Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Trabajo de "Mucama" por AlOnE_In_ThE_DaRk

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

El Fic comienza tipo "Haunting Ground" (si no lo conocen es un juego de PlayStation2, jueguenlo... lo recomiendo xDD)

No estoy segura de cuantos capitulos llevará.... los dejo con el Fic, espero que les guste ^^Uu

*****Deidara's PoVs*****

 

Auchhh.... Me duele mucho la cabeza, no debí hacer tomado tanto Sake ayer en con los demás... ¡Un minuto! ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? Y... ¡¿Por qué solo tengo una sabana cubriéndome el cuerpo?!, ¿Dónde diablos se encuentra mi ropa?... Esta lugar es muy extraño y escalofriante, si no me equivoco es un sótano, es muy oscuro... ¿Qué son esas cosas que se ven por allá? Aaahhh!! ¡¡Son órganos guardados en frascos!!

 

Ni loco me pienso quedar un segundo más en este sitio repugnante, para ser franco... Me da miedo... Mmm?? ¿Qué hay por allá? ¿Una escalera? Siiiii, ¡ahora podré salir de este lugar! Aunque se ve un "poco" oscuro... Pero que más da, prefiero salir de aquí.

 

*****Fin Deidara's PoVs*****

 

El rubio de ojos azulados comenzó a subir la escalera de poco, con la sabana amarrada en la cintura... Obviamente estaba muy nervioso... Ya que no sabía con qué o quien podría estar allá arriba.

 

Una vez ya estando arriba se tranquilizo al ver por lo menos que el jardín del lugar no era tan malo como él se lo imaginaba, era hermoso... tenía unos bellos rosales, árboles grandes y fuertes, pasto verde bien cuidado y también puedo notar que cerca del árbol más grande había un perro.

 

El animal era negro, se encontraba acostado al lado del árbol, Deidara se le acerco tranquilamente para acariciarlo... Pero en cuanto el animal se dio cuanta de la presencia de alguien solo atino a ladrarle asuntando al mismo tiempo al rubio.

 

-Joder... Maldito perro me asustaste mucho, hmm - Dijo el ojiazul mirando al perro, que por cierto... Deidara pensó que era demasiado grande como para poder ser uno.

 

Por estar hundido en sus pensamientos no se dio cuenta de que el animal había comenzado a correr hacia él con mucha intención de atacarlo, lo cual le resulto fallido ya que la bestia se encontraba amarrado al árbol.

 

El rubio se puso blanco como la nieve cuando se dio cuenta de que el perro saltaría sobre él, luego se alivio de haber visto que este estaba amarrado, sin ocultar su nerviosismo se dirigió hacia un sitio alejado de ese animal... topándose sin querer con la entrada del castillo.

 

El ojiazul al ver por primera vez un castillo ante sus ojos no pude evitar quedar con la boca abierta. Sin más Deidara entro en ella, examinando todo su alrededor... Hasta que se topo con una puerta en especial que le llamo mucho la atención. Era una puerta blanca con unas preciosas rosas rojas en ella.

 

Miro la puerta extrañado, era la primera vez que le llamaban la atención ese tipo de cosas. Se sorprendió más al sentir una presencia del otro lado de esta... Era un poco conocida, pero no estaba seguro del todo.

 

Con un poco de temor poso su mano sobre la perilla de esta, abriendo la puerta lentamente... Cuando ya estuvo totalmente abierta, se sorprendió mucho al encontrarse con cierta persona.

 

Una mujer alta de pelo azulado que llevaba  su cabello amarrado en un tomate, tenía una cara preciosa y bonito cuerpo. Se encontraba con un vestido largo de color rojo.

 

- Te estaba esperando, Deidara - Dice la mujer sin despegar sus ojos de los del rubio.

 

- Konan-san... ¿Cómo es que llegamos a aquí?, hmm - Pregunto un poco más aliviado el ojiazul, al saber por lo menos... que estaba con alguien que conocía.

 

- Te he dejado la ropa que usaras sobre la cama, tu turno es en 20 minutos - El rubio la miro confundido, ¿Acaso ella estaba evadiendo sus preguntas? Konan no era así.

 

- Konan-san, no es por faltarle el respeto, pero no respondió mi pregunta, hmm - Dijo tratando de calmar su desesperación que crecía de momentos, ya que Konan no parecía ser la misma... Había algo distinto en ella.

 

 - Te dejare solo para que puedas cambiarte - Fue lo único que dejo salir de sus labios la peliazul, sin ni siquiera mirar hacia atrás ella salió de la habitación... Dejando a un rubio solo y confuso.

 

El ojiazul se quedo como hielo mirando hacia la dirección que había tomado la mujer. Suspirando hondamente sin tener nada más que hacer se dirigió hacia la cama donde ella había puesto su ropa.

 

- ¿¡¿Pero qué carajo?!? - Dijo el rubio mirando la supuesta ropa que la peliazul le dejo.

 

*****Deidara's PoVs*****

 

¡¡¿En serio tengo que ponerme esto?!! ¡Me veré muy ridículo con eso! Además... esa cosa solo lo usan las mujeres, y ¡¡Yo no soy mujer!! No me lo pienso poner.

 

Aunque pensándolo bien, quizá no sea tan malo después de todo... es mejor que solo andar con una sabana atada a la cintura, los demás me molestaran de por vida... ahora que lo pienso ni siquiera se si estén en este lugar.

Pero si llegaran a estarlo, no me dejarían de joder, sobre todo Hidan... bueno, ya estoy listo... me veré en el espejo para ver que tan mal me queda.

 

*****Fin Deidara's PoVs*****

 

El rubio sin dejar de estar hundido en sus pensamientos comenzó a dirigirse hacia el espejo.

 

Con un pequeño rubor en las mejillas hizo un puchero malhumorado, se veía demasiado "femenino"... aunque por una parte él siempre quiso saber como se vería vestido de mujer, pero nunca pensó que se vestiría de eso...

 

El ojiazul estaba con un vestido negro que no llegaba más debajo del trasero, dejando sus finas piernas al descubierto. Con un mantel alrededor de la cintura, con unas botas negras, largas y un pañuelo sobre su rubia cabeza.

 

- Joder... no me gusta como me veo  -  Soltando un pequeño suspiro - Pero no me queda de otra... ya que no hay nada más que me pueda poner, hmm - Dijo entre su pequeño sonrojo.

 

Soltando un suspiro de resignación se dirigió hasta la puerta para salir de la habitación, abrió esta... y ahora no se encontraba muy seguro de la dirección que debía tomar, después de todo... estaba en un castillo.

 

Cosa que todavía cruzaba por su cabeza era que la peliazul había mencionado algo de que su turno era en 20 minutos... pero... ¿Turno de qué?  Tal vez... turno de mucama pensó el rubio... debido a la ropa que traía puesta era de esas... Pero algo le preocupaba, ¿Por qué justo tenía que ser él el que hiciera de mucama en el castillo?

 

Miro hacia todos los lados sin saber que dirección tomar, a su izquierda se encontraba un pasillo oscuro que le llamo mucho la atención... sin más se fue por ese lugar, aunque tenía un poco de luz parecía que el lugar no tenía fin.

 

Un poco nervioso se dedico a mirar adelante, como estaba oscuro no estaba seguro si iba en la dirección correcta. Al llegar al final del pasillo se encontró con tres puertas.

 

En una de las puertas había dibujado un Hombre lobo, en la otra había un Vampiro y en la ultima había un Ángel...

 

Con mucha curiosidad se acerco a la puerta del Vampiro, ya que al otro lado de esta se podía sentir el chakra de otra persona. Con nerviosismo se fue acercando de a poco a la puerta... Cuando al fin llego a esta un grande escalofrío recorrió todo su cuerpo.

 

Un poco tembloroso poso su mano en la perilla de esta, sin siquiera pensarlo abrió la puerta. Encontrándose con la persona que menos se imagino que estaría allí. Es más... ni siquiera le conocía, había oído siempre como el líder hablaba de esa persona, pero nunca lo vio en persona... Hasta ahora.

 

La habitación estaba oscura, y no podía verlo claramente... pero por la gran cantidad de chakra que tenía aquella persona no dudo en que podía ser él.

 

Tenía el cabello negro como la noche, largo sin duda, ojos de color sangre intenso similares a los de Itachi, una mirada asesina que asustaba a cualquiera, vestido de negro con una gran armadura roja, un tipo alto... Y sin duda... Poderoso.

 

En frente de sus ojos se encontraba nada más ni menos que...

 

Uchiha Madara...  

 

Estaba sentado en una silla escribiendo quien sabe qué, en el escritorio, cuando sintió el sonido de la puerta abrirse solo atino a mirar al recién llegado. Examinándolo de pies a cabeza. Sin despegar los ojos del ojiazul.

 

El rubio no pudo evitar quedar como piedra en frente de ese ser, nunca se imagino que sería capaz de poder ver al leyendario Uchiha. ¿Cómo sabía el ojiazul que era él? Porque escucho una vez la descripción que el líder le había dado a su Danna sobre Madara... Y sin duda, eran las mismas.

 

Se tenso un poco más al ver que él se levantaba del lugar donde se encontraba, caminando unos pasos lentos para acercarse hacia donde se encontraba él. Quería decir algo... Pero las palabras no salían de su boca y pero aún... Su cuerpo no le respondía como él quería que hiciera. Sin embargo, la voz de aquella persona lo tenso aún más.

 

- Tu debes ser Deidara... ¿O me equivoco? - El azabache lo miraba a los ojos tratando de poner más nervioso aún al ojiazul.

 

El rubio solo lo miraba. Estaba tan nervioso y ¿asustado?... él sabía que asustado no lo estaba, ya que no lo temía a nada. Sin despegar sus orbes azules de los rojos se dio cuenta que este seguía avanzando hacia él tranquilamente.

 

- Te hice una pregunta - Ahora la voz de Madara se escuchaba más que escalofriante, el rubio comenzó a temblar levemente, pero no como que para Madara no pudiera notarlo - ¿Y bien? - Pregunto deteniéndose a tres pasos de llegar al ojiazul.

 

- S-si, e-ese soy yo - El rubio no pudo ocultar su nerviosismo, era verdad que Madara era fuerte... pero no por eso estaba así, si no por... Esos ojos, lo ponían nervioso. Tan solo saber que una sola mirada de esos hermosos ojos color sangre podría mandarlo al infierno le ponía los pelos de punta - Disculpe la intromisión... de sa-saber que esta-estaba ocupado no hu-hubiera entrado de es-esa forma, hmm.

 

El pelinegro rió con sarcasmo, haciendo que el mismo Deidara lo notara y se pusiera mucho más tenso de lo que estaba. Sin titubear estaba dispuesto a salir de la habitación, más una mano que lo sujeto del brazo lo hizo detenerse... Acto seguido, haciéndolo girar bruscamente al instante.

 

- ¿Por qué te vas? Si no estaba haciendo nada en especial - Dijo con voz burlona y sádica a la vez. - Quédate un rato... - Dijo en susurro mirando con deseo a al ojiazul, comenzando a bajar hacia su cuello para besar, morder y lamer esa suave piel.

 

- Pe-pero... - No pudo continuar la frase ya que sus labios estaban sellados junto con los del pelinegro. En un intento medio en vano trato de zafarse del agarre de su acosador sin éxito alguno, solamente logrando que este lo atrajera más hacia él. En la mente del rubio solo podía decir:

 

"¿Pero qué esta pasando?, Mi... Mi cuerpo no responde como yo quiero. ¡Joder! No me puedo soltar...Y  si lo hago... ¿Puede que me espere algo peor? Que alguien me ayude"

 

El pelinegro siguió besando el cuello de este, más Deidara intentaba nuevamente alejarlo de él. Intentos en vano, Madara lo tenía acorralado a la pared... Ahora si podría tenerlo a su merced.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Bueno, se aceptan tomates o cualquier otra cosa -__-Uu aún no me convence mucho el principio =/ encuentro que fue demasiado corto .... pero será, dejen review si les gusto y si no tambien xDD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).