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Never Too Late por aki_jrock

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Notas del fanfic:

Escribí este fanfic hace unos cuantos años y lo subí, pero por alguna razón que desconozco lo dejé a medias y pensaba que ya lo había terminado. Ahora me ha dado por terminarlo así que aquí lo teneis. 

Notas del capitulo:

El fanfic no está terminado, en breves subiré lo que quedó pendiente aunque hayan pasado cuatro años jaja

Cada mañana era la misma historia. Se levantaba, se sentaba en un lado de la cama y rompía a llorar. ¿Cuánto más le duraría esa angustia? En su interior sabía que él no había sido el culpable, simplemente víctima de esos actos.

 

Acto seguido iba al baño, llenaba la bañera de agua y se hundía en ella, pensando qué tonto había sido al dejarle escapar de esa manera. –No volverá- se decía a sí mismo cuando intentaba no llorar aun más. Pero si no había sido él, ¿por qué se sentía tan culpable? ¿De verdad esa era razón para haber desaparecido totalmente?

 

Cuando no aguantaba más en el agua, cogía la toalla blanca que había en la silla de al lado del tocador y la enrollaba en su cintura. Se detenía en el espejo y se quedaba unos instantes mirándose. -¿Por qué tuve que ser tan cabrón? Esa infidelidad no fue real, solo el producto de mi imaginación, los celos pudieron conmigo-

 

Salió del baño y se dirigió hasta el armario. Dudó unos instantes en si debía abrirlo o no. Porque siempre hacía lo mismo? Sabía que nadie osaría entrar en su casa. Además, hacía un mes que no se había presentado en ninguno de los ensayos, no encendía el móvil, tampoco miraba los mensajes de voz del teléfono fijo. No quería saber nada de los de la banda, al menos por un tiempo más.

 

 

 

Después de tantos días se atrevió a abrir el armario. –Bien, ya lo has abierto, ¿y ahora qué? ¿Qué me pongo hoy?-  Cogió la prenda más elegante que tenía. Era un traje negro, con unos botones blancos, el cuello un poco abierto. Los pantalones también eran negros. -¿Para qué vas a ponerte esto? ¡Nadie te va a ver en casa!

 

Miró detenidamente ese traje, lo puso otra vez en la percha y lo dejó. –Bueno, ¿entonces qué? ¿Vuelvo a mis tiempos de Visual? Cogió unos pantalones de cuero. –No, mejor no- y los volvió a dejar.

 

Ante tanta indecisión, solo quería estirarse en la cama y dormirse, dormirse para no despertarse más.

 

 

 

 ........

 

 

 

Kaoru  se dirigía hacia el local en el cual quedaban siempre para ensayar y componer la música. ¿Iba a ser ese día como los anteriores? ¿O simplemente uno más de esa aparente pesadilla en la que estaba viviendo últimamente?

 

Sin prestar atención a sus pensamientos espontáneos siguió andando sin percatarse de la gente que andaba por la calle. A veces, sin querer, se interponía en su camino y acababa chocando con ellos. Cuando eso ocurría, únicamente se disculpaba, sin mirar quién eran, y seguía andando recto, como si su camino solo fuera el trazo de una línea.

 

Llegó a la puerta del local, dudó un momento en entrar, pero lo hizo. No vio a nadie, no había nadie en la sala, así que se sentó en el sofá a esperar, como siempre hacía, pues era el primero en llegar.

 

 Minutos después llegó Shinya.

 

 

 

—¿No ha venido nadie más? –preguntó Shinya, aunque sin tono de sorpresa.

 

 

 

—No, al menos por el momento –Kaoru encendió un cigarrillo que acababa de sacar de su bolsillo.

 

 

 

—Bueno, veo que hoy no va a ser más que otro de esos días en que nos quedemos los dos mirando la tele, ¿verdad? –su tono desprendía ironía mientras esbozaba una sonrisa.

 

 

 

—Me temo que será como siempre – respondió el guitarrista cogiendo el mando de la televisión.

 

 

 

 

 

Ya hacía un mes de lo ocurrido. Shinya y Kaoru eran los únicos que se dignaban a estar en el local. Después de todo, ellos no fueron más que testigos.

 

  

 

—Oye Shinya, ¿vamos a algún lado? Esto ya empieza a hacerse repetitivo. Ya sabemos que no aparecerán, ¡cambiemos la rutina por al menos una vez! –pidió Shinya con tono de cansancio.

 

 

 

—Está bien, pero esperemos 10 minutos más, por favor –Shinya no perdía la esperanza que, en cualquier momento, podría aparecer otro miembro de la banda por esa puerta.

 

 

 

—Vale, pero solo 10 minutos más –dejó ir en un suspiro Kaoru.

 

Ya habían pasado 5 minutos, 5 minutos que parecían hacerse eternos. Pero algo les iba a cambiar un día de rutina. Mientras estaban mirando un programa basura que echaban en la tele sonó el timbre de la puerta.

 

 

 

Shinya y Kaoru se miraron extrañados y a la vez esperanzados. Media sonrisa se dibujó en el rostro del rubio haciendo así que volviera a recuperar ese rostro tan bonito que tenía hacía tan solo un mes.

 

 

 

—Alguien se ha dignado a venir –dijo contento levantándose del sofá para ir a abrir.

 

 

 

Kaoru solo visualizaba los acontecimientos. Shinya agarró el pomo de la puerta con firmeza y, antes de abrir, miró a Kaoru que  solo se limitó a asentir en señal de consentimiento.

 

 

 

 

 

—Soy yo –dijo el chico alto sin mucho ánimo.

 

 

 

—¿Die? –Shinya se asombró al verle ahí de pie plantado.

 

 

 

—Si –contestó agachando la cabeza – ¿Puedo entrar? – preguntó sin vacilar.

 

 

 

—Claro, este local es de todos –el rubio se retiró a un lado para dejarle pasar.

 

 

 

—Gracias.

 

 

 

Kaoru lo miró detenidamente. Ya no tenía heridas, ni moratones, ni siquiera pequeños rasguños. Se levantó y fue hacia él sin cambiar la expresión de la cara, como si no le importara que hubiera ido. Cerró su puño y simplemente hizo lo que su instinto le pedía, le soltó un puñetazo en la mejilla, se enrojeció rápidamente.

 

 

 

 

 

Daisuke se llevó la mano izquierda a la mejilla que acababa de recibir el golpe, y sin mostrar indicio de enfado alguno, lo abrazó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuará....

Notas finales:

Gracias por leer :)


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