-¿Cómo que al fin me digno?, ¿Quién se cree este eh?
-Tranquilo Shu, además tiene razón.
-¿Qué?! ¿Tú también?
-Vamos, no seas... -un sonido escandaloso interrumpe al pelirrojo.
-¿Qué es eso?
-Es mi celular -Hiro miró su móvil con cara de preocupación- manos mal que puse la alarma, debo ir a buscar a mi hermano al aeropuerto.
-¿Tu hermano?... pero Hiro... -rezongó el menor, haciendo gestos de reproche.
-Vendré mañana tonto, tan sólo chatea con ese tal Yuki, no seas tan terco.
-Está bien, te acompaño a...
-No te preocupes, sé donde queda la salida, luego cuéntame ¿si? -y se acercó a su amigo para revolverle los cabellos- nos vemos.
-Si, suerte Hiro-chan -otra vez estaba solo, y la pequeñez de tener que chatear se le volvió una catástrofe. Miró a la pantalla y la frase de Yuki aún permanecía allí. Pensó en los que le dijo su amigo, no debía ser terco, sólo es chatear después de todo...
-Lo siento, es que surgió algo importante -respondió sin vacilar, pero sintiéndose nervioso aún.
-Ya ver, y... ¿qué edad tienes Ichigo? -el pelirosa titubeó un poco ante la pregunta.
-Tengo 17 recién cumplidos, ¿y tú?
-21
X X X X X
-Tal y como lo supuse, una mocosa adicta al internet, supongo que será aburrido esto, mejor... -y en el momento en que estaba a punto de desconectarse, una frase por parte de ichigo lo sorprendió.
-Hoy no me siento bien Yuki, ¿te molesta si continuo chateando contigo?
X X X X X
Tenía ganas de continuar en verdad, no deseaba que la conversación acabara allí, de esa manera cortante y directa. Entonces decidió que lo mejor sería comentar acerca de su vida cotidiana, ¿y qué mejor manera que comenzar con los problemas?
-De todas maneras nunca lo veré y eso tampoco me interesa, quizá me haga bien desahogarme sin fastidiar a Hiro... últimamente estuve acumulando mucho mal en mí.
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-¿Cómo puede decirlo con esa facilidad?, ni siquiera sabe quién soy y ya me comenta sus problemas -lo meditó un momento y releyó el “hoy no me siento bien Yuki” y decidió que lo mejor sería dejar que la pequeña se desahogue.
-Dime, ¿qué te sucedió?
-Verás Yuki, mi sueño es llegar a ser cantante, formar una banda definitiva y estable... tener millones de fans que griten mi nombre y canten mis canciones.
-¿Y qué con eso?
-Mi amigo Hiro... dentro de unos meses se muda para estudiar Medicina. Él es el guitarrista de la banda que formamos, sólo somos él y yo, y jamás me atrevería a reemplazarlo. Él siempre está conmigo, nos conocemos desde pequeños y... se va...
-No ye pongas mal, es una estupidez.
-¡¿Cómo dices eso?! Además de que mi mejor amigo se marcha por años, nuestro sueño de ser famosos a través de nuestra banda se derrumba, ¡¿y tú dices que es una estupidez?! Yo soy una persona con un sueño, un ideal, y no pararé hasta conseguirlo.
-Entonces, ¿qué problemas te haces? Si eres tal y como dices, ¿por qué te preocupas? Sin importar las consecuencias tu sueño sigue en pie.
-¿Qué quieres decir?
-Habla con tu amigo Hiro, si le importa la banda tanto como a ti, no se irá a estudiar Medicina y no te dejará.
-Pero, ¿qué crees que dirá?
-Deberás averiguarlo, después de todo es tu futuro y tú sueño los que están en juego.
-En verdad que sabes lo que dices.
-Es porque te lo dice una persona que afrontó una situación similar.
X X X X X
-¡Es increíble! -gritó Shuichi emocionado- ¡este Yuki me abrió los ojos en un segundo!-Entonces, ¿seguirás mi consejo? -continuó escribiendo el rubio.
-Claro que si, en verdad me ayudó mucho, ¡te lo agradezco Yuki!
-Mmm... Bien, debo irme ahora pequeña.
-Eh? ¿Pequeña? -se preguntó gracioso el pelirosa- ah, es cierto, él no sabe que soy hombre y tal vez no deba decírselo.-¿Ya te vas? Bueno, espero poder seguir chateando contigo luego.
-Claro, quiero saber qué te dirá ese tal Hiro. Por ahora, hasta pronto.
-Si, hasta pronto Yuki, ¡suerte!
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Se desconectó del Chat, encendió otro cigarrillo para luego caer a lo largo de la cama.
-¿Un sueño... un ideal? -recordó lo que escribió la supuesta chica- creo que se parece a mi en ese sentido -miró el reloj y notó que ya la hora de abandonar el hotel ya que debía dar una conferencia en una importante universidad. Se levantó pesadamente, simplemente se colocó un abrigo y salió del amplio cuarto.
No pudo evitarlo, en todo el camino sólo pensó en “ichigo”, le sorprendía esa perseverancia y ese sueño que se mantenía firme sin importar las consecuencias, aquel cariño extremo hacia su compañero guitarrista al cual jamás reemplazaría. Pero lo que más llamaba su atención era esa confianza tan rápida que se había hecho con él, si de un momento a otro comento sus problemas y hasta pidió consejos... eso no es muy normal en verdad, fiarse en un desconocido, seguir sus consejos incluso. Se sentía molesto en cierto modo, una adolescente no debería ser así ¡ninguna persona debería se así! “Desconfía ante todo” uno de sus lemas favoritos... y jamás te muestres tal y como eres, no te muestres débil frente a otra gente. Se sintió ahora más molesto, le brindó su ayuda a una tonta chiquilla que se deja llevar por cualquier cosa, por una chiquilla que le importa más tener una banda que el futuro y la carrera de su amigo.
-¿Cómo es que fui tan idiota? -arrojó violentamente el cigarro al suelo y miró nostálgico al cielo- es la primera vez que alguien sigue mi consejo...
X X X X X
¡Que bien se sentía! Era como quitarse un peso de encima, un problema menos... y la solución llegó de un perfecto desconocido. Un Yuki que para su primera impresión demostraba desinterés y tenía una manera muy directa de responder, como si no le importase si hería a los demás. Pero Yuki-san lo ayudó mucho, por eso ahora reposaba sobre su cama desecha, con las manos sobre el vientre subiendo y bajando ligeramente, una serena sonrisa se delineaba en sus labios, los ojos cerrados daban ese toque final que lo que demostraba era paz en esa delicada imagen. Ahora se animaría a hablar con Hiro, pedirle que no se vaya para estudiar, que no lo deje solo ante todo, ya que sin él se sentía vacío y más que nada incomprendido. De todas maneras, y fuera de eso, sentí algo extraño cuando acabó de chatear con aquella persona, en verdad le había agradado y estaba muy agradecido por los consejos que le había brindado, más que nada, porque nunca otra persona aparte de Hiro lo había escuchado y dado confianza. ¡Definitivamente tenía que hablar con Hiro! Aunque tenía un duda, ¿lo hacía por qué en verdad era tan urgente o... era una excusa para poder chatear con más prisa con Yuki? De esa manera tendría un motivo para el cual conectarse, le comentaría sobre su charla con su amigo y de esa manera comenzaría una linda conversación, incluso hasta ¡vaya a saber! Ahora Yuki quizá querría contar sus problemas.
Sonrió alegremente y se echó boca abajo sobre las sabanas arrugadas, un susurro escapó accidentalmente de sus labios.
-Yuki... -se cubrió la boca al notar lo que había pronunciado, pero aún así su sonrisa todavía permanecía intacta.