~ Capítulo 1: ‘El favorito' ~
-No sé por qué hice esto, otra vez... Maldita sea... No puedo estar pasando nuevamente, parece una pesadilla de nunca acabar.
El chico de 19 años dijo mientras despertaba de lo que parecía haber sido una "intensa" noche.
-Ah, ya es tan tarde.
Sus ojos azules se entreabrían para ver el reloj de la pared. Las sábanas se encontraban revueltas, al lado de la cama había una botella de vino semivacía, con dos copas, una vacía y la otra casi por terminar. Esperó unos minutos para despertarse bien. Luego se sentó en la cama, las sábanas que lo cubrían ahora dejaban ver su delgada figura, parecida a la porcelana. Puso una mano sobre la cabeza y se revolvió el cabello rubio y rizado. Extendió su mano tomó el teléfono, luego marcó un número y esperó durante unos segundos...
-¿Arisu, eres tú? -preguntó sorprendido desde el otro teléfono había contestado la voz de una joven, su novia- ¿Qué haces en mi casa?
-Tu madre llamó y dijo que no habías venido a dormir -contestó la chica- Por eso vine, para ver que pasaba ¿Estás bien? -dijo la joven con un tono preocupado
-Sí... no te preocupes, me encuentro bien -Akito sabía que estaba mal lo que iba a decir pero era para que ella y su madre no se alarmaran, era una de las tantas mentiras que daba cuando no llegaba a dormir por la misma situación- Lo que pasa es que salí con unos amigos y se me hizo tarde ¿Podrías decirle a mi madre que llegaré después del trabajo?
-Sí, claro. Pero ¿por qué? -la joven aún sonaba preocupada
-Ah, lo que sucede es que mi jefe me acaba de llamar para pedirme un encargo... -Akito seguía mintiendo pero no podía decir otra cosa, no la verdad
-Está bien, yo le digo... Cuídate Akito
-Gracias Arisu... -dijo aliviado y algo entristecido
El joven colgó el teléfono. Se quedó un rato en silencio. Luego de unos minutos se puso de pie, jaló sus pantalones y camisa que hasta esos momentos se encontraban en el piso y se dirigió al baño. Se puso debajo de la regadera y la abrió. El agua recorría todo su cuerpo. El chico tomó un jabón y lavó varias veces su cuello, brazos, piernas, muslos, pecho y espalda. Tantas veces lo pasaba y con una saña como si quisiera arrancarse la piel. El jabón fue empequeñeciendo y resbaló de sus dedos, Akito quiso agacharse para recogerlo pero en ese momento por su mente pasó una escena erótica que lo obligó a ponerse nuevamente de pie. Golpeó con furia la pared. Las lágrimas recorrían sus mejillas. Pasaron unos minutos debajo de aquella agua. Luego salió del baño vestido con los pantalones y la camisa blanca por dentro. Encima de la cabeza llevaba una toalla. La puerta de la habitación del frente, donde había pasado la noche, se encontraba semiabierta. Él se asomó y vio que la cama se encontraba arreglada, los vasos, la copa, todo eso había sido quitado.
-Veo que terminaste
Una voz dijo a espaldas de Akito, el joven se estremeció y bajó la mirada.
-Así es
-¿Quieres acompañarme, me toca bañarme?
-Preferiría no hacerlo
-Ah... ¿de verdad? Anoche no decías lo mismo
Tomó a Akito del rostro y lo jaló para si, luego ambos se apoyaron en la pared. La toalla del joven cayó a sus pies.
-¿De verdad?
-Sei, hablo en serio...
-Anoche no decías lo mismo... por el contrario...
Sei era un joven mayor, de 25 años. A su corta edad ya había logrado lo que muchos añoraban, tener una empresa importante de videojuegos. Era astuto y había heredado de su padre la empresa ya que él sabía como manejarla. Su madre lo había abandonado de niño. Pero parecía no haberle afectado.
-Anoche estaba ebrio... -dijo en defensa Akito
-Aki -susurró en el oído del joven mientras dejaba salir una parte de su lengua para lamerle el lóbulo de la oreja- Eres más tierno ebrio...
Akito se paralizó... temía no poder contenerse de pie. Sus muslos se encontraban tensos, sus corazón aceleraba cada palpitación, poco a poco la respiración se hacía larga.
-Vamos a tomar un baño -Sei seguía susurrando al oído, sabía que el chico sentía atracción por él, aunque lo negase. Aprovechó para meter una de sus manos en los pantalones de Akito mientras la otra la tenía para apoyarse en la pared y así evitar que el chico se apartara...
-Sei, deja eso... -decía con dificultad. Su rostro se empezaba a colorar
-Mhm, pero qué dices -dijo mientras recorría con su mano en la parte trasera del joven- Aki, tú eres mío-susurró a los oídos del chico, sus labios se pegaban en el lóbulo de la oreja
Akito se encontraba tembloroso y excitado. Sei se acercó al rostro del joven. Ambos quedaron con la boca semiabierta. Sei sacó parte de su lengua y lameó el cuello del chico. Akito ya no podía más, estaba atraído totalmente hacia él, aunque siempre se lo negara el chico no quería ni buscaba evitarlo. Cuando empezaba Sei con aquellas acciones para estimularlo Akito iniciaba negándose pero al final terminaban en la cama o en otras sucedía lo que ahora...
-¿Te gusta Aki? -decía mientras le acariciaba el pene, ya le había desabrochado y bajado levemente los pantalones
-S-Sei a-ah -decía Akito con dificultad, la respiración era rápida, sus mejillas se encontraban rojas y empezaba a sudar, la temperatura le había subido
-¿Quieres que me detenga? -susurraba mientras aumentaba el ritmo y la fuerza
-N-No... continúa... -Akito se encontraba acalorado- A-allí... a-allí... m-más lento... así...
Akito ya iba a llegar al orgasmo cuando Sei retiró bruscamente la mano y se apartó del camino hacia el baño.
-Abróchate los pantalones, se te hace tarde para entrar al trabajo -Sei decía mientras se alejaba dándole la espalda, luego lo volteó a ver con esa mirada y sonrisa maliciosa que siempre ponía dijo- No quisiera tener que llamarte la atención... A K I T O
Luego entró al baño y lo cerró, desde lejos Akito llegó a escuchar que le puso seguro.
-Maldito, como si quisiera entrar
Dijo Akito mientras se acomodaba la camisa dentro de lo pantalones. Bajó por las escaleras y salió de aquella enorme casa. Afuera se encontraba un taxi esperándolo como siempre, Sei lo había mandad a llamar a la misma hora. Akito hubiera preferido tomar su moto, pero como de costumbre la había dejado en el estacionamiento de la empresa. Ya eran dos años, dos años trabajando para él. Aunque llevaba unos siete meses más dentro de a empresa. Así es, Akito inicio como mensajero de la empresa, pero poco a poco fue ascendido. Bueno decir que poco a poco fue ascendido es también un poco falso, ya que Sei desde que le puso los ojos encima lo puso bajo su mando. ¿Amor o Capricho? Eso era lo que muchos no entendían del joven empresario, ya que ahora nuestro pequeño chico rubio, Akito, era el nuevo "juguete".
Ahora quien se metiera con el chico tendría represalias con el jefe. En el trabajo todos lo respetaban, aunque era más superficial, debido al miedo que el jefe imponía a sus empleados. Sei siempre trabajaba hasta tarde, lo cual le servía de excusa quedarse solo con Akito. Y este no podía negarse si quería conservar el trabajo. Akito sabía que al haber pedido ese puesto no tendría ahora tiempo libre. Pero necesitaba el dinero para poder pagar la Universidad.
-¿Y cuánto te falta Akito? -dijo el chofer, que lo llevaba como siempre a la oficina. El mismo chofer que lo ha llevado desde que se acuesta con Sei, ya que el chico empresario le gustaba la discreción
-¿Faltar? Mhm... pues déjame pensar -Akito tocó el vidrio de la ventana con su dedo recorrió un poco el cristal y continuo- Creo que me falta más de la mitad
Sei no compra el cuerpo del joven, él no se rebajaría a hacer eso. Sino que el cuerpo del joven ere el motivo por el cual habían ascendido y conservaba ahora ese trabajo. Bueno eso es lo que Sei hacía creer pero en realidad Akito era un chico inteligente en los negocios y a Sei le interesaba la opinión que siempre tenía.
-¿No te quita este trabajo tiempo de estudio?
-A decir verdad tengo permisos por motivos de trabajo. Así que me dejan salir y entrar cuando quiera. Sólo con la llamada del jefe
Akito llego a la empresa, no era tarde. Entro al edificio y la recepcionista lo saludó, todos a su paso lo saludaban cordialmente. Como no siendo el "muñeco". Subió por el ascensor allí se encontraba un compañero, casi amigo.
-Akito, llegas un poco tarde
El joven se llamaba Setsuna. Alto, de cabello castaño y lacio, ojos azules. Lleva un cigarrillo entre los labios. Su camisa negra se encontraba algo desalineada al igual que su corbata roja, casi desajustada.
-Pero aún faltan minutos para mi hora de entrada
Dijo Akito mientras se cerraba la puerta del ascensor. Sólo estaban ellos dos. Se sentía el olor del cigarrillo. El humo se propagaba con facilidad siendo un lugar tan pequeño.
-¿Será que estuviste muy ocupado a noche? Akito -Setsuna dijo se forma maliciosa. Sus ojos se clavaron en la mirada del chico
-No sé de qué hablas -Akito dirigió su mirada hacia su otro costado
-Mhm... eso suena sospechoso. Te quedarse trabajando hasta tarde. Toda la noche con Sei -Setsuna seguía diciendo de forma maliciosa, Akito lo miró de forma seria, directo a los ojos- Pero no aseguro que haya sido aquí
Akito sabía que sólo era cuestión unos minutos para llegar al piso donde se encontraba la oficina se Sei. Debía contenerse sólo era eso. Pero al parecer el día estaba en su contra.
-¿Qué pasa?
El ascensor se detuvo entre dos pisos. Akito presionó el botón para comunicarse.
-Estamos entre los pisos 16 y 17. Se ha detenido el ascensor
-En un momento los sacamos. Tardará unos minutos -dijeron desde el otro extremo
-Ok, gracias
Ya había pasado la hora de entrada... Akito miraba el reloj de su muñeca cada minuto. Se veía algo acalorado y cómo no estarlo si dentro del elevador no había aire acondicionado y Setsuna había empezado a fumar su segundo cigarrillo.
-¿Es la primera vez que llegas tarde verdad, Akito?
-Si...
Akito sabia que Sei lo había contratado por su cuerpo... bueno eso creía y le hacía pensar Sei. Ya que si Akito se daba cuenta de que Sei lo necesitaba no sólo sexualmente, el chico dejaría de satisfacerlo. De cualquier modo Akito, aun pensando esto, no permitía que los demás se dieran cuenta. Aunque fue un poco tarde, más de lo planeado, el elevador volvió a funcionar Akito y Setsuna salieron al piso 17 allí los esperaban dos personas de seguridad y una secretaria detrás de ellos se asomó Sei quien miraba a Akito fija y seriamente. Le esperaba una fuerte llamada de atención, no podía haber excepciones.
-¿Se encuentran bien? -dijo la secretaria
-Sí... -contestó Setsuna
-Llegas 15 minutos tarde... -Sei decía mientras se hacia paso entre las otras 3 personas- No te contraté para que estés faltando a tus horarios
-Disculpe, llegó tarde porque falló el ascensor, Akito sólo...
-Sea cual sea el motivo -interrumpió Sei- Aquí se cumple un horario y Akito sabe muy bien eso
Sei era dulce y cariñoso con el chico, mientras no estuvieran frente a los demás trabajadores. La empresa era muy importante y no podía bajar el nivel que su padre ya le había conseguido. Akito permanecía con la mirada baja escuchando lo que su amante decía, por dentro se encontraba enojado. Sei continuaba con la misma mirada y tono de voz.
-No volverá a pasar -dijo Akito con cierto tono serio mientras lo miraba aun la cabeza abajo
-Es bueno que lo hayas comprendido -dijo Sei, su tono de voz se escuchaba mas relajado, la mirada le había cambiado a una mas comprensiva, levemente sonreía- Viendo que no hubo problemas graves Pueden retirarse a realizar sus respectivas labores. Akito...
-¿Sí? -contestó el joven
-Acompáñame... debemos continuar con lo de ayer
-Está bien
Akito se fue detrás de Sei. Los empleados miraron al joven y murmuraron algunas cosas entre ellos. Setsuna escucho y frunció el ceño.
Akito entró detrás de Sei...
-Cierra la puerta con seguro -dijo éste
-Entendido
Akito se dio media vuelta y cerró. En ese momento Sei lo rodeó de la cintura y sacó la camisa del joven, desabotonó la parte inferior y le acarició con un dedo el abdomen. Lo hizo en forma circular y con gran suavidad, hasta llegar al ombligo.
-Dime Akito -Sei susurraba debajo de la oreja del joven, de tal manera que sus labios rozaron el cuello del chico- ¿Arisu... te ha hecho gemir como yo?
-¿Por que tendría que contestarte?-el chico decía mientras inclinaba levemente la cabeza hacia un lado, para que Sei le besara
-Mhm...tus acciones hablan más de lo que tus labios intentan pronunciar y ocultar -Sei entendió la indirecta del chico y lamió el cuello -Eso quiere decir que aún no has estado con ella
-Eso no te incumbe. Además lo tuyo y lo mío no es formal... ¿Para esto me llamaste?
Sei se apartó del joven y se acomodó la corbata. Parecía algo serio con lo que el chico había dicho, de cierta forma le había lastimado donde más le dolía... No eran NADA...
-En eso tienes razón... Te hice venir por que necesito que cheques unos documentos sobre los programas que se incluirán en el nuevo videojuego
-Es es tu trabajo -el chico permanecía dándole la espalda
-Sí pero hoy tengo una cita... -decía mientras caminaba hacia el escritorio
-¡¿Una cita?! -Akito se veía exaltado, volteó a verle- ¿Con quién? -dejo de forma apresurada y preocupada
-Eso no te incumbe... -decía mientras se sentaba- Además... -bajó levemente el rostro y subió la mirada de forma maliciosa- "Lo nuestro no es formal" -terminó por rematar con esa frase
Akito lo miró y frunció el ceño. Cerró ambos puños y apretó los dientes, tenía una rabia que no le cabía en el rostro.
-¿Estás celoso?
-¿De qué debería?
-Mhm... qué decepción -Sei decía de forma burlona- Entonces viendo que no te intereso -Sei se quitó los lentes, sus ojos grises fueron cubiertos con su cabello negro intenso- No me preocuparé por divertirme este día
-¿A qué te refieres? -Akito dijo dando un paso hacia él, su rostro denotaba un poco de exalto
-En otras palabras, eres libre después de medio día, HIBIKI
¿HIBIKI? Ya hacía tiempo que no se dirigía hacia él por su apellido, eso quería decir que ya había puesto una barrera entre los dos.
-Ya me voy -Sei se puso de pie y caminó en dirección hacia él
Akito cerró los ojos y apretó fuertemente los labios.
-Con permiso -dijo quedándose de pie frente a él, mientras extendía su mano para sujetar la perilla de la puerta
Akito lo miró directamente a los ojos, estaba extrañado de aquella petición. Se hizo a un lado y lo dejó pasar. Era rara aquella situación... Sei normalmente le hubiera besado... pero por alguna extraña razón... se había reprimido. Ese "NO SOMOS NADA" le había lastimado.
-Dejo los papeles en tus manos Hibiki. Si terminas antes puedes retirarte.