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Lost memory por LadyHenry

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Notas del capitulo:

Tuve problemas con un maldito virus, casi tengo que formatear afortunadamente hubo solución ^^

El personaje de Leslie es un guiño a un miembro muy especial del pueblo ardilla de C.Moore. Espero que te guste Bathory XD.

 

IV.TOMANDO POSICIONES.

Eran las cinco de la mañana y seguía sin conciliar el sueño. Su cabeza no paraba de darle vueltas a todo. En su primera sesión el psiquiatra le había dicho que debía visitar todos los lugares que frecuentaba, y eso incluía tres que había evitado hasta ahora: el club deportivo, el instituto y la ONG. Tenía planeado ir a primera hora al club, tenía entendido que ahora estaban haciendo cursillos de natación, y algunos de sus compañeros de equipo trabajaban en verano. Sería una manera más desenfadada de retomar el contacto, le agobiaba bastante pensar en enfrentarse a más de veinte personas de repente.

Por otra parte estaba lo de Neil y Evan, iba a tener que ingeniárselas para que esos dos admitieran sus sentimientos. Y para ello contaba con la ayuda de Zoe, esa era su oportunidad de llegar a algo con él.

Eso, sumado a intentar comprender sus motivaciones para ser el hijo perfecto, le había llevado otra hora más de insomnio. Definitivamente no iba a poder pegar ojo, así que decidió levantarse. Tomó una ducha para despejarse, se vistió con un chándal y bajó a la cocina a tomar algo de café. Tuvo que buscar en todas las alacenas antes de encontrar lo necesario, estaba algo crispado por tener que armar tanto jaleo para prepararse un simple café.

"Maldita sea, sólo me falta un grupo de animadoras jaleándome para acabar de despertar al resto del vecindario" pensó en voz alta, mientras ponía la cafetera al fuego. Se apoyó en la barra de la cocina, observando como el vapor anunciaba la salida del café, mientras un estimulante y grato olor se extendía por toda la habitación, haciéndole sentir mejor. De pronto cayó en la cuenta de lo que había pensado, estaba buscando algo fácil de encontrar, algo que si estuviera en plenas facultades no tendría problema en hacer con rapidez y eficacia, sin molestar con absurdos e innecesarios ruidos. Pero al fin y al cabo, sólo había hecho algo de ruido, nada estrepitoso, era perfectamente normal que alguien trasteara en la cocina a esas horas, mucha gente andaba medio dormida mientras se preparaba el desayuno, y por lo tanto harían algo de ruido. Y estaba seguro de que nunca le habían dado a ese hecho la mayor importancia, era normal. Sin embargo él poco menos que se había reprochado la torpeza, regañándose a sí mismo con impotencia. Había exagerado demasiado, era una exigencia absurda, y voilà!

Por fin tenía una pequeña pero reveladora muestra de ese Keith del que tanto le habían hablado. Desde luego si por algo tan insignificante como hacer un poco de escándalo al prepararse un café, se había puesto a maldecir su torpeza reconcomiéndose al pensar en la indignación de los vecinos y demás exageraciones a las que en un corto intervalo de tiempo su perturbada mente había dado forma, definitivamente tenía materia prima para convertirse en un tiquismiquis insoportable.

Fue una sensación extraña la que le invadió en esos momentos. Por una parte le disgustaba ser tan irritable y por otra le tranquilizaba empezar a reconocerse. Las piezas de su particular rompecabezas  empezaban a encajar. Era un comienzo después de todo, podía alegrarse de ser tan torpe, era lo que le había llevado a la evidencia. Ahora se quedaría con lo bueno, ya tendría tiempo de ir arreglando la parte desagradable. No quería que un día dentro de muchos años, acabara perdiendo los nervios por una bobada, cuando Zoe se levantara para regañarle por hacer ruido tan temprano. Sonrió al imaginar la escena, Zoe debía tener una pinta interesante por las mañanas, esperaba averiguarlo dentro de no mucho tiempo. Le había dado fuerte, puede que no fuera lo más apropiado tener como prioridad conquistar  a un chico. Dada su situación sus prioridades deberían ser otras como recordar, o empezar a barajar posibilidades de futuro, si retrasar lo de la universidad o ir... y todos esos detalles.

Pero por ahora pensaba hacer que sus mejores amigos se liaran, después salir con Zoe y ya iría recordando y solucionando detalles mientras tanto. Se tomó una taza bien cargada de café y salió a dar un paseo. A las siete menos cuarto de la mañana había poca gente en la calle, así que podría disfrutar de un tranquilo recorrido. El aire fresco le vendría bien para aclarar su caótica cabeza.

Estuvo caminando durante una hora. Llevaba su ipod, disfrutaba de la música, tenía un gusto bastante variado. Lo mismo saltaba una canción punk que un aria de ópera. De pronto su móvil vibró, al mirar la pantalla vio el nombre de Lisse y se puso muy contento de poder hablar con alguien que entendía bien cómo se sentía en esos momentos. Sin perder un segundo descolgó.

-¡Buenos días Lisse!

-Buenos días Keith ¿qué tal te va?

-Ufff

-Lo mismo digo-respondió Lisse entre risas- esto no es fácil...

-Nada fácil ¿cómo lo llevas?

-Mejor, he ido recordando detalles, son cosas bastante tontas...

-Pero muy importantes.

-Sí, ya veo que tú también...

-Sólo me ha pasado una vez, hace unas horas para ser exactos ¿y a ti?

-Desde que llegué a casa y discutí con mi marido por una tontería. He recordado detalles, algunos lugares, personas, situaciones... nada revelador tipo "eh sí esta soy yo y mi vida" pero poco  a poco voy recuperando pequeñas piezas...

-¿Y por qué discutiste con él?

-Yo estaba en el baño lavándome los dientes y el entró a buscar pañuelos de papel... ¿qué clase de persona guarda los pañuelos de papel en el baño?

-Eso es algo que nunca me había planteado.

-Pues Miles tampoco y me puso mala cara cuando le pregunté, así que le dije que debería ser más educado, que estaba pasando un momento delicado...

-¿Y qué te dijo?

-Que si quería que fuera educado procurara no mirarle como si fuera un violador.

-Bueno no debe resultarle fácil que le mires así.

-En ese momento recordé que la madre de Miles se llama Nora, y se lo pregunté. Me dijo que sí y eso me alegró bastante. Y a partir de ahí me he ido relajando más...

-¿Ya duermes con Miles?

-No, por ahora duermo con Rona.

-¿Rona?

-Tranquilo es mi gata... ¿y tú qué tienes novia?

-No, no y no.

-Te noto muy negativo Keith.

-Es que ya me veía venir el resto del interrogatorio. Es algo complicado, pero para resumir me gusta un chico que es el hermano menor de uno de mis mejores amigos.

-¿Cómo se llama?

-Zoe.

-Bonito nombre, y ¿cómo es?

-Tiene dieciséis años, dentro de un mes es su cumple. No es muy alto pero si muy guapo, sus ojos son preciosos, cuando me mira fijamente me quedo como un tonto hipnotizado.-al hablar de Zoe le iba invadiendo una sensación reconfortante, el recordar su manera curiosa y atenta de mirarle provocaba que apareciera una enorme sonrisa en su rostro- Y es un encanto, algo despistado y muy dulce, aunque intente disimularlo con resignación.

-Vaya, si que estás prendado, hablas como uno de esos cursis enamorados-apreció Lisse entre risas.

-Bueno no te lo tendré en cuenta, ya sé que no eres muy romántica.

-Eso mismo piensa Miles. Ayer me pilló mirándole el culo, se puso muy rojo. Fue divertido.

-¿Y qué te dijo?

-Que fuera más discreta, que si hubiera sido al revés yo estaría llamando a la policía.

-Miles es muy ocurrente.

-Y tanto, yo le dije que se calmara, que si era mi marido tenía derecho a apreciar sus cualidades.

-Muy alentador.

-A mí me parece una buena señal que me guste su trasero... aunque tú sólo te fijes en los ojos...

-De eso nada Zoe tiene un buen trasero.

-Pues ya me cuentas que tal vas con él.

-Me parece que tardaré mucho en conseguir algo.

-Pero qué dices si eres un amor, y además estás muy bueno.

-Lisse voy  a tener que hablar con Miles...

-Miles es un soso, sólo le gustan las mujeres... no creo que quiera hacer un trío...

-No me refería a eso-dijo estallando en carcajadas.

-Vale, pero deja de reírte chico que te va a dar algo.

-Es que eso mismo le dije yo al novio de mi ex... y no veas la cara que se le quedó.

-Tú sí que eres un romántico. A ver, por qué crees que lo vas a tener tan difícil con Zoe.

-Uff es una larga historia. Pero digamos que antes no me llevaba muy bien con él, andaba reprendiéndolo por todo como si fuera su madre, y además le espantaba a los ligues.

-Eso está muy feo Keith, sino vas a probar tú por lo menos deja que el resto...

-Y una mierda, como se le acerque alguien va a salir a escape. Ahora tengo muy claro que no voy a dejárselo a nadie. Tardaré, pero al final lo conseguiré.

-Eso es estupendo, con ánimos y decisión.

-Hagamos un trato, tú empieza a intentar que se fije en ti y yo prometo dejar de mirar a Miles como si fuera un pervertido.

-Trato hecho.

-Ya me cuentas tus avances, ahora tengo que irme. Voy a tomar café con Nora, se puso muy contenta al saber que recordaba su nombre.

-Pásalo bien, hasta pronto.

Hablar con Lisse lo había puesto de buen humor, se sentía comprendido, y contarse sus pequeños avances le daba cierta tranquilidad, las cosas iban bien, poco a poco iban reconociéndolas. Debía dejarse llevar, ya iría completando el puzzle que conformaba su identidad.

La charla le había llevado unos quince minutos en los que llegó hasta el club deportivo, el día antes de regreso a casa le había pedido a su madre que le llevara por el camino de la piscina, porque quería ir a visitar el recinto.

Leyó las enormes letras del cartel en la entrada, mientras iba subiendo las escalinatas los nervios se apoderaban de su estómago, que se retorcía de hambre, eso de tomar un café solo no le bastaba, debía ir a comer algo, pero antes tenía que entrar, si había llegado hasta allí no iba a marcharse con la misma. Al llegar a la puerta su pulso se aceleró, el olor a cloro le resultaba vagamente familiar. Respiró hondo y se adentró en las enormes instalaciones. Lo primero que vio eran unas gradas, estaban casi vacías exceptuando las primeras ocupadas por algunos niños pequeños que iban con sus madres o hermanos mayores. Fue bajando lentamente para acercarse a la piscina olímpica.

Al llegar al borde se agachó para meter la mano en el agua, no sabía bien por qué hacía eso, pero una voz le sacó de su reconocimiento.

- Capitán ¿le tiro la bronca a Leslie o el agua está bien graduada?

En ese momento Keith se giró para inspeccionar al chico que le había hablado. Era muy alto y corpulento, su pelo castaño estaba empapado, iba en bañador y le sonreía divertido. A Keith le agradó al instante, no recordaba su nombre pero no le incomodaba, como le había sucedido con Will o sus tíos. Le pasaba como con Evan, estaba tranquilo.

-Hola-respondió Keith al ponerse en pie, el chico era realmente alto, le sacaba una cabeza.

-Hola, Keith ¿qué tal las vacaciones? Te has escaqueado de los entrenamientos... te van a matar cuando vuelvas.

-No lo creo, mi madre llamó avisando de que me retiraba del equipo.

-¿Cómo?-su expresión de incredulidad y desconcierto borró la sonrisa de su cara.

-No sabes lo de mi accidente supongo-lo dijo más afirmando que preguntando.

-¿Accidente? Yo te veo bien...-la confusión del chico aumentaba a cada palabra.

-Y lo  estoy. Pero tuve un accidente de avión y ahora no recuerdo casi nada. Por eso me retiré del equipo.

-Santo dios Keith no sabía nada, llegué ayer de las vacaciones familiares y hoy vine a darme un chapuzón antes de empezar los entrenamientos.

-¿Empiezan hoy?

-Sí dentro de una hora.

-Vaya, no tenía ni idea. A todas estas tú eres...

-Joel-completó la frase como un autómata, no acababa de digerir que el capitán del equipo lo hubiera abandonado.

-Encantado de verte Joel ¿por qué has dicho lo del agua antes?

-Porque es lo primero que haces cuando llegas, vas a comprobar la temperatura del agua para molestar a Leslie. Siempre le dices que nos va a matar de frío o calor y él te manda a...

-Tomar ‘or culo-dijo un despreocupado Leslie, tenía un pequeño problema para pronunciar algunas letras (p y b) y tartamudeaba ligeramente, sobre todo si se ponía nervioso o se enfadaba.

-Hola Leslie-saludó Keith divertido al ver la expresión reprobadora con la que les observaba el encargado.

-Hola Keith ¿está ‘ien el agua?-preguntó desafiante.

-No está mal-dijo Keith mientras comprobaba de nuevo la temperatura volviendo a meter sus dedos en la piscina.

-Me alegro así te tiras sin quejarte.

-Bueno me temo que no volveré por aquí en un tiempo Leslie, pero gracias por el detalle.

-¿'or qué?

-Pues tuve un accidente y no recuerdo muchas cosas...-no estaba seguro de que ese tipo tan curioso quisiera escuchar la historia.

-¿Te golpeaste la caeza?

-Algo así.

-Entonces no ‘edes jugar más.

-Tampoco es eso, pero como no recuerdo no creo que sea de gran ayuda para el equipo.

-¿Quién eres tú y qué has hecho con el capitán?-preguntó Joel con una traviesa sonrisa.

-Es raro, Keith no haría eso de dejarlo así...

-Chicos, un poco de seriedad por favor-no le gustaba nada el cariz que estaba tomando la situación, esos dos no estaban tramando nada bueno.

-¿Comprobamos si sigues es forma capitán?

-Mejor no, y deja de llamarme así Joel.

Acto seguido veía como Joel y Leslie le tomaban por las piernas y los brazos y lo lanzaban a la piscina sin contemplaciones, no tuvo tiempo de reaccionar cuando ya estaba sumergido en el agua. De pronto abrió los ojos bajo el agua y empezó a moverse hasta alcanzar el borde, una vez allí se incorporó mirando la distancia que había cubierto. Acababa de comprobar que sabía nadar, y bastante rápido para estar vestido y desorientado.

-Joder, os habéis pasado, ahora qué me pongo para salir, además tengo que desayunar-sus tripas empezaban a sonar con fuerza.

Sus quejas se vieron interrumpidas por el sonoro eco de unos pasos que se aproximaban veloces.

-¿PERO QUE COÑO HABÉIS HECHO?-bramó Evan cabreado, el encontrarse a Keith empapado y vestido no le había hecho ninguna gracia. ¿En qué demonios pensaban esos tarados? ¿Es que no tenían consideración?

-Tranquilo Evan, sólo intentamos refrescarle la memoria.

-Ahora me llamas capitán, y cómo vuelvas a hacer un chistecito sobre esto vas a tener que buscar tus piños por toda la puta piscina.

-Vaya capi qué carácter-bromeó Joel.

-Va en serio ahora yo soy el capitán, Keith va a dejarlo por un tiempo-miró a su amigo de reojo, verle con esa cara de indiferente estupefacción no era muy buena señal-así que nada de capi ¿ok?

-Lo siento mucho, todo esto me ha debido dejar las facultades en pause-se disculpó Joel, mientras ayudaba a Keith a salir de la piscina.

-Me duele un poco el brazo-se quejó Keith-Leslie ¿podrías ayudarme a salir?

-SI que estás desentrenado -apostilló un risueño Evan que ya sabía lo que iba a suceder.

Y cuando Joel y Leslie le tenían cogido por los brazos y estaba a medio salir hizo contrapeso con las piernas y los tiró a ambos. Acto seguido agarró la mano que le tendía Evan para salir. Una vez fuera les dedicó una mirada socarrona a los bañistas.

-¡Vaya¡ el capitán sigue teniendo muy mala leche Les.

-Jo-jo der... ‘uto mo-mo coso-masculló Leslie enfadado.

-¿Qué pasa Leslie el agua está destemplada?-siguió con la broma un Keith más confiado, ahora que había llegado Evan se sentía mejor, más a salvo de lo desconocido.

-Ya vale parad un rato. El entrenamiento empieza en media hora. Así que Keith vamos al vestuario, te daré una muda para que te cambies de ropa, no puedes pillar un resfriado ahora. Te pondrías insoportable.

-A la orden capitán-Keith se cuadró riendo.

-Muy gracioso Keith...

Una vez en el vestuario, más relajados empezaron a hablar de lo ocurrido arriba.

-¿Todos los del equipo son así?

-No, los hay peores-contestó Evan sonriente.

-Joel es así, es un buen chico pero muy despreocupado, siempre andabas tirándole la bronca.

-¿Y Leslie?

-Les es un tipo algo peculiar. Igual de perfeccionista que tú, por eso siempre se molestaban. Él te llamaba debilucho y tú le decías que intentara practicar regulando la temperatura de la ducha en su casa...

-Soy tremendamente amigable-sentenció Keith afectadamente.

-¿Qué tal lo llevas?-preguntó Evan cambiando de tema. Ahora que estaban a solas podría aprovechar para asegurarse de que estaba bien y no sólo lo aparentaba.

-Pues hoy me he cogido un enfado muy tonto porque no encontraba el bote del café, supongo que no dormir también me pone insoportable. Pero me ha alegrado comprobar lo quisquilloso que puedo llegar a ser.

-Me alegra que te lo tomes bien, por lo menos vas pillando cosas. Ya no tienes la cara de atontado de los primeros días.

-Gracias por la información...

-Es que cuando quedamos en la cafetería se te iba la bola que es un gusto... al pobre Zoe casi lo matas a sustos-quería indagar sobre lo que le estaba pasando a Keith, no era normal que se mostrara tan "amigable".

-¿Qué tal me llevaba con él antes?

-Pues lo justo.

-¿No había nada sospechoso?-si Evan era su mejor amigo debería haberse dado cuenta, a pesar de sus paranoias con que el que le gustaba era Neil. Una vez se diera cuenta de que se equivocaba sería más fácil intentar que esos dos acabaran juntitos y felices.

-Déjame pensar... cuando te lo encontrabas le reñías unas tres veces como mínimo, por chorradas, y no es que le dijeras nada simplemente lo mirabas fulminante. Criticabas bastante a sus amigos... te parecían algo así como unos emos venidos a menos... te comportabas como si fueras su hermano mayor.

-Pero no le soy.

-Exacto-Evan empezaba a relacionar-además Neil tiene gustos parecidos y amigos en común y a él nunca le has comentado nada...

-¿Entonces?

-Keith, si tienes algo que decirme hazlo ya y deja de marearme-gruñó Evan, ya estaba formándose un caos horroroso en su cabeza.

-Me gusta Zoe.

-¿QUÉ?-La cara de sorpresa que había puesto no tenía precio.

-Vale, veo que te sorprende, pero tampoco...

-¡Yo creía que te gustaba Neil!

-No, a ti te gusta Neil, a mi me gusta Zoe ¿te hago un dibujito?

-No te pases, no tiene gracia...

-Está bien, prácticamente vamos a ser familia, no deberíamos enfadarnos.

-¿Familia? ¿Sabes lo mal que le va a sentar a Neil qué pases de él para ir a por su hermano?

-Neil no está enamorado de mí, y teniendo en cuenta que soy su mejor amigo le parecerá estupendo que salga con Zoe. Ahora sólo me queda intentar que al aludido en cuestión le parezca igual de bien.

-¿Cómo estás tan seguro de eso?

-Tengo mis fuentes...

-Buena suerte entonces...

-Lo mismo digo.

-No, Neil me detesta, hemos llegado a un punto de tolerancia por el resto, sino hace tiempo que nos habríamos dicho de todo.

-¿En serio? Voy a tener que contrastar opiniones...

-Contrasta lo que quieras, pero es así. Debería fijarme en alguien más accesible, que no me repudie por lo menos...

-No exageres, sólo hace falta un poco de paciencia y buena voluntad. Y dejar el orgullo a un lado.

-Pues me parece que ya he puesto en práctica todo eso.

-Sí, pero antes yo actuaba como un idiota, y me ponía en medio. Pero no te preocupes pienso enmendarme. Ahora me toca ponerme de tu parte.

-Qué equitativo. Mejor mantente al margen, que ya tienes mucho lío.

-Esa falta de confianza ofende. Deberías compensarme invitándome a desayunar.

-Ahora tengo entrenamiento, pero puedes esperarme donde Lucy y lo cargas a mi cuenta.

-Muy bien, te espero allí y seguimos con la charla. Hasta después.

Cuando Keith salió la mitad del equipo estaba entrando. Unos doce chicos se pararon a saludarle. Había dos que le resultaban muy familiares, los estaba mirando con detenimiento cuando de pronto un chico más joven que el resto llegó corriendo y armando escándalo porque se le hacía tarde, era más bajo que los demás y tenía unos rasgos muy aniñados. Lucía una traviesa sonrisa al descubrir al equipo parado en la entrada saludando a Keith. Y sin que nadie lo esperara el ex capitán le riñó.

-Por lo que más quieras Devon deja de armar escándalo, qué más da que... -en ese momento Keith se dio cuenta de que lo había llamado por su nombre y le estaba riñendo como si supiera que tenía que hacerlo para que dejara de alterarse.

-Está bien, lo siento es que me emocioné-dijo Devon jugueteando con algunos mechones de pelo.

-¿Qué sucede?-Evan había salido al escuchar todo el escándalo, temía que abordaran a Keith y le agobiasen.

-Evan, me he acordado de su nombre, y le he reñido-decía un maravillado Keith.

-Mi primito es difícil de olvidar supongo. Me alegra que empieces a recordar algo, aunque haya sido a esta cosa-dijo, mientras tomaba a Devon en sus brazos y le revolvía el pelo.

-Bueno mejor me voy ya, que el entrenamiento está a punto de empezar no quiero que se retrasen por mi culpa-dijo Keith excusándose, en esos momentos estaba algo aturdido por la reacción que acababa de tener. Quería ir a contárselo a Lu.

-Hasta pronto Keith-se despidió un confundido Devon, tendría que preguntarle a su primo qué le estaba pasando al capitán, estaba algo extraño.

-Adiós, entrenen mucho-se despidió Keith mientras bajaba las escaleras.

El entrenamiento duraba una hora, si iba a pie a la cafetería de Lu tardaría la mitad, así que tomó un taxi, tenía demasiada hambre como para darse el paseo. En diez minutos estaba en el centro comercial hablando con ella.

-Buenos días Lu, ¡tengo un hambre increíble!

-Buenos días nene ¿entonces un especial?

-Lo que quieras Lu, confío en tu buen gusto.

-Haces bien Keith-dijo Dick mientras buscaba los ingredientes para hacer el especial, que consistía en un café con leche, tortitas con chocolate y mermelada y tostadas.

-Hola... marido de Lu.

-Oh dios no recuerdas mi nombre, yo que te he hecho tantos especiales cuando salías de entrenar...

-Pero sabía que eras el marido de Lu, además ya me había dicho tu nombre lo he hecho para molestarte.

-Eres malo, nene, muy malo.

-No me imites Dick o te tragas la espumadera-dijo una Lucy amenazante a su risueño marido.

-Así que al pequeño Dick le va el sado-dijo Keith con sorna.

-Nene, no empieces, no le consiento a nadie que me imite-advirtió Lucy espumadera en mano mientras Dick y Keith reían.

-Vale Lu, pero hoy ha sido un gran día no te enfades, sabes que te adoro.

-Nene, son las diez de la mañana, el día acaba de empezar.

-Tienes razón, es sólo que he recordado algunos detalles.

-Eso es estupendo ¿qué recordaste?

-Pues que soy algo maniático con el ruido, y el nombre de Devon.

-Eso está muy relacionado, ese chiquillo es un revoltoso adorable.

-Sí se parece al primo-opinó Keith divertido al recordar su charla con Evan en los vestuarios.

-¿Y dónde lo viste?

-Fui al club deportivo, a ver a los del equipo. Me encontré con Joel y Leslie.

Keith se pasó un buen rato relatándoles como habían acabado todos en remojo. Y la conversación que había mantenido con Evan.

-Lu, quedé con él aquí después del entrenamiento ¿me ayudas a convencerlo de que yo y Neil nada de nada?

-Por supuesto nene, hemos hecho apuestas para ver cuando acaban liados esos dos.

-Ehh eso es trampa-proclamó falsamente ofendido Dick.

-Dick a parte de hacer unas tortitas para morirse no sé qué demonios vio Lu en ti.

-Veo que sigues con tu plan de secuestrar a mi esposa y huir lejos.

-Lu me dijiste que no estábamos liados-reprochó Keith.

-Y no lo estábamos nene. Haz el favor de centrarte que siempre que hablas con Dick acaban igual.

-¿Cómo acabamos?

-Fingiendo despecho por mi rechazo y jurando escaparse juntos para darme una lección.

-Eso suena divertido Lu. Pero ya sabes que no podemos vivir sin ti.

-Pelota-acusó Dick-en fin me alegro de verte, una pena que tenga que marcharme ya. Se buen chico y no intentes levantarme a Lu.

-No hables de mí como si no estuviera delante.

-Está bien, ya me voy. Nos vemos Keith-se despidió dándole un pequeño beso en la mejilla a Lucy.

-Bueno ahora podremos hablar con más calma, el alborotador se fue.

-Tu marido es muy guapo Lu, aunque está algo tarado-dijo Keith mientras se terminaba la última tortita con una gran sonrisa socarrona.

-Lo mismo podrá decir Zoe de ti nene.

-Auch Lu eso duele-rió ante el comentario.

En ese momento Evan entraba saludando sonriente, el olor a café le despejaba la mente, y con el hambre que llevaba estaba deseando sentarse a comer.

-Aquí está tu pedido rubio-dijo Lu al darle el desayuno, calculó la hora de llegada y ya estaba preparado.

-Gracias Lucy eres un amor.

-¿Qué tal el entrenamiento?

-Algo alborotado por tu visita, se han estado riendo de Les todo el rato, y como venganza le ha bajado la temperatura al agua.

-Qué vengativo es-observó una divertida Lucy-ya me lo imagino "iros a tomar ‘or culo mocosos "-añadió imitándole, y los tres rieron de buena gana.

-Bueno Lu tenemos que tramar un plan para que este chaval y yo consigamos novio ¿nos ayudas?

-Por supuesto, el rubio lleva mucho sin ligar como es debido, y tú ni te cuento.

-Eso es muy alentador Lucy.

-Es lo que hay en cualquier caso.

-¿Lu tú crees que el rubio y Neil se toleran por educación?

-¿Tolerarse? Bueno digamos que se ponen muy tensos...

-No trates de ser educada Lucy exprésate, hay confianza-exigió Evan mientras devoraba sus tortitas.

Vale, pero después no te quejes. El rubio y Neil se gustan pero son dos cabezotas, en especial Neil, así que siempre están a punto de estallar a discutir, pero los frenan. En mi opinión si los dejáramos pelearse a gusto acabarían matándose a polvos.

-¿Ese es tu plan maestro?-preguntó un sorprendido y ofendido Evan.

-Esa es la triste realidad rubio-dijo Keith dándole la razón a Lucy.

-Pues ahora mismo me voy a insultarlo a ver si funciona.

-Quieto ahí, no hemos aguantado tanto como para hacer las cosas a lo bruto.

-¿Y qué propones?

-Pues primero hay que quitarle a Neil la idea de que tú y yo estamos liados. Así que voy a contarle lo que siento por Zoe. Y entonces ya tendrás el camino libre.

-Muy bien, pero te recuerdo que Neil no quiere saber nada de mí.

-Que no quiera querer es una cosa y que lo quiera es otra, rubio. Tú haznos caso, le gustas.

-Vale, me pongo en vuestras garras.

-Querrás decir manos...

-Dije exactamente lo que pretendía decir. ¿Y tú con Zoe qué vas a hacer?

-Pues por lo pronto esta tarde quedé con él en mi casa. Pero antes quiero ir a ver a Neil para hablar. Mejor dejar las cosas claras antes de dar cualquier paso.

-¡Ese es mi nene!, siempre organizado.

-Vale, supongamos que Neil te da luz verde para que sigas adelante con lo de Zoe ¿qué piensas hacer?

-Pues intentar convencerle de que no soy un capullo. Eso y meterle mano-dijo intentando contener la risa por la cara de Evan.

-Vale, ya lo capto. Pero no sé por qué me parece que me ocultas algo...

-Imaginaciones tuyas, rubio.

-Seguro que sí, en fin tengo que irme hoy me toca ir con Devon al cine se lo prometí hace dos semanas. Prefiero ir por la mañana, así en la matinal puede hacer el escándalo que quiera no suele haber gente.

-Te llamo en cuanto aclare las cosas con tu futuro novio-se despidió Keith sonriente.

-Pero qué gracioso estás hoy... -respondió mirándole resignado.

Una vez desapareció por la puerta Keith miró a Lucy con complicidad.

-¿Crees que se ha dado cuenta?

-No, se le ve algo decaído y despistado.

-Tienes razón Lu, pensé que al saber que yo no estaba por Neil se alegraría.

-Bueno me parece que cree que tú si le gustas a Neil, y que con lo de Zoe lo va  a pasar mal.

-Pero en cuanto vea que Neil  se pone muy contento porque su hermano y su mejor amigo van a acabar liados ya se le pasará.

-¿No crees que va a ser un poco complicado ligarte a Zoe mientras intentas que te ayude a juntar a su hermano con Evan?

-Sí, pero será interesante...

La expresión de Keith irradiaba optimismo, las cosas empezaban a tomar su lugar. Iba recordando detalles, no eran muy reveladores pero algo es algo. Había aclarado las cosas con Evan, ahora sólo faltaba hablar con Neil y el plan empezaría a ponerse en marcha.

Le quedaba una ajetreada tarde, tenía dos horas para hablar con Neil y el resto para tramar algo con Zoe. Y para colmo al día siguiente llegaba su padre. Solo esperaba poder cumplir  a tiempo con lo que tenía planeado. Así que cogiendo una de las galletas de lu se despidió para ir al encuentro de Neil, cuanto antes empezara mejor.

 

 

 

 


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