Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Despojos por nevsky

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

¡Saludos!

Vuelvo con un one-shot que me ha traído algún que otro quebradero de cabeza.

Ante todo, este fic está dedicado íntegramente, a pesar de no ser muy largo, a AXIA; principalmente por una celebración ya lejana(lo siento), pero también por lo que ya son incontables horas compartidas comentando fics y otros desvaríos. Nunca me cansaré de decirte lo mucho que me alegra tenerte agregada. Sé que ya has leído esto, pero igualmente va por tí, ¡Pyon!

Para el resto de mis lectores, llamaros la atención sobre un fanfic que bien podría haber sido la antítesis de este:"Planes de venganza", de Axia (sí, la de antes; pero ahora en minúsculas para despistar); os dejo la url para que no tengais que buscarlo siquiera: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=33478

Por si alguien se lo pregunta, sí estoy a favor de la publicidad :D

Muchas gracias por leer.

DISCLAIMER: I do not own Naruto, esto es solo una manera de catear mis exámenes de septiembre.

Agradecimientos: a riesgo de repetirme, a AXIA por la imagen.

Notas del capitulo:

Hace alusión explícita a sexo pero no es una descripción visual, por eso advierto de lemon, pero en realidad no creo que llegue.

La primera y la última escena transcurren en el mismo punto temporal (y espacial), lo central son recuerdos del personaje.

Gracias una vez más!

Despojos

 

 

El sonido de la puerta al cerrarse me sacó de mi ensoñación haciéndome darme cuenta de que ya era demasiado tarde para rebatir cualquier frase que hubieses dicho. El ruido fue sin duda algo más fuerte del que acostumbra hacer un mero cierre de puerta; sin embargo, a pesar de que mi ceja se arquease con cinismo, una conocida angustia sin atenuantes me recorrió al saber que aquel exceso se debía simplemente a un golpe de viento y no a tu ira contenida. Angustia porque ni siquiera era merecedor de un portazo; de que te turbases por mí; angustia porque había sido auto-condenado a tu indeferencia. Me culpé por ser incapaz de correr hacia ti y gritarte o hacerte ver de alguna manera todo lo que eres para mí, maldije el orgullo sin sentido que me lastra siempre, la venganza que paralizó mi vida y sobretodo ese odio que se ha fusionado conmigo impidiéndome vivir como cualquiera merece. O quizás tan sólo me maldije a mí mismo porque elijo día a día no librarme de esos anclajes.

* * *

 

Hacía toda una eternidad que no habíamos vuelto a estar a solas en la misma habitación, quizás fuese una medida de autocontrol ante lo que estaba pasando de nuevo en aquel momento. Había bastado que te adentrases en la estancia para que los recuerdos de lo que éramos reviviesen y con ellos, toda esa posesividad malsana que me inspirabas antaño despertó. Vivencias decoloradas; lujuria renaciente; supremacía reafirmada. Pensamientos antitéticos encontrados mientras tu presencia parecía agrandarse al mismo tiempo que perfilabas una sonrisa fría sobre tu rostro. Centraste tu mirada en mi persona examinándome cautelosamente, retándome a dar el primer paso. Yo permanecí impasible, atento a tu mirada inalterable e indómita. Entonces no te dejaste doblegar, tampoco lo necesité y, definitivamente, hoy menos que nunca.

- Cuanto tiempo, Sasuke - rasgaste el silencio abruptamente. Era el preludio de una guerra de desgaste.

- Gaara - pronuncié tu nombre sin tan siquiera descruzarme de brazos.

- Parece que has vuelto definitivamente a Konoha. - arqueé una ceja.

- ¿Y qué?

- Te conozco, Sasuke - dijo pausadamente - así que deja de fingir conmigo.

- Yo no finjo nada.

- ¿Acaso te crees invulnerable?

- Lo soy.

Gaara se recargó con tranquilidad sobre la pared, su mirada, aún sobre mí, parecía ajena a mi existencia.

- Pues te equivocas, Sasuke, es muy fácil herirte. - el tono de Gaara no mostraba ningún tipo de intencionalidad - Estás tan roto como yo - lo dijo como una evidencia sin intención alguna de provocarme. Eso hizo que una punzada de ira me azotara brevemente.

- Yo no estoy roto.

- ¿Seguro? - Gaara hizo una pausa para dar un paso hacia mí - Entonces dime porqué me buscaste hace años o porqué me has llamado ahora. - como respuesta me limité a sostenerle la mirada durante un silencio casi bélico - Pensé que no tendría que enterarme por terceros de tu regreso - pude ver un destello fugaz de decepción en su mirada - Después de todo, antes de marcharte uno de tus pasatiempos era follarme - sonreí sin querer reprimirme al comprobar que la rudeza de Gaara seguía intacta a pesar de los años; pasé por alto las sacudidas que dio la arena dentro de su calabaza, así como el resentimiento que llevaba implícito aquella frase - Deja de sonreír, Uchiha, y di por qué me haces venir de pronto.

Era mi momento para tomar el control. Mi sonrisa se marcó aún más, adquiriendo un cierto tono sádico.

- ¿Tanto te perturbo?

- No.

Una negación contundente pero suave, sin prisas… De todas formas él nunca afirmaría tal cosa.

Me descrucé de brazos y me acerqué hacia él hasta atraparlo entre mis brazos y la pared. Mis dedos casi rozaban su pelo y podía ver mi nítido reflejo en sus ojos. Ni su mirada ni su cuerpo se alteraron un ápice. Recompuse mi sonrisa jactanciosa y asimétrica, acerqué mi aliento a su boca.

- Demuéstralo.

- No.

- ¿Qué te pasa Gaara? - arrastré intencionalmente las vocales de su nombre provocando que respirase el aire que yo expulsaba - ¿No quieres o no puedes?

- No tengo por qué - sin brusquedad o descruzar los brazos chocó contra mi pecho haciéndose espacio para poder salir, y caminó hacia dónde yo estaba antes.

Mi sonrisa volvió con más fuerza.

- ¿Sientes rencor porque te dejase al irme con Orochimaru, por no decir nada la última vez que te ví?- dije monótonamente espectando su descontrol.

- Déjate de rodeos y habla ya, Sasuke. - Gaara imitaba mi tono anterior, reí pensando que podría hacerle estallar.

- No me arrepiento - continué mi línea ignorando el mandato de Gaara y acercándome a él - No hubiese cambiado nada de poder volver atrás - mi voz denotaba a la vez seguridad e indiferencia: una por muchos años de meditación con el mismo resultado; la otra me la otorgó el tiempo. Bajé la cabeza levemente en el momento que nuestras ropas se rozaban - Tuve que tomar una decisión y, con todo lo que ello implicaba, - y continué susurrando en su oído - elegí la que aún creo correcta: traicionaros. Y todo el resto…

- Basta, Sasuke - la voz de Gaara sonaba cansada, muy lejos del desborde que yo pretendía causarle - Todo eso me es indiferente. - ambos buscamos los ojos del otro en aquel momento - Sólo dime qué hago aquí, ¿o me has llamado para presumir de tu entereza ante todo aquello?, ¿o simplemente para que me desmorone al verte? - mis ojos debieron delatarme porque Gaara continuó hablando - Lo siento, no va a funcionar como tú esperabas. - sin previo aviso tomó mis muñecas y me giró dejando mi espalda contra la pared; su mirada era diferente ahora. - Espero que, ya que lo has superado… - pausó un momento acercando su cara a la mía hasta mezclar nuestras respiraciones como minutos antes yo había hecho; jugó a rozar mi nariz sin llegar a tocar manteniéndola a escasos milímetros de la suya; sentía el calor de su cuerpo y cómo mis muñecas comenzaban a temblar sin importar mis esfuerzos porque Gaara no lo sintiese en su agarre - Escúchame Sasuke, digo que, si tan controlado tienes esto no te importará que sea yo quién decida cuándo acercarse.

Permaneció así unos instantes, perdiendo su miranda en mis ojos mitad humillados, mitad anhelantes hasta que me soltó bruscamente y se alejó un par de pasos para volver a mirarme con ese aire imperturbable, exigente y distante. Me sonrió, le sonreí.

- Dilo ya Sasuke, lo que has estado queriendo decirme desde que entré por la puerta.

Mi sonrisa desapareció ipso facto.

Su tono de voz demandante e imperativo casi me hacía reubicarme en un tiempo pasado y extinto. Gaara siempre fue una de las pocas personas que se atrevió a darme órdenes y la única de quien alguna vez cumplí alguna. Habiendo perdido la inmunidad a su voz, la imagen de su cuerpo bajo el mío y las promesas que incumplí, se condensaron en aquel momento en el único deseo de regresar a la situación indefinida de hace años donde esporádica y clandestinamente existía un nosotros. Y en aquel instante no juzgué importante que yo mismo me hubiese desecho de ese “nosotros”.

Alcé la mirada enfrentando a Gaara, tratando recuperar algo de la dignidad perdida. Él únicamente me exigía rapidez en la respuesta.

- Sé mío de nuevo - las palabras salieron de mi boca como la necesidad casi fisiológica que era aquello en ese instante, como un imperativo, una orden que, sabía, no funcionaría con él.

Ante mi incredulidad Gaara sonrió. Una sonrisa que no supe interpretar con seguridad pero que, de cualquier modo, permaneció inalterable mientras se acercaba hacia mí. Apoyó una mano sobre mi hombro, acercando su aliento en busca de mi oído sin llegar a tocarme. Sin duda una intimidación que no dio resultado.

- ¿No crees Sasuke que deberías usar otro tono para pedir las cosas? - sentí el calor de la lengua de Gaara lamer el lóbulo de mi oreja mientras una de sus manos se deslizaba hacia mi entrepierna. Mi cuerpo se tensó por lo inesperado del contacto, Gaara continuó inalterable su recorrido y en el momento en el que su mano tocó mi miembro aun por encima de la tela, mi cuerpo volvió a tensarse, esta vez de excitación. Durante aquella pausa él buscó mis ojos y por primera vez en toda la noche pude reconocer por fin algo en ellos: lujuria.

- Gaara - pronuncié su nombre repitiendo así, sin necesidad de más palabras, el imperativo que dije antes.

Entonces sentí sus labios atrapando mi boca con fiereza, sus manos abriéndose paso hacia mi piel con brusquedad. No sé en qué momento comencé a devolverle las caricias, ni cuando acabé cayendo al suelo bajo Gaara, ni siquiera cuando perdí el control de mí mismo y comencé a gemir su nombre. Sólo sé que justo antes de que me penetrase, con una brutalidad que nunca antes conocí en él, me di cuenta de que le quería tener así por siempre, de que los lazos que creía rotos sólo habían estado ocultos y que, sobretodo, anhelaba aquellos lazos.

Le anhelaba a él.

 

* * *

 

Cuando desperté a la mañana siguiente el olor de su sudor y el mío mezclados en las sábanas fue lo primero que percibí, al incorporarme aún podía sentir el semen reseco sobre mi vientre. Tanteé un lado de la cama buscándole, al sentirlo frío, me giré para ver su espalda que iba poco a poco siendo cubierta por su camiseta. Me pregunté, hundido en incomprensión, si acaso se estaba marchando. Mi desconcierto pasó desapercibido por los ojos entrecerrados de mi reciente despertar.

- Despertaste - su voz más grave de lo habitual fue lo último necesario para forzarme a salir de mi pseudo-letargo.

- ¿Te vas? - dije cruzándome de brazos y recostándome sobre el cabecero.

- Sí - contestó secamente.

- ¿Cuándo repetimos?

- Creo que no has entendido lo que ha pasado aquí, Sasuke - finalmente se giró para encararme, cruzándose de brazos, al igual que yo - No va a repetirse porque no vas a volver a verme - una sonrisa pérfida se dibujó en mi cara.

- Ya, entonces, ¿por qué te has acostado conmigo esta noche, Gaara?

- Para que te des cuenta de que entre nosotros no queda nada de lo que hubo. Ya no hay lazos que nos unen.

Aquello fue como una bofetada psicológica. El dolor de querer un vínculo que el otro desea olvidar, algo totalmente nuevo para mí.

- Nunca me demostraste que yo fuese algo más que un polvo para ti, yo he aprendido a verte tal cual - Dijo con expresión sobria y tono de obviedad.

- Yo te quise tanto como pude - dije clavando mis uñas en mis brazos de manera imperceptible para Gaara.

- En ese caso, no fue suficiente. No le des más vueltas, Sasuke. Ya no queda nada. - dicho esto simplemente me dio la espalda y comenzó a andar hacia la puerta dando el tema por zanjado .

Miré cómo abrió la puerta y, para mi asombro, justo antes de salir, giró levemente su cabeza hacia mí, sin molestarse en enfocarme del todo. Dibujó una sonrisa suave al mismo tiempo que sus hombros se encogieron como síntoma inequívoco de quien contiene una risa ante algo evidente recién comprendido:

- ¿Ves Sasuke? Herirte es muy fácil. - no recuerdo verle salir, sólo sé que oí la puerta cerrarse y mi supuesta invulnerabilidad quebrarse.

 

* * *

 

Al condensar el vívido recuerdo de aquella la noche en unos interminables segundos de vacío desgarrador comprendí que con el cierre de aquella puerta habías dejado mucho más que mi casa: te habías alejado del odio del que soy sujeto y objeto, de la venganza y pasado que me han consumido, de la relación que yo mismo he roto. Y dentro de la habitación no quedaron más que los despojos de aquel amor de los que yo formo parte.

 

Notas finales:

Ha sido algo dificil escribirlo porque no le acababa de pillar el punto a Sasuke, he buscado un punto donde se queda herido y confuso pero sin perder ese punto de soberbia que le acompaña por los siglos de los siglos.

En cuanto a Gaara, la intención era plasmar un personaje contenido en sus acciones, tanto por el desarrollo visto en la serie como por las heridas que la relación con Sasuke le creó en su momento; y que se viese que ya ha llovido mucho desde entonces. Y por supuesto como meta permanente huir del OOC.

No sé si habré conseguido todo lo que pretendía pero el caso es que el resultado me ha satifecho.

Gracias por leer, espero que te haya gustado un poquito.

Review?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).