Hemos terminado, nos hemos alejado, aunque hay algo que no entiendo del todo, ¿cómo nos evitamos viviendo bajo el mismo techo?, todavía siento que mi corazón arde cuando está cerca de mí, trato de no sonrojarme, no delatar mis emociones, una que jamás le importaron, eso creí siempre...
Ir de misión en misión, no es la solución, este desgaste físico tampoco, mucho menos el tiempo que pierdo pensando si es sensato todo esto o no es más que una estupidez que estemos separados...
Hay veces en que me siento, tan solo, extraño sus fuertes brazos que me sostienen, como si pesara tan poco, ese largo cabello, sus ojos oscuros, que aparentan no sentir nada, tan indescifrables, en aquellos que me perdí... ¿cuánto tiempo más seguiré llorando como un niño?... los niños lloran, a menudo, yo no lo soy, a veces creo que para él siempre lo fui, un simple ser pequeño al cual pretendía proteger cuando estábamos de igual condenados a morir en cualquier momento... ¿por qué escribo esta carta?... ya debería saber lo que es perder...
Sé que piensas marcharte ya lo se,
y no te detendré,
haz lo que tú quieras,
sin embargo recuerda que yo estaré aquí,
en el mismo lugar,
y si sólo tienes ganas de hablar,
con gusto escucharé.
Como si se tratase de una casa, salí de tu habitación, de la nuestra, ese refugio donde muchas veces fui tuyo, donde te pertenecí por completo. Suena extraño, ¿no?, cada vez que dormía, tú acariciabas mis cabellos, yo me aferraba más a ti, ese calor que mi cuerpo carecía, tú me lo brindabas... pensé que no podría vivir sin ti, todavía me cuesta verte a los ojos, cada vez que pasas a mi lado, con la misma arrogancia de antaño, me hace creer que ya lo superaste, ¿cómo lo hiciste?, yo todavía estoy reuniendo los fragmentos rotos de mi corazón, y no te hallé... te desapareciste por completo y seguimos aquí, en esta agonía, en este idilio que no tiene fin...
Todavía recuerdo la última noche que pasamos juntos, fue como una recopilación de nuestra historia, todavía me estremezco cuando tus dedos me tocaban en los puntos exactos, esos labios que me enloquecían hasta gemir y esa pasión que sólo tú posees...
Y si él supo darte más amor,
supo llenarte mas que yo,
claro que sé perder
claro que sé perder
¿Por qué permití que llegaramos a este punto?... si tan sólo me hubieses dicho antes esas palabras, no había necesidad de inventar todo este teatro de los amoríos perdidos... pero, estás frente a mi, con mucho aplomo y arrogancia, con esa personalidad que por lo demás envidio, esa mirada indescifrable, esas palabras que están a punto de brotar de tus labios, las espero, las deseo; sin embargo, sólo me rozas con tus dedos y tiemblo por ese inocente contacto, estoy sensible, sobre todo si eres tú el principal causante.
Entonces... ¿por qué estoy llorando?, ¿por qué con tus dedos borras mis lágrimas?, por qué no simplemente me abrazas y me haces tuyo como tantas veces lo has hecho, te necesito, grita mi cuerpo, no puedo contenerme, estoy más que asfixiado con este deseo que recorre cada fibra de mi ser, de mi sangre que hierve contra mi voluntad... por favor, sólo una vez más entrelaza mis manos con las tuyas y dejemos de ser unos simples conocidos y hagamos de cuenta, que nadie excepto nosotros conocemos nuestro pasado, nuestra historia.
Así fue...
no tienes porque disimular,
esas lagrimas están demás
si tienes que irte vete ya.
Esperaba muchas cosas, la verdad, pero, de lo único que estoy convencido es que... sigo siendo el aprendiz y tú, mi maestro.
Intenté huir de ti, estuve con otro, uno que me dijo muchas veces que me amaba, esas eran las palabras que más anhelaba escuchar, y sabes qué pasaba... me imaginé que eras tú... que iluso soy, tú jamás lo dirás, eso hiere tu orgullo, te deja en evidencia frente a mi, te hace débil, pero para mi, seguirías siendo el más fuerte.
Sin embargo esperaba
que te quedaras pero
el agua hay que dejarla correr
mientras yo me tragaba palabras
que no pude decir.
Como susurros entrecortados, gemidos intoxicados, me he llenado de ti, de tu aroma, de tu esencia, hemos sido uno, una vez más... qué mágico, ¿no crees?, sólo con una sábana y dos cuerpos sudados, nos miramos hasta unir nuestros labios en un beso sin lujuria, inocente y puro... aunque hemos caído en estas redes, no quiero ser libre, me he ido de tu lado, lo se, he buscado por otras partes, lo que tú me negaste, pero a pesar de todo eso... estamos nuevamente aquí, en la cama, como dos amantes en su encuentro fortuito, como dos fugitivos escapando de la justicia.
y si el viento hoy sopla a tu favor
yo no te guardaré rencor.
Desde esa noche, pude dormir, tus brazos me envolvieron, como un preciado tesoro, nuestra respiración, acompasada, y aún así, mi corazón latía a toda velocidad... ¿era demasiado tarde?... tarde es para aquellos que no son capaces de luchar por lo que aman... tarde es para aquellos que todo lo creen imposible, tan lejano.
claro que sé perder
no será la primera vez
hoy te vas tú, mañana me iré yo
seré un buen perdedor
el mundo no cambiará
alguien sin duda ocupe tu lugar.
Muchas veces me repetí que debía aprender a perder, se han ido personas, unos que no volverán, estoy seguro que él tampoco, lo dañé demasiado, porque no fui capaz de quererlo por lo que era, aunque una amistad tachada de romance, no podría perdurar, si mi corazón ningún instante se separó de mi maestro...
Estoy atado a él, como una hiedra a la muralla, que el viento la intenta arrancar y saca fuerzas de flaqueza para mantenerse firme.
claro que sé perder
no será la primera vez
hoy te vas tú, mañana me iré yo
seré un buen perdedor
el mundo no cambiará
alguien sin duda ocupe tu lugar.
Debería saber perder...
-Moyashi... te amo- le susurró al oído mientras dormía.
-Y yo a ti, Yuu- responde entre sueños.
Qué más podría pedir, si aunque nada fuese infinito, para mi un segundo a su lado, es algo parecido a la eternidad, y aunque nuestra relación se base en ordenar y obedecer, en maestro y aprendiz, seguiré siendo lo más importante en su vida...
Debería aprender muchas cosas, una de ellas, es ser feliz contigo, que sólo tú puedes darme lo que necesito... creo que nunca es tarde para volver a empezar... ni para sonreir, ni para amar... o para decir, "te amo"... a fin de cuentas, sólo hoy me siento vivo, porque sé que al despertar, estarás a mi lado.
fin.