Ambos cuerpos, en un vaivén fuerte y rápido, gemidos y quejidos se mezclan en la habitación, sus uñas se enterraban con fuerza sobre los hombros del mayor, como si de esa manera lo hiciera sentir el mismo dolor, que a pesar de ser fuerte decido no detenerlo, sigue, tan solo sigue, simplemente no lo dejes ir.
-Ah!... Kyo, despacio… ah due…le…
Al estar enamorado, comienzas a perdonar y a tratar de entender por qué esa persona hace las cosas que hace, a pensar, que significa para el cada vez que decides decirle al final “te perdono”, simplemente porque amas a esa persona. El aliento a alcohol, el olor a tabaco y ese perfume penetrante… que no es de él. “Te perdono”, una vez más. Sus agresivos besos sobre la nívea y ajena piel, una corriente eléctrica recorriendo ambos cuerpos… placer.
Salió despacio de su interior, recostando su cabeza sobre el pecho de su “pequeño”
-Ruki… lo siento…
Su mirada ausente, su cuerpo no responde, su interior duele, todo su cuerpo duele, ¿por qué?, no, el no lo hizo a propósito, así es el, no lo hace por lastimar, sonríe al escuchar la voz de su amado, acaricia los cabellos rubios y desordenados.
Ahora nos preguntamos, ¿cuántas veces somos capaces de perdonar a una persona? ¿Cuántas veces estamos dispuestos a soportar sus engaños y malos tratos?... pero, ¿qué importa?... si lo amo…
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Rodo sobre la cama, buscando algo de calor, abrió sus ojos despacio mientras el sonido de la puerta de la entrada se escuchaba cerrar, se incorporo entre las cobijas blancas de la cama, buscándolo. Pero claro, como se empezaba a hacer costumbre, el ya no estaba… ¿por qué?... mordió su labio con fuerza, sintiéndose molesto, a pesar del frio fuera y dentro del departamento camino desnudo hacia el baño, la gira comenzaría en unos días y era necesario ir a terminar algunos detalles y a ensayar un poco.
El agua tibia comenzó a caer sobre su cuerpo que temblaba de frio, sus músculos se relajaron de a poco… allí en silencio, haciendo las cosas por costumbre… su mente comenzó a trabajar…” ¿con cuántos más? Kyo…”. Miedo, a que un día llegue a ti diciendo que está enamorado de alguien más, te deje, te olvide, y finja que nunca nada paso entre ustedes. Sus piernas temblaron y se rindieron, dejándolo caer sobre el frio suelo de la bañera .
-No… no me dejes… te necesito…
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Llego corriendo al estudio, la puerta se cerró con fuerza lo que hizo voltear a los presentes.
-Ah! Hasta que llegas “chibi”, no podíamos empezar sin ti
-Perdón, se me hizo tarde
El rubio rio viendo a su amigo y se acerco a él para abrazarlo con cariño
-Nah, no te preocupes, Kai está en una junta así que de todos modos no podemos empezar
Responde al abrazo, y suspira
-Bien, yo pensé que me mataría por llegar a esta hora ja ja ja
-Es verdad, ¿porque tan tarde Ruki? Tú nunca llegas tarde…
Dijo el mayor del grupo acercándose a ellos, el más bajo solo desvió la vista pensando en una buena excusa que no incluyera decirles que había estado algo “ocupado” con su pareja la noche anterior.
-¡Oh Aoi~! ¿Que no ves el cuello de Rukito? Kyo-san no lo dejo dormir~
-No te importa si el me dejo dormir o no, metiche.
-Ya que es broma Taka…
-Si Ruki, recuerda que Alice nine se fue de gira hace dos días y pues… Rei-chan ya extraña a Nao
El castaño guitarrista veía la pequeña “discusión”, sonrió y soltó una bocanada de humo, se puso de pie dejando la guitarra sobre el sofá, se acerco a ellos y su vista se fijo en las claras marcas rojas sobre el cuello del vocalista, con delicadeza paso sus largos y finos dedos por la piel, noto como el otro se estremecía y sonrió.
-Ne Ruki, no es que nos importe, pero… será difícil que el maquillaje las cubra…
El rostro del mencionado se coloreo de inmediato sin saber que contestar, Reita vio a su amigo con su cara de “niño regañado” rio y acaricio su cabeza desacomodando su cabello
-Bah no importa, ya se arreglara después y si no tendremos que “emparejártelo” jajajaja
El rubio recibió un codazo por parte del más bajo, la puerta se abre de pronto dejando ver a un sonriente Kai.
-Perdonen la tardanza, ¡ah Ruki-kun llegaste! Bien ahora si podemos empezar el ensayo!, por cierto mañana nos dan la fecha exacta en la que nos vamos… ¿así que hay que estar listos, ne?
El ensayo duro casi todo el día, ninguno se sentía satisfecho hasta que cada canción saliera perfecta, y entre mini descansó y mini descansó aparecían uno que otro ritmos para nueva música.
-Bien, ya son las 6:00, hasta aquí lo dejamos, tampoco podemos matarnos ensayando antes de la gira.
El líder se puso de pie y dejo sus baquetas a un lado, se estiro despacio mientras sentía sus músculos relajarse después de tanto movimiento.
-ne, ¿vamos a comer algo, quieren?
-¡Cuenta conmigo! - dijo el bajista comenzando a guardar su instrumento.
-¡Igual yo!
-pues yo también… demo, Kai-kuuuun~ - el guitarrista pelinegro se acerco “peligrosamente” a él rodeando su cintura y pasando despacio sus labios por la suave piel del cuello - Yo no quiero algo exactamente que se llama comida~ - el rostro de Kai cambio a distintos colores hasta terminar en pálido.
-eh… chicos, aquí no, no tengo humor para que derramen miel
-celoso, como Nao ya no esta
-¡óyeme que eso no tiene nada que ver Aoi! ¡Además yo…!
-chicos… ¿y Ruki?
Los tres voltearon a ver a Uruha que apuntaba hacia la puerta
– Parece ser que contestando una llamada.
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Caminaba en dirección a los baños de la compañía, antes de irse a comer tenían que acomodar y el no tardo mucho, su mano se poso sobre la perilla de la puerta pero se detuvo antes de abrirla…
“ah… si ya veo, si, no te preocupes amor, de todos modos tenía pensado ir a comer con los chicos… si, entiendo, nos vemos entonces en la noche… ne Kyo… te amo”
Su corazón se acelero de pronto, sintió rabia comenzando a apoderarse de su mente y de su cuerpo, apretó los puños, ¿por que él? ¿Porque el tenia a la persona que amaba? ¿Por qué?.... ¿porque no fuiste más rápido en decirle lo que sentías antes de que alguien más lo hiciera?...
La puerta se abrió sacándolo de sus pensamientos, Ruki lo veía atento
-Uru, ¿estás bien? ¿Qué paso?
-¿Eh?... si, bien, yo solo venia al baño, ya nos vamos por cierto…
-¡Ah! Hai, te esperamos entonces en el estacionamiento ¿sí?
-Si, enseguida voy.
Lo vio alejarse, el pequeño cuerpo a comparación con el suyo, ante su mirada se veía tan frágil, aunque sabía que debajo de la apariencia había un fuerte hombre que luchaba por lo que quería, sonrió para sus adentros, ¿por que él? ¿Porque exactamente tenía que haberse enamorado de el?...
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-¡Por que nos vaya bien en esta gira!...- levanto su vaso al centro de la mesa, la noche los había alcanzado por fin - ¡Salud! .
Tomo todo el licor en su vaso, vio su reloj y volteo a ver al baterista que bebía despacio aun de su vaso, sonrió de manera extraña y paso su brazo por su cintura acercando su rostro al cuello del otro, besando despacio la piel de este y susurrando algo cercas de su oído.
Kai se estremeció sintiendo el cálido contacto de los labios de su pareja sobre su cuello, a pesar de casi ahogarse con el alcohol trago pesadamente y volteo nervioso a verlo - ¿a…ahora? Pe… -
-Chicos, nosotros nos retiramos ahora, me muero de sueño, nos vemos mañana – el guitarrista mayor se puso de pie muy sonriente.
-Sí, tienes razón – dijo el rubio bajista -yo también me retiro, ne Ruki, ¿te llevo a tu departamento?
-No te preocupes – el castaño dijo tomando el último trago de su decimo vaso de licor –yo lo llevare, me queda cercas de casa- volteo a ver a el más bajo para esperar su respuesta.
Lo pensó por un momento y volteo a ver al guitarrista –¿de verdad no te molesta? – No importa quién lo llevara, si llegaba y el estaba allí.
-No claro que no Ruki, además, Reita bebió mucho
-¡Ah! ¿Y que tu no?
-Si amigo, pero yo ya tengo más resistencia que tu ja ja ja
-Está bien, está bien, ¡nada mas asegúrate de llevarlo completo y sin tocar!
-Ya Reita que se me cuidar solo~ - el menor suspiro
-Bueno, ¡entonces nos vamos! - el mayor tomo la mano del baterista y en instantes desaparecieron del lugar.
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Silencio, solo se escuchaba el motor de los autos, no se podía decir que era un silencio incomodo, porque no había razón para estarlo… no al menos para Ruki.
Lo miraba de reojo, las luces de la ciudad se reflejaban en su rostro, calmado y algo cansado, deseaba estirar su mano y acariciarlo, sentir la suavidad de su piel, disfrutar del olor de sus castaños cabellos.
-¡Shima cuidado! - su vista regreso rápidamente al frente esquivando por muy poco otro auto que venía de frente, freno bruscamente.
Su respiración se agito, sus uñas estaban encajadas sobre el sillón de piel del auto detenido, volteo por el espejo lateral, gracias a Dios no venia ningún carro detrás por lo tarde que era ya, volteo a ver a su compañero – Uru… ¿estás bien?
Solo asintió, respiraba pausadamente, casi los mata a ambos por venir en su mundo, con la vista sobre sus manos en el volante sintió su cuerpo temblar, unas manos se posaron sobre la suya, sintió como su respiración se regulaba y se calmaba - ¿de verdad? ¿No prefieres que maneje yo? ¿Tienes sueño?
Sonrió y suspiro profundamente – Estoy bien Ruki, solamente me distraje viendo algo, no pasa nada – volteo a verlo sonriendo, tomo la mano ajena y la beso para después poner el auto en marcha – fuuu~ eso estuvo de verdad cercas
Vio como Uruha beso su mano y un suave rubor cubrió su rostro, se acomodo en su asiento y también suspiro – si, muy cercas… - ¿Desde cuándo el guitarrista besaba manos?... ok, era extraño, sin darle mucha importancia solamente puso atención a que Uruha no se descuidara mientras manejaba, un susto era más que suficiente en el día.
El auto se detuvo frente al edificio – llegamos… - volteo a ver a su amigo – bueno, gracias por traerme Shima, prometo llevar mi auto la próxima vez - rio y segundos después sintió unos labios apretándose contra los suyos, sus mejillas se colorearon de inmediato, su cuerpo recibió de inmediato el choque eléctrico, ¿Por qué? ¿Por qué se sentía tan diferente? , reaccionó de inmediato y empujo a el mayor, lo vio fijamente, ¿molesto? ¿Sorprendido?
Dulce, dulce mezclado con alcohol, tabaco… simplemente algo delicioso para su gusto y para darle un mejor sabor a todo, suave, en sus adentros podría decirse el hombre más feliz del desgraciado mundo, pero su conciencia le decía que eso no traería nada bueno, se sintió alejado de el, sus miradas fijas, ¿Qué decirle? ¿Qué excusa seria creíble en este momento donde nada de eso tiene sentido?, bajo su mirada, “Tienes que decir algo… algo… ¿Qué?” - Takanori… yo…
No quería escuchar, algo dentro de él le aseguraba que lo que seguía a continuación de esas dos palabras lo harían sentirse confundido, negó con su cabeza – No, no… no te preocupes Uruha, está bien, simplemente no… no quiero escucharte, ¿ok?, simplemente no lo digas, por lo que más quieras no lo digas… -
Su mundo se volvió oscuro, la luz se apago despacio… despacio. Sonrió haciendo su mayor esfuerzo, levanto la mirada de nuevo sosteniendo la del menor – ¿No decir que Ruki?... ja ja ja, no pasa nada que solo me despedía de ti - acaricio sus cabellos desacomodándolos, bostezo y se recostó sobre el asiento – ne, de seguro Kyo-san ya está arriba ¿no?, nos vemos mañana, y no te preocupes, no me molesta traerte a casa si quieres –
Lo miro confundido, ¿despidiéndose?... – ah, ¡si!... tal vez, bueno, yo… gracias - abrió la puerta y volteo a verlo una vez más antes de irse – baka, no me asustes… - bajo del auto y camino hacia el edificio frente a el.
Sin voltear a verlo una vez más, sin pensar, arranco el auto en dirección a su casa, rápido, más rápido, simplemente con el deseo de estar solo para poder desmoronarse en soledad.
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Llego al elevador aun perdido en sus pensamientos, el rostro de Uruha se vino a su mente – Baka, manera de despedirse la tuya…- ¿Qué importa? él y el guitarrista se la pasaban haciendo fan service ¿no?, es decir ¿Qué tiene de malo?... su mente luchaba por convencerse de que eso fue exactamente lo que paso, solo eso.
Busco las llaves de la entrada en la bolsa del pantalón, las saco y abrió la puerta, el interior estaba oscuro, “Aun no llegas…” , se quito los zapatos y camino hacia la sala sin encender la luz y dejo las llaves sobre la mesita en el centro de los sillones, bostezo estirando sus brazos hacia el aire.
Unos fuertes brazos rodearon su cintura, adentrándose debajo de su camisa negra de botones, sintió algo húmedo pasearse por su cuello, un suspiro escapo de sus labios y se formo una sonrisa. - ¿Qué no te quitaste los zapatos al entrar?
-Ruki… ¿Dónde estabas? ¿No es muy tarde ya? – una suave mordida se marco en su piel, su camisa fue desabrochándose lentamente, su cuerpo fue bruscamente empujado al sillón, mientras otro cuerpo se recostaba sobre el.
-Lo se, perdón, fuimos a comer, ¿te lo dije, no? , Uruha me trajo… - las caricias se detuvieron de pronto, sintió una presión sobre su cuello que pronto le impidió respirar – Ky…o.
-Ah ya veo, Uruha… si, ¿y te portaste bien? – Soltó su cuello y fijo su mirada en la del menor – según creo, amor, ir a comer no toma más de una o dos horas, ¿me equivoco?
El brillo de los ojos del mayor se reflejo con la poca luz nocturna que entraba por entre las cortinas haciendolo temer un momento – N…no, comimos y tomamos un poco, el tiempo se nos paso rápido…- escucho una risa en su oído, maldición, ¿Qué tan sensual era esa risa que lo hizo estremecerse?
-No te asustes pequeño, solo bromeo…- las manos del rubio bajaron por el pecho ajeno un momento y se detuvieron. Se puso de pie y camino con cuidado hasta la habitación que compartían.
Se incorporo – ¿Tooru? – Suspiro con derroche y se puso de pie también dirigiéndose a la habitación, el cuerpo de el mayor estaba recostado, se acerco y se sentó en la cama escuchando al instante unos bajos ronquidos – malvado, te atreves a dormirte poco después de comenzar a calentarme… – sonrió viendo al cuerpo de Kyo, se recostó a su lado abrazándolo por la espalda…De nuevo…– Tooru… - se alejo despacio – Otra vez… ¿Por qué? – sus ojos comenzaron a humedecerse, otra noche, otro olor… diferente… - ¡¿Por qué otra vez?! - Espero a que dijera algo, sin obtener respuestas… - ¡KYO!
Su mejilla fue golpeada con fuerza, las lágrimas se hicieron abundantes, más que el dolor físico, el interior dolía mas – Eso no te importa Takanori, que te quede muy en claro que lo que yo haga no te importa en absoluto, no pienso seguir pidiéndote perdón por algo por lo que no siento ni el más mínimo remordimiento…