Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lost memory por LadyHenry

[Reviews - 104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

 

Hacía poco menos de un mes que había comenzado la universidad, y era lo que menos le interesaba. Afortunadamente se le daba bien eso de las finanzas, al principio tenía miedo de que no le gustaran lo suficiente, pero las clases le resultaban llevaderas y asimilaba bien los contenidos, así que no tenía que preocuparse demasiado.

A Evan le aburrían un poco las clases teóricas de publicidad, pero lo llevaba al día. Neil parecía el más aplicado, se había traído una buena biblioteca sobre derecho, que tanto Keith como su novio consultaban de vez en cuando, al principio le pareció bien pero después de varias consultas empezó a resultarle sospechoso que tuvieran tantas dudas sobre lo que era legal, aunque por el momento prefería no saber qué les acarreaba tantas preguntas.

No andaba desencaminado en pensar que podían estar tramando algo, más bien estaban preparándose para tramarlo. Keith le había pedido a su primo Nate que le fuera poniendo al día con las finanzas familiares, pasaba más tiempo poniéndose al día con la información que le pasaba que con las clases, de hecho a muchas se llevaba reportes para leerlos. Una tarde Evan le pilló en la biblioteca leyendo los planes de expansión de su abuelo, y tuvo que explicarle lo que estaba haciendo. Al principio puso mala cara, por un momento Evan creyó que el viejo Keith volvía a las andadas, pero después de que este se explicara, contándole que entre él y sus primos querían neutralizar a Will, Evan decidió que les ayudaría. Entre dos sería más fácil ponerse al día y pensar qué posibilidades eran las más idóneas para empezar.

Sabían que Neil sospechaba algo, pero al no preguntar supieron que tampoco quería saberlo, así que por ahora lo mantenían al margen, cuando comenzaran a hacer algo “relevante” o cuando Neil preguntara, ya habría tiempo para explicaciones.

El que estaba del todo en la inopia era Zoe, había pensado que se sentiría muy solo sin su hermano, ni Keith y Evan, pero Bastian y Devon no le dejaban mucho tiempo, entre los entrenamientos, las veces que Bastian se quedaba a dormir porque su madre estaba fuera y mediar en sus pequeñas riñas, no tenía tregua. Le quedaba lo justo para ocuparse de sus cosas y disfrutar de las pequeñas escapadas al apartamento que su hermano compartía.

A veces echaba en falta algo más de tiempo para pasarlo con Keith, que en muchas ocasiones no lo dejaba hablar demasiado, porque para eso ya estaba el teléfono o el chat, según su novio había prioridades muy claras para cuando se veían en persona. Y no es que tuviera quejas de que Keith se pusiera cariñoso, pero también era agradable charlar frente a frente. Ni siquiera había podido planear algo para Halloween porque se le habían adelantado, iban a ir de visita a la casa del hermano de Jane.

Al principio era algo reticente, pero después de conocer mejor a Jack le gustaba la idea. Era el primo de Keith más amable y accesible que conocía, con él se sentía a gusto, se había convertido en una especie de hermano mayor, que le echaba una mano con las tareas y le escuchaba, a veces incluso lo llevaba al cine o a tomar café para que según sus palabras “se despejara y hablara con algún adulto”. Le hizo gracia que al principio Keith se mostrara algo reticente, vale que Jack era atractivo y amable, pero le trataba de una manera protectora y fraternal, no sentía ningún interés más allá de la amistad. No entendía por qué Keith retrasaba esa charla pendiente que tenía con Jack, le preguntaba por él cada vez que llamaba, también a su madre  e incluso a Bastian. Sin embargo cuando ambos hablaban se limitaban a tratar temas frívolos, Jack no lo presionaba y Keith iba retrasándolo.

Hasta que regresaron para la visita a casa de Walt, llegaron con un día de antelación, tenían que preparar la maleta para el fin de semana y querían pasarse por la cafetería de Lucy, así que cada uno se fue a su casa. Evan acaparó a Devon para sonsacarle sobre cómo le iba con Bastian y que le ayudara a hacer el equipaje. Zoe ya había preparado su maleta y ayudaba a Neil. Y Keith se encontró con una nota de su madre.

“Tienes comida en la nevera. Hay un pequeño cambio de planes, salimos esta noche en vez de mañana. Ya avisé a los chicos y preparé mis cosas, haz tu equipaje. Os recojo a Jack y a ti sobre las 8, cenaremos algo donde Lucy antes de marcharnos”

Keith suspiró ante la encerrona, sospechaba que su madre quería que pasara algo de tiempo a solas con Jack. Fue a la nevera para ver qué había de comer cuando sonó el timbre. No le sorprendió encontrarse con Jack, y agradeció el gesto de que viniera cargando bolsas de comida de un italiano que le encantaba.

-Hola Jack, pasa –saludó mientras tomaba dos de las bolsas y se hacía a un lado para dejarlo entrar.

-Hambriento ¿y tú?

-También, huele genial, ¿qué traes?

-Focaccia, raviolis, risotto y tiramisú.

-Voy por los platos –dijo Keith sonriendo, le hizo gracia que su primo supiera qué era lo que le gustaba comer, era la manera más original en que le habían dicho “te conozco bien”.

Una vez pusieron la mesa y se sirvieron, se hizo el silencio. Flotaba cierta tensión en el ambiente, pero no era desagradable, simplemente estaban a la expectativa. Después de unos minutos cruzaron la mirada al ir los dos a por el mismo plato, acabaron riéndose, se sentían algo tontos.

-Madre mía, parecemos dos adolescentes en su primera cita –dijo Jack negando con la cabeza.

-Solo nos falta ponernos a hablar del tiempo…

-Me niego… ¿no hay nada de lo que te apetezca hablar?

-La verdad es que hasta ahora no me había parado a pensar de qué hablar o qué preguntar, simplemente charlaba de cualquier cosa, pero contigo no sé cómo abordar la conversación.

-No sé si eso es bueno o malo, ¿te hago sentir incómodo?

-No, solo es diferente…

-Puedes empezar por contarme cómo te sentías con tus amigos.

-Vale. Con Evan me sentí cómodo, como si hiciera lo que hiciera él no fuera a extrañarse ni a tratarme diferente. Con Neil  -sonrió al recordar la escena- me sentía como con Jeanne, es algo sobreprotector y muy atento. Con Zoe estaba encantado, pero supongo que eso no cuenta, las hormonas son así. Con Devon tuve mi primer recuerdo, y le reñí por alborotar.

-Parece que Neil no es el único sobreprotector sonrió Jack.

-No te creas, le hice un regalito a su novio por el que Evan se vengó.

-¿A Bastian?

-Sí, con él me sentí incómodo, como si fuera a usar algo en mi contra que no sabía qué era pero que no querría que se supiese.

-Te daré una pista, desde que estoy quedándome aquí Bastian y yo nos hemos hecho buenos amigos.

-No sé por qué no me extraña, ¿Devon qué opina?

-Oh con él también me llevo bien, son una pareja adorable.

-¿Y con Petra?

-Eso ya está arreglado, tuvimos una conversación aclarando algunas cosas y ahora tenemos un trato cordial.

-Me alegro –sonrió Keith, la idea de que siguieran peleados por su culpa no le gustaba nada.

Cuando Jack iba a servir el postre sonó el teléfono. Era Will, y eso hico que Keith pusiera mala cara y resoplara antes de descolgar.

-Diga –descolgó fingiendo no saber quién llamaba.

-Hola Keith soy Will, tu abuelo –saludó como si le hablara a un niño pequeño.

-Hola abuelo Will –le respondió como si lo fuera.

Y al oír el nombre Jack le hizo señas para que lo mirara mientras escribía en la pizarrita de la nevera:”No le digas que estoy aquí, ni que hemos hablado. Ni que vas a ir a visitarnos”.

Keith asintió con la cabeza mientras escuchaba a su abuelo preguntarle qué tal le iba en la universidad.

-Bien, las clases son muy interesantes, pensé que me costaría seguir el ritmo, pero de momento me adapto.

-¿Has recordado algo? –indagó Will.

-Nada en concreto, pero me suenan los temas y el vocabulario, una vez lo repaso me quedó con él –respondió Keith obviando que pudiera referirse a temas más personales.

-Estupendo, en unos meses estarás al día –aprobó Will.

-Sí, estoy pensando en retomar los idiomas.

-Muy buena idea. ¿Qué harás en vacaciones?

-Iré a una academia para tomar clases de refuerzo, y voy a apuntarme a un gimnasio, también es hora de que vuelva a ponerme en forma.

-Veo que lo tienes todo muy pensado, pero no te fuerces, es mejor ir poco a poco.

-No es que vaya a ponerme cachas o algo así, solo quiero hacer algo de deporte.

-Bueno, si decides tomarte un descanso haznos una visita.

-Claro, saluda a todos de mi parte, tengo que ir a hacer un trabajo, no quiero retrasarme.

-Bien, saluda a tu madre.

-Hasta pronto abuelo.

-Adiós.

Nada más colgar Keith y Jack resoplaron al unísono, sonriendo por la compenetración.

-¿Qué pasa con Will? –preguntó Keith mientras Jack borraba lo que había escrito.

-Ese hombre es un incordio, ni siquiera es capaz de respetar el tiempo que le dieron para tu recuperación, él tiene que llamar para presionarte –respondió Jack visiblemente alterado.

-Parece que no te gusta nada…

-¿Hay alguien a quien le guste?

-De momento no conozco a nadie, es cierto. Pero tú has reaccionado de una manera más radical, ¿por qué no quieres que sepa que estás aquí o que voy a ir a visitar a mi familia materna?

-Porque entonces te presionará más y querrá meter sus narices en todo de nuevo.

-¿Tiene algún problema contigo o con la familia de Jeanne?

-Tiene problemas con cualquiera al que le prestes atención o le dediques tu tiempo, te tenía un marcaje espantoso.

-¿Por qué crees que se comporta así?

-Quiere que los negocios sean la prioridad de los que vayan a sucederle, que todo se siga haciendo “a su manera”, y tú le seguiste el juego al principio y la cosa se ha ido complicando…

-¿Por qué crees que lo hice?

-Supongo que pensabas que podrías compaginar lo que él quería con lo que tú querías. Pero cada vez te exigía más.

-Y yo cedía…

-No del todo, el punto es que nunca entendí por qué tenías que esconderte de alguien para hacer algo, ni complacerlo a como diera lugar…

-Entiendo, supongo que pensaba que podría recuperar el control, aunque no veo ninguna manera en la que saliera bien parado.

-¿Le encuentras la lógica a actuar así? –preguntó Jack mirándolo con atención, conteniendo el aliento, esperando que la respuesta no fuera la de siempre.

-No, de hecho pienso que esa forma de relacionarse es enfermiza, y no podría volver a hacerlo, ese viejo me produce un enorme rechazo, me sería imposible disimular por mucho tiempo.

Jack suspiró aliviado, era la mejor respuesta que podía esperar. Por fin Keith había despertado, dejando atrás al autómata que se esmeraba en cumplir con las expectativas de ese cretino. Había intentado abrirle los ojos miles de veces, y todas habían acabado con acaloradas discusiones o con su primo ignorándolo. Se sentía mal por alegrarse del accidente, pero si era eso lo que había hecho falta para que dejara atrás toda esa mierda, bienvenido fuera.

Keith observaba en silencio cómo su primo asimilaba sus palabras, parecía que se hubiera quitado de encima un enorme peso que lo hubiese estado oprimiendo durante mucho tiempo. Suspiró dejando escapar el aire que había retenido esperando su respuesta, y su expresión se fue relajando, hasta que una calmada sonrisa se dibujó en su rostro y lo miró atentamente, como si se asegurara de que lo que había escuchado era cierto.

-¿Estás bien? –preguntó Keith preocupado.

-No he estado tan bien desde hace mucho tiempo –respondió Jack ampliando su sonrisa.

-Te tenía muy preocupado…

-No era para tanto, los dos somos muy cabezotas y era agotador llevarte la contraria –dijo Jack restándole importancia.

-Venga, no empieces a ocultarme cosas, eres de los pocos que se ha mojado.

-Vale, ¿qué quieres saber? –llegados a ese punto no tenía sentido echarse atrás.

-¿Qué relación teníamos antes de que me diera por llevarte la contraria? –preguntó Keith citando a su primo.

-Cuando naciste yo tenía siete años,  y vivíamos en frente. Jeanne me cuidaba por las tardes y la ayudaba contigo. En cuanto empezaste a andar me pasaba la tarde intentando que no te electrocutaras ni te cayeras. Te enseñé a montar en bici, a nadar y a jugar al ajedrez…

-Bill debía estar muy ocupado.

-Tu abuelo no le dejaba mucho tiempo libre.

-Así que eras como un hermano mayor.

-Algo parecido.

-A ver si adivino, cuando mis padres se divorciaron empezamos a distanciarnos.

-Sí, Jeanne se mudó para que Bill pudiera verte más a menudo.

 En ese momento Devon entró aporreando la puerta, llamando por Evan.

-¿Dónde está el memo de mi primo?

-Hola Devon, me alegro de verte –saludó Keith.

-Había quedado con él para ir al entrenamiento y no está, el entrenador me va a castigar sin jugar el próximo partido si vuelvo a llegar tarde.

-Tranquilo, yo puedo llevarte –dijo Jack mientras sacaba las llaves de su coche.

-Gracias, vamos –dijo Devon tirando de su camiseta.

-Después seguimos con la charla –se disculpó Jack.

Una vez Devon se subió al coche, Jack se giró hacia Keith y dijo en voz baja:

-Cuando localices a Evan llámame.

-Ok.

 Diez minutos después Evan aparecía manchado de aceite de coche  y con cara de cansancio.

-El puto coche se paró, no hubo forma de arrancarlo y llamé a la grúa, pienso quejarme al seguro, ese tipo era un inútil. Y se me acabó la batería del móvil.

-Vaya tardecita… Devon se fue con Jack al entrenamiento.

-Oh genial, lo último que me apetecía era escuchar sus quejas.

-¿Vas a ir a buscarlo?

-Está con JacK, no hace falta. ¿Eso de ahí es tiramisú?

-Sí, supongo que puedes comerte el de Jack.

-Estupendo, estoy muerto de hambre- dijo cogiendo uno de los vasos y una cucharilla -. Está buenísimo, tiene que ser del italiano de la esquina, aún se acuerda –Sonrió Evan.

-¿Qué tal te llevas con Jack?

-Genial.

-¿Por eso Neil se puso de los nervios cuando llegó?

-No, es como un hermano mayor para mí, lo que pasa es que siempre que venía tú acababas de morros durante semanas, te ponías de lo más irritable. Y no era muy agradable estar contigo, supongo que Neil se asustaría ante la posibilidad de que eso pasara de nuevo.

-Cuando me peleaba con él, ¿qué hacías?

-Le daba la razón a él, entonces te cabreabas más, y solo andabas con Neil, que no entendía un carajo.

-Hoy hablamos sobre mi abuelo, y cómo me comportaba con él. Cuando le dije lo que pensaba parecía muy aliviado.

-Sí, claro, detesta a tu abuelo. Lleva años intentando que lo mandes a la mierda. Pero no había manera. Así que ahora debe estar flipando.

-Se tomaba mucho interés en mí…

-Es que era muy frustrante lo que pasaba, y no soportaba ver cómo dejabas de hacer lo que querías para complacer a Will. Tenía la esperanza de que al llegar a la universidad consiguieras quitártelo de encima.

-No se rendía ¿eh?

-No, es tan plasta como tú –sonrió Evan-. Puede que no consiguiera que pasaras de Will, pero más de una vez te hizo cambiar de opinión. Si no fuera por él hubieras pasado un año escolar en Hong Kong. Te habrías perdido la graduación en el instituto y más cosas…

-Parece que puedo confiar en él.

-Plenamente, si no ha aparecido antes es porque no quería acercarse con tu familia paterna.

-¿Se lleva mal con Bill?

-No es que se lleven mal, pero Jack no le da cancha, cree que ha dejado que Will se pase. Y supongo que no quería que hubiera nadie por medio cuando hablara contigo.

-Entiendo.

-Aprovecha para retomar el contacto, lo echabas mucho de manos aunque no lo admitieras.

-Vale, ¿ya tienes la maleta hecha?

-Pareces Neil, es Halloween, la única vez al año en la que uno puede ponerse cualquier cosa…

-Si tú lo dices.

-Si quieres puedes venir a casa y me la haces tú mismo.

-Muy gracioso, mejor doy un paseo y me despejo.

-Ok, nos vamos a la tarde.

 

Fue caminando hasta la cafetería de Lucy, sabía que al salir del entrenamiento irían allí, lo que no esperaba era encontrarse con Zoe.

-Hola, ¿qué haces? –saludó Zoe extrañado mientras ayudaba a Lucy sirviendo café a una mesa.

-Lo mismo iba a preguntarte, creía que estarías con Neil preparando el equipaje.

-Es un fin de semana, tampoco hace falta llevar mucho –dijo encogiéndose de hombros.

-Según Evan en Halloween te puedes poner cualquier cosa…

-Y yo que pensé que se esmeraría en buscar algo especial para Neil –sonrió Zoe.

-Respondiendo a tu pregunta inicial vine para seguir charlando con Jack, nos quedamos en el postre porque tuvo que llevar a Devon a entrenar, a Evan se le averió el coche.

-Oh qué mal, Neil tiene razón debería cambiar de coche.

-Sí, me parece que de esta vez lo hará, estaba hecho un asco y bastante cabreado.

-¿Entonces por fin estabas “hablando” con Jack?

-Sí, por cierto, ¿qué tal te llevas con él?

-Me extrañaba mucho que nunca me preguntaras por él.

-Digamos que he retrasado un poco el tema. No estaba seguro de cómo abordarlo.

-¿No estás a gusto con él?

-No es eso, es que cuando estoy con él soy más consciente de todo lo que no recuerdo…

-Vaya, debe ser agobiante.

-Un poco, pero seguramente cuando tengamos más confianza dejaré de tener esa sensación.

-Seguro que sí –sonrió pasándole la mano por el pelo a Keith, le encantaba ese pequeño remolino que antes se esmeraba en aplastar-. Volviendo a tu pregunta –dijo imitando el tono de voz de Keith, ganándose una mirada reprobadora- antes de que viniera a visitarlos no había cruzado más de dos frases con Jack, pero desde que empezaron las clases me ayuda con Devon y Bastian, y en mi proyecto de la ONG. Es muy atento, y se preocupa mucho por ti.

-¿Ha estado cotorreando sobre mí?

-Más bien he sido yo el que lo ha hecho, tenía muchas ganas de saber cómo eras antes de convertirte en Don Perfecto.

-¿Y qué has descubierto?

-Que para meterte tanto con Bastian eras mucho peor que él –sonrió maliciosamente.

-Puede que proyectara o que quisiera reconducirlo, mira lo bien que está ahora, tan formalito con Devon –dijo Keith intentando desviar el tema.

-Deberías aprender de él y hacerme más caso –concordó Zoe.

-Si no te presto más atención es porque no me visitas más a menudo, y en casa de tus padres o los míos no me dejas hacer nada.

-No me refería a eso…

-¿Entonces te gusta mi yo “imperfecto”?

-No está nada mal,  pero si vuelves a las andadas con eso de ligarte a quien se te resista te vas a enterar… porque después de que mi hermano te despelleje voy a hacer que lo pases aún peor.

-Debo reconocer que me fascina esa faceta violenta que nunca antes me habías enseñado, pero no me interesa nadie que no seas tú, y de momento el único que ha tenido que espantarle ligues al otro he sido yo –se defendió Keith.

Devon, Bastian y Jack, que habían entrado sigilosos al ver que Zoe estaba sentado encima de Keith mientras hablaban, se sorprendieron al escuchar esa última frase.

-¿Quién ha intentado levantarte a Zoe? –preguntó Devon a bocajarro, haciendo que se sobresaltaran.

-Buenas tardes Devon –saludó Zoe sin la más mínima intención de responder.

-No es de buena educación interrumpir de esa forma –dijo Keith resignado.

-Lo siento, solo me sorprendí –se excusó Devon.

-En cualquier caso debe ser alguien muy inconsciente, nadie en su sano juicio se metería con Keith –opinó Bastian.

-¿Por qué lo dices? –preguntó el aludido curioso.

-Porque si cuando no estaban juntos y ni siquiera mostrabas interés en él de manera “oficial” ya te ponías hecho una furia, no quiero saber qué harías ahora –respondió Devon.

-Cuándo tuve la brillante idea de espantarle un ligue delante de ustedes.

-En Halloween del año pasado –recordó Devon.

-Ahí todos espantaron a alguien –intervino Zoe.

-Cuéntame quién espantó a quién –pidió Jack sonriendo divertido.

-Devon le espantó el ligue a Evan, Neil a mí y Keith a Bastian.

-¿Me estoy perdiendo algo? -Se extrañó Jack.

-Para qué ser honestos, cuando pueden hacer el tonto –suspiró Zoe.

-Tampoco fue para tanto, no eran más que unos niñatos aprovechados –se defendió Devon.

-Aún no entiendo cómo pudiste resistirte a ese disfraz –dijo Bastian con nostalgia.

-¿De qué te disfrazaste? –preguntó Jack curioso.

-De momia.

-Oh Dios-exclamó Keith.

-¿Qué? –preguntaron Zoe y Jack al unísono.

-¿Era un disfraz elástico con aberturas? –preguntó Keith.

-Sí… -respondió Bastian.

-Ya te vale, menuda pinta llevabas –le reprochó Keith.

-No me jodas, ¿te acuerdas de eso? –se sorprendió Bastian.

-Como para olvidarlo, menudo modelito –bufó Devon.

-Exagerados –le restó importancia un ruborizado Bastian.

-¿Aún lo conservas? –preguntó Devon.

-Sí, pero me debe quedar pequeño, lo mismo a ti te queda bien –sonrió Bastian desafiante.

-No sigan por ahí, como los oiga Evan se queda en tierra para vigilarlos –dijo Zoe divertido.

-¿Ya pensaron de qué se van a disfrazar? –le preguntó Jack a Zoe y Keith desviando la atención.

-¿Vamos a pedir caramelos? –preguntó Keith socarrón.

-No, pero iremos a una fiesta de disfraces, ¿no se los dijo Jane?

-No, lo que me hace pensar que tiene algo preparado –observó Keith algo picado.

-Voy al baño –dijo Jack intentando ocultar la sonrisa, si su tía no les había comentado nada no iba a gafar la sorpresa.

-Seguro que sabe algo –dijo Neil suspicaz.

-Bah acabaremos divirtiéndonos –Le restó importancia Evan.

-Tu concepto de diversión es a veces un tanto preocupante –replicó Neil.

Evan se limitó a sonreír, arrugar un poco la nariz y guiñarle el ojo. Todos esperaban una réplica airada pero Neil negó con la cabeza y lo miró con una mezcla de malicia y reprobación.

-Parece que irse a vivir juntos les ha sentado genial –sonrió Devon.

-Nada como compartir el cuarto de baño para hacerse tolerante –concordó Bastian.

Evan se giró mirándolo como si quisiera estrangularlo, mientras Zoe intentaba contener la risa sin mucho éxito.

-Ahora que Bastian y Keith enterraron el hacha de guerra, tú has tomado el relevo rubio –dijo Dick entrando con algunas cajas.

-Es por su bien, si no le dan caña un par de veces al día se deprime – replicó Evan sonriendo de una manera un tanto siniestra.

-Oh qué detalle tan conmovedor –dijo Bastian poniéndose la mano cerca del corazón.

Evan estaba a punto de levantarse  e ir a por él, pero el móvil de Keith sonó y la cara de sorpresa que puso dejó al resto intrigado.

-Es mi primo –aclaró antes de descolgar-. Hola.

-Hola Keith, ¿qué tal estás?

-Te oigo fatal, espera que salgo a la terraza que hay mejor cobertura.

-Ok.

-Dime.

-¿Ahora me oyes mejor?

-Sí, ¿qué tal?

-Bien y tú.

-También.

-Nate me estuvo contando lo que han hablado.

-Genial, ¿qué te parece?

-Me sorprendí… bastante.

-Te pusiste a flipar…

-Algo así.

-¿Nos vas a ayudar?

-Claro, es una buena idea, aunque vamos a tener que ser extremadamente cuidadosos.

-Me alegra oír eso.

-¿Qué tal vas con las clases?

-Bien, puedo manejarme con eso y ponerme al día con el plan empresarial del carca.

-Ok, cuando hayas terminado con eso, te pasaremos las opciones que habíamos estado barajando.

-Genial, parece que todo va avanzando.

-Sí, aunque tendremos que encontrar a otro hacker, el que trabajaba para nosotros tuvo una urgencia familiar, nos llevará algo de tiempo encontrar a alguien de confianza que sea tan competente.

-Puede que uno que conozco nos ayude, déjame ver.

-Eso sería estupendo, pero asegúrate de que podemos confiar en él, hay mucho en juego.

-Con eso no hay problema, el punto es que acceda a meterse en algo así.

-Ok, ya me cuentas. ¿Es cierto lo de la academia o no querías venir?

-No quería ir, el carca quería fisgar y tengo demasiadas cosas que hacer como para darle explicaciones.

-¿Me dejas fisgar a mí?

-Prueba –respondió Keith sonriendo divertido.

-¿Vas de fiesta en Halloween?

-Sí.

-¿De qué te vas a disfrazar?

-Aún no lo sé, creo que mi madre tiene algo preparado.

-Suena peligroso –rio Willy.

-Puede que lo sea, ¿y tú qué vas a hacer?

-Lo único que sé es que Nate me va a llevar bastante lejos.

-Eso suena más peligroso, pero supongo que al final compensa.

-Eso espero. Por cierto, ¿qué te parece que esté con Nate?

-Hacen buena pareja, ¿por?

-Eres la primera persona de la familia que lo sabe, tenía curiosidad.

-¿Estás seguro de que soy el primero?

-Que nos lo haya dicho sí.

-En cualquier caso si a alguien no le gusta qué se joda, y mejor que no intente entrometerse porque pienso emplearme a fondo para joderlo. Después de ir sabiendo todo lo que hacía para mantenerlos al margen me he dado cuenta de que era demasiado agotador y que al final ni tenía nada que esconder por no hacer el esfuerzo de ocultarlo. Y eso es jodidamente patético.

-Vaya, siento oír eso, no creí que la cosa hubiera llegado tan lejos. Pero si ahora tienes algo que ocultar puedes estar seguro de que te ayudaremos y no nos daremos por enterados con el resto.

-Gracias. Se van a arrepentir de seguirle el juego al carca y jodernos a nosotros.

-Suena divertido, tengo que irme al aeropuerto o Nate me despellejará, diviértete en Halloween.

-Lo mismo digo, ciao.

Keith sonrió satisfecho, Willy parecía más relajado, hasta simpático, cosa que distaba mucho del estirado a la defensiva que había visto en verano. Aunque no lo culpaba dadas las circunstancias. Nate había tardado en contarle el plan, supuso que tendría buenos motivos, afortunadamente se lo había tomado mejor de lo que esperaba, creía que iba a ser más prudente y que probablemente pusiera pegas, pero lejos de mostrarse reticente sonaba aliviado y dispuesto a poner de su parte para avanzar. Ahora solo le quedaba intentar que Jack colaborase con ellos, le parecía sin duda su mejor opción.

 

Al volver al interior de la cafetería Jane terminaba de tomar un café, enseguida se marcharon para pasar a recoger el equipaje, en menos de una hora estaban embarcando. El trayecto se hizo corto, se pasaron el rato interrogando a Jane sobre los disfraces, pero solo consiguieron saber que estaban en su maleta a buen recaudo, y que los habían confeccionado en el taller de corte de la academia de arte en la que trabajaba Petra, y que por supuesto había colaborado junto a Bastian para elegir un diseño que le sentara bien a cada uno. Intentaron sonsacarle a Jack, pero como él no había visto el suyo no le parecía justo que el resto supiera de qué irían.

Cuando aterrizaron Walt los estaba esperando, tardaron en llegar a la casa veinte minutos en los que Jane se encargó de ponerlo al día con las andanzas de su hijo. En la cena planificaron las visitas que querían hacer en la ciudad, Neil y Zoe no habían ido antes y estaban entusiasmados. Después del reparto de habitaciones se ducharon, Evan, Neil y Zoe estaban rendidos y se fueron a dormir. Jane seguía en la cocina ayudando a Walt  a recoger. Jack no tenía sueño y puso una película, Keith le acompañó, esperaba tener la oportunidad de hablar para pedirle ayuda, pero se quedó dormido y acabó en su regazo.

Despertó casi al final, estaba algo aturdido, cuando vio dónde y cómo estaba, se giró enfurruñado para encarar a Jack que lo miraba sonriente.

-Buenas noches.

-Muy gracioso, por qué no me despertaste –le reprochó Keith.

-Porque te despiertas de mal humor.

-¿Pensabas dejarme durmiendo en el sofá?

-No, en cuanto acabara la película te arrastraría a tu habitación.

-No puedes conmigo, solo eres un poco más alto.

-Pero basta con levantarte un poco para que pongas de tu parte y te muevas, mientras te guíen caminas medio dormido hasta la cama donde sigues con la fiesta –rio Jack.

-¿Esto nos pasaba a menudo?

-Sí, sueles ponerte la tele para coger el sueño.

-Cierto, tengo una pantalla enorme en mi habitación del apartamento.

-¿Vas a contarme eso qué te trae de cabeza? –preguntó Jack cambiando de tema.

-¿Tanto se me nota?

-Digamos que te conozco bastante bien.

-Pues dime qué crees que es.

-Algo que no recuerdas y no estás seguro de querer saber, o algo que quieres hacer pero no sabes cómo abordarlo.

-Chico listo, es la segunda opción.

-Pues si puedo ayudarte dime, y si no díselo al que pueda.

-Puedes ayudarme tú, pero no es algo sencillo, y no sé si es abusar.

-Así que estás tramando algo gordo.

-Sí, muy gordo.

-Prueba a ver.

-Pero tienes que prometerme que no se lo contarás a nadie decidas lo que decidas.

-¿Crees que puedes confiar en mí?

-Sí.

-¿Por qué?

-No lo sé, a decir verdad no es que hayamos hablado mucho, puede que sea por instinto.

-¿Alguien más lo sabe?

-Dos personas más que están implicadas.

-¿Evan lo sabe?

-No.

-Deduzco que Zoe y Neil tampoco.

-Ninguno lo sabe.

-¿Se lo vas a contar?

-Por ahora no.

-¿Por qué no?

-Antes necesito saber qué es lo que vamos a hacer y cómo me afectará.

-Si no necesitaras mi ayuda ¿me lo contarías?

-Sí –respondió mientras lo miraba a los ojos.

Jack sonrió, exhalando el aire que inconscientemente había retenido.

-Muy bien, dime qué ocurre.

-El carca…

-¿Ahora llamas siempre así a tu abuelo?

-Menos delante de él, sí.

-Muy práctico.

-Lo sé. El carca quiere que mis primos Nate, Willy y yo nos encarguemos de suceder a la plantilla actual, a la que tiene bastante puteada porque no solo exige que cumplan con el trabajo, también quiere que sigan un estilo de vida que él apruebe, y cuya prioridad sea hacer lo que al viejo le viene en gana. Y si quieren hacer otra cosa tienen que cubrirse las espaldas para que el carca no se entere.

-Eso es muy estresante.

-Demasiado, y ninguno de los tres está por la labor. Antes del accidente yo iba derechito a ser el sucesor del carca, Nate y Willy pensaban pirarse a una de las filiales fuera del país. Pero ahora que he cambiado de opinión hemos decidido unir fuerzas para desbancar al carca.

-Buena opción.

-Gracias. Me estoy poniendo al día con el modus operandi del carca, cómo funciona la empresa y demás detalles relevantes. Pero necesitamos un hacker que consiga acceder a lo que quiere ocultar. Tenían uno pero está de baja temporal, y no deberíamos retrasarnos más.

-Entiendo, quieres que lo sustituya y fisgue en la empresa de tu abuelo.

-Sí, entendería que te negases, es arriesgado y no demasiado legal, si no quieres no pasa nada.

-No es que me haga ilusión que en lugar de estar disfrutando de la vida universitaria con tus amigos y tu novio estés maquinando dejar fuera de juego a parte de tu familia. Sigues complicándote la existencia, y ocultando cosas a los que se preocupan por ti. Pero en esta ocasión lo haces para remediar no tener que repetir esa conducta en el futuro ¿no?

-Exacto, más vale una vez rojo que cientos amarillo, o algo así…

-Y teniendo en cuenta que tu objetivo es el tipo que más detesto sobre la faz de la tierra, accederé con gusto, pero con una condición.

-¿Cuál? –preguntó Keith apremiante.

-Que en cuanto sepas cómo lo haremos, o si hay algún inconveniente, no le mentirás a tus amigos.

-Vale, ¿y a Bill?

-En parte es culpa suya que acabaras convertido en un repelente mini Will, así que a él sí puedes, pero va a ser difícil teniendo en cuenta que lleva jugando a ese juego mucho más tiempo que tú.

-Lo intentaré.

-En el fondo es un tipo justo, no creo que se entrometa, puede que hasta te echara una mano.

-Seguramente, pero no quiero meterlo en líos, necesito hacer esto por mi cuenta.

-Como quieras.

-¿Y Jane?

-Deja que yo me ocupe de Jane, pero si sospecha y quiere saberlo, no tendremos muchas opciones. Confiemos en que nos dé el beneficio de la duda y nos deje hacer sin impedimentos.

-¿Conoces a Nate y Willy?

-Nos hemos cruzado una o dos veces, pero no hemos hablado más que para saludarnos.

-Y qué te parecen.

-Son muy educados y distantes, debe ser la marca personal de los Bentley.

-Muy gracioso… ¿nada más?

-¿A qué te refieres? Ya te he dicho que solo nos hemos dicho hola.

-Que si sabes que ellos…

-¿Son pareja?

-Sí.

Lo sospeché cuando Willy me fulminó con la mirada por reírme de una broma de Nate.

-Ese chico se pone en evidencia fácilmente, no sé cómo ha podido guardarlo en secreto. A Evan le hizo lo mismo.

-Sabe con quién puede ponerse así, si siempre mantuviera la compostura terminaría volviéndose loco.

-Supongo que sí, de todas maneras le advertiré de que contigo no hay peligro, porque Nate no te gusta ¿verdad?

-Es muy guapo, pero no me van los estirados.

-¿No tienes pareja?

-No.

-¿En serio?

-Lo sé, a mí también me cuesta creerlo, soy un partidazo…

-¿Tengo algo que ver con eso?

-No.

-¿Seguro?

-Si te refieres a lo de… Petra, aunque cuando salíamos era Pedro. No me interesa nadie que antes de esperar a saber mi versión me manda a paseo.

-Pero yo puedo ser…

-Excusas, ni que fuéramos Romeo y Julieta. Además eso fue hace años, que nos siguiéramos llevando mal es porque no nos habíamos vuelto a ver, una vez hablamos quedamos como amigos. Su novio es un buen tipo, me alegro por ella.

-Y por él…

-A él más bien lo compadezco –rio Jack al ver la cara de “qué te den” que había puesto Keith.

-Sabes creo que después de haberte jodido un ligue, y dado de lado, lo menos que puedo hacer por ti es ayudarte a encontrar tu media naranja.

-La Celestina acabó muy mal, y ya tienes demasiadas cosas que hacer. Me las apaño bien solo, gracias.

-No seas aguafiestas, seguro que en la fiesta a la que vamos a ir habrá muchos candidatos.

-Los disfraces de Halloween son muy traicioneros…

-Excusas, tú déjame a mí…

-Ni loco, eres un peligro.

-¿Vas a hackear a mi abuelo para ayudarme pero no me dejas buscarte un ligue?

-No es lo mismo…

-Empiezo a pensar que no te fías de mí.

-Ni siquiera sabes cuál es mi tipo.

-Pues cuéntamelo.

-Es tarde, deberíamos ir a dormir.

-Jack…

-Está bien, pero voy a calentar chocolate, esto va para rato.

-Tráeme uno.

-Ok.

Después de dos tazas de chocolate, de hablar de los gustos de Jack y ver varios albúmes familiares que atestiguaban su interminable lista de trastadas, Keith se sentía “en casa”, estaba tan a gusto que volvió a dejarse dormir encima de Jack. Horas después ambos despertaron en el sofá cubiertos por una manta enorme que Walt les había puesto antes de hacerles una foto. Tenían muchas en ese mismo sofá, en el que solían dejarse dormir cuando venían de visita, habían fotos desde los cuatro hasta los trece años, después Keith ya no los visitaba, hasta ahora, a sus 18 retomaba la costumbre. Y aunque al principio le avergonzó, le gustaba la idea de poder confiar tanto en Jack, de tener algo así como un hermano mayor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).