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Chat = ¿amor? por ale-chan

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Notas del capitulo:

hi!! capi 11 listo!!

***Gravitation no me pertenece, es de la diosa Maki Murakami-sensei y lalalala

****La cancion Flower no me pertenece, es de Laruku y lalalala (no se si hace falta decir eso en una cancion...)

enjoy! n.n

-¡Nooo!, ¡ya no puedo seguir así! –Volvió a despertarse todo sudado, con ese problema bajo su vientre- se supone que estoy enojado con Yuki… y aún sueño esas cosas –apenado se ocultó bajo las sábanas y se deshizo de su problema. Cuando acabó se destapó bruscamente, sintiendo algo de pena por lo que recién acababa de hacer- ni que estuviera necesitado.

 

-¡Shuichi!, ¡baja que el desayuno está listo! –Avisó con gritos su madre, secando sus manos con la punta del delantal de cocina- hoy es un día importante y debes estar muy despejado.

 

-Y vaya que lo estoy –dijo irónico. Se bajó de la cama y anudó su musculosa para evitar ver las manchas que dejó su propia esencia. Se dirigió a la ventana, la vista era triste e irritable, las nubes grises se apoderaban del opacado azul del cielo, el sol ni siquiera se había tomado la molestia de aparecer; se escuchaban pocos vehículos pasar, la brisa del viento era más poderosa que cualquier otro sonido… lentamente el chocar de las pocas hojas de los árboles se hizo presente, el piar de unos fastidiosos pájaros acompasaron los suaves ruidos de la naturaleza. Cerró los ojos suavemente, logrando sentirse parte de esa naturaleza- el día está como yo… -apoyó los codos sobre el marco de la ventana, dejando que su mentón repose en una de las manos, observando apenado el gris y sombrío paisaje, admirando la inmensidad de las alturas. Poco a poco la nostalgia lo invadía, intentaba ser fuerte, demostrarse ante todos como en verdad no era, ocultando sus emociones con una sonrisa amplia y ánimos optimistas… pero ¿cuánto más aguantaría así?, aquellos últimos días no los había pasado de lo más bien, pero siempre mantenía una pequeña llama de esperanza que le tranquilizaba, que le decía que todo estaría bien, que ya dejaría de sentirse mal y triste. Y tantos días había estado de esa manera, ¿por qué bajar los brazos ahora?, un día muy importante había comenzado y se pondría más interesante cuando la noche caiga, ¡no podía bajar los brazos!

 

-Hey Shuichi, ¡hey! –un llamado muy familiar lo despertó, miró hacia abajo y notó que su amigo agitaba una mano muy animadamente- vine a visitarte Shu.

 

-¡Ven Hiro! –invitó a que el pelirrojo entrara a la casa, desapareciendo rápidamente de la ventana para cambiarse de ropa y quitar las sábanas. A los pocos minutos apareció Hiro con guitarra en mano y unos papeles que sobresalían del bolsillo de su oscuro pantalón.

 

-¿Cómo va Shuichi?, te despertaste temprano eh.

 

-Es que tuve un sueño que… -nervioso miró sus manos, tratando de disimular su sonrojo- pero ven, que temprano despertaste también.

 

-Bueno, es un día importante, hay que ensañar un poco, ¿no crees? –se sentó sobre la cama y sacó los papeles de su bolsillo- leí las letras…

 

-¿Qué te parecieron?, reformé la primera, pero la segunda es nuevecita, ayer se me ocurrió –comentó sonriente, sentándose junto a Hiro.

 

-Quedó muy bien reformada la primera, pero la segunda…

 

-¿Q-qué tiene?

 

-¿Sabes?, Yuki-san estará ahí.

 

-¿Y?

 

-Y escuchará esa canción, es obvio que él te inspiró para escribirla.

 

-¿Qué?, ¡eso es una mentira Hiro! –chilló el pelirosa, echándose sobre la cama- estoy enojado por lo de ayer.

 

-Oh, vamos Shu, ¿qué significa esto entonces?, “Me pregunto cual es tu maravillosa realidad” o “Mi corazón duele, duele porque es muy frágil” o…

 

-¡Ya!, está bien… tienes razón, pensaba en Yuki mientras escribía eso –murmuró ruborizado y enojado, tapándose el rostro con ambas manos- pero es que no lo pude evitar, sé que fue malo conmigo, pero es lo que siento Hiro y no puedo hacer nada.

 

-Lo sé, ¡porque eres un terco! –dijo riendo y tocando la frente del pelirosa- sabes que no me agradó la actitud de ese tipo ayer, pero sé que te hace feliz pensar en él, estás enamorado después de todo, encima prometí que no te molestaría hoy cuando te lo encontraras.

 

-Entonces…

 

-Está bien Shu, tocaremos esa canción y ya no estoy enfadado –se resignó a decir- ¡pero que quede claro que no me cae bien ese amorcito tuyo!

 

-¡Yay!, ¡gracias Hiro! Sólo necesito que tú estés de acuerdo y ya –sonrió ampliamente abrazando al alto guitarrista- ahora debemos ensayar.

 

-Pero antes –se puso de pie quitándose de encima al bulto pesado- vamos a ver quién es Yuki Eiri –encendió la computadora y se sentó frente a ella mientras era observado por unos curiosos ojos violetas- ven tonto, busquemos información de Yuki-man.

 

-Ya no lo llames así –se sentó sobre las rodillas de Hiro y miró como en el buscador iba apareciendo el nombre de la persona que lo había inspirado, pronto aparecieron las diferentes páginas- ¡8.020.000 resultados!, ¡¿tanto?!

 

-Es que es muy famoso,  sólo tú no lo conoces –respondió Hiro naturalmente. Rápidamente ingresó en el sitio oficial, donde había una breve biografía, datos personales, nombres de sus novelas, entre otras cosas.

 

-A ver… -se acercó más al monitor y empezó a balbucear- 23 de febrero, cigarrillos, 1.86, mmm… ya veo, pero no se habla mucho de su infancia.

 

-Tonto, aquí dice que un misterio, que es un tema que Yuki-san nunca quiso tratar, deberías de averiguarlo por propia cuenta.

 

-Sip, tienes razón Hiro.

 

-Jejeje, y ahora fotos – realizó lo mismo de antes sólo que en el buscador de imágenes, y aparecieron cientos de ellas en unos segundos.

 

-Waaa… en verdad que es lindo… -a Shuichi poco más se le cae la baba al ver esas fotos, algunas sacadas imprevistamente, y otras en donde el escritor posaba seriamente.

 

-Pero si lo tuviste a unos centímetros.

 

-Y que importa, guárdame esas imágenes Hiro –ordenó melodiosamente- ah!, lo recordé, ¿me harías un favor Hiro-chan?

 

-Seguro, habla –contestó mientras guardaba las dichosas imágenes en una carpeta nueva.

 

-¿Me ayudas a crear un nuevo correo?, el viejo no me gusta y ya olvide como se crean nuevos.

 

-Ah, si que eres tonto –cerró la ventana y abrió el correo de Shuichi- antes que nada debemos eliminar esto –borró el viejo correo y se dirigió a otra página para hacer uno nuevo- bueno, completa tus datos.

 

-Sip –llenó todo ese pesado formulario- hago esto para que Yuki y yo podamos chatear tranquilos, sin necesidad de estar en esa sala molesta… listo, me ayudas a pensar en uno más original?

 

-Emm… Shuichi_lovesYuki@makimail.com

 

-¡Hiro baka!, ¿cómo voy a poner eso?

 

-Pero si es cierto.

 

-¡Baka!

 

-Está bien… emm…

 

-¿Qué te parece weare_thegravity@makimail.com?

 

-Oh, ¡me parece genial Shu! –gritó el pelirrojo, y ambos chocaron los cinco emocionados. Al momento aceptaron la nueva cuenta y ya era propiedad de Shindou Shuichi.

 

-¡Que bien!, ahora chateare tranquilo con el tonto de Yuki.

 

-Antes deben reconciliarse –se burló Hiro a puras carcajadas- ¡ya parecen novios y todo!

 

-¡Ah, cállate!, debemos ensayar, ¿recuerdas?

 

-Si, si, ¿la nueva canción ya tiene música?

 

-Si, y se llama “Flower”

 

*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*

 

Miraba el reloj cada un minuto, la ansiedad le podía, ni siquiera lograba concentrarse y escribir al menos una oración completa. Sus dedos vagamente tocaban las teclas, muy de vez en cuando, y sólo para formar frases absurdas que de nada le servían.

 

 -Mierda… -se quitó con enfado los lentes, arrojándolos sobre el escritorio, como único consuelo a su mal humor y ansiedad sacó un cigarrillo de su bolsillo junto al encendedor, lo encendió errándole varias veces debido a que su pulso lo engañaba- no puedo creerlo… -miró al monitor, algunas oraciones formaban un párrafo, más que inconcluso, pero suficiente para dejar en claro lo que al escritor le sucedía, mostrando lo que rondaba por su cabeza en ese momento: La necesidad de tenerlo cerca, de admirar la profundidad de sus violáceos ojos, de sentir sus trémulos labios, de aspirar su esencia hasta sentirme drogado… hasta sentirme desfallecer… 

 

-No puedo creer que esto me esté pasando –leyó nuevamente el párrafo y se sintió más enojado aún, confundido sobre todo. Cerró la laptop para no continuar con ese absurdo escrito y dirigió su mirada al reloj que descansaba cerca de su codo- faltan sólo tres horas, mejor me voy a dar un paseo.

 

*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*

 

-¡Onii-chan, se hace tarde!, bajen de ahí y cámbiense de una vez –Hiro y Shuichi se la pasaron toda la tarde ensayando, haciendo unos arreglos a las canciones, a la música y a las letras, querían hacer una presentación en el colegio ya que se graduaban, además de que aprovecharían que gente desconocida se haría presente- aquí está tu uniforme recién lavado y planchado –le entregó la ropa a un agotado Shuichi luego de que haya bajado a los trotes las escaleras junto al pelirrojo que todavía sostenía su guitarra.

 

-¿Cómo va Maiko?, ¿lista para los arreglos del colegio? –cuestionó burlonamente Hiro, ya que Maiko era unas de las encargadas de la fiesta de graduación.

 

-¡No te burles!, ustedes ocúpense de dar una buena presentación hoy, ¡no me defrauden!

 

-No lo haremos Maiko, no te preocupes, Hiro y yo ensayamos mucho ya, tan sólo quiero bañarme y descansar un poco antes de ir.

 

-Bien dicho, ¡descansa tu voz Shu!, yo me voy porque se me hace algo tarde, nos vemos pronto –se despidió de los hermanos y de la madre de ambos.

 

-Ok, ahora… tengo una sorpresa para ti Shuichi –el pelirosa quedó algo sorprendido por lo que dijo su hermana- sígueme.

 

-S-si… -la siguió hasta que llegaron al cuarto de ella- ¿qué sucede?

 

-Te compre esto como disculpa por eso de la cita con Eiri-san –exclamó avergonzada, entregándole unos atuendos a su hermano- es para que lo uses en tus recitales, sé que te irán muy bien.

 

-¡Muchas gracias Maiko!, con todas las cosas que tengo en la cabeza no había pensado en la ropa para la presentación –miró una por una las prendas con una gran sonrisa.

 

-A Eiri-san le encantará, y además esto… -le entregó un broche de peluche con forme de frutilla- por lo de tu nick onii-chan…

 

-Gracias Maiko, de todas maneras ya te había perdonado –se abrazaron un largo rato.

 

-Suerte hoy, pon todo tu empeño en el escenario.

 

-¡Claro que si hermana!

 

*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*

 

A las pocas horas el instituto ya estaba repleto de alumnos, parientes, profesores y personal del colegio. Todo estaba increíblemente ordenado y reluciente. Las sillas se ubicaban todas frente a un gran escenario de madera, alto y espacioso, con parlantes estruendosos a cada lado y algunos adornos colgando del techo prolijamente. Entre las sillas se formaba un largo pasillo donde los alumnos ingresarían, una mesa repleta de diplomas y medallas se situaba en un rincón y unos cuantos micrófonos de hallaban por diferentes lugares donde seguramente profesores y alumnos darían discursos.

 

La noche era confusa, las estrellas jamás aparecieron y la luna ocultaba su majestuosa figura tras las insistentes nubes grises, impidiendo que libere esa luz que la hace única y propia de toda admiración. El frío era pasable por suerte, unas pequeñas brisas a veces hacían dar escalofríos, pero después de eso el clima se soportaba tranquilamente. Muchas personas llevaban paraguas por precaución, durante todo el día esas nubes no habían desaparecido, pero aún así la noche prometía ser hermosa y duradera.

 

-Por fin llegamos, ya creía que llegábamos tarde –rió nervioso un pelirosa, correctamente vestido con su uniforme y llevando su arma perfecta en el bolsillo. Se separó de Maiko y sus parientes que habían ido a presenciar la graduación, para ir en busca de Hiro. Lo encontró discutiendo con su madre, como sucedía últimamente, pero luego se alegró al ver que se dirigí a K había llegado hace rato al parecer.

 

-Hiro, K, que bueno que los encontré –saludó emocionado el menor- y que bien lucen.

 

-Oh, thanks pink boy, estás muy lindo también –sonrió amablemente.

 

-Es cierto Shu, es muy raro verte bien uniformado.

 

-Jajaja… bueno…

 

-Por cierto, ¿vendrá Yuki-man? –Cuestionó K mirando a la puerta- no lo vi por aquí.

 

-Seguro que vendrá, y ya no lo llames así, a Shuichi le molesta.

 

-¡Hiro!

 

-Hey boy, no te enfades, hoy conocerás la verdadera identidad de Yuki-san después de todo –le animó el rubio. Bueno, iré a sentarme, ya comenzará la ceremonia parece.

 

-Ok, nos vemos luego K –respondió alegre Hiro.

 

-Ah, wait Hiro… -lo tomó del brazo antes de que se aleje- te ves muy bien hoy.

 

-Ah… eh… gracias…

 

-¡Vamos Hiro!

 

-S-si… - se alejaron corriendo del lugar ya que la organizadora los llamaba para que formen y hagan su entrada.

 

“Los graduados del año…”

 

La ceremonia pasó lenta y aburridamente, Shuichi no paraba de mirar a todos lados para encontrar a Yuki, pero no hallaba respuesta. Tanto Hiro como él ya habían recibido sus diplomas y medallas. Ahora la el director hacía entrega de algunos reconocimientos, entre los cuales Hiro obtuvo como el de mejor alumno y también como el de mejor calificaciones.

 

-¡Felicidades Hiro-chan!, eres un genio sin duda –dijo Shuichi todo eufórico, arrojándose sobre su compañero.

 

Mientras la ceremonia acababa, recién un Mercedes negro se estacionaba frente al instituto. De allí salió un apuesto y bien elegante rubio de dorados ojos, con un cigarrillo entre sus labios, vistiendo un fino traje negro y cubriendo sus ojos tras unas gafas oscuras. Entró al edificio y notó el barullo, se dio cuenta de lo tarde que era, pero aún tenía oportunidad de ver a Shuichi.

 

-¡Congratulations Hiroshi!, ¿con qué mejor alumno eh?

 

-Jejeje… si… -respondía un sonrojado pelirrojo, sosteniendo aún sus diplomas, pero se los entregó a su madre al instante.

 

-Ah, no seas modesto Hiro, que si no fuera por ti no hubiese pasado este año.

 

-Felicidades hijo.

 

-Felicidades onii-chan –se acercaron los parientes de Shuichi a felicitarlo por su egreso al mundo adulto y responsable- pero prepárate que luego de los discursos subes al escenario.

 

-Vamos Hiro, debemos prepararnos, K acompáñenos si quiere.

 

-No, yo me quedo aquí para verlos, ya me aseguré mi asiento… ¡good luck!

 

-Y bien, ¿dónde estará ese mocoso? –ya le molestaban las miradas de algunas adolescentes, así que decidió irse al fondo y recargarse sobre un pares- ni siquiera puedo sentarme tranquilo.

 

-Waaaa, ¡que nervioso estoy!, seguro que Yuki ya está aquí –gritaba desesperado de un lado a otro, arreglándose la ropa que le habían obsequiado y colocándose más de su arma secreta: perfume de frutillas.

 

-¡Que bien luces!, menos mal que Maiko se acordó, el look es muy importante en el vocalista de la banda –observó la ropa extravagante de Shuichi, sus cortos shorts rojos, las medias negras que no pasaban  las rodillas y las altas zapatillas marrones; una remera suelta también negra con un chaleco largo color rojo encima que se mecía con los movimiento del pelirosa, como toque final unos largos guantes rayados que dejaban al descubierto sus dedos y el broche de una frutilla sobre el chaleco. Se colocó perfume en el cuello, el cabello y sobre la ropa nueva. Finalmente se miró al espejo, le agradó lo que vio.

 

-Seguro que a Yuki le gusta… a ese tonto… -y sonrió tímidamente.

 

-Vamos Shu, tu hermana nos llama.

 

Nerviosos se presentaron ante su primer público, Hiro sostenía la guitarra con firmeza al igual que Shu sostenía el micrófono. Los gritos alentadores de las personas los animaron, así que bien decididos empezaron con su primera canción, la cual era muy movida, con increíbles sonidos tecno acompañados de la guitarra de Hiro y la voz de Shuichi. Pusieron su mayor entusiasmo, toda su energía, nada les importaba más que tocar sobre ese escenario y ver los rostro contentos de las personas y escuchar los grito de sus compañeros.

 

-Mmm… interesante… -murmuró K todavía sentado en su verde asiento, escuchando con atención la voz de Shuichi y el ritmo que lo seguía.

 

-¡Bien!, ¡espero que esta canción les haya gustado! –gritó agitado el cantante, con su enorme sonrisa dibujada en el rostro que sólo denotaba satisfacción y orgullo- pero tenemos otra, y lamentablemente será la última… es que no estaba inspirado, jajajaja –todo el público comenzó a reír ante lo dicho- pero antes de empezar, quiero decir que esta canción está dedicada a… -mientras hablaba buscaba el rostro de Yuki hasta que por fin dio con él- emm… ya olvidé su nombre… jajajaja.

 

-Shuichi, no te pongas nervioso, recuerda que te está observando –le susurró Hiro. La mirada de Shu no se despegaba de la de Yuki, quien le sonreía con disimulo, como burlonamente.

 

-E-esta canción se llama “Flower”, espero que les guste –cerró los ojos delicadamente mientras de dejaba llevar por el ritmo alegre y más tranquilo, esperando  a que sea su momento de comenzar. Abrió lentamente la boca, y liberó con fluidez su voz.

 Lo haré en la luz de la tarde

Deseo dormir silenciosamente

Las imágenes de mi mente son muy confusas.

 Fijó su mirada nuevamente en el ámbar, dedicándole esa letra, enseñándole de esa manera que él lo había inspirado, que esa canción le pertenecía. 

Para poder encontrarte hoy

Cierro los ojos dentro de mi cama

Hasta la mañana siguiente

Estarás solo mirándome en mis sueños.

 Siempre tiemblo con tu sonrisa

Miro al sol necesito nacer con fuerza

Mi corazón duele, duele porque es muy frágil

Si no puedes venir

Yo iré a ti. 

Caminó por el escenario, moviéndose graciosamente debido al ritmo animoso, dirigiéndose a Hiro de vez en cuando, pero volviendo rápidamente a su lugar para comprobar que yuki aún estaba ahí. 

No puedo reír más

Serás la misma persona en mis sueños

Más allá de la ventana

Me pregunto cuál es tu maravillosa realidad.

 Una noche en vela pensando, escribiendo esa canción, dedicando sus pensamientos al rubio, entregándose hasta en sueños a él, suspirando su nombre, llorando por él. 

Caminando en tu busca

Ayer fui a un camino lejano con una jaula llena de pájaros. 

Aunque un viento luminoso me invite

Continuare siguiéndote solo a ti.

Cuando el cielo luzca azul

Me cubro los ojos al levantar la mirada. 

-No puedo evitarlo… lo amo… lo amo demasiado.

 Mira una flor

Flores nacen en la luz del sol y yo vivo atado a ti.

Tengo muchas semillas que llevare a una colina

Llena de hermosas flores

Vamos búscame, búscame, yo estaré aquí

Espera a que despierte

Siempre tiemblo con tu sonrisa

Miro al sol necesito nacer con fuerza

Mi corazón me duele, duele porque es muy frágil

Si no puedes venir

Yo iré a ti. 

Los aplausos resonaron estruendosamente y los gritos alentándolos no cesaron rápidamente.

 -Yuki… -la sonrisa que con la que Shuichi acabó fue correspondida por Yuki. 

-Shu, ¡fue genial!, ¡estuviste increíble! –Hiro lo abrazó fuertemente una vez que se bajaron del escenario. 

-Gracias amigo, ¡tú también estuviste estupendo! –volvieron a abrazarse. Pronto una ola de compañeros felicitaron al exitoso dúo. Cuando lograron librarse se dirigieron al asiento de K. 

-¡Asombroso chicos!, ¡asombroso! –Dijo entusiasmado K, abrazando con fuerza a los compañeros y aplaudiendo por detrás de sus nucas- me emocioné mucho, oh la última canción es hermosa.

 

-Jejejeje, gracias K-san, pero… ¡nos ahoga!

 

-Perdón, sorry… y ahora lo otro importante, Yuki-san.

 

-Lo perdí de vista K, pero iré a buscarlo –dijo animado Shuichi.

 

-Ve niño, yo me quedo con Hiroshi, tengo algo importante que hablar con él.

 

-Si, ¡suerte Shu-chan! –el joven se echó a correr al instante, en busca de Yuki- ¿y de que quieres hablar K?

 

-¿Has oído hablar de N.G.?

  

Continuaba corriendo por todo el patio, ya su madre se había ido con la madre de Hiro, era ya muy tarde y mucho no faltaba para que acabaran de recoger todo y la gente acabe de irse. Pasaron muchos minutos ya y no obtenía respuesta, Hiro y K también se habían ido, intentaron convencerlo de que no continúe buscando, pero esa llama de esperanza no se había extinguido todavía.

 

-Shindou-kun, ya cerramos el colegio –le dijo un compañero, uno de los organizadores.

 

-Claro… gracias… -desanimado, salió del edificio. Ni un auto estacionado, ya eran pasada la medianoche y ni una señal de vida en las calles, lo peor era que ya se había largado esa lluvia acumulada durante todo el día y él ni oportunidad de cambiarse. Continuó caminando, llorando y balbuceando cosas sin sentido, tarareando luego la canción que Yuki le había inspirado.

 

-Seguro que no me encontró y se fue, si, ¡seguro es eso! –intentó reanimarse. La lluvia ya lo había mojado por completo, así que decidió refugiarse bajo un techo hasta que el clima mejore un poco. Miraba los autos pasar, el ánimo ya lo tenía por debajo del piso, su corazón estaba mas que partido, ¡echo trizas!

 

-Yuki… ¿por qué…?

 

-No lo sé –le respondió una voz conocida. Se volteó velozmente- no se por qué lo hice, lo siento Shuichi.

 

-Yuki –quedó de piedra, lo tenía otra vez frente a él, deseaba gritarle con fuerzas, regañarle por haberlo dejado y además por no darle una explicación de por qué lo hizo- Yuki… -se aproximó despacio con los brazos abiertos, acabando por reposar su cabeza sobre el húmedo pecho del rubio.

 

-Lo siento Shuichi –correspondió el abrazo dejando caer el paraguas negro, estrechando con fuerza ese delicado cuerpo contra el suyo, sintiendo los mojados cabellos rosados sobre su camisa ahora empapada, sintiendo como unas manos se unían detrás de su espalda, sintiendo los sollozos del indefenso ser que lo amaba, sintiendo una calidez agradable recorrer todo su cuerpo- te llevaré a tu casa…

 

-Yuki… -no hacía mas que repetir ese nombre, se sentía sumamente feliz, su cuerpo vibraba, sentía el calor de Yuki todavía sobre su cuerpo. Con cuidado entró al auto caro del rubio, lamentablemente su casa sólo quedaba a dos cuadras de allí, quería estar más tiempo con el escritor.

 

-Vamos –le extendió la mano y no la soltó hasta que llegaron a la puerta de su casa. Las luces estaban apagadas, seguramente ya estaban dormidos. Volvieron a abrazarse, de nuevo esa calidez que le ganaba al frío, otra vez las sensaciones agradables que reinaban en sus pechos. Yuki se sentía extraño, sentía que no sabía lo que hacía, pero lo único de lo que estaba seguro era que no quería soltar a ese chico.

 

-Yuki… -se separó del pecho pero continuó abrazado al mayor. Lo miró fijamente, sus orbes violetas ya no estaba rojas, pero el agua caía imitando a vagas lágrimas. Lentamente sus rostros fueron acercándose, los ojos de Shuichi fueron cerrándose, sujetaba cada vez con más fuerza la camisa de Yuki, su respiración salía tranquila de sus labios entreabiertos.

 

-Lo siento –ahogó esa disculpa en los labios rosados y vírgenes del pelirosa, sus manos jugaban con los cabellos mojados mientras lo besaba con pasión, recorriendo toda esa cavidad mojada y caliente, agachándose un poco para disfrutar con más profundidad.

 

-Mmm… -disfrutaba tanto ese beso y las caricias en su cabello, movía instintivamente la cabeza y abría la boca a cada rato junto a la de Yuki… ya se agotaba el aire. El beso acabó sin previo aviso, cuando abrió los ojos el rostro de Yuki estaba hundido en su cuello.

 

-Hueles a frutillas… -besó y lamió su cuello, saboreó la piel joven y suave, en un susurró agregó- ven conmigo Shuichi, vamos a mi departamento –apenas el joven pudo asentir, se dejaba sumergir en esos besos fogosos y vibrantes.

 

-Va-vamos Yuki… -murmuró sonrojado, intentando abrir los ojos.

 

-¡Shuichi!, ¿eres tú? –su madre salió envuelta por una bata, llamando a su hijo para que ingrese a la casa. El pelirosa y Yuki se miraron- vamos, ya es tarde hijo.

 

-Lo siento Yuki, pero… -se dio la vuelta dispuesto a irse, pero el rubio lo detuvo tomándolo de un brazo. Lo volteó y volvió a besarlo.

 

-Descansa Shuichi.

Notas finales:

jooo! a mi me gusto este capi o.o espero q a ustedes tambien!!

dejen reviews pleaseeeeee!!! =D

salio algo meloso el final no?... pero bue, es mi manera de escribir TT.TT por eso espero sus reviews, para conocer sus criticas!!

los quierooooo!!!! n.n


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