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Lost memory por LadyHenry

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Notas del capitulo:

Esta vez el virus me dio a mí, pillé una gastroenteritis, vaya racha con los virus de todo tipo...

 

V.EL PRINCIPIO DEL SHOW.

Estaba esperando en la puerta del edificio, los nervios se iban colando poco a poco por todas partes, había devorado las galletas de Lucy por el camino, pero ahora no le quedaba nada que llevarse a la boca, excepto sus manos, las miró un segundo valorando la posibilidad de empezar a morderse las uñas cuando la voz de Neil sonó a través del interfono.

-¿Keith estás mordiéndote las uñas?-Preguntó Neil sorprendido.

-¡Joder!-Exclamó el aludido-que tengas cámara en el puto portero no significa que debas pegar esos sustos.

-Ya bajo, no  quiero que me des una de tus charlas sobre modales y que se enteren todas esas MARUJAS QUE PEGAN LA OREJA PARA CAPTAR LAS CONVERSACIONES AJENAS-este último comentario lo dijo alzando la voz probando suerte para ver si colgaban el telefonillo las fans de Keith. Era curioso pero el chico tenía algunas admiradoras en el bloque y cada vez que iba, aprovechaban para darle una visual. Por eso habían acordado que cuando lo visitara le daría un tono al móvil e iría a buscarlo a la esquina, pero Keith no recordaba eso, y Neil no quería molestarlo con nimiedades, lo único que le faltaba al pobre era preocuparse por las taradas de sus vecinas y por Bastian. Ese puñetero mocoso de trece años que iba para delincuente sexual, y aunque le dijeran a Neil que era un exagerado, no era normal que un preadolescente fuera tan a saco. Le había tocado el culo varias veces en el ascensor, a Zoe le guiñaba el ojo y a veces le saludaba con un beso demasiado cercano a la comisura de los labios. Y a Evan... Prefería no acordarse de lo que le hacía a Evan, sólo con evocar la manera en que lo desnudaba con la mirada le daban ganas de patearlo y darle una de las charlas de modales de Keith, al que no perdía oportunidad de molestar. Algunas veces fue verdaderamente desquiciante. Recordaba una en especial, estaban en el ascensor los cinco, él hablaba con su hermano y Evan con Keith, entonces se subió la señora Collins, una mujer muy devota a la que Bastian adoraba provocar, todos estaban a la espera de la gracia que fuera a hacer para molestarla, pero el chico se situó cerca de Keith, que siempre actuaba de caballero salvador en esas ocasiones y cuando la mujer iba a saludarlo Bastian le preguntó algo muy bajito, en un tono  apenas perceptible por lo que Keith automáticamente se agachó, momento que aprovechó el chaval para atrapar su oreja con los labios y susurrar algo que hizo reaccionar a Keith con algo muy parecido a la ira contenida. Neil creyó que iba a montar en cólera visitando a sus padres y pidiendo explicaciones, pero no habló del tema, sólo dijo que debía darle una lección. Y no sabe cómo lo consiguió, pero ese chico no volvió a molestarle, y teniendo en cuenta las actuales circunstancias empezaba a creer que se quedaría con la duda, porque a Bastian no le preguntaba ni loco.

-No hace falta que bajes, ya subo yo-respondió Keith después del segundo sobresalto que se había llevado cuando Neil insultó al vecindario.

-Vale, último piso puerta número diecisiete-rogó mentalmente para que no se encontrara con nadie en el trayecto, aunque sabía que eso era pedir demasiado, tal vez tendría que salir a su encuentro.

Al otro lado del interfono había dos chicas que al escuchar a Neil colgaron asustadas, pero alguien había permanecido a la escucha hasta el final, notando ciertas anomalías en el comportamiento de los dos amigos. Primero Keith había ido a la puerta,  en lugar de esperar a Neil en la esquina como siempre hacían, segundo Neil  no era el único que se había sorprendido de que Keith fuera a morderse las uñas, eso debía ser visto como un signo de mala educación en todas las culturas. Y tercero Keith vestía informal, desenfadado y su peinado era... No estaba peinado cuidadosamente como siempre, estaba más bien despeinado, eso sí de una manera estudiada. Ahora estaba más bueno si cabía, para la modesta opinión de Bastian. Así que no perdió más tiempo y bajó corriendo las escaleras a ver si conseguía pillarlo, tenía que comprobar algunas cosas cara a cara. Ya sabía lo sorprendente que podía llegar a ser Keith, se lo había demostrado con creces aquella vez que lo pilló a solas y le dejó bien claro que él no era ningún" pijo amariconado al que pudiera chulear" según palabras textuales del propio Keith, para acto seguido meterle mano a su entrepierna y decirle: "hasta que esto no se desarrolle del todo no vengas a molestar a los adultos, chiquitín". Eso le había dejado estupefacto, no tuvo tiempo de reaccionar, don perfecto le había metido mano mientras le hablaba como un maldito bucanero, era más de lo que podía asimilar en tan poco tiempo. Y hasta ahora estaba esperando para devolverle la jugada. Ese cambio en la apariencia le decía que este era un buen momento.

Keith optó por subir en el antiguo ascensor, le gustaba poder ver el exterior, y no le hacía gracia eso de quedarse encerrado solo, sin aire y sin poder ver más allá de las pequeñas paredes. De pronto vio como un chico que no debía tener más de quince años frenaba en seco por las escaleras y le dedicaba una mirada sorprendida. Supuso que debía tratarse de algún conocido e intentó fijarse bien en sus rasgos para ver si le sonaba de algo. Al bajarse el chico se le acercó apresurado para saludarle.

-Hola Keith ¡cuánto tiempo-Saludó Bastian observando el nuevo look de un Keith absorto en contemplarle.

-Hola-respondió Keith mientras lo miraba de una manera poco sutil. Sus ojos verdes oscuro le llamaban la atención, su pelo negro y lacio los hacían destacar. Su piel ligeramente bronceada le hizo barajar la posibilidad de que fuera uno de los del equipo de waterpolo. Era alto debía rondar el 1'75 y para la edad que aparentaba no estaba mal. Su figura delgada le daba un aire un tanto frágil, pero su actitud lo desmentía. No sabía el motivo pero ese chico le hacía sentirse acorralado. La sonrisa que se dibujaba en sus voluptuosos labios le resultaba sumamente inquietante.

-¿Qué tal estás? -Intentó seguir la charla o mejor dicho retomarla, porque Keith seguía ensimismado mirándolo, como si de un alienígena se tratara.

-Algo confuso la verdad ¿tu nombre es?- "esta sí es buena" pensó contrariado Bastian, ahora le da por ignorarme a lo bestia.

-Bastian-respondió en tono neutral, no pensaba darle la satisfacción de hacerle notar que se había molestado.

-Bastian-repitió Keith como si de un conjuro se tratara y de pronto fuera a recordar, pero nada más lejos de la realidad.

-¿Sí?-¿Qué demonios estaba haciendo Keith? Por muchas vueltas que le diera no acababa de entenderlo.

-¿Estás en el equipo de waterpolo?-Keith intentó tirar barro a la pared, de algún lado debían conocerse, no perdía nada por tantear.

-Pues no, el entrenador a pesar de que son un buen nadador no confía en mí y las dos veces que lo he intentado me han dejado fuera.

-Puede que sea porque eres muy joven-intervino Neil intentando ser discreto, quería librarse del mocoso lo antes posible, ya sospechaba que ante la tardanza de Keith o se había quedado encerrado en el ascensor o alguien lo había interceptado.

-¿Joven? Preguntó extrañado Keith, ganándose una reprobadora mirada por parte de Neil.-Hola Neil-saludó sonriendo y poniendo cara de "y yo que sé".

-Hola Keith, verás Bastian tiene sólo trece años.

-Estoy a punto de cumplir 14 sólo me faltan tres semanas-replicó Bastian molesto.

-Vaya pues yo creí que tendrías unos quince-admitió Keith con sorpresa.

-Gracias-respondió Bastian satisfecho.

-Si quieres puedo hablar con el entrenador para que te tenga en cuenta en las pruebas, hoy estuve por allí y estaban comentando que iban a hacerlas esta semana y la próxima- le pareció justo dejar a alguien que cubriera su plaza y ese chico le parecía competitivo y en buena forma, era lo manos que podía hacer por abandonar el equipo tan repentinamente.

-¡Keith!-llamó Neil con preocupación.

-Gracias Keith-interrumpió Bastian antes de que Neil pudiera replicar nada-¿te parece bien  acompañarme mañana por la mañana?-propuso con naturalidad, tenía que conseguir esta oportunidad de oro.

-Claro, si pasas las pruebas te invito a un especial en la cafetería de Lucy.

-Eso sería estupendo me esforzaré al máximo-sólo de pensar en que esta vez podría entrar en el maldito equipo y estar junto a ese rubio que se había convertido en su debilidad se le hacían agua las neuronas.

-Entonces hasta mañana a las nueve Bastian.

-¿No se te olvida comentarle algo Keith?-Dijo Neil dando por perdida la batalla, no sabía qué mosca le había picado a Keith y si era eso de la amnesia tenía demasiados efectos secundarios.

-La promesa ya está hecha-argumento Bastian por miedo a que se echase atrás.

-No te preocupes Bastian, puede que Keith apenas recuerde nada pero es un hombre de palabra-intentó calmar el ambiente ante el comentario de Bastian.

-¿Bastian no lo sabe?-Preguntó Keith sonriendo, de nuevo se la había olvidado comentar su situación, era todo un despiste, con los nervios que llevaba ni se le pasó por la cabeza.

-¿Saber el qué?-Bastian se estaba oliendo algo raro desde hace rato, primero pensó que era un jueguecito, después lo pasó por alto al saber que podría cumplir una de sus más anheladas metas y ahora estaba totalmente perdido.

-Verás Keith tuvo un accidente de avión y ahora sufre amnesia, por eso no te recuerda, ni a ti ni a casi nadie.

-Básicamente sólo a Devon-acotó Keith orgulloso de haberse acordado el nombre de alguien.

-¿A Devon?-preguntaron al unísono ambos chicos.

-Sí, eso he dicho.

-La verdad es algo extraño que recuerdes al primo de Evan-respondió Neil justificando su sorpresa.

-Sí, demasiado extraño-añadió Bastian algo molesto.

-Es que estaba armando mucho escándalo por llegar tarde al entrenamiento-se excusó Keith.

-Ahh-volvieron a decir al unísono, esta vez en tono de alivio.

-Que coordinación tienen-afirmó Keith divertido.

-Años de práctica verdad guapo-le siguió el juego Bastian mirando a Neil con picardía.

-No te pases Bastian-advirtió Neil fulminándolo con la mirada.

-Está bien tengamos una tregua-propuso Bastian con las manos en alto.

-Muy bien no te nos acerques demasiado a Zoe, a Keith y a mí.

-Trato hecho.

-¿Te acercas demasiado a Zoe?-Interrogó Keith mostrando abiertamente su frustración.

-No, es en broma, lo hago para poner nervioso a Neil, Zoe es para mí como un hermano-explicó Bastian confirmando sus sospechas, Keith estaba coladito por "el peque".

-¿Eso es cierto Neil?-Quiso comprobar Keith.

-Sí, con Zoe sí, lo hace para molestarme. Pero contigo y conmigo sí se pasaba.

-Bueno es comprensible-adujo Keith restándole importancia.

-¿Y con Evan puedo seguir pasándome?-Contraatacó Bastian con sorna.

-Mejor no-intervino Keith  a tiempo de que Neil no lo mandara al diablo-no es nada personal por mi parte, lo quiero como  a un hermano, pero  la diferencia de edad es mucha...

-Entiendo, de todas maneras no está en mi punto de mira, aunque eso no le quita méritos al chico. Es una persona amable, atenta... Y está de toma pan y moja-expuso esa retahíla de "virtudes" mirando desafiante a Neil, por mucho que se empeñara en negarlo estaba enamora de Evan hasta el tuétano.

-Ya sabemos lo encantador y adorable que es Evan, no hace falta que nos lo recuerdes-dijo Neil a punto de estallar, quería gritar que estaba harto de que alabaran a Evan en su presencia, bastante le costaba contenerse ya.

-Bueno Bastian nos vemos mañana, será mejor que vayas a descansar, debes estar en plena forma para las pruebas-intervino Keith intentando dar por finalizada la conversación, que se estaba yendo por derroteros poco propicios.

-Entendido capitán, hasta mañana-se despidió Bastian dándose por enterado de que debía dejar la provocación ahí.

-El capitán ahora es Evan.

-¿Lo dejaste?-preguntó Bastian confuso, ¿para qué le decía que dejara de meterse con Neil pinchándole con lo de Evan si después él mismo lo sacaba en la conversación de nuevo?

-Sí, no me encuentro con ánimos para capitanear-respondió un Keith risueño ante la metedura de pata que acababa de cometer, menos mal que Bastian era un chico perceptivo.

-Hasta mañana entonces Keith,  Neil qué tengas buena tarde-se despidió Bastian, contento mientras pensaba en lo bien que iba a estar tener a su rubito en bañador, tan cerca y a mano...

Neil arrastró a Keith  a su apartamento mientras lo llevaba de la mano como si fuera un niño que se acaba de portar mal, murmuraba cosas ininteligibles que su acompañante no podía acabar de descifrar , sólo intuía que debía tener un cabreo monumental y eso no era algo muy favorecedor a sus propósitos ¿o sí lo era? Ahora que reparaba en ello Neil había reaccionado muy bien a las continuas provocaciones de Bastian, tal vez era eso lo que hacía falta, que lo agitaran un poco antes para sacarle la verdad, nada de evasivas, hoy iban a hablar muy claro.

Una vez dentro del apartamento Neil le invitó a tomar té, aceptó pensando que él sabría mejor sus gustos, mientras hacía acopio de todas sus fuerzas para plantear la situación, una imagen le dejó totalmente descolocado , absorto y maravillado: Zoe estaba en la puerta de la cocina llamando a Neil con expresión enfadada, no se había percatado de la presencia de Keith porque estaba mirando el almanaque que colgaba detrás de la puerta y le quedaba a sus espaldas. Sin embargo Keith tenía una vista bastante privilegiada de Zoe, estaban tan cerca que podía notar su suave olor a cítricos desde allí. Su cabello mojado goteaba dejando escurrir sendas gotas por su pálida piel, podía notar las pequeñas pecas que se concentraban al principio de su espalda desdibujadas bajo el agua.  Con su mano derecha se sujetaba la toalla que cubría desde sus caderas hasta medio muslo. Se había quedado a medio ducharse porque alguien desenchufó el calentador, alguien a quien Zoe maldecía en esos momentos mientras Keith sonreía dando gracias al cielo.

Neil al escuchar a su hermano rió por lo bajito y sin  ni siquiera voltear a mirarle se dirigió al calentador para ponerlo en marcha, y fue en ese momento en que vio la imagen de un embobado Keith mirando a su hermanito con deseo que su mundo se tambaleó peligrosamente. Porque en el mundo paralelo de Neil siempre pensó que Keith sólo tenía ojos para Evan, por qué si no iban  a estar tan unidos, siendo confidentes hasta el punto de ser los únicos que estaban al tanto de ciertas cosas sobre ellos mismos. Todo ese desbordado cariño por parte de Keith que era tan poco dado a las muestras de afecto era una prueba de ese amor y otra lo era el que Evan se preocupase tanto por todo lo que hacía y dejaba de hacer Keith, no importaba lo descuidado que fuese Evan, si el tema era algo que relacionado con Keith siempre estaba al tanto. Pero ahora lo que presenciaba estaba fuera de toda duda, Keith se estaba comiendo con la mirada a su hermano, y no era sólo una mirada como las de Bastian de "qué bueno estás" era una mucho más intensa y plena, una que albergaba sentimientos más profundos, una mirada cálida cargada de sinceridad y afecto desmedido, y era para Zoe, que no se enteraba de nada porque era un jodido despistado.

Ahora sí que se iba a poner fea la cosa pensaba Neil, Evan iba a sentirse muy mal cuando se diera cuenta de que Keith había dejado de quererlo de ese modo. No es que le hiciera ilusión que el chico que le gustaba y su mejor amigo se liaran, pero tampoco quería ver a Evan destrozado, eso iba a dolerle, y más sabiendo que no podría consolarle sin sacar a flote sus sentimientos. ¿Por qué tenía que complicarse todo tanto?

Por otro lado estaba Zoe, adoraba a su hermano y no quería que le hicieran daño, sabía que Keith era una buena persona, pero ahora estaba confuso, y en cuanto Zoe notara que Evan estaba mal por su culpa no  podría seguir adelante. Y si empezaba con Keith estaba seguro de que le gustaría, su hermanito podía parecer un despiste andante pero no era ciego, y a pesar de no llevarse demasiado con Keith lo consideraba una persona inteligente y atractiva, envidiaba esa capacidad de organización y ese carisma que siempre irradia. Definitivamente todo iba a volverse caótico.

Y así era pero no en el sentido que Neil cavilaba.

Sin querer alargar más la situación Neil se volteó avisando a Zoe de que había visita y sería más apropiado saludar que montar dramas por el agua caliente. Al darse la vuelta Zoe se sonrojó notablemente cuando sus ojos chocaron con los de Keith, que le sonría amigablemente.

-Hola Keith, lo siento mucho no me había dado cuenta de que estabas ahí, esto es bastante embarazoso-saludó un intimidado Zoe.

-No te preocupes ha sido divertido, además es muy desagradable quedarte sin agua caliente, a mí me encanta tomar una buena ducha de agua muy caliente-dijo Keith resaltando con un tono algo pícaro las dos últimas palabras.

-Bueno yo me tengo que ir, tengo clase en el conservatorio-intentó escabullirse Zoe.

-Bien ¿podrías indicarme donde está el baño por favor?-Pidió Keith educadamente.

-Claro sígueme está justo enfrente de mi habitación.

El camino hasta el baño se le hizo eterno a Zoe que se aferraba a su toalla como si fuera un salvavidas del Titanic.

-Aquí está-dijo Zoe suspirando aliviado de no haber sufrido ningún estúpido percance que lo dejara al descubierto.

-Vale, vine para hablar con Neil de Evan, tantearé el terreno a ver qué podemos hacer.

-Oh era eso, está bien ¿entonces sigue en pie lo de esta tarde?

-Sí, empezaremos a trazar el plan de ataque-afirmó Keith sonriendo maliciosamente.

-Está bien, iré después de clases.

-Una pregunta, ese vecino tuyo ¿te acosa?

-¿Bastian?

-Sí.

-Qué va lo hace para molestar a Neil, si vieras como se pone cuando viene Evan... ¿Te ha estado molestando?

-No, al contrario, ha sido de gran ayuda. Sólo quería asegurarme de que era sincero.

-Oh bueno, siempre suele decir lo que piensa sin cortarse un pelo.

-Es un chico interesante, mañana lo recomendaré para el equipo de waterpolo.

-Vaya ¿lo sabe Neil?

-Sí él estaba presente cuando sucedió.

-Ah debe haberle molestado que vaya a entrar en el equipo, pero puede que no le venga mal sentirse un poco celoso-opinó Zoe con una expresión algo traviesa-¿y cómo es que te ha dado por recomendar a Bastian?

-Tiene aptitudes para ser un buen jugador. ¿Te extraña?

-Digamos que antes no te agradaba demasiado.

-Bueno sé reconocer mis errores. Además yo antes tampoco te agradaba demasiado...

-Y dale, ¡yo nunca he dicho eso!

-¿Entonces?

-¿Qué?

-¿Te agradaba o no?

-Sí-afirmó Zoe sin demasiado entusiasmo ¿y yo a ti?

-¿Qué?-dijo Keith imitándole.

-¿Te agradaba o no?-le siguió el juego Zoe.

- Bueno eso no puedo saberlo con certeza te recuerdo que en estos momentos mi memoria brilla por su ausencia... Pero digamos que no me disgustabas-dijo Keith susurrándole cerca del oído para a continuación enseñarle la lengua como un chiquillo.

-Muy gracioso Keith,  te estás volviendo muy gracioso-refutó Zoe sonrojado y algo incómodo. Cada vez que Keith se le acercaba más de la cuenta se ponía de los nervios y estar prácticamente desnudo salvando el tipo con una toalla no ayudaba demasiado.

-Gracias, me alegra que vayas apreciando los cambios-remató Keith mientras le guiñaba el ojo dejándolo aún más aturdido-y ahora debo volver para sonsacarle información  a tu hermano. Nos vemos en unas horas-acotó dejando muy claro que seguía en pie lo de quedar sobre las cinco en su casa.

-Vale, qué te diviertas, ya me cuentas luego-se despidió resignado ante la nueva faceta descarada de Keith.

-Hasta después peque-se despidió Keith resaltando la última palabra con un tono sugestivo. Cosa que provocó que Zoe diera un leve respingo y se volviera a mirarle desconcertado, tanto así que aflojó el agarre de la toalla suscitando que se le resbalara un poco de las caderas y a Keith casi le diera algo de la emoción. Acto seguido se metió en su cuarto dando un pequeño portazo. Respiraba agitadamente y se reprendía por caer tan fácilmente en las provocaciones de Keith, antes le gustaba incordiarlo corrigiéndole como si fuera su madre y ahora prefería ponerlo en apuros para ver como se avergonzaba. Debía resultarle muy divertido putear al hermanito de su mejor amigo, y dada la situación no le había puesto remedio, pero se estaba pasando de la raya y si volvía a jugársela así se iba a enterar, una cosa es ser tranquilo y optar por ignorar ese tipo de jugarretas y otra muy distinta es dejarse chulear, por muy don perfecto que fuera no le iba a tolerar que lo vacilara.

Mientras Zoe se prometía a sí mismo plantarle cara a Keith éste seguía sonriente y contento por lo que acababa de presenciar, había sido la escena más sexy que hubiera podido imaginar y ese fuerte rubor que tiñó las pálidas mejillas de Zoe sólo consiguió resaltar su ingenuo encanto natural y el color de esos ojazos que había abierto hasta el límite, dándoles la intensidad de la lava líquida a la más alta temperatura.

-¿Te traigo un babero?-Interrumpió Zoe el momento de exaltación romántica de Keith que seguía plantado en la puerta.

-Oh... Creo que sí, será lo mejor-intentó bromear Keith al darse por descubierto bajo la reprobadora mirada de Neil. No había sido una manera muy decorosa de que se enterara de su cuelgue por Zoe. Pero estaba seguro de que por lo menos era efectiva y le daba toda la credibilidad de la que las meras palabras carecían.

-Tenemos que hablar-señaló Neil impaciente, obviando el estado aturdido en que se hallaba su amigo.

-Sí, a eso venía, pero mejor esperamos a que Zoe se vaya ¿no crees?

-Vale, mientras tanto vuelve a la cocina y tómate el té a ver si te despejas.

Quince minutos después se Zoe asomaba su cabeza por la cocina para despedirse lanzándole una mirada poco amigable aunque llena de resquicios de ese brillo turbador que refulgía con fuerza.

Al poco de escuchar el ruido de la puerta que anunciaba la salida del peque, empezaron esa esperada charla.

-Y bien...- Empezó Neil indicándole a Keith que podía confesar.

- Me gusta Zoe... Y mucho-soltó Keith con naturalidad sintiéndose aliviado de comenzar a aclarar la sarta de enredos y malentendidos que había.

-¿Estás seguro?

-Sí, es una de las pocas cosas de la que estoy completamente seguro. Además ya lo has visto con tus propios ojos.

-Lo que yo he visto es que mi hermano te resulta "atractivo".

-¿Me estás diciendo que soy un putón?

-¡¿QUÉ?! Yo no he querido decir eso... Sólo que tú ahora estás confuso y podrías malinterpretar lo que sientes...

-Tengo amnesia no oligofrenia Neil, sé distinguir cuando alguien me gusta de cuando me parece atractivo. Y no tengo la intención de jugar con Zoe por muy descabellado que parezca.

-Está bien pero podrías esperar un poco hasta que estés mejor, no me gustaría que se complicaran las cosas.

-Tranquilo Neil, no he dicho que le vaya a proponer matrimonio, ni siquiera sé si le gusto yo, otra de las cosas de las que estoy seguro es de que no soy irresistible.

-Bueno la verdad es que esto me pilla de sorpresa no me lo imaginé nunca.

-¿Y qué te parece?

-Ya te lo dije, sorprendente.

-A parte de eso Neil, te estoy preguntando si te parece bien que intente algo con tu hermano.

-Ah... Eso, pues sí, supongo, eres mi mejor amigo te considero una de las mejores personas que conozco. Por eso me gustaría que no hubiera confusiones de ningún tipo.

-Me parece justo, dejaré estar las cosas y si veo que sigo sintiendo lo mismo y tengo posibilidades lo intentaré ahora que tengo tu permiso.

-No hables como si estuviéramos en la Edad Media. Ya sé que soy sobre protector, pero no puedo evitarlo Zoe es un despiste y lo último que quiero es que le hagan daño.

-En eso estamos de acuerdo.

-¿Y no crees que antes podía gustarte otra persona?

-¿Te refieres a Mel? -Preguntó Keith haciéndose el ingenuo, sabía que estaba tanteando el terreno para preguntarle por Evan y tenía lista toda la artillería.

-No, a otro chico.

-Pues no ¿tú crees que sí?

-Puede...- dijo Neil titubeando.

-¿Quién?-Iba directo al grano, no pensaba dar más rodeos, además tenía que llegar puntual a casa para cuando llegara Zoe y no pensaba dejar que aquella charla se alargara más de la cuenta.

-Evan-pronunció Neil después de tomar aire y entrecerrar los ojos esperando que Keith empezara a reaccionar al nombrárselo, provocando que lo viera de otra manera y por fin recordara que estaba algo prendado de su amigo y sub capitán.

-¡¿Evan?! ¡¿Pero tú deliras?!

-No, es que siempre estaban juntos y...

-¿Y? Evan es para mí como un hermano, lo conozco desde la guardería, es lógico que pasásemos tanto tiempo juntos, además somos vecinos.

-Bueno, a veces de la amistad al amor hay un paso.

-Sí, el que deberían dar tú y Evan.

-¡¿Cómo?!

-Ya te dije que tengo amnesia no me he quedado lelo, se nota mucho que ustedes dos se gustan, y no sé que habrá pasado para que acaben llevándose tan mal, pero no soy idiota.

-Estás malinterpretando lo que digo...

-No estoy malinterpretando una mierda, y deja de intentar hacerme quedar como un tonto.

-Keith...

-Mira Neil bastante  jodido estoy ya como para que me vengas con esas ¿sabes cómo me siento cada vez que alguien que me conoce me saluda y yo ni siquiera recuerdo su nombre o qué relación tenemos? ¿Puedes imaginarte lo que significa que con dieciocho años no recuerdes el camino  de vuelta a casa y tengas que aprender todas esas cosas de nuevo? Estoy cansado Neil, muy cansado de intentar aparentar que todo se solucionará de un momento a otro, pero no es así, tengo que confiar en los demás , creer en lo que ellos me cuentan, si no son sinceros no puedo saberlo. Y tú me estás confundiendo aún más, así que si vas a seguir así mejor lo dejamos.

-Lo siento-dijo Neil arrepentido-me he puesto a la defensiva contigo sin motivos, debería haberme preocupado más por ti en lugar de tratarte como a un extraño, pero es que te echo de menos, ya no tengo a quien contarle mis estúpidas dudas y me siento confuso también. Pero te prometo que seré sincero y no volveré a eludir tus preguntas.

-Neil, ya sé que he cambiado mucho en algunos aspectos, pero sigo siendo yo, puedes contarme lo que quieras, aunque me tengas que poner en antecedentes. No querría perderte por nada, no pienso permitir que nos distanciemos con esto. Pero tienes que contarme las cosas y ser sincero, sino no podré hacer nada.

-Lo sé y no te preocupes no volveré a hacerlo. Y para que veas que cumplo lo que prometo voy a confesar mi más oscuro secreto.

-Así me gusta, esta faceta colaboradora es mucho más interesante-dijo Keith animado por el avance conseguido, por unos momentos se sintió dado de lado por Neil y eso le había dolido-desembucha soy todo oídos.

-Estoy enamorado de Evan-dijo Neil mirándole a los ojos de una manera desgarradora, como si al decirlo en voz alta se volviera más real el sentimiento.

-Neil, tesoro, eso te lo dije yo hace un rato.

-No tú dijiste que ambos...

-Cierto.

-Yo hablo por mí.

-¿Es una sensación mía o parece que por muy enamorado que estés detestas a Evan?

-Detesto estar enamorado de él.

-¿Y cuánto hace que lo estás?

-Dos años.

-¿Y por qué no has intentado nada?

-¿Cómo sabes que no he hecho nada?

-¿Lo has hecho?

-No, pero...

-Ya sé, sólo estoy tanteando a ver qué es lo que sucede, no parece que vayas a contarme mucho...

-Acabo de admitir eso ante otra persona, disculpa sí para mí ya es bastante.

-Supéralo Neil, yo asimilé que me gusta Zoe ahora toca dar otro paso, ¿qué piensas hacer al respecto?

-Nada, intentar olvidarle.

-Qué original, si llevas dos años enamorado qué te hace pensar que vas a conseguirlo.

-¿Qué propones que me declare?

-Sería un comienzo.

-Por favor al principio él se interesó en mí y yo lo traté a la patada, me daba miedo ser uno más en su lista, después creo que él se enamoró de otro... Ahora no puedo llegar y decirle "ey Evan estoy colado por ti,  como soy un cobarde he intentado olvidarte, pero en vista de que no puedo hacerlo ¿qué te parece si lo intentamos?

-Esa no es la actitud Neil, deberías probar a ser más amigable, acercarte más a él, intentar retomar la amistad del principio. Y cuando eso suceda le pides disculpas y te confiesas, de hecho puede que si haces eso sea Evan el que se declare...

-De eso nada, a Evan le gustas tú...-Dijo Neil de pronto, había estado intentando dejarlo caer desde hace rato.

-¡Pero se puede saber qué demonios pasa contigo! La relación que tenemos Evan y yo es como la que tienen Zoe y tú, no le busques más vueltas porque no las hay. Así que deja de escudarte en eso, y si fuera el caso deberías luchar por Evan en lugar de mantenerte al margen y amargarte, no puedes ir en contra lo que sientes así que haz algo ya. Y que quede claro que el único obstáculo entre Evan y tú es tu maldita actitud, si le haces más daño a Evan te vas a arrepentir.

-¿Le estoy haciendo daño a Evan?-Preguntó Neil incrédulo.

-¿Tú qué crees? Lo tratas fatal y él sólo intenta agradarte, no entiende por qué te comportas así.

-Lo sé, él siempre es un puto encanto, por eso me lo pone tan difícil.

-Pues de ahora en adelante vas a cambiar de actitud y si no lo haces te molestaré todo el rato, quedas advertido. Te repito que Evan es como un hermano para mí así que si lo jodes te las haré pagar-dijo Keith en un tono falsamente enojado pero sincero.

-Lo mismo te digo con Zoe-replicó Neil sonriendo amenazadoramente.

-Trato hecho, a partir de ahora seremos buenos chicos-selló el trato Keith con un apretón de manos que acabó en abrazo.- Y ahora tengo que irme, mi padre llega a casa por la noche y hay que preparar la habitación.

-Vale, nos vemos mañana. Y gracias por preocuparte por mí-se despidió Neil acompañándolo a la puerta.

-No hay de qué, me alegra mucho que volvamos a estar bien. Hasta mañana, estoy ansioso por ver tu cambio de actitud con Evan-dijo Keith con expresión traviesa.

-Ya lo pillo, ciao-añadió Neil un poco molesto cerrando la puerta.

Al salir del edificio Keith estaba realmente entusiasmado. Había conseguido arreglar las cosas con Neil, ahora se sentía cómodo con él, el muro de Neil había caído y por fin tenía la seguridad de haber aclarado el tema de Evan, ahora sólo era cuestión de tiempo y premeditación, esos dos necesitarían algún empujoncito. Debía ponerse de acuerdo con el resto para actuar. Por otra parte tenía el visto bueno de Neil para intentar algo con Zoe, aparte de empezar a notar que no le era del todo indiferente al peque, y es que cuando se sonrojaba molesto era absolutamente adorable. Esperaba poder sacarle algún sonrojo aquella tarde. Pero debía darse prisa, le quedaban diez minutos para llegar a su casa con  puntualidad. Apresuró el paso hasta la esquina y después empezó a correr, llegó justo a las cinco, pero Zoe ya le estaba esperando, sonrió cuando vio que Keith llegaba exhausto por haber corrido.

-Vaya así que son perfecto casi llega tarde-saludó Zoe haciendo hincapié en el casi.

-Sí, eso parece pero deja de tratarme así peque-contraatacó Keith sonriendo.

-¿Qué te parece si tú me llamas Zoe y yo te llamo Keith?

-Perfecto ¿entramos?

-Sí, tengo una hora para que me pongas al tanto.

-Será suficiente, dijo Keith mientras abría la puerta.

-¿Te importa que me dé una ducha antes? Es que la carrerita me ha dejado un poco...

-Por supuesto que no, tómate tu tiempo-dijo Zoe pensando en una posible venganza. Era su oportunidad, cuando saliera del baño le haría alguna broma y quedarían en paz.

Esperó  pacientemente a que Keith entrara en la ducha,  se coló sigilosamente en el baño sacando la ropa, para que Keith tuviera que salir en toalla, y estaba sentado en  la cama esperando a ver su cara de desconcierto cuando saliera a buscarla y tuviese que pasar justo a su lado para tomarla. Cinco minutos más tarde un semiempapado Keith salía extrañado buscando la ropa, descubriendo en el rostro de Zoe una sonrisita socarrona que le cautivó.

-¿Has sacado mi ropa del baño?-preguntó divertido.

-Sí, te debía esa pequeña venganza.

-¿Venganza?

-Sí, por lo de antes.

-¿Y crees que hacerme salir así en una buena venganza?

-Es lo que me hiciste tú a mí más o menos.

-Ya pero a mí me da igual.

-Es dices, pero seguro que te sientes incómodo, lo que sucede es que tú sabes muy bien cómo disimular lo que sientes.

-Te aseguro que me da igual, pero si quieres consolarte pensando eso allá tú-dijo Keith negando con la cabeza.

-Así que don perfecto carece de sentido del ridículo...

-¿Insinúas que estoy ridículo en toalla?

-Me refiero que no te avergüenza nada-replicó Zoe indignado, se suponía que era Keith el que iba a sentirse violento.

-Pues teniendo en cuenta que estaba en un equipo lleno de tíos que se duchaban en bolas delante del resto me parece que no...

-¿Con que en bolas eh?

-Sí, la gente para ducharse se quita toda la ropa peque.

-Pues adelante para vestirte tendrás que quitarte la toalla-afirmó Zoe tan campante, estaba seguro de que ahora sí conseguiría que Keith se avergonzara.

-Muy bien- dijo Keith mientras se quitaba la toalla y con toda la lentitud del mundo tomaba la ropa para ir vistiéndose, causando que Zoe se quedara boquiabierto y completamente sonrojado. Acababa de ver a Keith totalmente desnudo y éste ni se había inmutado, es más parecía estar disfrutando del espectáculo que le brindaba Zoe con su perplejidad.

-Keith...

-¿Sí?

-¿Crees que podríamos posponer la charla sobre Evan y Neil?

-¿Y eso por qué?

-Ahora mismo me siento algo incómodo...- La expresión atormentada de Zoe hizo que Keith estallara en carcajadas. Cuando consiguió parar se acercó hasta Zoe, ya llevaba puesta casi toda la ropa, tenía la camisa de botones sin abrochar y su pelo aún goteaba un poco.

-Lo siento Zoe, no pretendía incomodarte de esa forma, de verdad.

-Entiendo, supongo que soy demasiado vergonzoso.

-Puede que yo sea demasiado descarado.

-En eso estamos de acuerdo.

-Pero te prometo que mi intención no era hacértelo pasar mal.

-No es que lo haya pasado mal por ti...

-Cierto tampoco estoy tan mal como para asustarte.

-Oh dios, para ya quieres. En serio será mejor que lo dejemos hasta que se me vaya la imagen de la cabeza.

-No exageres Zoe... ¿Te llamo mañana y ya me dices cuándo quedamos?

-Vale, intentaré que sea lo antes posible. Ahora me voy y no quiero que te cachondees de mí ¿ok?

-Palabra de scout-dijo Keith poniéndose la mano en el pecho.

-Tú no fuiste scout...

-Santo dios es una manera de hablar ¿es que todos mis amigos son igual de puntillosos?

-Yo sí fui scout y no te rías-demasiado tarde Keith ya había empezado a partirse de risa, provocando que Zoe le tirara todos los cojines que tenía a su alcance.

-Debías estar monísimo con el uniforme-dijo aún entre risas.

-Pienso vengarme de esto, y esta vez buscaré una manera efectiva de hacerlo-"ponte otra vez en toalla y no dejes que me acerque y tu venganza estará cumplida" pensó Keith con resignación.

-Está bien, mientras tanto intenta hablar con Neil a ver qué tal va su cambio con Evan.

-¿Cambio?

-¿Quieres hablar ahora o no?

-Mejor hablo con Neil y ya te cuento luego, no pienso quedarme más aquí a solas contigo pervertido-dijo Zoe bromeando.

-Tú te lo pierdes-siguió el juego Keith.

-Touché-se despidió Zoe, tenía que salir de allí como fuera o la cabeza le iba a estallar.

-Hasta mañana-dijo Keith dándose por vencido, no iba a conseguir retener a Zoe un minuto más. Pero estaba contento de haberle provocado tanto apuro, eso debía significar algo, aparte de que fuera terriblemente pudoroso, cosa que a sus ojos sólo lo hacía más adorable.

Había sido un día bastante completo, ahora le tocaba ir a recoger a su padre al aeropuerto. Le daba cierto reparo volver al punto de partida de su particular cruzada, pero era un paso más que debía superar. Estaba pensando en llamar a Evan para que lo acompañara. Le gustaba la idea de ir con él y sus padres a la cafetería de Lucy, no sabía por qué pero le apetecía mucho.

 

 

 


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