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Lost memory por LadyHenry

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Notas del capitulo:

Happy Birthday DraculaN666! Espero que tengas un año interesante y lleno de yaoi...

Qué tengan un  Halloween muy divertido ;)

Este capítulo es un flash back

La camiseta de Zoe 

La camiseta de Evan

La canción que suena en la fiesta, For your entertainment de Adam Lambert.

 

 

 

Eran las siete de la tarde y Keith ya estaba hasta las pelotas de los niños pidiendo caramelos, especialmente de Devon que le había gritado desde la calle que le bajara chocolates y nada de la mierda de caramelos que vendía la señora Blake, y de Bastian que se había presentado con un disfraz de momia que debía ser biodegradable porque estaba rasgado por el ombligo y los muslos, ese endemoniado chiquillo se pasaba de la raya, estaba demasiado desarrollado para acabar de haber cumplido doce años, en buena hora se ofreció para llevarlo al baile de la academia de arte, pero se lo debía a Pedro, así que se contuvo cuando Bastian se giró y pudo ver otra rasgadura que empezaba en la espalda y terminaba peligrosamente cerca de otro lugar.

Cuando iban hacia el coche se cruzaron con Devon que estaba haciendo el gamberro con sus amigos en la casa de la señora Blake, tenían que vengarse por haber puesto de oferta esos horribles caramelos. Se le cayeron los huevos que estaba a punto de tirar cuando vio el disfraz de Bastian, se preguntaba qué demonios hacía Keith con él, y cómo es que le había dejado vestirse así, la respuesta era que Bastian había llegado a última hora y si había algo que Keith odiaba era llegar tarde.

Por supuesto él estaba listo desde hacía rato, había elegido disfrazarse de gánster, con camisa y pantalones negros, entre los que destacaban los tirantes y la corbata de color rojo, no llevaba sombrero porque era incómodo y cuando se lo quitara acabaría despeinado,  se había esmerado en peinarse con la raya a un lado,  cosa que le había costado hacer bien por el remolino que se le formaba en la parte izquierda.

Era el primer Halloween que pasaba desde que lo dejara con Mel, no quería que se le pegaran como lapas en el instituto, por eso había decidido ir a la fiesta benéfica que daba la academia de arte. El camarero que trabajaba por las tardes en la cafetería de Lucy le había conseguido entradas para él y sus amigos., le acompañarían Evan,  Neil y su hermano pequeño y también el vecino de ambos, creyó que no sería complicado hacerse cargo de Bastian, pero no contaba con que el chaval fuera a ponerse tan provocador. Tenía que enseñarle a ser más discreto, se obtenían mejores resultados si no se levantaban sospechas.

-Bastian, ¿no tienes frío?

-No, ¿tú sí?-preguntó sonriendo, sabía lo incómodo que le resultaba a Keith su disfraz.

-No, pero yo estoy mucho más tapadito que tú-respondió en tono mordaz.

-Una lástima...

-¿Qué pretendes  con ese disfraz?

-Que me regalen muchos caramelitos-sonrió desafiante.

-Más te vale comportarte en la fiesta, no quiero líos.

-Pues te haría falta buscarte uno, puede que así te mejorase el carácter.

-Precisamente, si tengo que hacerte de tata no podré hacerlo.

-Tranquilo, este disfraz es del taller de la academia, muchos de los de mi clase llevarán los disfraces que han hecho en diseño.

-Y quién es la lumbrera que eligió ese modelo para ti.

-Los otros me quedaban pequeños.

-Claro ése tiene vendas elásticas.

-Exacto, la verdad es que es muy cómodo, se ajusta como un guante.

-Lo sé, ése es el problema.

-Bueno, no creo que sea tan grave, mira cómo va Leslie-dijo Bastian señalando a un cowboy que desprendía testosterona a kilómetros.

Keith le dedicó un buen repaso visual, rememorando algunos gratos momentos, tenía que reconocer que le quedaba condenadamente bien el disfraz, especialmente el zahón y la funda donde llevaba las pistolas de juguete, que junto a los ajustados vaqueros le resaltaban el trasero.

-Forget the horse, ¡ride a cowboy!-gritó Bastian llamando la atención de Leslie, que le hizo un corte de mangas en señal de reconocimiento.

Keith contuvo la risa, Leslie no tenía muy buen carácter, una cosa era meterse con él en los entrenamientos de waterpolo y otra provocar que un grupo de niñatas se le quedaran mirando mientras reían y cuchicheaban. Estaba claro que Bastian no tenía sentido del riesgo, debía encontrar a alguien que lo atajara si no quería tener que vigilarlo.

-Leslie espera-pidió Keith mientras  aceleraban el paso para alcanzarle.

-¿Qué haces con ese niñato?-preguntó Leslie.

-Controla tu entusiasmo cowboy-replicó Bastian.

-Vamos a la fiesta de la academia de arte-aclaró Keith-¿y tú?

-A la fiesta de sueños azules.

-Supongo que nos veremos en la cafetería de Lucy después.

-A no ser que alguno ligue, ¿o eres partidario del polvo express?-dijo Bastian mientras abría uno de los chocolates que había cogido en casa de Keith.

-Tendrías que darle unos azotes-propuso Leslie estupefacto ante el descaro del chico.

-Ya le gustaría-rió Keith.

-Me gustaría que tus amiguitos te oyeran hablar así-dijo Bastian.

-¿Cómo?

-Anda ya Keith-exclamó Leslie.

-¿Ves? Leslie, Evan y yo somos los que sabemos bien que no eres tan amable y...

-Ca'ullo-añadió Leslie.

-Buen chico-corrigió Bastian sonriendo.

-Lo que me preocupa es que tú lo sepas-suspiró Keith.

-Lo que me pregunto es por qué lo sabe Leslie-indagó Bastian.

-Joder, lo chungo es que te com'ortes así-exclamó Leslie.

-No exageres-dijo Keith restándole importancia.

Leslie se encogió de hombros, si Keith empezaba a darle bola a Bastian porque podría ser él mismo en su presencia era una señal de que la cosa de ser "perfecto" se le estaba yendo de las manos, interpretar el papel cuando era necesario era un cosa, pero convertirse en una especie de Jeckyll y Hyde era otra muy distinta. Y si su idea de corregir a Bastian era enseñarle el noble arte de la discreción, peor aún, hacer de ese preadolescente una bestia parda no era muy acertado,  ya era bastante prematuro por sí solo. Keith no necesitaba un confidente moldeado a su antojo y para Bastian no era conveniente volverse tan desconfiado, lo que ambos necesitaban era bajar la guardia y dejar la fachada a un lado, aunque fuera de vez en cuando. Defenderse de las presiones familiares les estaba complicando demasiado la existencia, tenían edad de disfrutar con los amigos y hacer el tonto, adelantarse tomando actitudes desafortunadamente adultas no les hacía ningún bien.

Después de despedirse de Leslie se mantuvieron en silencio hasta llegar a la fiesta. Bastian prefería no tentar su suerte ahondando en eso, la paciencia de Keith tenía un límite, y él era uno de los pocos "privilegiados" que lo conocían, era mejor aguantar un rato hasta que se olvidara de él y poder moverse con libertad por la fiesta, ya que había tenido la suerte de que le tocara ese disfraz iba a intentar sacarle partido.

La tensión no mejoró al llegar, el primero con el que se encontraron fue Evan, no se había esmerado demasiado con su disfraz, llevaba unos vaqueros rotos con unas cadenas de calaveras y una camiseta roja en la que se podía leer "I love ghosts", se había delineado los ojos en negro y pintado dos pequeñas marcas  en el cuello de las que salían unas pequeñas gotas rojas.

-¿Ése es tu estupendo disfraz?-cuestionó Keith alzando las cejas.

-Sí, es que no tengo tíos mafiosos a los que pedirles prestado un traje elegante, ni un abuelo al que mangarle la brillantina-ironizó Evan-. Pero no te preocupes, le pediré el número a Bastian de la tienda donde encontró ese modelazo.

-Gracias, me alegra que alguien aprecie el buen hacer del taller de diseño de la academia-respondió Bastian.

-Desde luego saben lo que hacen-aprobó Evan.

-Yo no estaría tan seguro de eso-dudó Keith.

-¿Qué tiene de malo el disfraz de Evan?-preguntó Bastian desviando la atención.

-Eso ¿qué le pasa a mi disfraz?, encima que lo elijo pensando en ti...

-¿Pensando en mí?

-Sí, ¿a quién crees que va dedicada la declaración de amor del mensaje de mi camiseta?

Bastian rompió a reír, mientras Keith se limitaba a negar con la cabeza pasando al interior. Esperaba que la cosa mejorase dentro, la noche estaba siendo más accidentada de lo que le gustaba, era Halloween sólo quería divertirse.

-Keith- llamó Neil haciéndole voltear.

-Happy Halloween-saludó Keith fijándose en el disfraz de su amigo.

Iba disfrazado de Alex DeLarge, el protagonista de La naranja mecánica, una de sus películas favoritas. Llevaba unos pantalones blancos ajustados enfundados en unas botas negras, una camisa con tirantes blancos, un bombín negro y pestañas postizas en el ojo derecho.

-Igualmente.

-Bonito disfraz-apreció Keith.

-Gracias, quería algo sencillo, no me gusta pintarrajearme.

-A mí tampoco.

-Ya se nota-rió Neil.

-Aunque hay gente que va más sencilla que nosotros, y mira que es difícil-suspiró Keith.

-¿Lo dices por mi hermano?

-No, lo decía por Evan, ¿de qué va disfrazado Zoe?

-Lleva un antifaz negro, unas orejas de gato y una camiseta de un gato momificado, de resto lleva unos pitillos negros y unas botas.

-Ni que se hubiera puesto de acuerdo con Evan.

-¿Cómo va Evan?

-Madre mía Zoe, ¿puedes creerlo?

-¿No?-dijo Zoe algo sorprendido.

-Resulta muy irónico que digan que parece que nos hemos puesto de acuerdo, teniendo en cuenta que salvando algunos detalles parecen un ying yang-observó Evan sonriente.

-Cierto, además nuestras camisetas son muy divertidas-apoyó Zoe.

-Chicos no discutan por eso, deberían ir a bailar-irrumpió Pedro sorprendiéndolos.

-Vaya, estás muy...-empezó a decir Zoe.

-¿Masculino?-sonrió Pedro.

-Guapo-terminó Zoe-. El uniforme te sienta bien.

-Cierto-secundó Keith-. Debo reconocer que esperaba verte con unos de esos vestidos que te quedan espectaculares.

-Bueno, ya estaba harto de que me persiguieran esos babosos reprimidos que no acaban de creerse que tenga pene-aclaró Pedro.

-De gente babosa no te vas a librar, te pongas lo que te pongas estás muy apetecible-le guiñó el ojo Evan.

-Ten cuidado o te detendrán por acoso a la autoridad-dijo Neil suspicaz.

-Si me pone esas esposas que haga lo que quiera-siguió bromeando Evan.

-Ahora lo entiendo, te pone la gente autoritaria-rió Pedro mirando de soslayo a Neil, que tenía una expresión airada.

-Sólo si esa gente está buena... puedes detenerme cuando quieras.

-Para eso vas a tener que portarte muuuy mal, algo que espero hagan todos esta noche, de momento voy a detener a la momia, hay que hacer unas fotos para el book del taller-. Hasta después chicos, y no hagan nada que yo no haría-se despidió Pedro sonriéndoles.

-Voy a ir un rato a portarme mal-anunció Evan al ver la expresión despectiva con la que le miraba Neil.

-Si Pedro te pone las esposas quiero una foto-rió Zoe.

-La verdad es que vestido de policía impone-opinó Keith.

-Impone de cualquier manera, pero la gorra y las esposas le dan un toque muy sado.

-Zoeee-llamó un chico disfrazado de demonio.

-¡Clive!-se sorprendió Zoe al encontrarse con uno de sus compañeros de clase.

-No sabía que vendrías a esta fiesta-dijo Clive al llegar al taburete donde Zoe estaba sentado.

-Me invitaron a última hora-explicó Zoe contento de tener a un amigo con quien charlar relajadamente, no se llevaba demasiado con Keith, y Evan acababa de marcharse.

-A mí me invitaron mi primos,  son alumnos.

-¿Charlie y Dan?

-Sí, son los que van disfrazados de Malfoy y Potter.

-Bueno así podré distinguirlos, no sabía que estuvieran en la academia de arte.

-Acaban de empezar este año, sólo llevan dos meses.

-Ok, aviso a mi hermano y vamos con ellos.

Cuando Zoe le dijo a Neil que iba a saludar a unos compañeros de clase, éste le dio el visto bueno saludando amigablemente a Clive, le parecía un chico encantador. Sin embargo Keith les dedicó una mirada reprobadora, que intimidó a Zoe y desconcertó a Clive.

-¿Qué le pasa al guaperas?-preguntó Clive.

-Nada, le preocupará que vayamos a armar jaleo o algo...

-¿Se cree que somos unos vándalos o qué?

-No, es que es muy... quisquilloso, antes nos riñó a Evan y a mí por venir disfrazados así, y tampoco le gustó cómo vino mi vecino.

-¿Bastian?

-Sí.

-¿Y para qué viene a la fiesta de la academia si ni siquiera le molan sus disfraces?

-Porque en el instituto es muy popular y desde que rompió con Mel le acosan mucho.

-Qué tío más rarito...

-No tanto, ser tan maniático debe resultar agotador-sonrió Zoe.

-Eres educado hasta para llamar capullo a alguien-le acompañó Clive.

-Cómo sea, vamos a divertirnos.

Eso mismo pensaban Pedro y Bastian después de aguantar una larga charla sobre los orígenes de Halloween, el primero no podía escaquearse porque era un becario en prácticas y al segundo le fue imposible porque el primero no lo soltaba. Cuando los dejaron libres se fueron a por algo de beber.

-Creí que no se callaría en toda la noche-suspiró Bastian.

-Yo no me pienso arriesgar a que vuelva, me piro ahora mismo-afirmó Pedro apurando su bebida.

-¿A dónde?

-A la fiesta de Dick, no llevo encima estas esposas por amor al arte, tengo que encontrar una víctima con la que usarlas.

-Así que me dejas solo ante el peligro.

-No te dejo solo, están esos gemelos tan simpáticos, vete a bailar con ellos.

-Al principio nos llevábamos muy bien pero de pronto empezaron a evitarme...

-Deberías averiguar por qué.

-Preferiría divertirme.

-Una cosa no excluye a la otra, sólo recuerda que para pasarlo bien hay que portarse mal.

-Cierto...-sonrió Bastian.

-Cuando lo sepas me lo cuentas.

-Sólo si tú me cuentas cómo te fue con las esposas.

-¿No eres muy joven para escuchar esas cosas?

-También para disfrazarme así...

-Pero eso es una cuestión de arte.

-Dependiendo de lo que hagas con las esposas también lo será.

Pedro rió mientras se encaminaba hacia la salida a la búsqueda de alguien a quien detener. Y Bastian se reunió en la pista de baile con Zoe, al principio bailaban ellos dos, mientras Keith y Neil los miraban desde la improvisada barra. Cuando se les unieron Evan, Clive y los gemelos la cosa se animó bastante.

El gemelo que iba de Malfoy acabó bailando con Zoe, Clive con Bastian y Evan con el que iba de Potter. Al principio les resultó divertido, hasta que pusieron For your entertaiment de Adam Lambert.

 

 

 

So hot
Out the box
Can we pick up the pace?
Turn it up,
Heat it up
I need to be entertained
Push the limit
Are you with it?
Baby, don't be afraid
I'ma hurt 'ya real good, baby

 

[Tan caliente

Es distinto

¿Podemos acelerar el ritmo?

Préndelo

Caliéntalo

Necesito que me entretengan

Supera el límite

¿Estás en ello?

Baby no tengas miedo

Voy a herirte realmente bien baby]

 

 

En ese instante el baile pasó a ser mucho más sugerente. A Neil no acababa de hacerle gracia que el de las gafitas se arrimara tanto a Evan, y Keith estaba intentando controlar sus ganas de ir y separar a Zoe de Malfoy, esos magos tenían mucho peligro, aunque curiosamente los más susceptibles de escandalizar al resto eran el demonio y la momia, y Devon se preguntaba por qué coño Neil y Keith no se movían, se suponía que ellos eran los responsables, porque estaba claro que con el capullo de su primo no se podía contar para esas cosas.

-¿Piensan seguir mirando o van a hacer algo?-preguntó Devon indignado.

-¿Qué haces aquí?-se sorprendió Neil.

-¿A ti qué te parece?-obvió Devon.

-Dijiste que pasabas de ir a "ese rollo de fiesta"-le recordó Keith.

-Eso ahora no importa, alguien debería ir a la pista y frenar ese espectáculo.

-Tampoco es para tanto-dijo Neil.

-A Zoe le están metiendo mano-informó Keith.

Y en ese momento Neil encontró la excusa perfecta para interrumpir a su hermanito. Devon pasó a la acción sin preocuparse de nada y Keith los acompañó encantado, qué menos que apoyar a sus amigos. Eran un hervidero de intenciones camufladas, ninguno estaba dispuesto a reconocer lo que sentía, pero eso nunca ha sido  impedimento para demostrarlo, podían justificarse, encubrirse con vanas excusas, pero como siempre pasa, si se presta la suficiente atención, todo se revela con una obviedad pasmosa. Y de pronto los que habían optado por divertirse sin ellos ante sus actitudes esquivas, hostiles... se vieron envueltos en una situación un tanto hilarante. Y es que eso de reprimirse suele desembocar en acciones impulsivas muy reveladoras.

Evan se encontró con su sonriente primo, Bastian con Keith y Zoe con su hermano. Se reagruparon pero el escándalo no bajó, ya que los separaban qué menos que hacerlos pasar un "agradable" rato.  Evan tomó  a Devon de la cintura haciéndole contonearse frente a Bastian, que disfrutaba de las vistas mientras sobajaba a Keith, que intentaba evitar que tocara en sitios muy comprometedores mientras Zoe no podía dejar de reír y Neil, aunque intentaba disimularlo tampoco.

 

It's alright
You'll be fine
Baby, I'm in control
Take the pain
Take the pleasure
I'm the master of both
Close your eyes
Not your mind
Let me into your soul
I'ma work it 'til you're totally blown

No escaping when I start
Once I'm in I own your heart
There's no way you'll ring the alarm
So hold on until it's over

Oh, do you know what you got into?
Can you handle what I'm 'bout to do?
'Cause it's about to get rough for you
I'm here for your entertainment

Oh, I bet you thought that I was soft and sweet
'Ya thought an angel swept ya off your feet
Well I'm about to turn up the heat
I'm here for your entertainment

 

[Está bien Estarás bien Baby, estoy controlado Toma el dolor Toma el placer Soy el maestro ambos Cierra tus ojos No tu mente Déjame entrar en tu alma Voy a hacerlo hasta que estés totalmente sorprendido   No hay escape cuando empiezo Una vez esté ahí sostendré tu corazón No hay manera de que  hagas sonar la alarma ¡Así que aguanta hasta que se acabe!   ¡Oh! ¿Sabes en lo que te has metido? ¿Puedes aguantar lo que estoy a punto de hacer? Porque está a punto de ponerse duro para ti Estoy aquí para tu entretenimiento   Apuesto que pensaste que yo era terriblemente dulce, Un ángel caído a tus pies, Pero estoy a punto de subir el calor. Estoy aquí para tu entretenimiento]

 

 

Hubo significativos  cruces de miradas, malinterpretados en su mayoría, pero que presagiaban lo que terminaría ocurriendo más adelante. Al contrario de lo que sucedía en Sueños azules, que poco tenía que ver con cómo acabarían Pedro y Leslie en un futuro no muy lejano.

 Se encontraron en el Sueños Azules, la fiesta estaba a tope, la mayoría iba disfrazada de hadas o elfos siniestros, estéticamente eran llamativos y hasta cierto punto originales, pero a Pedro eso no acababa de ponerle, siempre le habían dado grima, le resultaban inquietantes, y eso estaba bien para ver pelis de terror pero no para un ligue.

Había muy pocos que estuvieran fuera de la temática de la fiesta- pensaba preguntarle a Dick en qué demonios estaba pensando cuando se le ocurrió eso-entre ellos un fantasma, una bruja y un cowboy. Fue este último el que llamó su atención, estaba de espaldas, parecía tan alto como él, pero era mucho más fornido, debía practicar algún deporte porque a diferencia suya, era my masculino.

 Pedro era de complexión delgada y rasgos delicados, tenía el cabello largo y sedoso de un brillante color castaño oscuro, unos  grandes ojos de color azul grisáceo rasgados con tupidas pestañas para ver mejor, una nariz recta y estrecha para oler mejor, unas orejas finas y redondeadas para oír mejor y una boca grande de sonrosados  labios carnosos para devorar mejor, era como el lobo de caperucita con aspecto andrógino, dispuesto a afilar sus garras para satisfacer su apetito.

Cuando el cowboy volteó y pudo verle el rostro una amplia sonrisa asomó a sus labios, era Leslie, aunque tenían casi la misma edad y compaginaban estudios y trabajo apenas se conocían, ésta era una buena ocasión para ponerle remedio a ese insignificante detalle. Leslie tenía fama de huraño, suponía que no debía ser fácil con esas dificultades en el habla, como tampoco lo era parecer una chica y que te gustase vestir como tal. Pero esa noche él era un poli con unas esposas a estrenar y Leslie un cowboy, un hombre de pocas palabras y mucha acción.

Se acercó con paso firme, estableciendo un contacto visual que rozaba lo intimidante, correspondido por Leslie y su sonrisa desafiante, como si fuera un forajido a punto de tener una trifulca con su captor.

-Hola Leslie ¿qué tal tu noche de brujas?

-Querrás decir de hadas-respondió Leslie mirando a su alrededor algo disgustado.

-Bueno, no se puede negar que es un panorama aterrador, deberíamos salir de aquí.

-¿A dónde?

-Depende...

¿De qué?

-De lo mal que quieras portarte-sonrió mientras unía su muñeca a la de Leslie para esposarlo.

Leslie no opuso resistencia, era lo mejor que le había pasado en toda la noche, así que se dejó llevar hasta llegar a la cama de Pedro, donde lo esposó al cabecero reduciendo su movilidad, nunca había probado algo así, por una parte se sentía algo inquieto pero Pedro se las ingeniaba muy bien para distraerle, esas manos estilizadas de largos dedos repartían caricias por toda su expuesta anatomía, a veces firmes otras meros roces, despertando su deseo de forma tortuosa, aumentando la intensidad ayudado de su boca, que se cernía sobre puntos clave como el cuello, las orejas, la comisura de los labios, que rozaba con su aliento sin llegar a tocarlos.

Leslie empezaba a desesperarse, quería librarse de las esposas y se removía, pero Pedro no iba a ceder fácilmente. Se deslizó por las fuertes piernas dando pequeñas mordidas, volviendo a subir hasta engullirlo por completo haciendo que su respiración se agitara y sus caderas comenzaran a desplazarse en un contenido movimiento. Después de varios minutos, cuando consideró que Leslie había llegado al límite se separó, haciendo que soltará un suspiro cargado de reproche, cuando sus ojos volvieron a chocar, Pedro lo miraba desde abajo divertido, arqueando una ceja al ver la expresión furibunda del cowboy.

-No mires así, si quieres más sólo tienes que decirlo-rió mientras se acercaba.

-Sigue así y cuando me quites esto te  arre'entirás.

Pedro no replicó, al menos verbalmente, prefirió dedicarse a lubricarlo, cosa que puso de mejor humor a Leslie, que separó más sus piernas dándole a entender que podía continuar. Pedro rasgó el envoltorio del condón con los dientes mientras observaba bien a su "víctima", definitivamente la noche iba muy bien, tenía a un atractivo cowboy desnudo, sudoroso y excitado esperando a que terminara de complacerlo.

Dejó caer el peso de su cuerpo sobre Leslie haciendo que sus miembros se rozaran y aumentara la temperatura, y por fin llegó el ansiado beso, los labios hinchados se friccionaban dejando que la humedad se colara hacia el interior de sus bocas que fueron abriéndose para profundizar más, las lenguas se movían con lentitud disfrutando del roce, que provocaba placenteros escalofríos, sin dejar de prolongar los besos Pedro alzó sus caderas y acomodó a Leslie penetrándolo, al principio lentamente, disfrutando de la cálida opresión, hasta que necesitaron más y aceleró el ritmo hasta convertirlo en algo salvaje, tuvo que ponerse de rodillas y sujetar a Leslie de las caderas para mantenerlo, hasta que éste se retorció elevándose después de llegar al clímax, ejerciendo la presión necesaria para que Pedro le siguiera, hasta caer desplomados.

Leslie gruñó indicándole que ya era hora de que le quitara las esposas, agradeció recuperar la movilidad en los brazos, había sido excitante pero estaba algo adolorido.

-¿Sabes lo que haría la velada perfecta?

-¿Qué?-preguntó Leslie sobándose los brazos algo molesto.

-Comer algo dulce, es Halloween.

Media hora después entraban a la cafetería de Lucy, donde todo el grupo estaba tomando chocolate y algunos dulces que había preparado Lucy para la ocasión. Había huesos de merengue y mazapán, galletas con formas de murciélago y esqueletos y pastel de calabaza y chocolate.

-Madre mía Lu, esto tiene muy buena pinta-dijo Pedro al entrar acompañado de Leslie.

-Gracias, temía que no vinieras-replicó Lucy.

-Sabes que no me pierdo tus dulces por nada.

-Pues juraría que ya vienes merendado-dijo socarrona Lucy mientras le ofrecía galletas a Leslie.

-Gracias-dijo Leslie mientras ignoraba el comentario.

El resto del grupo miraba algo extrañado, aunque pasaron del tema cuando les explicaron que se habían encontrado en la fiesta de Dick, desviando su atención hacia la temática que había elegido.

-¿Hadas siniestras?-se sorprendió Zoe.

-Sí, imagina eso, si ya de por sí dan mal rollo-dijo Pedro.- ¿Y ustedes qué tal?

-Oh bien, acabamos todos bailando-respondió Keith, lanzando una mirada amenazante al resto, que terminó asintiendo sin rechistar.

No se sentían demasiado orgullosos de haber terminado montando un pequeño escándalo con sus bailes, y es que gracias a Bastian y a Evan acabaron haciendo el tonto, con alguna que otra provocación.

Cuando salieron de la fiesta Keith estaba despeinado y con la corbata aflojada, Neil tenía la camisa medio desabotonada y los tirantes bajados, mientras el resto se limitaba a sonreír maliciosamente.

-Chicos voy a poner algo de música para  dar ambiente-anunció Lucy.

-Vale, pero no pongas nada de Halloween que Dick se pasó todo el rato con los clásicos-pidió Pedro.

-Ok, pondré algo más bailable.

Todos charlaban animadamente cuando comenzó a sonar la canción.

 

So hot
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Can we pick up the pace?
Turn it up,
Heat it up
I need to be entertained
Push the limit
Are you with it?
Baby, don't be afraid
I'ma hurt 'ya real good, baby

 

Se miraron unos a otros, nadie pudo evitar sonreír...

 

 

 

 


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