Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Chat = ¿amor? por ale-chan

[Reviews - 339]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hoolas! aqui esta el capi 15 ya n.n

***Gravitation no me pertenece, es de la diosa Maki Murakami-sensei y lalalala.

Enjoy! ^^

¡Enero al fin!

 

Luego de un mes lleno de emociones, problemas, malos entendidos, nuevos sentimientos... la mente y el corazón de Shuichi parecían haber vuelto de un Spa. Las festividades de Navidad y Año Nuevo le sirvieron para poder despejarse, pasar más tiempo junto a Hiro y K, tener más relación con los parientes y, por supuesto, dedicarle mucha más atención a Yuki.

 

Tenía tan bien definido su amor hacía el escritor que parecía que era lo único a lo que en verdad le daba importancia, vivía en las nubes, se ponía más torpe de lo normal, balbuceaba cosas extrañas en medio de sus típicos sonrojos, seguía entregándose a él a través de sus sueños o por medio del Chat, lo cual se le había vuelto su actividad favorita.

 

Pero por supuesto que no todo era color de rosa, en tan sólo dos días Hiro abandonaría la ciudad para rendir un examen de ingreso y así continuar los estudios para convertirse en un profesional. Si bien Shuichi mantenía su mente en paz, no podía simular que todo estaba en orden. Si lo que deseaba era la paz absoluta debería cumplirse algunos requisitos que él mismo se había impuesto.

 

1º Tenía que convertirse en el koibito de Yuki.

 

2º Hiro debía permanecer a su lado, y tenía que sí o sí ser pareja de K.

 

3º Su mayor anhelo... convertirse en un cantante famoso, tener miles de fans y muchos éxitos con su banda, y para eso necesitaba a Hiro, así que si no se cumplía el requisito 2... ¡Adiós requisito 3!

 

-Ahá, mi vida puede resumirse en esas tres cosas, son mis metas a seguir –concluyó su infinito relato con un largo suspiro.

 

-Oh... que interesante –le respondió la cajera con miedo- pero...

 

-Ahora debo enfocarme en Hiro, no sé qué haría sin él –murmuró nostálgicamente. Entregó la plata a la muchacha que tuvo que aguantar toda la historia que Shuichi le contó, sin omitir detalles, sólo porque tenía ganas de desahogarse- gracias por escucharme señorita cajera.

 

-Emm... si... ¡espera!

 

El pelirosa se detuvo repentinamente, dejando caer una bolsa repleta de comida.

 

-Uh...

 

-Toma esto, te ayudará –le entregó una revista femenina ya gastada, con algunas páginas dobladas en partes específicas- dijiste que tendrás una cita pronto, y Yuki-san debe convertirse en tu koibito ¿ne?

 

-Si, pero ¿por qué...? –ojeó rápidamente la revista, hasta que paró en una nota especial que parece haber sido leída más de mil veces. El título de la nota era inmenso, en letras amarillas y con algunos dibujos que servían de explicación: “TU PRIMERA VEZ”

 

-Me sirvió mucho, la autora de esa nota es una sexóloga muy famosa. Te lo regalo si quieres.

 

-Pero no soy mujer –rezongó con ojos llorosos.

 

-No me refiero a eso, da vuelta la página.

 

Shuichi se encontró con textos de todo tipo, era un número especial al parecer, destinado a la primera vez de toda persona. Cada dos páginas se hacía referencia a diferentes tipos de relaciones sexuales: primera vez heterosexual y homosexual (tanto para hombre como para mujer)

 

-Es para que estés más informado, y además esa mujer tiene un programa de televisión que transmiten todos los miércoles a medianoche, se llama “La hora del placer” y puedes llamar para hacer consultas, ¡yo llamé!

 

-Ah... muchas gracias señorita –dijo apagadamente, sonrojándose al darse cuenta de que había contado demasiadas cosas a una extraña. Recogió la comida del piso, y fugazmente se marchó del supermercado.

 

*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*

 

-Hoy llevaremos a cabo el plan, ¿estás listo Shuichi-kun?

 

El pelirosa asintió decidido.

 

-Very good... prepárate Hiroshi.

 

El día del viaje de Hiro había llegado al fin. Luego de haberse despedido de sus parientes y compañeros, el pelirrojo se disponía a ir al aeropuerto, donde K y Shuichi lo esperarían para despedirlo. Tenía listas sus maletas, todos los apuntes que estudió día y noche se encontraban es su mochila. Inhaló aire con fuerza antes de bajar del taxi, tratando de impedir largarse a correr antes de que el avión despegara. Caminó resuelto, con una expresión seria pero melancólica a la vez que se adueñaban de sus facciones... muy a lo lejos distinguió a su mejor amigo y a K.

 

-¡Hiro-chan!, cuanto deseaba que no llegues nunca.

 

-Gracias Shuichi... que gran amigo –exclamó suspicaz –hola K.

 

-Hello Hiroshi, ¿listo para el viaje?

 

-Si –susurró cabizbajo, apartando las maletas y abrazando imprevistamente al rubio- lo siento K... lo pensé tal y como me dijiste, pero resulta que soy un cobarde.

 

-Hiro...

 

-No digas eso Hiroshi, a pesar de que escapas de tus sueños para seguir los caprichos de tu madre... –suspiró profundo- eres muy valiente al hacer esto.

 

-Pero no quiero dejarte –murmuró bajito para que Shuichi no pueda escuchar- quiero quedarme contigo K... pero no puedo...

 

-Tranquilo, enfrenta las cosas como un hombre –dijo con calma. Abrazó con más fuerza a Hiro y dejó que continúe llorando. Shuichi miraba la escena con tristeza, no evitó sonreír angustiosamente y llorar también.

 

-Me siento la persona más tonta del mundo, ni yo me creo que esté haciendo esto... abandonando todo.

 

-Tranquilo, tranquilo – lentamente giró su cabeza hacia Shuichi y le guiñó un ojo- yo estoy aquí, y siempre estaré.

 

El menor de los tres salió corriendo, el acto de K era la señal.

 

-¿Y Shuichi?, ¿dónde está? –cuestionó preocupado, deshaciendo el abrazo y mirando a todas partes.

 

-No lo sé, se fue sin más.

 

-Seguro que también por mi culpa –suspiró- lo entiendo, no tuvo el valor para despedirse.

 

-Oh, no te preocupes, lo verás luego. Creo que ya debes abordar.

 

-Si –tomó las maletas y volvió a dirigirse a K- voy a extrañarte.

 

-También yo –contestó sonriente. Se acercaron nuevamente y se besaron.

   

-¡Era la señal!, maldita sea queda muy lejos ese sanitario.

 

Mientras corría lo más rápido que podía, sacó de su mochila prendas femeninas. Agitadamente ingresó a un baño, teniendo mucha precaución ya que se trataba de un baño de mujeres. Se encerró poniendo cerrojo y con mucha prisa, y totalmente agitado, empezó a vestirse y maquillarse. Se colocó una blusa color salmón, que rellenó con un par de medias que servían como pechos, una pollera “tubo” del mismo tono, unas medias transparentes que lucían perfectas en esas piernas depiladas, unos zapatos blancos con una considerable plataforma; se delineó los ojos y pintó sus labios, como toque final perfume frutal y una pulsera en la muñeca izquierda.

 

-Luzco excelente, que suerte que K recordó el maquillaje –tomó la mochila del piso y acomodó las imitaciones de pechos con brusquedad. Consultó su reloj y al instante encendió un Walkie-Talkie que el americano le dio para que se comuniquen.

 

-¿Shuichi-kun? –Decía una voz imprecisa por los sonidos del fondo- ¿estás listo?

 

-Si K-san, ya me vestí, ¿qué debo hacer?

 

-El avión no despega hasta dentro de media hora, en ese tiempo intentaré activar la bomba.

 

-¿Cómo que intentará?, ¿qué sucedió? –preguntó preocupado.

 

-Es que olvidé las instrucciones, y las que encontré están en árabe.

 

-¡¿Cómo?!, ¡¿no se supone que sabe activar una endemoniada bomba?!

 

-I´m sorry, pero de la que encargué ya no quedaban... me enviaron cualquier bomba que encontraron.

 

-¡Pero si todas las bombas son iguales!

 

-Ohu, eso no es verdad lamentablemente, pero estate tranquilo... esto no me vencerá.

 

-¡Apúrese por favor!, debemos detener ese vuelo.

 

-Yes, yes... mientras tanto ve y sube al avión, hazte pasar por una azafata nueva.

 

-Está bien.

 

-No apagues el transmisor, te avisaré si necesito algo.

 

Shuichi empezó a llorar a mares mientras se dirigía al avión. Le permitieron pasar ya que vestía el uniforme correspondiente, como una dama aceptó la bienvenida que recibió de las demás.

 

-Muchas gracias compañeras –agradeció con voz débil, haciendo una delicada reverencia- es mi primera vez en esto, espero que me tengan paciencia.

 

-¡Por supuesto!, ¿cómo es tu nombre? –cuestionó una mujer adulta, la de más años y experiencia al parecer.

 

-Eh... ah... Shu... ¡Ichigo!, Ichigo, ese es mi nombre.

 

-¡Pero que lindo!

 

-Mu-muchas gracias –dijo avergonzado.

 

*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*

 

-¿Eiri?, ¡Eiri abre la puerta!, ¡sé que estás ahí! –gritaba Mika hace rato, intentando obtener respuesta.

 

-¿Qué pasa?, ¡estaba tomando un baño mujer! –exclamó de mala gana. Todavía tenía el cabello mojado, y debido a que ya no soportaba a su hermana, se colocó una bata sobre su cuerpo sin secar- ¿Qué quieres?

 

-Llama a Tatsuha, sé que está aquí.

 

-¿Qué dices?, no está aquí.

 

-¡Ya deja de cubrirlo!, ¿dónde está?

 

-¿Por qué no revisas la casa?, compruébalo por ti misma –dijo indiferentemente.

 

Mika bufó ofendida, pero empezó a buscar por todos los rincones del departamento al menor que se había fugado. Recorrió todas las habitaciones sin encontrar respuesta, ni siquiera una pertenencia de él o una pista que demostrara que vivía junto a Yuki.

 

-¿Contenta?, Tatsuha no apareció por aquí –interrumpió toscamente, apareciéndose en un cuarto donde Mika buscaba- cuéntame qué sucedió.

 

-Se fugó de casa hace dos días, dejó esta absurda carta –dijo rendida, entregándole un papel doblado en dos al rubio. Yuki la tomó y empezó a leerla.

 

 Me voy de casa, ¡ya no aguanto esto! Necesito a mi Ryuichi ♥                                                                                                Tatsuha. 

-Papá está al borde del infarto, me mandó a buscarlo.

 

-Y crees que yo lo tengo escondido... no tengo idea de dónde puede estar.

 

-Necesito tu ayuda, debemos encontrarlo –ordenó secamente. Yuki soltó una carcajada repleta de ironía.

 

-Ni lo sueñes, estoy de acuerdo con él. Si lo que quiere es irse, que se vaya.

 

-¿Qué clase de hermano eres?, ¡da el ejemplo al menos!

 

-Y tú sé inteligente y busca en otra parte.

 

-¡Debes ayudarme!

 

La poca paciencia de Yuki corría peligro de extinción. Se apretó la sien con dos dedos y empezó a hacer fuerza, pero rápidamente se rindió.

 

-Mi telepatía con Tatsuha ya no funciona, no debo tener señal.

 

-¡Déjate de idioteces y ayúdame!

 

-Lo digo en serio –dijo gravemente- ¿lo has llamado?

 

-Tampoco tengo señal –contestó con burla.

 

-Umm... dijo que quiere encontrarse con Sakuma, por eso vino inmediatamente a Tokio –lentamente se dirigió a su laptop y buscó alguna página en donde estuviesen las fechas de conciertos de Ryuichi- ese tipo está en Nueva York ahora, no creo que Tatsuha tenga el dinero suficiente.

 

-Pero si tiene la idiotez.

 

-Recomiendo que busques en las terminales, el idiota debe estar buscando algún vuelo hacia América.

 

-¿Estás seguro?

 

Asintió con desgano.

 

-Muy bien, acompáñame entonces-volvió a ordenar.

 

-No puedo, estoy muy ocupado ahora –Mika estaba a punto de quejarse, pero una mano se posó en su boca, y mientras la empujaba hacia la salida. La dejó afuera- dije que no- y cerró la puerta groseramente.

 

*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*

 

-Como eres nueva dejaremos que des las bienvenidas, ven.

 

Shuichi se entretenía escuchando las tareas que debía cumplir, así también como algunos consejos. Esta vez, una azafata más joven lo dirigía. Lo tomó de la mano y lo condujo hasta la entrada, donde muchas personas faltaban que ingresen, para su suerte Hiro ya se encontraba en el avión.

 

-Es simple, te colocas aquí –la muchacha se paró en un costado de la puerta- y dices “Bienvenido, que tenga buen viaje”.

 

-¿Sólo eso?

 

-Ahá, es fácil. Empieza.

 

El pelirosa se plantó donde antes estaba su compañera y comenzó a dar la bienvenida a los pasajeros.

 

-Bienvenido, que tenga buen viaje –repetía a cada momento, junto a una reverencia y una sonrisa sincera.

  

-Oh mi Ryuichi, my honey... ¿dónde estarás? –canturreaba desanimado Tatsuha, dando pasos tambaleantes por los pasillos de la Terminal de aviones- encima que me escapo de casa para verte... no te encuentro, ¡no sé dónde estás!

 

 -Chst, chst... hey, tú...

 

Tatsuha se señaló a si mismo, mientras trotaba hacía donde un extraño señor lo llamaba.

 

-Buscas a Rakuma-san ¿verdad?

 

-¡Es Sakuma idiota!

 

-Si, como sea... lo importante es que sé donde está.

 

-¡¿De verdad?!, ¿dónde?, ¿dónde está?

 

-En el vuelo número 14.

 

-¿El catorce? –Miró la tabla en donde todos los vuelos estaban indicados- ¡pero si despega justo ahora!

 

-Aún tienes tiempo.

 

-¡Pero no pasaje!

 

-Es que aquí tengo uno –el extraño hombre sacó de su bolsillo el pasaje que Tatsuha necesitaba- te lo vendo ahora mismo pero al doble del valor original.

 

-¡Hecho! –gritó decidido. Arrebató de las manos ajenas el pasaje, y a cambio le dio una buena suma de dinero- oh Ryuichi, ¡aquí voy!

 

Corrió con gran velocidad hacia el avión.

 

-Bienvenido, que tenga buen viaje –le dijo una azafata de cabellos rosados, de la cual Tatsuha quedó prendido al instante.

 

-¡¡Pero que bonita es usted!! –le chilló en la cara.

 

-Ah... gracias señor...

 

-Vamos, vamos, necesito que vaya a su asiento joven –mandó la muchacha que acompañaba a Shuichi, tomó de los hombros al monje y lo sentó en su lugar- lamento eso Ichigo, pero nunca faltan pervertidos.

 

-E-entiendo... por cierto, ¿cuánto falta para que despegue el avión?

 

La joven consultó su reloj.

 

-Trece minutos, debemos prepararnos ya.

  

Mientras tanto, K intentaba activar la bomba para luego ubicarla en la cabina del piloto, pero todo era en vano.

 

-¡Shit!, si no me apresuro el avión despegará –tomó el Walkie-talkie- ¡Shuichi!

 

-Si K-san, ¿dónde está?, ¡faltan sólo diez minutos! –susurró intranquilo, tomando el radio de debajo de su pollera.

 

-Ahora es cuando necesito tu ayuda.

 

-¡Dígame qué hacer!

 

-Debes seducir al piloto.

 

-¡¿Qué?!, ¡estás loco! –Gruñó exaltado- ¡no puedo hacer algo así!

 

-Debes hacerlo, necesito más tiempo para activar esto.

 

-P-pero...

 

-¡Hazlo! –rugió finalmente. La comunicación se cortó de inmediato.

 

Lo pensó un momento, pero al ver el poco tiempo que faltaba para que el avión despegue, se decidió resueltamente. Dando lentos pasos, y tratando de disimular, abandonó su puesto para dirigirse a la cabina del piloto. Milagrosamente la puerta estaba entreabierta. Se escabulló sin hacer el más mínimo ruido, notó que faltaba el copiloto, tal vez por eso la puerta abierta.

 

-Hola señor –dijo tímidamente, el hombre se atemorizó por un segundo.

 

-Hola jovencita, sabe que no debería encontrarse aquí –exclamó amablemente. Se trataba de un hombre joven y apuesto, de cabellos oscuros, tez pálida y ojos marrones. Su voz era frágil pero masculina a la vez. Miró detenidamente a Shuichi- o tal vez necesitas algo.

 

-Es que soy nueva aquí, es mi primera vez –dijo sensualmente, acercándose con sinuosidad. El piloto se giró un poco- y quería desearle suerte además.

 

-Despegaremos dentro de poco –apenas pronunció. Shuichi se sentó sobre las rodillas de aquel hombre, nada le agradaba de esa situación.

 

 -Tal vez si imagino que es mi Yuki... será más fácil. 

 

Cerró los ojos para imaginar a su Yuki, al instante le llegó a la mente las imágenes de su primer beso. Mantuvo los ojos cerrados. Rodeó el cuello del piloto.

 

-Puse seguro a la puerta, así no nos interrumpen.

 

-Lo siento, pero no es momento de... ugh...

 

-Yo creo que sí –susurró luego de lamer el lóbulo con lentitud. Sin prisa empezó a descender las lamidas por el cuello- porque tengo muchas ganas de continuar... Yuki...

  

-Estúpida bomba, ¡¿por qué demonios no funciona?! –gritó enojado. Se levantó del piso y desenfundó su mágnum, al instante empezó a dispararle a la bomba- ¡aparato de porquería!, ¡arruinaste mi plan maldita basura! –seguía gritando furioso, dejando añicos lo que alguna vez fue un explosivo. Cansado consultó la hora, miró hacia el avión- Shuichi-kun está llevando a cabo el plan... ¡debo improvisar!

 

Abrió el bolso que llevaba a cuestas. Extrajo una máscara de Frankenstein de allí, también un oberol color azul que se colocó sobre su ropa, y por último se equipó de pies a cabeza con todo el armamento que tenía guardado.

 

A paso firme se dirigió al avión.

  

Mientras K pensaba en emplear un plan B, en el avión todo era caos. No entendían el por qué del retraso, las azafatas no obtenían respuesta del piloto, el cual estaba encerrado en la cabina junto a Shuichi.

 

-¡Estoy cansado de todo esto!, ¿qué clase de empresa son?, ¿no entienden que quiero ir a primera clase?

 

-Pero eso no es posible si no tiene el...

 

-¡Ya es suficiente! –vociferó al final, apartando a las azafatas que intentaban calmar a un alterado Tatsuha. Creía que su ídolo se encontraba en primera clase, así que velozmente se dirigió allí- ¡mi amado Ryuichi!

 

Pero no obtuvo más que rostros desconocidos.

 

-¡Mierda!, ¿me mintieron?... ¡no!, seguro que está con el piloto –con una patadota derribó la puerta que nadie podía abrir- ¡mi amado Ryuichi!

 

Pero esta vez se encontró con el piloto y una azafata sentada sobre sus rodillas. Empezó a sangrarle la nariz por la escenita.

 

-¡Que bien!, ¡un trío! –dijo exaltado, y se arrojó encima de los dos.

 

-¡Kyaaaa!, ¡quítese de encima! –rugía Shuichi, pero al segundo se calmó al notar que ese joven era muy parecido a su Yuki.

 

-¡Pero eres preciosa!, déjame que te...

 

-¡Que te quites!

 

Los tres forcejeaban violentamente, hasta que un sonoro ruido los detuvo. Un hombre vestido de azul, con cara de Frankenstein y armas hasta en el cuello, irrumpió en el avión.

 

-¡Quietos todos! –apuntó con sus armas a todos los pasajeros, ordenándoles que se agacharan. Caminó de espaldas hasta donde el piloto, Shuichi y Tatsuha permanecían de piedra- ¡usted!, está prohibido que despegue este avión.

 

El piloto asintió asustado, escondiéndose detrás del pelirosa.

 

-Excelente trabajo Shuichi-kun –susurró K a la vez que guiñaba un ojo. Volvió a dirigirse donde estaban los pasajeros, buscó por todos lo asientos hasta que dio con un pelirrojo cabizbajo. Lo tomó del brazo bruscamente- ¡si alguien se mueve, lo mato!, ¡juajajajaja! –lo empujó sin delicadeza alguna hacia la salida, donde bajaron por las escaleras.

 

Poco a poco la gente fue levantándose, la policía no tardó ni un poco en llegar, pero para ese entonces K y su rehén ya no estaban.

 

Shuichi escapó al instante, aprovechando el barullo, los gritos y lloriqueos de las personas, junto a él bajó Tatsuha.

 

-Hey preciosidad, dime tu nombre –dijo el pelinegro. El cantante se quitó el maquillaje con la manga de la blusa, y se deshizo de los pechos falsos.

 

-Mi nombre es Shuichi –respondió seriamente. Tatsuha quedó atónito.

 

-¡Pero que precioso eres! –Se le arrojó encima, otra vez, abrazándolo- ¡incluso te llamas como el no se qué de mi aniki!

 

-¿Qué aniki?, ¿de qué hablas?, ¡y ya déjame en paz!

 

-De mi hermano Eiri, ¡de Yuki! –Chilló ferozmente- ¡que lindo, lindo eres!

 

-¿Yu...ki?, ¿tu eres el hermano de Yuki? –dijo sorprendido. Empujó impulsivamente a Tatsuha- ¡yo soy Shuichi!, ¿no te contó de mí?

 

-¿Shuichi del Chat?

 

El pelirosa asintió emocionado.

 

-¡Waaaaaa!, ¡tienes loco a mi aniki! –en ese momento interrumpe Mika, la cual estuvo buscando en todas la terminales a su hermano menor.

 

-¡Tatsuha!, con que aquí estás mocoso chiflado –exclamó indignada. Lo asió de una oreja y empezó a tironearlo- que esto te enseñe, no vuelvas a irte de casa, ¿escuchaste?

 

-Si, si... buaaaaa... ayúdame Shuichi, y te diré los puntos débiles de Eiri –lloriqueaba como un niño. Shuichi también reconoció a Mika, ya la había visto junto a Yuki en el centro comercial.

 

-Ustedes son los hermanos de Yuki –aclaró todavía sorprendido.

 

-Buaaaaa... ¡ayúdame Shuichi!, ¡no dejes que me lleven!

 

-Cállate tarado.

 

-¡Esperen! –intentó alcanzarlos, pero ya era tarde. Mika había subido a un auto a Tatsuha, le era imposible seguirlos.

 

Decidió alejarse de ese lugar. Se encerró de nuevo en el baño de mujeres y empezó a colocarse su ropa, lavó bien su cara y en especial su boca.

 

-¿Cómo pude besar la piel de otro tipo?... ¡puaj!... ¡¡mi boca pertenece sólo a ti Yuki, sólo a ti!! –rugió alzando mucho la voz. Al fin acabó de vestirse, se sentó en una silla a esperar a Hiro y a K, mientras tanto se puso a leer la revista que la cajera le había regalado. Leyó la nota muy por encima, se trataba en su mayoría de consejos para prevenir enfermedades, la importancia de usar preservativos y demás.

 

-Vaya... –suspiró profundo- no creo que Yuki tenga alguna enfermedad, pero por las dudas compraré algunos forros.

 

Centró su atención en unos párrafos aparte que se titulaban: “Tips para seducir”. Eso si le interesó.

 

 “Es recomendable usar crema en lugar de perfume, eso se debe a que la crema es mucho más duradera y puedes esparcirla por todo tu cuerpo; otra ventaja es que suaviza y nutre la piel al mismo tiempo” 

“Sé sensual en todo momento. No pierdas ni una oportunidad, muéstrate ante tu seme bien sexy y provocativo. Recomiendo que no uses maquillaje o cremas, pueden estropearte la piel, no hay nada mejor que...” 

-Pero antes dijeron que era bueno usar crema... –pasó a otro tip.

 

 “La lencería es muy importante. No lleves ropas tan desabrigadas, cuando llegue el momento, impáctalo con unas sexies prendas interiores...” 

“La ropa es un factor muy importante. Trata de descubrirte cuando puedas, simula tener calor y descubre un poco tu cuello, arremángate la camisa con alguna excusa o...” 

-Pero si recién dijeron... –esas notas lo confundían cada vez más, se contradecían a cada rato, primero decían una cosa y luego salían con otra. ¡No sabía qué hacer!

 

Arrojó la revista a un cesto de basura próximo, concluyó que sería él mismo, sin necesidad de usar tontos consejos dados por una mujer que no parecía sexóloga, sino una simple aficionada al Yaoi. Su disgusto desapareció en cuanto vio que se acercaban un Frankenstein y Hiro.

 

-¡Hiro-chan! –dijo contento, abrazando a su amigo.

 

-Ya se salieron con la suya, arruinaron el viaje.

 

-Yes, ya no llegarás a dar ese examen –agregó satisfecho el americano, quitándose la máscara- ya no puedes hacer nada Hiroshi-kun...

 

-Mmm... supongo que no, y a mi madre seguro le dio un infarto al enterarse de la noticia. Todos los medios se enteraron.

 

-¡Su plan funcionó K-san!, aunque me haya obligado a seducir al piloto –exclamó con escalofríos- lástima que la bomba no funcionó.

 

-Si, pero improvisé al instante, ¿una idea genial eh?

 

-Si, increíble K, ahora todo Japón tendrá miedo de viajar en avión, no vaya a ser que un ataque terrorista los sorprenda –añadió con sarcasmo, abandonando las maletas en el piso.

 

-No seas así Hiro, gracias a K-san estás con nosotros, podremos cumplir nuestro sueño –dijo emocionadamente. Abrazó nuevamente a Hiro y se largó a llorar- te quiero tanto amigo, no sé qué hubiese hecho si te ibas.

 

-Ya, ya, no llores Shu-chan... –correspondió el abrazo tiernamente, acariciando los cabellos rosados.

 

-¿No estás enfadado...?

 

-¡Que va!, no puedo enojarme con ustedes –rió alegre- han hecho todo eso, hasta sedujiste a un piloto... no voy a enfadarme tonto.

 

Se abrazaron durante un largo rato, Shuichi no paraba de llorar y reír a la vez.

 

-Bueno boys, como ya todo está hecho... me retiro.

 

-¿Eh?... ¿te vas?

 

-Yes, of course... ¿no te importa volver solo Shuichi-kun?

 

-¿A qué se refiere?

 

-A que me llevo a Hiroshi, no te importa ¿verdad? –cuestionó con picardía. Rodeó la cintura de Hiro y lo atrajo hacía si- quiero estar a solas con él.

 

-Claro que no me importa –sonrió Shuichi.

 

-Pues a mi si me importa, deseo volver a casa K –dijo calmadamente Hiro, tratando de librarse.

 

-Eso será después, ahora debemos atender un asuntito... ¡bye pink boy!

 

-¡Espera K!, ¡Shuichi ayúdame! –resonaba por toda la Terminal. El pelirosa volvió a sonreír, despidiéndose con la mano de la pareja. Agarró su mochila del suelo y emprendió su camino a casa.

Notas finales:

bue, espero  q les haya gustado (siempre digo lo mismo XD)

ah, en el prox capi estara el lemon de Hiro y K, y ya yuki y shu fijaran fecha para la cita... asi q falta poco para Yukixshu >.<

bue, dejen reviews pleaseeee!!! la hora en el ciber esta reeee cara, intentare responder algunos reviews aunq sea T.T

los quiero! nos leemos pronto n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).