Capitulo 2: La confesión…
En la casa de Rukawa, los ruidos extraños parecía gemidos... entonces subió lento para no hacer ruido, llegó al cuarto, levantó la mano derecha, agarró el pomo de la puerta y lo giró, pudo abrir la puerta con cuidado para descubrir qué hacía Erick con esos ruidos extraños...
Para la sorpresa y horror de Rukawa… ¡acaba de ver a Eric estaba encima de un hombre en la cama!
Erick y el otro hombre no se dieron cuenta que Rukawa los estaba viendo con cara de furia hasta se asustaron por el grito fuerte del pelinegro.
K: ¡Malditos! – gritó con furia.
Erick y su amigo se separaron rápidamente.
E: ¡Kaede! – con sorpresa y angustia.
K: ¡¿Quién es este estúpido?! ¡¿Es tu amante?! – señaló al hombre.
E: Ka-Kaede –no sabía como explicar.
K: ¿¡No me vas a explicar qué demonios están haciendo?! – Volteó al hombre - ¡¿Tú quien eres, imbécil?!
Hombre: no maldices a mi novio Erick
K: ¿¡Novio?! ¡Maldita sea!
Rukawa se lanzó, con el puño golpeó a la cara del hombre, este empezó a enfurecer mientras Erick estaba poniendo el pantalón de mezclilla.
E: ¡Detente! ¡Por favor!
Pero el hombre y Rukawa no se hicieron caso, se pelearon con cuantos golpes, hasta el hombre logró de dar un golpe contra el rostro del zorro, este se estrelló contra el mueble donde guarda la ropa, se resbaló y cayó, expulsó la sangre de la boca, levantó la mano y la tocó en la boca, luego miró la sangre roja y empezó a enfurecer, se levantó rápidamente y golpeó fuerte contra la quejada del hombre que se cayó y se quedó inconsciente por haber golpeado la cabeza contra el pequeño mueble.
E: ¡Basta! ¡Por favor!
K: ¡Cállate! ¡¿Quién demonios es él? ¡Contéstame! – gritó con enojo.
E: Ka-Kaede... por favor perdóname...
K: ¡¡¿Quieres que yo te perdone?!! ¡Dime qué rayos está sucediendo esto!
E: snif.. yo... yo no... no te amo.
Rukawa se quedó congelado por la confesión de su novio.
E: p-pero... – sollozó – é-el era mi novio hace mucho tiempo... me arrepentí por haber cortado la relación porque creí que él ya no me amaba... snif... pero me equivoqué porque mi otro amigo me confesó que él sufrió bastante por mí hasta se suicidó pero gracias a mi amigo quien lo salvó... ¡pero me ama de verdad!
Rukawa se echó las manos a la cabeza y se negó.
K: n-no puede ser... ¡m- me engañaste que me amas!
E: Nooo... si estaba enamorado de ti... p-pero nuestro amor no es muy fuerte... to-todavía amo a él... snif, snif...
El zorro se respiró varias veces para poder tranquilizar pero no pudo, con los puños apretados golpearon contra el mueble muchas veces hasta se lastimaron y sangraron.
En ese momento, el hombre se despertó, aún estaba desnudo, miró a Rukawa y comprendió que este pelinegro estaba furioso con Erick por haber engañado con él.
Hombre: ya basta, está sangrando tus puños.
K: ¡Cállate, imbecil! ¡Maldición! ¡Maldición! – todavía siguiendo a golpear contra el mueble (ay, pobre mueble) y se derramó mucha sangre de sus puños de las manos.
E: ¡Por favor! Detente... – lo suplicó.
El hombre decidió a ayudar al zorro no sólo por él sino por su novio Erick, le abrazó por detrás, el zorro se enfureció aún más primeramente de aquel contacto, para luego tratar de zafarse inútilmente de aquello, pero los brazos que lo envolvieron más fuerte hasta escuchó el reclamo.
Hombre: ¡Tranquilo, estúpido!
En la casa de Sakuragi, llegó un joven guapo, pelo café, ojos verdes, alto y piel moreno, su nombre es Eduard... llegó a visitar a Sakuragi, le tocó dos veces la puerta y esperó un ratito, el pelirrojo abrió la puerta y se sonrió.
E: ¡Hola, Hanamichi!
H: ¡Hola, Eduard! Pasa por favor.E: gracias.
Eduard entró a la casa de Sakuragi...
En la casa de Rukawa, el zorro por fin se calmó pero llorando y sentado en el baño, no quería hablar con nadie... después una hora, salió del baño con los ojos rojos por el llanto. Se fue hacia al mueble, abrió la puerta, recogió toda su ropa para mudar ya no quiere quedarse ahí en su casa y lo metió la maleta, Erick se dio cuenta esto y intentó a hablar con él pero el zorro no hizo caso. Antes de salir de la casa... sólo el zorro decidió de hablar un poco a Erick junto con su novio.
K: soy igual que tú… porque también fui infiel a Hanamichi como tú lo hiciste a mí… me arrepiento por haber abandonado a Hanamichi, seguramente él ya sufrió mucho por mí, nunca fue infiel a mí porque me ama de verdad… por eso – con la voz triste – qui-quiero reconciliar a Hana porque lo amo más que nadie… - volteó pero antes de salir del cuarto y – Erick…gracias por pasarte bien conmigo… porque ya se acabó nuestro amor… adiós.
Kaede salió de la casa mientras
Erick y su novio lo vieron salir...
Rukawa entró el coche rojo y cerró con portazo la puerta y maldecía a sí mismo por haber confiado en Erick porque pensó que él sería un buen hombre y fiel pero no fue así. Ahora el corazón de Kaede quedó dolido y destrozado por haber hecho mucho daño a Hanamichi porque entendió muy bien cuando él vio a Erick con otro hombre, se sintió traicionado y peor, claro, es lo mismo sucedió que Hanamichi.
Pero el corazón del zorro tenía ganas de regresar con Hana, abrazarlo, besarlo, decir un mil “Te amo”, hacerle el amor, protegerlo pero tiene miedo a que el pelirrojo jamás lo perdonará o si?… o quizá ya tiene una nueva pareja?
Se detuvó en la calle, bajó y caminó lento hacia la playa, se sintió relajado por el aire suave, recordó… al pelirrojo que estaba feliz porque nunca imaginó que había un alguien como el zorro lo declaró sus sentimientos, lo correspondió, lo abrazó y lo besó con mucho amor. Todo el tiempo, ellos siempre andaban juntos, como por ejemplo, entrenaron juntitos, comieron unos helados, vieron al cine, todo estaba bien hasta que iban a casar pero se cancelaron por que Kaede lo abandonó para ir con otro hombre…
Kaede volvió a llorar otra vez… ya no aguantó más ya quiere ver a Hanamichi pero no sabe donde está… levantó la mirada para ver el mar, se ve muy bonito, azul y brilla… cuando se sintió algo en el hombro, era la mano del hombre...
Hombre: ¿estás bien, señor?
K: snif... sí – musitó.Hombre: pero no te veo bien... ¿quieres venir conmigo?
K: n-no, gracias... prefiero morir aquí mismo...
Hombre: p-pero ¿por qué dices esto?
Rukawa no aguantó, empezó a llorar como nunca había llorado mucho... este hombre se preocupó.
Hombre: señor... déjame ayudarte porque no me gustas que salieras mal o peor... mira, yo me llamo John y me veni de los Estados Unidos con mi primo Eduard para disfrutar las vacaciones.
K: t-te he dicho... snif... que no necesito tu ayuda... ¡Merezco esto! – derramó más lagrimas de los ojos.
John suspiró... quizás este pelinegro tiene un gran sufrimiento... pero quería ayudarlo...
J: anda, vamos... seguro quieres que yo te ayudo.
John ayudó a levantarse al zorro, lo llevó a su casa...
Al día siguiente, era sábado... el zorro estaba durmiendo en la sofá pero se despertó al oír los ruidos dentro de la cocina. Se sentó, miró a cada parte de la sala y se levantó para echar un vistazo porque ya no se acordó qué pasó después de la salida de la casa que compartía con Erick... entró a la cocina, ahí encontró a un hombre, esté se dio cuenta la presencia del zorro.
J: ¡ah! Hola, ¿cómo estás?
K: sí, hola... ¿estoy en tu casa?
J: si... a pesar que ya no te acuerdas porque ayer estabas llorando mucho y sufriendo hasta desmayaste, por eso te traje acá en mi casita.
K: ah... bueno, gracias por todo... pero tengo que ir.
J: espera, señor... tienes que desayunar primero... no te ves bien.
Kaede suspiró, al fin aceptó. Ambos llegaron al comedor... empezaron a desayunar hasta John quería preguntar porqué el zorro está muy triste o peor...
J: seguro que ya no te acuerdas mi nombre.
K: ¿eh? – intentó a recordar pero no pudo – no – respondió.
J: no te preocupes... me llamo John.
K: gusto en conocerte, mi nombre es Kaede Rukawa.
J: oh... Rukawa... ¿por qué estás sufriendo?
Rukawa miró una vez a la cara de pelicáfe, luego miró a la mesa de madera... pensó que es necesario para confesar, como si fuera confesar pecados a dios... quería saber que John si se enojará o no... entonces empezó a contar toda la historia que sucedió desde el noviazgo con el pelirrojo hasta ahora pero nunca dijo el nombre de su ex pareja mientras John se quedó en shock al escuchar la confesión de Rukawa.
J: Eres un... díos mío... ¡¿cómo pudiste hacer esto?! ¡Qué miserable eres! ...
K: lo sé... pero ahora no sé donde esta para pedirle perdón y reconciliarme con él... – volvió a llorar otra vez.
John suspiró una vez porque recordó muy bien cuando Sakuragi también estaba sufriendo porque le contó toda la verdad que su ex novio lo abandono por otro hombre pero aunque nunca dijo el nombre de su ex novio, esté se parece a Rukawa... Pero en realidad Rukawa era novio de Sakuragi... John no lo sabía... John entendió porqué Rukawa tiene los puños de las manos están lastimados, pero ¿acaso se peleó con alguien?
J: Rukawa, mira tus manos…
Rukawa vio las manos tenían vendas… recordó que él mismo golpeó contra el ropero (ay, pobre ropero, pero ¿estas bien, ropero).
J: ¿peleaste con alguien?
K:… si … - musitó – pero no con mis puños que peleé… sino yo mismo golpeé contra el ropero.
J: ¿qué? ¿estás loco? ¿por qué lo hiciste esto?
K: para tranquilizarme – murmuró - … estaba muy furioso con mi ahora ex novio porque ya no me amaba..sigue enamorado de su actual novio…
J: ¡Dios mío!... ustedes son bastardos y cobardes… - lo reclamó.
K: soy un maldito… no hubiera abandonado a mi ex – pareja que abandoné.
J: ¿por qué no lo buscas en todas partes aunque no sabes donde está? ¡Arriésgate tu vida! Si no encuentras a tu ex – pareja o quizás ya tiene pareja ¡Mereces un castigo! – lo enfrentó.
K: … John… te confieso que recuerdo que yo estaba en la playa… ahí mismo iba a suicidarme…
John se levantó rápidamente.
J: ¡¿Estás loco?! ¡¿Cómo vas a suicidar?! ¡Esto está muy mal!
K: p-pero snif… no puedo vivir sin él… - volvió a llorar más.
J: ¡Sólo tienes que sufrir más o peor! ¡Pero no debes matar a ti mismo! ¿me entiendes? – gritó con enojo.
Kaede se calló y escuchó bien a John pero quería morir ahora mismo porque también tenía miedo que Sakuragi no lo perdonará jamás o quizás tiene pareja, seguramente se fueron muy felices… por eso había pensando a suicidar……
Continuará...