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Sorprendiendote por AthenaExclamation67

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SORPRENDIENDOTE

By AthenaExclamation67

 

Amanecía, ya era navidad, el bichito despertó después de una gran noche de pasión con su amado, cena con velas, noche de amor, larga, muy larga para ser más exactos (la noche), y despertar junto a él, alguien que si no se le conoce, podía parecer frío , gélido, pero una vez rota la barrera, era de lo más cálido.

Se apresuró en adecentarse un poco, después de una noche loca de sexo, uno puede estar de todo menos elegante. Se puso una bata de seda azul la cual combinaba perfecta con sus ojos, se la anudo y se puso un poco de perfume.

Cogió su regalo del árbol, se fue hasta la cama y despertó a su copito con un dulce beso en los labios.

-          Buen día, Feliz Navidad - Le susurró al oído.

-          Mmmm - Se desperezó. - Igualmente - Continuó

-          ¿Eso es para mí? - Preguntó.

Milo le acercó el regalo a Camus, el cual muy cuidadosamente lo abrió (ah! Venga al carajo con el papel, huy perdón, es  mi ansiedad) y quedó encantado al ver su regalo. Un reloj de oro con esfera negra, precioso con el interior grabado, la inscripción decía:

-          TE AMA, TU BICHITO.

Camus rodeo con sus brazos por la cintura a su bichito y lo atrapo en un largo beso, hasta que ambos tuvieron que separarse o hubieran muerto ahogados.

-          Y bien... ¿no tienes nada para mí? - Pregunto Milo intrigado.

-          Bueno verás yo...

El gesto de la cara de Milo pasó de felicidad a tristeza en un segundo.

-          Te olvidaste - Recriminó. - Da igual, lo imaginé.

-          Milo que... - Camus reía.

-          ¡Estúpido! Todavía te ríes.

Milo no se había dado cuenta de nada.

-          Bichito cálmate - Decía Camus riéndose.

Renegaba, maldecía y despotricaba en todos los idiomas que sabia. Camus no podía evitar reírse de aquella situación hasta que el bichito se dio la vuelta...

-          ¡Pero se puede saber que haces vestido así!

-          ¡Y bueno, hasta que te diste cuenta! - Exclamó con una gran carcajada.

Camus, traía puesto encima un pijama rojo, pajarita y gorrito de Santa que en algún momento de la noche mientras Milo aún dormía se había puesto (seguramente después de dejar reventado al pobre bichito con tanto...) para darle su regalo.

FLASHBACK:

La víspera de Navidad todos habían quedado en ir a cenar al templo de Acuario, cenarían y juntos intercambiarían regalos, un regalo simbólico para alguien elegido al azar. Todos cenaron muy bien y bebieron demasiado, DM perseguía a Afrodita por toda la casa para besarle  haciendo que este se sonrojara a cada momento, Shaka y Mü como ya era habitual en su consumada relación se demostraban su afecto de forma natural con caricias y algún que otro gesto un poco más picante pero nada que fuera subido de tono (los muy...). Y bichito y Camus estaban extrañamente comedidos, parecía que en esas extrañas miradas se dijeran mutuamente:

-          NO SABES LA QUE TE ESPERA LUEGO.

Los gemelos bebían como los "Cosakos" después de las batallas, no había forma de pararlos, hasta que todos al fin se fueron. Saga y Kanon iban tan borrachos que camino al templo de géminis cayeron al suelo. Suerte tuvieron que Shura pasaba por allí y los ayudo a levantarse que si no hubieran dormido toda la noche en el frió suelo solitos.

-          Al fin solos -  Dijo Milo.

El bichito se tiró al cuello de Camus, ya no se contuvo más. Empujó al chico contra la mesa y este quedó sentado en ella. Ya no podía más estaba tan excitado, se había contenido durante toda la noche, ahora ya no pensaba parar.

Agarró a Camus del cuello de la camisa e hizo saltar todos los botones al abrirla. Allí mismo empezó a besarle por todo el cuerpo mientras que con sus manos le desposeía de sus pantalones.

-          Mmmm - Gimió Camus.

-          Parece que no podías más - Acotó.

El copito no se quedó atrás, le abrió su camisa lentamente, acariciando su pecho y espalda, abrió su pantalón, bajó el cierre y dejo que cayera al suelo. Después enredo sus piernas al cuerpo de Milo y le dijo:

-          Vamos a la cama cielo, verás lo bien que lo vamos a pasar.

Milo se incorporo abrazando a su chico para que no cayera y lo llevo a la cama, durante el camino, Camus le besó el cuello apasionadamente, tanto le gustaron las caricias que cuando llegaron a la cama Camus cayó sobre él.

Hicieron el amor durante horas hasta que quedaron agotados y exhaustos por el cansancio los amantes permanecieron abrazados, Milo que se estaba quedando dormido...

-          Duerme amor, que yo cuidare tu sueño.

Milo se durmió placidamente.

-          Ah! Ya se durmió, lo que hay que hacer por amor - Se sonrió.

Camus lo tenía todo perfectamente planeado. Se puso un gorrito y un disfraz de Santa Claus y se estiro al lado de Milo para quedarse dormido.

 

FIN FLASHBACK

 

Milo se puso tan rojo que le pareció que el calor se le escapaba por las orejas.

Copito abrió un cajón de la mesilla de luz y sacó un sobre.

-          Toma, esto es para ti. No me diste tiempo a darte el regalo, llevo meses preparándolo.

-          ¿Meses? - Pensó - Dios, se apresuró a abrir el sobre, al demonio con el papelito lindo y el moñito perfectamente anudado (menos mal), quería saber lo que contenía aquel envoltorio.

Cuando tuvo su contenido en las manos se vio embargado por la alegría y la emoción.

-          Pero, esto son dos billetes de avión... Y para la semana que viene... Y unas reservas de hotel... Y...

-          Si - Acotó Camus.

-          Nos vamos a Paris a terminar el año, cenaremos en la Torre Eiffel, haremos el amor como locos y si te parece bien, nos casamos.

Sin poder evitarlo, las lágrimas surcaron sus mejillas, no podía creer lo que estaba escuchando.

Camus sacó una pequeña cajita roja de debajo de su gorrito de Santa. Poso una de sus rodillas en el suelo y le dijo tomándole la mano...

-          ¿Quieres casarte conmigo?

Milo cayó de rodillas junto a él abrazándolo para acto seguido besarlo apasionadamente...

-          Eso es un ¿si? - Preguntó Copito.

-          Eso es un por supuesto - Respondió.

Los muchachos ya no se levantaron del frío suelo el cual con el calor de sus cuerpos se fue volviendo cálido como sus besos, ardiente como sus caricias y desenfrenado como el amor que se procesaban mutuamente.

Camus deshizo lentamente el nudo de la bata quedando Milo desnudo completamente, este se incorporo sobre sus rodillas para besar a su Copito y desprenderle de sus ropas para dejarle únicamente con su gorrito de Santa para tener una linda mañana de apasionado amor.

 

 

- Fin -

 

 

 


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