Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Hurts por tatsuky

[Reviews - 88]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola!

Aquí les dejo esta historia que espero sea de su agrado :)

Disclaimer: Los personajes de esta historia le pertenecen a Masashi Kishimito.

LOVE HURTS

by Tatsuky

 

Capítulo 1: El día que te conocí

Ese, obviamente, no era un día normal para él, su despertador se había descompuesto, alguien no le dejó levantarse de la cama, no pudo desayunar, tuvo una discusión con su hermano menor, luego tuvo una pequeño desacuerdo con una ancianita en silla de ruedas y para colmo tuvo una desagradable experiencia hace unos minutos, pero con todo eso se encontraba ahí como todas las mañanas, aunque esta mañana más tarde que todas las demás. Hace ya tres años que trabajaba dando clases en aquel instituto, enseñaba arte y matemáticas, se sentía realmente a gusto con su trabajo, ya que lo dejaba expresarse artísticamente y a la vez lo mantenía ocupado.

-Lo siento chicos, nh - se disculpada Deidara al llegar a su salón de clases - pero se me hizo tarde, además la fotocopiadora se malogró y tuve que esperar mucho tiempo.

Mientras el rubio se disculpaba, en un rincón del salón se hallaba un cierto muchacho de cabellos y ojos negros, muy serio y atractivo, que estaba siendo observado minuciosamente por todas las chicas, que no les importaba tener medio cuerpo doblado contra la silla con tal de poder admirar a tal ejemplar.

Deidara se dio cuenta que aquel alumno era nuevo y le pidió que pasara al frente, al verle de cerca no pudo evitar asombrarse un poco, su rostro le pareció muy familiar en ese momento, el azabache se paró frente a toda la clase con una mirada autosuficiente, que por alguna razón volvió locas a todas las chicas, casi se podían ver los corazoncitos en sus ojos.

- Uchiha Sasuke - Dijo presentándose finalmente con una voz calmada y serena, después de esto volvió a su asiento de la parte trasera del salón.

Se parece tanto” pensó el rubio con malestar que trataba de disimular - Bueno, abran sus libros en la página 44.

Un grupo de chicos empezaron a conversar por lo bajo.

-Dijo que se llama Sasuke ¿verdad?

-Sí Ino, se llama Sasuke, Uchiha Sasuke.

-Pero que nombre tan genial –dijo la rubia con ojos soñadores.

Al terminar las clases Deidara se dirigió al baño, tan sólo quería mojarse el rostro, necesitaba pensar en muchas cosas y sin querer un molesto sonrojo hizo su aparición, al verse en el espejo trató de relajarse para desaparecer lo rosado de sus mejillas, pero no lo consiguió.

No importaba cuanto haya querido ya no pensar en ello, simplemente no podía, Deidara creyó que esa era una de las cosas que se te quedan para siempre, como una anécdota tan bochornosa que contarla se vuelve parte de la rutina, en fin, nunca se logra olvidar, hizo un puchero un tanto infantil y recordó la verdadera causa de su tardanza

- ¡Maldición!, voy a llegar tarde, nh- decía un acalorado Deidara mientras recorría presuroso los pasillos del instituto.

Estuvo a punto de entrar a la clase si no fuera porque recordó que tenía que sacarle copias a unos papeles importantes que debía dejar, ya no tenía tiempo, pero que más daba, igual iba a llegar tarde. Cuando llegó al salón donde se sacaban copias hubiera terminado con lo que tenía que hacer en un santiamén si no fuera por cierto pelinegro que se encontraba usando la fotocopiadora.

No tenía más remedio, debía esperar, pero quiso intentar algo.

-Ah, este, disculpa pero tengo que sacar algunas fotocopias, es algo importante, y si no te molesta ¿podría cederme la fotocopiadora?, nh- terminó de decir Deidara, él jamás hubiera dicho algo así a menos que no fuera importante y en serio que lo era.

-Lo siento, pero esto también es importante- le dijo el pelinegro sin siquiera voltear la mirada para verle -pero, puedes ir a la sala de maestros ahí hay...-diciendo esto volvió la mirada para encontrarse con el níveo rostro de un rubio de ojos azul cielo- aunque si es tan importante podría hacerle este favor-dijo con una sonrisa.

-¿En serio?, muchas gracias, nh- dijo al rubio un tanto calmado. Ya que el joven se había girado para verlo, Deidara notó lo guapo que era, su rostro reflejaba tranquilidad y seriedad.

-No es nada, pero después podrías hacerme un favor tú- dijo el moreno quien no dejaban de apreciar al rubio.

- nh, claro ¿en qué puedo ayudarte? – preguntó un poco suspicaz, ya que la cara serena del moreno ahora mostraba una leve sonrisa, una extraña sonrisa.

-Pues, es algo simple, podría ser un beso - dijo el pelinegro con la misma pícara sonrisa – es decir, un beso tuyo.

- ¿Un beso?- repitió un sorprendido Deidara que aún no procesaba lo que el desconocido le decía - ¿qué?, nh.

-Así es, favor por favor, ¿acaso no es justo? – hablo tranquilamente el moreno, Deidara lo miró con esa mirada de advertencia que a veces le daba a sus alumnos, ¿acaso este muchacho era un alumno tratando de burlarse de él? No, porque parecía mayor, entonces quién rayos se creía este idiota.

- ¡Claro que no, nh! – Respondió seco, encarándolo de frente, mirando a sus ojos negros.

-Pues qué lástima, estuve hace un segundo en la sala de maestros y ahí la copiadora no funciona, aunque si quieres ir a otro edificio perderías más tiempo, se nota que eres sensei, eso quiere decir que llegarás tarde a tu clase y yo conozco al Director, no le gusta la tardanza ni la irresponsabilidad, además ¿qué es un simple beso?, pude haberte pedido otra cosa ¿sabes?, entonces que dices, ¿ya lo pensaste bien?, pero mira nada más-dijo el pelinegro mirando el reloj de pared- que tarde es.

La verdad ya era muy tarde, entonces ¿qué debería hacer?, no quería rebajarse a hacer lo que él le pedía, además ni siquiera le conocía.

-Vamos, ¿tanto le temes a un simple beso?-le preguntó de forma simple el desconocido, con claras ganas de molestar.

-Yo no le tengo miedo a un beso, nh – Deidara lo pensaba, el joven era muy guapo, pero obviamente estaba un poco desequilibrado, tenía unas infinitas ganas de golpearlo, pero no era el momento y mucho menos el lugar.

-Entonces, ¿qué esperas?, sólo cierra los ojos, será rápido.

En definitiva estaba harto, "¿Qué se cree este tipo?..., pero ya es muy tarde, nh" pensaba el rubio.

-Entonces, rápido, no tengo tiempo, nh - logró articular Deidara. Se rindió, acabaría rápido con esto, solo era un tonto beso, en un tonto momento y nadie se enteraría, además tenía la esperanza de no volver a ver a este tipo, ya tendría la oportunidad de vengarse más tarde.

-Si así lo quieres- dijo de forma simple el pelinegro con un aire de triunfo.

Deidara cerró los ojos y así los mantuvo haciendo presión con el ceño fruncido, sin mencionar que su rostro estaba rosado, pero el idiota ese se tardaba, no sentía nada, él se encontraba alerta, porque apenas sintiera un roce, se separaría y listo. Pero no pasaba nada.

-¿Qué no ibas a besarme?, nh - preguntó secamente abriendo los ojos, sumamente harto. Pudo notar como el joven desconocido lo miraba con esa sonrisa de superioridad, no habiéndose movido de su sitio.  Deidara dudó.

- Y eso que te negabas al principio, está bien, puedes usar la fotocopiadora –cedió el moreno con la misma sonrisa.

-Pero ¿Qué?  ¿Entonces vas a cedérmela? ¡Todo el rollo que me hiciste, sólo era para hacerme perder tiempo, tú, pedazo de imbécil, nh!

-Tranquilo, sólo estaba un poco aburrido y quería saber si podía convencerte y sí que pude, como sea, hasta luego – se despidió mostrándose serio y tomando los papeles que tenía. De ese modo se fue satisfecho, aunque un tanto arrepentido por su actuar, el rubio era hermoso, no pudo perder la oportunidad para que lo recordará, además tenía la suposición que lo volvería a encontrar.

No lo podía creer, ese sujeto había jugado con él, le había hecho perder mucho tiempo y tan sólo porque estaba aburrido, definitivamente ese día no podía empeorar o eso es lo que creía.

Al salir del baño con los pensamientos un poco más calmados se dirigió a la oficina del Director, tenía un asunto delicado que tratar, específicamente un asunto acerca de su hermano menor, ahora recordaba esa también era una de las causas de su retraso, su pequeño hermano estaba en un cierto problema y se resistía a recibir ayuda, ayuda profesional de un psicólogo es decir, o al menos eso era lo que Deidara pensaba, no podía ser que lo echaran de cada instituto, de todos modos, lo primero que se le ocurrió es tenerlo cerca, por eso tenía que estudiar en el mismo instituto donde él daba clases. Antes de llamar a la puerta tomó aire y suspiró, pensó un poco lo que debía decir, estaba muy estresado, finalmente tocó débilmente la puerta.

- Adelante- Se escuchó una voz grave y varonil.

Sasuke después de tener las primeras clases en su nuevo instituto, se dirigía tranquilamente a la cafetería, estaba solo como siempre, no tenía ninguna prisa, su vida seguía igual, no había hecho amigos, no había conversado con nadie y no tenía en mente hacerlo, envuelto en estos pensamientos siguió su marcha, le dio la vuelta a un pasillo, cuando inesperadamente un muchacho se tropezó con él, los dos cayeron al piso.

-Lo siento- Se disculpó el chico que aún se encontraba en el piso. Sasuke definitivamente no estaba de humor para esto, no tenía ganas de decirle que era un imbécil y que tuviese más cuidado, no tenía ganas siquiera de mandarle una fría mirada, así que simplemente se levantó viendo como el chico atolondrado se sobaba la cola, aparentemente se había golpeado más.

No supo por qué hizo aquello, en realidad no tenía ninguna razón para hacerlo, quizá fue el hecho que nadie estuviese ahí para observarle. Sin que él mismo lo advirtiera estiró su mano ofreciéndola al chico para ayudarle a levantarse.

El chico la aceptó y lentamente se fue reincorporando hasta terminar cara a cara con el Uchiha, unos ojos zafiro, los más hermosos que había visto, más azules que el cielo mismo y más profundos que el océano estaban observando el rostro del pelinegro con cierto descaro.

-Ten más cuidado- atinó a decir Sasuke.

No se habían dado cuenta, hasta aquel momento que sus manos seguían unidas, aun cuando los dos ya se hallaban de pie. Al caer en la cuenta de esto el Uchiha la soltó rápidamente pero sin mucha brusquedad. El chico ojiazul se encontraba sonrojado por el hecho de que no fuera él quien deshizo el agarre primero.

-¿Estudias aquí?-pregunto el chico, sin darle importancia a lo que había sucedido.

Tardó un poco en responder a la pregunta.

-Sí - Sasuke quiso preguntarle si él estudiaba ahí también, pero no lo hizo, no es que le importara pero hasta él tenía curiosidad.

Silencio.

No dijo nada más, ni siquiera dijo un "nos vemos" de cortesía, sólo siguió caminando como lo estaba haciendo minutos antes del choque, pero algo había cambiado y él lo notó.

Así lo hizo también el ojiazul, pero esta vez cambió de rumbo, ese pequeño instante le hizo cambiar totalmente los planes te tenía en mente, se dio media vuelta y pensó "tal vez no sea tan malo estudiar aquí".

Cuando Deidara ingresó encontró al Director totalmente concentrado mirando por la ventana, tenía una cara un tanto... Deidara se acercó un poco y pudo observar a algunas alumnas jugando al Voleibol, hacían mucho ruido y estaban realmente animadas, el rubio decidió interrumpirlo.

- Buenas tardes Jiraiya sama. Quería hablarle del tema que le estaba comentando, nh. Si tiene tiempo.

-Oh, Deidara, pasa, pasa, toma asiento- le interrumpió el Director señalándole con la mano un asiento frente a él, dejando de observar a las alumnas prosiguió - antes que digas algo más, quería decirte que escuche por ahí que llegaste tarde hoy a dar clases, otra vez.

-Así fue, nh, pero…

-Está bien, no vengo a recriminarte nada, pero tú sabrás que esta institución es de gran prestigio y si los alumnos no reciben las clases completas, pues nuestro nivel decaerá y en fin sólo quería decirte que pasaré por alto este pequeño incidente.

-Muchas gracias, no se volverá a repetir, nh – afirmó seguro de sí mismo el rubio.

-Pero claro debes hacerme un favor, jeje.

“Pero, ¿qué le pasa al mundo?, ¿es que nada se puede dar sin pedir algo a cambio?" pensaba el rubio.

Ya era demasiado del mismo tema, de dar favor por favor, así que con un cierto miedo causado por la experiencia que tuvo al llegar preguntó de qué se trataba el favor.

-Es algo simple- dijo haciendo uso de la frase del día - sólo quiero que sirvas de guía a un nuevo sensei, quiero que le enseñes todo el lugar y le indiques para que sirve cada sala, hazlo sentir cómodo, que queremos que se quede.

Deidara suspiró un poco aliviado ¿eso era todo?, pues claro que lo haría, con tal que su tardanza no apareciera en su Record ni afectara su salario.

-Claro, lo haré, nh - dijo el rubio con una de sus más bellas sonrisas.

En ese momento alguien llamó a la puerta, el Director le dio permiso para entrar, y lo saludó.

-Que oportuno, así que usted es el nuevo profesor-dijo el Director

-Así es, mucho gusto, Uchiha Itachi - dijo el pelinegro.

-Que bien, déjeme presentarle a uno de los profesores que más confianza le tengo, él será su guía por el instituto hasta que se sienta a gusto- dijo el viejo pervertido señalando a un rubio que se encontraba en algún tipo se shock, no atinaba ni a parpadear. Itachi viendo la expresión que tenía Deidara sonrió levemente.

-Estoy seguro que nos llevaremos muy bien.

Notas finales:

Muchas gracias por leer.

Besitos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).