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Memorias por keyami

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Notas del fanfic:

al final....

 

Notas del capitulo:

enjoy!

 

Era una noche muy extraña, hacia días que él había llegado a ese lugar y no tenia ningún reparo en irse, esto es cierto, le guardaba el aire de las montañas y aun así no entendía como es que podía existir en la tierra un lugar así, acostumbrado a la cuidad su aire contaminado y pesado y sobre todo frío, ahora veía las cosas de esa manera, su vida había dado un triste giro gris, su madre creyó haber decidido que era mejor estar lejos del que desde hacia tiempo fuera su padre. Ahora la gran urbe le miraba con tediosa mirada cada mañana, odiaba esa vida, pero no podía quejarse, sabia que en algún lugar encontraría el amor que tanto buscaba, solo eso, un poco de amor.

 

-¿En serio vives en el D.F.?-le pregunte como es natural, lleno de curiosidad, era la primera vez que lo conocía, se supone que es uno de esos parientes de tu edad que raramente encuentro en mi familia así que estaba decidido a  atacarlo con curiosidad.

 

La noche permitía una conversación amena. La noche de muertos se hacia cada vez mas cálida, nada relacionado con el nombre, esa noche fue cálida, solo dejo escapar el frío helado de una persona que no tenia nada de culpa, esa culpa se fue junto sus muertos, y esa fue la ultima vez que le vi. Pero definitivamente, no lo olvidaré.

 

-Si, en serio, aunque preferiría haberme quedado, aquí no hay nada que hacer, al menos puedo jugar un rato en la computadora de mi papa, pero no tiene Internet.-su mirada se perdía buscando entre las sombras algo de la luna. –no me gustan las noches de aquí, son frías y me recuerdan a mi casa.

Aun así me di cuenta que estaba aburrido, así que le dije.

-No seas tan exagerado, aquí no hace tanto frío, y además hay chocolate.

Desde hace rato el asunto se ponía extraño, se perdía mirando hacia la cocina, el fuego del fogón tenia un agradable tono anaranjado, y el olor a tamales y mole despertaba el hambre, aun así su mirada no estaba ahí.

-siempre te tratan bien en todos lados ¿verdad?-me sorprendió su pregunta aunque no lo dijo con enfado, sino traía un cierto aire de melancolía.

-¿Por qué lo dices?-fue lo único que alcance a balbucear.

Estuvo en silencio un rato, y después, me imagino de una meditación me dijo.

-por que ya estoy harto, todo lo que quiero es que acabe esto.

 Voltee a verlo, y me pareció que iba a llorar en cualquier momento.

-¿Qué te pasa?, si quieres decírmelo...-no alcance a terminar mi pregunta, su voz se volvió casi un susurro, quedo, tímido y triste.

-quiero volver con mi padre, ya no quiero vivir en ese lugar, lo odio... todo lo que quiero es ser feliz, pero tu no me entiendes ¡como vas a entenderlo si todos te tratan bien!

Ahora lloraba no sabia que hacer así que tuve que decirle la razón por la que me encontraba en ese lugar.

-mi madre piensa que soy un maldito.-fue lo único que pude hilar, tenia que hacerlo hablar de alguna u otra forma, algo le molestaba.-Dime que es lo que te pasa.

Aunque insistí, ese silencio era frió, mas frío aun que la noche, iba a volver a insistir, cuando sentí un tacto húmedo en mi cuello, era su cara que ahora me estaba cerca de mi, pues me abrazo de improvisto, yo no supe al principio que hacer, pero después correspondí al abrazo, pasamos unos minutos así, sin decir nada solo abrazándonos, él llorando y yo reconfortándolo, subió su cara un poco y sorprendiéndome a mi mismo, no me aleje a pesar que estábamos muy cerca y susurrando cerca de mi oído, lo cual me causo un agradable escalofrío me dijo.

-Mi madre se va a volver a casar, aun así no le importo, siempre salgo a caminar fuera, al llegar de la escuela prefiero ir a cualquier otro lado, menos a mi casa, siempre esta mi tío, es un estúpido ¿sabes?, siempre esta drogado, es mas grande que yo. Y mi madre lo mantiene dizque para que me ayude, pero es un idiota, solo nos chupa el dinero...Me gustaría verlo muerto.

ya no se oía su voz solo lloraba, y me abrazaba mas fuerte, alzo su cara y me observo por un momento, yo no podía apartarme, sus ojos no me lo permitían, lentamente se fue acercando a mi, y cuando puede reaccionar y estaba por alejarme, sus labios tocaron los míos, un tacto húmedo, suave y salado por las lagrimas, empezó a mover sus labios sobre los míos, yo no sabia si empujarlo o algo, sin embargo  ese roce se estaba haciendo cada vez mas agradable hacia mis sentidos, así que, aun no se si en voluntad propia o de mis deseos empecé a corresponder aquel beso, se acerco aun mas a mi, paso sus manos por mi cuello y empezó a acariciar mis cabellos, mientras que yo lo apretaba fuertemente del cuerpo hacia mi,  pronto empezó a usar la lengua, cosa que me gusto mucho, pero al mismo tiempo me espanto pues el estaba reaccionando mas de lo que se supone debería ser. Así que en un momento de descuido lo pude empujar un poco sin que se ofendiera, e ignorando lo que había pasado, por que no era necesario hacer mas preguntas que las debidas e importantes.

 

-¿Por qué me dices eso? Apenas si me conoces-es lo único que alcance a decir, me sostuvo la mirada y lo entendí.

 

Sin siquiera sospecharlo me agarro de los hombros y me empujo hacia el suelo, duro y frío, sentí una molestia en mi espalda y cerré los ojos por el impacto, al abrirlos me encontré con su rostro, aun se veían las lagrimas, y una de ellas cayo en mi cara, puso sus piernas al lado de mis caderas, yo estaba consternado, voltee a ver a la cocina, pero no se veía a nadie, seguramente estaban adentro platicando.

-¿por que todos te tratan bien?-no sabia que decir.

-¿Te has drogado verdad?

-No te importa, aun así es mi vida...-no pude aguantar mas y le grite.

-¡Pero a mi si me importas! ¿Y sabes porque?, no te has dado cuenta, aquí todos te tratan bien, te la pasa mejor aquí que en tu casa, y aun así me dices que no estas conforme, la felicidad no dura para siempre, nadie quiere que sea así, pero siempre hay algo que nos mueve.

Me gano cuando me di cuenta ya estaba llorando, sólo me miro y bajo a mis labios lentamente, así empezó a besarme de nuevo, tan suave y tan bien que el simple roce me quemaba, dejo mis labios y siguió por la barbilla, y yo en aceptación alcé mi cara para darle mas espacio mientras él daba pequeños besos y a veces una lamida, sin embargo solo fue un corto tiempo, lo suficiente para que me acalorara, y después se paro de mi y volvió a su sitio, sentado al lado mío. Seguía llorando pero ahora solo tenia la mirada perdida, ya no había chocolate, solo quedaban las tazas vacías.

 

-Gracias...

Fue lo único que dijo y cuando me di cuenta, ambos veíamos las tazas.

-Brillan, me gusta ese color, el verde es mi favorito.

Ahora se veía mas tranquilo.

-¿Te gustaría acompañarme?-ahora me llamaban desde la cocina.-y voy por mas chocolate.

Sonrió, recogí las tazas y regrese con pan y chocolate, así estuvimos hasta que dieron las cuatro de la mañana, ahora la tormenta se había disipado, las nubes negras de su humor ya se habían ido, solo quedaba esa agradable brisa, esa que queda cuando ha dejado de llover.

 

La luna es mas grande cuando te das cuenta que no es eterna. Mientras tanto mi primo solo la veía desde atrás.

   
Notas finales:   Hola!! Bueno esto es un brevísimo relato... espero que les guste, lo quise poner aunque en si no es  mío... pero me gusto mucho... espero que a ustedes también... y quiero agradecer enormemente a A.D.C.G. “Neko-kun” por su valioso relato.... su redacción es muy buena... yo sólo le agregué lo yaoi...

Por eso esta vez no le puse mi nombre y mi correo en el relato... jeje...

   Muchas gracias Neko-kun te quiero mucho!!!... En pago te compraré algo de comer... tu debilidad jajaja 

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