Pecados Capitales por _Kawaikunoichi_

El orgullo es un término que me define bastante bien, siempre he aparentado hacia los demás una actitud en la que quiero demostrar que soy mejor que todos y que no me importa lo que piensen, porque su opinión simplemente, no me interesa.

Pero la cosa no llega hasta ahí, debido a mi obsesión de querer poder, para realizar mis deseos de venganza, ese orgullo se tornó en soberbia, que si bien no son términos iguales, si están muy compenetrados. Fui soberbio cuando renegué de los consejos y enseñanzas que otros quisieron otorgarme, poniéndome siempre a la defensiva y alegando que solo yo estaba en lo correcto, porque solo yo podía tener noción de lo que estaba sintiendo y de las razones que me guiaron por el camino que decidí seguir, ya que, ninguno de ellos podría jamás comprender lo que viví.

Fui soberbio cuando no quise aceptar a mis compañeros como tales, poniéndome a mi mismo por encima de ellos en todo momento y echándoles en cara que jamás me llegarían ni a los talones.

Pero sobre todo, fui soberbio con una persona en especial a la que siempre me negué a reconocer , alguien con quien sin darme cuenta acabe desarrollando una cierta rivalidad y eventualmente una amistad, extraña, pero ahí estaba.

Fue con él, con el Dobe, con quien llevé ese término a su máxima expresión, siempre haciéndole ver que él no era nada comparado conmigo, incluso llegué a decírselo claramente muchas veces en su propia cara, que nunca iba a aceptarlo como a un igual, que él no podía compararse conmigo, que hiciera lo que hiciera no iba a superarme, cosa que por supuesto lo hacía rabiar y salirse de sus casillas, lo cual nos llevaba a que siempre acabáramos peleándonos, y por su puesto que yo, para alimentar mas esa soberbia, me mantenía siempre en mi posición, fuera cuales fueran las razones de la discusión, solo yo y únicamente yo podía tener la razón , lo que dijera él no importaba, lo que dijeran los demás igual, todo el tiempo mantenía mis posiciones mas por propias que por verdaderas, porque después de todo, esta cualidad de que hablo, no me permitía aceptar jamás un error, porque eso para mi sería, una humillación.

Esta característica de mi personalidad, me llevó a cometer muchos errores, el mas grande de ellos haberme alejado de los que me querían, porque ahora sé que es así, ahora estoy conciente de que en realidad nunca estuve solo. Pero para darme cuenta tuve que pasar por mas de una, me fui del que era mi hogar, me alejé de la que se había convertido en mi familia, aunque yo no los aceptara como tales, lo dejé todo por cumplir una promesa que me había echo años atrás, de destruir a ese ser en el que antes confié ciegamente y que después me traiciono, acabando con mi vida, mis ilusiones y mis sueños infantiles. En realidad fue ese evento el que desató mi orgullo y mi personalidad tan cerrada y fría con los demás, porque antes de eso, no solía ser así, al contrario, era solo un niño bastante tímido que admiraba a su hermano y buscaba la aprobación de su padre.

Y esto me devuelve al principio, mi obsesión de venganza, mi deseo de ser mejor que todos, pero sobre todo mejor que mi hermano, sí, mi hermano, aquel causante de todas mis desdichas.

Por esa razón no podía admitir que un dobe como Naruto, me superara, pero al parecer lo estaba haciendo y yo no podía con eso, sencillamente era una decepción para mi, un fracaso, lo que nos lleva una vez mas al tema de la soberbia , el no querer reconocer que otra persona pudiera estar por encima de mi, eso significaba que no era suficiente lo que había echo hasta ahora, que mis planes no estaban saliendo como yo quería y que si no hacía algo pronto todas mis aspiraciones se verían derrumbadas, la desesperación que me causaba el que tal cosa pudiera ocurrir, me hizo aceptar la proposición de aquel que me ofrecía poder y la seguridad de que lograría mi meta, sin importarme que el precio fuera mi propia vida, después de todo, ese objetivo era lo único por lo que vivía.

Claro que luego, me hice de lo que me brindaba, y me deshice de mi "sensei" antes de que él pudiera cobrarme, y al final logré lo que tanto anhele, ¿y que paso?, nada paso, seguía estando solo, ahora mas que antes, la venganza no me devolvió nada y no me hizo sentir mejor, opuesto a esto, fue peor, pues mas tarde me entere de que ése al que tanto odié por instigación de él mismo, no era el verdadero culpable de lo que había acontecido, ¿y que sucedió entonces?, Sasuke Uchiha el vengador de nuevo al ataque, pero eso otra historia.

Lo curioso de todo esto es que, fue también el Dobe quién me "obligo", y no exagero al utilizar esa palabra, a volver, después de tanta insistencia por parte de él - y vaya que es insistente el Usuratonkachi - a reconocer mis culpas y a intentar retomar o mas bien iniciar una nueva vida, por supuesto que no me recibieron con los brazos abiertos , si es lo que se preguntan, pero conté con el apoyo del rubio revoltoso y también de mi antiguo equipo, que a pesar de todo , estuvieron conmigo.

En definitiva, el punto aquí es que Naruto, me ayudó a sopesar de alguna manera la idea de bajarle a esa arrogancia que aun tenía y a considerar en mi vida la inclusión de un poco de humildad, ya que a fin de cuentas, hubo muchas personas que me dieron una segunda oportunidad, por llamarlo de algún modo. Y por supuesto que no fue fácil, al fin y al cabo reconozco - cosa que me cuesta un trabajo enorme- que siempre llevaré mi orgullo por delante. Sin embargo, lo hice, y aunque no lo exprese con palabras , todos supieron que realmente me arrepentía y entendieron cuando muy a mi estilo, les pedí perdón, y me lo dieron, cosa que agradezco porque esa palabra es algo que, bueno ... no se si pueda llegar a pronunciarla.

Y es que aunque ya no sea Soberbio, aun soy orgulloso, y seguiré siéndolo por el resto de mi vida, y eso de expresarme abiertamente, no va conmigo, aunque si pueda hacer algunas excepciones, pero solo con mi Dobe, si, exactamente, mi Dobe, porque es que, aun me falta por mencionarles que, dentro de todo este asunto de mi retorno y del echo de que él estuvo a mi lado apoyándome, ese lazo que yo relegué y que Naruto tanto defendió, acabo evolucionando en algo mucho mas fuerte. Efectivamente, el Dobe y yo ahora somos pareja y ahora compartimos nuestras vidas, acompañándonos mutuamente, llenando cada uno la soledad del otro, al fin y al cabo siempre tuvimos mas en común de lo que queríamos ver, y de alguna manera, siempre fuimos el uno para el otro.

En conclusión, mi consejo sería ...

Tengan el valor de reconocer las cosas como son, de tomar siempre el camino correcto, aunque eso signifique pasar sobre su propio orgullo, créanme, al final, vale la pena.