían del pasillo, haciendo que se levantaran automáticamente para ver qué sucedía, y lo que se encontraron los dejó bastante sorprendidos.

Una madre  le tapaba los ojos a su hija adolescente mientras insultaba  a un tipo que se había bajado los pantalones y mostraba sus partes pudendas sin reparos. Mientras que Petra se dedicaba a mirarlo con desprecio, antes de seguir de largo lo encaró y le dijo:

-Mira cari si vas a arriesgarte a que te enchironen por escándalo público hazlo por algo que merezca la pena recordarse... porque para polla la que yo me gastaba, ahora que lo pienso debería haberla donado, tanto necesitado suelto y yo desperdiciando material... lo que hay que ver.

Los de seguridad llegaron con mala cara y se llevaron al exhibicionista lo más discretamente posible, cosa difícil ya que era bastante llamativa la situación, sobre todo después de que Petra soltara el jocoso comentario.

Al entrar en la cafetería, Devon y Ted no paraban de reír mientras Bastian bebía agua apresuradamente para despejar su dolorida garganta, y es que atragantarse dos veces en menos de cinco minutos no era sano. Lucy se limitaba a seguir atendiendo con una sonrisita delatora y Jill se quejaba de la falta de vigilancia en el centro comercial dándole su apoyo a una ofuscada Petra, que intentaba bloquear la fatídica imagen de su cabeza.

Lucy se tomó un descanso sentándose junto a Bastian, confiaba en poder lograr que el chico acabase de merendar mientras su madre y Ted se conocían, ya había sufrido bastante por hoy, le daba pena Devon pero sólo podía socorrer a uno.

-Ya tengo todos los ingredientes de tu tarta, va a quedar riquísima-le informó Lucy entusiasmada, le preparaba las tartas de cumpleaños a Bastian desde los dos años.

-Estoy deseando probarla, sabes que me encanta esa receta que te niegas a darme-lloriqueó Bastian mimoso.

-Eso es porque si no, no me rendirías pleitesía-bromeó Lucy haciéndolo reír.- ¿Y qué tal vas con los invitados?

-A eso se le llama ir directa al grano.

-Lo sé, dispara.

-Pues creo que más o menos bien, sólo me falta saber si Inti colaborará ¿tú qué crees?

-Seguramente sí, sólo se hará el difícil un rato. Pero tú cuéntame por qué quieres mantenerlos a raya-picó Lucy haciendo enrojecer a Bastian.

-Bueno ya lo sabes... me gusta Devon y parece que por fin me toma algo más en serio...

-¿Ha habido algún avance?

-Puede...

-Vamos, suéltalo ya, se nota a leguas que ahora se llevan mejor.

-Sí, ha pasado algo... peor lo interrumpieron, siempre lo hacen, por eso quiero que en la fiesta podamos estar a solas, para aclarar las cosas.

-Me parece estupendo, una buena manera de estrenar los catorce, con una actitud madura y decidida.

-Deséame suerte-dijo Bastian al ver que se aproximaban Ted, Devon y su madre.

-Mucha suerte y no te achantes-le dijo Lucy dándole un beso en la frente antes de volver al trabajo.

Bastian se bajó del taburete yendo hacia donde venían esos tres que ahora, por alguna extraña razón, se le asemejaban con los mosqueteros.

-Tengo una buena noticia-soltó Jill nada más tener a su hijo en frente.

-¿Cuál?-preguntó Bastian con más desconfianza que entusiasmo.

-Estaba comentándole a Ted lo agobiados que estamos con los últimos detalles de la fiesta y me ha propuesto que abuse de la amabilidad de Devon y lo secuestre desde esta noche para que nos ayude, así mañana todo será más fácil ¿Qué te parece?

-¡Genial!-exclamó Bastian sin poder ocultar su satisfacción, tendría una noche entera casi a solas con Devon, podría ponerle al día de quiénes serían los invitados y de mucho más.

-Entonces listo, pasaremos por casa de Devon para que coja sus cosas, muchas gracias Ted.

-No hay de qué, me encanta que mi pequeño sea de utilidad-dijo sonriéndole a Devon que lo miraba con algo de enojo.

El trayecto en coche fue animado, Jill nunca dejaba tregua a los silencios prolongados, iba hablándole de sus sobrinos a Devon, explicándole que eran de lo más protector con Bastian y que les tuviera paciencia, porque a pesar de ser algo macarras eran unos buenos chicos. Sin embargo, lo que más le llamó la atención a Devon fueron sus nombres al mayor lo llaman Ant, como diminutivo de Antvl y al mejor Inti, ambos significaban lo mismo "sol" uno en mapuche y otro en Aymara, su madre que era antropóloga los había elegido a conciencia.

Cuando llegaron al edificio que tan bien conocía Devon, por ir a menudo a casa de Neil y Zoe, bajaron una gran cantidad de paquetes del coche, quedando algo exhaustos después de colocar la compra. Mientras Jill acababa de hacer la cena Bastian le preparaba la cama a Devon en su misma habitación. Su cuarto era bastante grande, la cama en la que dormía era de 1'50 y había otra de 90 que usaban cuando se quedaba a dormir algún familiar o amigo,  aparte del cuarto de invitados y la habitación de estudio que también hacía las veces de dormitorio. Cabían aproximadamente doce invitados repartidos en diferentes habitaciones.

Devon se estaba dando un baño, se tomó su tiempo disfrutando de los chorros a presión de la ducha de masaje. Salió completamente relajado, cosa que le duró poco ya que al entrar en la habitación vio a Bastian cambiándose para cenar, respiró hondo e intentó no reparar demasiado, pero en ese preciso instante Bastian se giró y se quedó embobado mirándolo, y es que ahora que se percataba estaba algo mojado por no terminar de secarse bien y sólo llevaba una toalla encima. La tensión se palpaba en el ambiente, y fue entonces cuando Jill les avisó de que la cena estaba lista.

No tenían demasiado apetito... de ese tipo, pero hacían su mejor esfuerzo por comer rápido, querían volver a la habitación y terminar esa charla pendiente o empezar otra cosa...  en cuarenta minutos despacharon la cena y ayudaron a Jill a recoger, dándose las buenas noches. Jill vería su serie favorita en la tele mientras ellos se suponía que estarían jugando un rato en el ordenador.

En cuanto llegaron al dormitorio la tensión se hizo patente de nuevo, fue Devon quien rompió el silencio.

-¿Esa es mi cama?-preguntó señalando la pequeña.

-Sí-Bastian soltó el monosílabo con gran esfuerzo.

-La tuya es enorme-señaló otra vez Devon mirando hacia la cama grande con picardía.

-Sí-respondió de nuevo un nervioso Bastian.

-Cabrían dos personas perfectamente ¿no crees?

-Sí.

-Vaya, creo que es mi noche de suerte, a todo me dices que sí, probaré una vez más.

-¿Dejas que cambie de planes y duerma en la grande contigo?-preguntó Devon con tono sugerente mientras se aproximaba.

Esta vez Bastian no articuló palabra, pero asintió con la cabeza vigorosamente. Devon se limitó a colarse entre las sábanas y palmear el colchón en una muda invitación. Bastian se acercó hasta tumbarse de lado sin dejar de mirarlo, hasta que preguntó:

-¿Crees que es el momento de que aclaremos lo nuestro?

-Podríamos hacer un rápido resumen, no perdamos la oportunidad de avanzar ahora que no hay nadie que nos vaya a interrumpir ¿verdad?

-No, mi madre se va a dormir en cuanto termine la serie y coge el sueño muy rápido.

-Estupendo. Empecemos...

-¿Qué somos?-preguntó Bastian.

-Pues  aparentemente amigos, en la práctica yo diría que somos un par de cabezotas que se gustan-añadió sonriendo.

-Así que lo admites públicamente, yo te gusto-aprovechó Bastian para regodearse dejando de lado los nervios que le atenazaban desde hacía días para dar paso a su lado más provocador, ése que le había dado la fama pero no el provecho, cosa que pensaba remediar en esos instantes.

-Sí, y puedo admitirlo de muchas más formas, menos verbales pero más esclarecedoras-insinuó Devon acortando las distancias recostándose sobre Bastian quedando cara a cara mientras sus cuerpos entraban en completo contacto.

A partir de ahí sobraron las palabras, sus labios ávidos de más se devoraron con ansias mientras las manos de Bastian se paseaban por el cuerpo de Devon, que se iba posicionando encima sentándose sobre él, tomándolo de la nuca para profundizar el beso, mientras movía las caderas cadenciosamente haciendo que su excitación subiera por segundos, arrancándole a Bastian un ahogado jadeo.

Definitivamente se entendían mejor cuando pasaban a la acción, era una buena manera de empezar a cambiar de actitud, una muy afectuosa, ahora empezaban a entender esa frase de "haz el amor y no la guerra", tenían que dejar de lado eso de darse guerra y practicar más la parte amorosa, tantos hippies no podían andar equivocados.

Seguían dándose amor cada vez con menos ropa, Devon estaba en bóxers y Bastian andaba deshaciéndose de esos molestos pantalones de pijama que aprisionaban su erección. Habían pasado a la fase hot, donde la ropa quemaba y detalles como "dónde tienes el lubricante" empezaban a cruzar sus aturdidas mentes cargadas de deseo. Sus hormonas adolescentes clamaban por más y más y... de pronto el timbre del teléfono interrumpió el momento en que Devon tironeaba de la ropa interior de Bastian.

Esperaron varios segundos congelados a que Jill atendiera la llamada, al escuchar su tono alegre y despreocupado descartaron cualquier problema, y volvieron a besarse retomando el intercambio de afecto. Se estaban aclimatando cuando Jill tocó en la habitación para avisarles de que Inti y Ant llegarían en media hora, porque habían tenido la amabilidad de venir antes para ayudarles con los preparativos.

Bastian le dijo que fuera preparando el dormitorio de invitados, que ya iban ellos en unos minutos, y le pidió que se ocupara de dejarles bien claro a sus primos que Devon se quedaba con él, que era el nuevo y no pensaba dejarlo solo con los demás. La respuesta de Jill fue una suave risa y un por supuesto, ella tampoco era partidaria de dejar a Devon a solas con alguno de esos pequeños macarras. Aunque Devon pudiera definirse como otro, o precisamente por ello, era mejor no juntarlos demasiado.

Cuando tuvieron vía libre Bastian resopló indignado cagándose en toda su maldita parentela metiche, maldiciéndolos hasta la saciedad mientras seguía desnudando a un estupefacto Devon.

-¿Qué haces?-preguntó el rubio aturdido por la absurda situación.

-¿A ti qué te parece?-replicó Bastian.

-Que no tenemos tiempo...

-No para hacer todo lo que hubiésemos querido, pero sí para remediar el calentón de campeonato que llevamos.

-Podemos darnos una ducha fría-sugirió Devon contrariado, no tenía ganas de ir andándose con prisas.

-Vale, te propongo una alternativa y si no te gusta nos vamos a la ducha.

-Ok, date prisa la ducha tarda unos diez minutos en surtir efecto-respondió Devon dando por seguro que iba a desechar la alternativa de Bastian.

Pero cuando notó la lengua del moreno deslizándose por su miembro mientras lo acariciaba siguiendo un ritmo cada vez más rápido no puso objeción, simplemente se giró para hacer lo que después llamaría un 69 de urgencia...

Notas finales: Please me gustaría saber a quién ven como seme en la pareja Devon/Bastian ^^

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