Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me estás provocando... por katzel

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Primero que nada debo aclarar, Kentarou, que he sido bastante condescendiente contigo debido a la educación que me dio mi mamá allá por los años de mi infancia temprana.

Un ejemplo ilustrativo de ello (por citar alguno de los tantos) es que cuando nos vimos por primera vez sólo hice una delicada inspección manual-táctil de tu persona para comprobar tu tamaño, peso y textura.

Lo del sabor no pude hacerlo por que mi lengua ni siquiera llegó a tocar tu cuello ya que armaste tal escándalo que mi estúpido hermano menor, Azuki-chan me botó de la casa y terminé en el cobertizo de nuestro fido anotando tus medidas en mi libro de cazador seme.


Pusiste cara de niño desvalido al pillarme persiguiéndote y haciendo un plano a escala de tu camino diario por el instituto. No tienes la menor idea de todo lo que me costó rehacerlo luego de las 26 veces que lo hiciste pedacitos en mi cara luego de gritar que NO ME QUERÍAS VOLVER A VER...(¿por qué los ukes son tan escandalosos?)

Incluso llegué a comprar un super-cronómetro suizo que no adelantaba ni atrasaba segundos para poder acecharte en la puerta del baño.

¿Y cómo me pagas?

Pues discúlpame, Kentarou, pero tu ingratitud me deja indignado. Yo SOLO iba a manosear tu preciosa cintura (bien vale, vale, te iba a besar el pecho y a lo mejor un par de cositas más).

En vez de recibir mis agasajos te aferraste a la pared y me lanzaste hasta la máquina expendedora de papel higiénico mientras huías de mis ávidas manitas.


Pero la culpa la tienes tú.

Seamos razonables...

Si cada vez que te abrazo de improviso por la espalda y muerdo tu oreja se te escapa un "¡noooo!" erótico que está a punto de hacerme estallar ¿cómo puedo ceder a pesar de los codazos, patadas, cabezazos, arañazos y llamadas de atención que me dan?

Haces salir lo peor de mí.

(Y no te hagas el inocente que sabes perfectamente a lo que me refiero...)

Si no quieres que te persiga como un enfermo obsesivo-compulsivo deja de parecer un conejito de peluche, deja de gemir cuando te toco y no te sonrojes si entras en contacto con mi "excitación" de seme impúdico, literalmente tras de ti.


Por que valgan verdades no sé cómo le haces para que tus "noooo" parezcan "siiiiii" y tus "siiiiii"  parezcan "te deseo tanto Naoto-kun, házmelo ya...".

Eso es lo que no me permite retroceder.

Como en tu casa cuando te iba a poner el pijama y de repente llegó tu papá a ayudarme.

En serio que no necesitaba otra mano, tan inútil no soy, pero mira cómo tu progenitor, ser completamente incomprensivo, salió a masacrarme con un bate de baseball.

Que malo eres, Kentarou, todas esas horas encerrado en tu armario esperando a que aparezcas y no hubo ni siquiera un besito para mí.


Tu manía de dejarme a medias sólo me hace pensar más y más en qué cosa haré cuando te tenga entre mis garras...

No tienes dónde huir, mi pequeño conejito.

Cada minuto que tu piel y la mía no están en contacto, que mis manos no están sobre tu trasero y que nuestros labios no se tocan se me hacen eternidades antes de volverte a encontrar.



Realmente me había preparado para hacértelo en el campamento pero ignoro qué me traicionó de mí mismo.

¿Habrán sido mis ojos que se pusieron saltones cuando te vi con ese short corto y las piernas al aire?

O el sonido estrepitoso de mi risa macabra en la parte de atrás del autobús.

Bueno, en fin sólo recuerdo la decepción de entrar a tu carpa en medio de la fría noche y no encontrar ni la sombra de ti.


Todos esos recuerdos se disiparon la noche del baile cuando entró tu amiguita, la tonta que andaba como una mariposa tras mi hermano baka, y te dejó plantadísimo en medio del baile.

Eras el chico más mono del instituto, estabas de lujo, y yo estaba enfermo de despecho por que imagine que si te declarabas la mensa esa se iba te iba a decir que si.

¿Hay ser humano que hubiese dicho que no?

Y luego volviste con tus enormes ojos llenos de agua a punto de llorar.

Me sentí tan mal.

Lo que hubiera dado yo por estar en el lugar de esa chica que te gustaba.

Así que hice lo más sabio que se me ocurrió.

Te di una botella entera de sake a ver qué pasaba contigo.

En realidad quería emborracharte para dar rienda suelta a todas mis perversas fantasías sexuales cuando no estuvieses en posición de defenderte.

Y caíste fácilmente.

Sólo fue cuestión de minutos y ya te tenía en mi cama.


Asaltaba tu cuerpo con mis lamidas atrevidas y en mi mente aparecieron todas las poses con las que me pasé soñando durante meses.

Y ahí fue mi caída.

Esa maldita lágrima que bajó por tu mejilla rosada y suave...

El "me gustaría tener alguien que me ame" que susurraste...

Contener mi cuerpo fue tarea de titanes.

Envolverte en forma de gusano de seda, acostarme a tu lado sin tocarte...

Seguro que ni idea tienes de todas las veces que en la noche iba a desnudarte y forzarte hasta dejarte en coma.

Por respeto a ti aparté por primera vez en mi existencia la palabra "sexo" del vocabulario básico del seme.

Y nació una idea novedosa, atrevida... extravagante...

Pedirte como una persona común y silvestre que salieras conmigo.

Podía no funcionar...

A saber...

Sin embargo ya había fracasado tantas veces contigo que una raya más al tigre no tenía nada de diferente.

Te lo dije antes que te vayas de mi casa, en la vereda, tomando tu mano y apretándola con ternura.

- Sí, Naoto-kun, quiero salir contigo... - fue tu respuesta.

Al principio aluciné que andabas burlándote de mí...

Tus ojos me lo dijeron todo... no jugabas... qué podía hacer, sino estrecharte entre mis brazos y por fin probar sin barreras esos deliciosos labios que me moría por atrapar...

El diablo me lleve, aún no te he hecho nada y estás gimiendo completamente excitado, sabes, ahora mismo no me interesa que estemos en la calle, soy capaz de todo...  ¡Pero por qué no me dejas continuar!

Ni pienses que te voy a dejar escapar... y sobre tu virginidad, pues creo que ya es hora de que la vayas perdiendo...

He esperado demasiado...

Sólo quiero terminar diciendo que sí, en el fondo algo me interesa ese tonto romanticismo que tanto reclamas...

Después de todo eres mi uke...

... y que yo sea tu seme me hace tan feliz...

... que tengo que demostrártelo ardientemente y con creces... prepárate Kentarou, por que aquí va Naoto-kun, tu amante.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).