Imposible se le haca no ver esas hermosas y bien torneadas piernas he imaginar montones y montones de cosas sucias, aquello se haba convertido en una adiccin, adiccin enfermiza pero placentera.
Llevaba ya muchos aos mirndolas, tantos como para saber que las deseaba ms que cualquier cosa, incluso que una guitarra exageradamente cara y hermosa, en sus sueos no exista ms que el dueo de ellas, amaba esas suculentas extremidades, amaba las piernas de Uruha...
Desde que recordaba siempre haba estado a su lado, en lo bueno, en lo malo y en lo psimo, saba que l no le era indiferente a su dueo, sin embargo nunca haba tenido las suficientes agallas como para decirle lo que senta por l, pero en le fondo tena la esperanza de que esas dos bellezas estuvieran enredadas impdicamente alrededor de su cintura, sentirlas acariciar su cuerpo y lo ms importante: tocarlas con apasionada desesperacin y dulzura.
En varias ocasiones ya haba podido rozarlas: con las propias cada vez que iban de gira y se sentaba al lado de Uruha., con los dedos cuando " accidentalmente" durante los conciertos lo ayudaba con su equipo, cualquier persona en su sano juicio dira que eso era suficiente para ser feliz, sin embargo l no quera "rozarlas accidentalmente", si no besarlas, lamerlas y si era posible hasta morderlas.
Cuantas veces se haba masturbado pensando en ellas, imaginando como se aferraban a sus hombros y de los labios de su encantador dueo salan placenteras y sucias palabras pidindole ms, tenerlas entre sus manos mientras forzaba un toque an ms profundo o tal vez lamerlas lujuriosamente mientras acariciaba y daba placer al miembro erecto de su amor secreto; todo eso lo haca excitarse hasta llegar al punto en q no poda contenerse y su blanca, espesa y agria esencia haca notable presencia entre sus dedos, mientras jadeaba su nombre y cerraba fuertemente los ojos.
Eso era lo que Uruha provocaba en l, desde unos meses a la fecha absolutamente todas las noches, haciendo que su mente y su cuerpo estuviese dentro de l a todas horas, no poda contener el deseo y la lujuria al mirarlo, pues prcticamente sus negras pupilas iban directo a sus extremidades inferiores casi por reflejo cada vez que haca acto de presencia.
Le era imposible no relamerse los labios, dar un suspiro silencioso y furtivo a cada movimiento sensual ya caracterstico del castao guitarrista, hacindolo llegar a la idiotez completa en cada concierto, provocando errores absurdos en los solos que realizaba junto a l, an as se convence cada da ms de que amaba la idiotez de la que era presa, ama estar estpidamente enamorado de aquel mueco insaciable, de piernas de ngel y sonrisa patuna, aparte de darse cuenta de que le es imposible no amar unas piernas tan espectaculares y sensuales, simple y sencilla mente le es imposible no enamorarse de una persona como Uruha.
Siempre sonriente y efusivo, aunque a veces se pasaba de relajado, as era Uruha y l en esos momentos era estpido, descuidado y torpe, Aoi el hermoso, inalcanzable y bien proporcionado (en todo sentido) se dejaba llevar por la sonrisa de su compaero de cuerdas y las palabras silenciosas ( he inexistentes) de sus piernas, a tal extremo q las vocablos del castao eran su misin y su castigo, as durante todo el da y como he mencionado antes parte de la noche, hasta el siguiente da donde pronunciaba nuevas y perfectas oraciones.
Su casa era grande y bonita y por supuesto haba un rincn dedicado a su dios, desde papelitos de dulces hasta ropa interior ( q haba podido conseguir en una de esas tantas confusiones de equipaje), adornaban todo un altar dedicado a la persona con mejores piernas en el mundo...exagerado...tal vez, pero para Aoi era completamente normal, s la dems gente pona inciensos y ofrendas hermosas con flores a sus antepasados y dioses, por que l no poda ofrecerle un cajn a su amor...acaso era malo...NO... solo era una muestra de cario.
Y ah en medio de la recamara estaba su cama, una linda y confortable cama que haba sustituido al futon azul que tena desde que su madre haba decidido que tendra edad para dormir en uno, ahora en su lugar haba una exageradamente cmoda cama muy occidental y bien cubierta con edredones celestes, esa era su compaera silenciosa de las noches locas y extenuantes en las que pensaba en su compaero de cuerdas y en las que se borraba por solo unos minutos su rostro tratando de desahogarse con algunas chicas y chicos que encontraba por ah , que estaban completamente dispuestos a pasar tan solo una noche con su dolo, pero para Aoi esos no significaba nada, as decidi que junto con su cama siempre estara esperando a Uruha , esperando sentir sus suaves extremidades confundindose con las suyas mientras besaba delicadamente sus labiecillos en forma de pico de pato que tanto deseaba.
Imposible era no dejar de mirar esa fotografa mientras se masturbaba aquella maana en el bao, an recordaba lo avergonzado que se haba sentido al verlo llegar ese da al estudio, tan lindo y bien peinado, maquillado solo un poco pero hermoso a fin de cuentas, escondiendo al principio esos ojos castaos hinchados por la buena noche que haba tenido, cuanto hubiese dado por estar esa noche con l, por hacerlo gemir y gritar de placer cada vez ms fuerte a cada estocada sosteniendo su cadera mientras Uruha daba pequeos y poderosos saltitos encima de l, empalndose con ms fuerza cada vez, poda ver en su mente esa carita cerrando los ojos y su boquita entreabierta diciendo que era lo mejor que le haba pasado y que le gustaba tanto de esa manera.....pero haba sido la propia voz del castao quin lo haba sacado de su ertico sueo, preguntndole con cara de asombro sobre el porque de su gesto fruncido y dudosamente sonriente...Ah!! o tal vez la ocasin en que por primera y nica gracias a su mala suerte, lo haba visto totalmente desnudo frente a l...SI FRENTE A …L, gracias a Kai y su casi inexistente memoria, ese cuerpo perfecto, esos labios haciendo muecas mientras trataba de buscar los pantalones, esos brazos esculidos pero fuertes, ese...ese...bueno.. "ese" atributo no tan grande pero codiciado por muchas y muchos, y por ltimo y no menos importante esas extremidades inferiores llamadas sutilmente muslos encantadoramente bien proporcionados y lujuriosamente examinados por su persona fascinadamente estupidizada a ms no poder observando aquello con lo que soaba cada noche, an lo recordaba y eso le haca sonrer an ms, nunca olvidara aquella vez, mejor dicho se obligara a nunca olvidarla.
Y ahora esta ah, ah de nuevo solos en el estudio tratando de calmar su instinto animal enfrente de l, tratando errneamente de afinar su guitarra mientras de reojo mira lo q le vuelve loco, suspirando a cada movimiento, mientras el joven ovparo trata de meter su U-HELLION, en la funda.
El pelicastao esta de cuclillas frente a l peleando con la guitarra, cuando de pronto un mal movimiento lo hace caer de sentonzazo, lastimndose uno de sus tobillos, la palabra viaja un poco lento haca el cerebro atrofiado de Aoi pero llega, como quien dice "lento pero seguro"....OPORTUNIDAD.
Se levanta y va a su lado, se hinca frente a l, sindole imposible no mirar sus extremidades, con un gesto de dolor en su rostro le anuncia q ha sido su tobillo derecho, Aoi toma su pie y trata de averiguar de donde proviene el dolor, lo encuentra y se da cuenta de q no ha sido nada grave pues todos los huesos siguen en su lugar, y el dolor se desvanece poco a poco, sin embargo esta seguro y lo jura a su antepasado ms antiguo, no perder su oportunidad OH NO!!!!.
Con cuidado y con la excusa de revisarlo perfectamente, acaricia lenta y suavemente las piernas de su compaero de cuerdas, en ese momento "eso" viene a su mente, y su "amigo" Yuu despierta, KAMI-SAMA!!! Como fue posible, sin lograrlo trata de esconderse aquel bulto en algn lugar, debajo de algo si fuese permitido!!... sin embargo las manos del castao lo detienen y acarician en la "zona afectada", mientras sonre sensualmente y as como invitndolo a revisar mejor su tobillo, Aoi acepta, por fin y despus de tanto, esas piernas sern suyas..COMPLETAMENTE SUYAS!!!!!!.
Siempre lo supo, siempre, nada en esta vida es tan imposible como parece y si eres insistente MENOS!!!!.