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¿Tú o Yo? ¿Dulce O Truco? ¿Sí o No? por traviesita925

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Notas del capitulo: Aclaraciones: ...jajaja pues que les puedo decir ¡FELIZ HALLOWEEN! Diviértanse sean unos diablitos y diablitas muy traviesos como yo U///U por algo me gane ese apodo jajajaja... Gravitation es una obra de Maki Murakami... esta vez sólo los tomare para unas perversiones... Mis dos parejitas favoritas pasaran una noche inolvidable...

♥ YukiXShu ♥

♥ ¿Pockys de fresa? ♥ 

—Yuki!!!!!!!!!!! – se quejaba el pequeño pues su amante no quería ponerse el traje que le había comprado... 

Como el día de las brujas ya se acercaba Shu decidió comprar dos trajes el de  Yack y  el de Sally, por obis razones el se vestiría de Sally, con una peluca roja y un vestidito muy corto hecho tirones, se había pintado es su blanca piel las costuras de la linda muñeca de trapo y Eiri solo tenia que vestir un traje, como el de Yack (obvio), cosa que no le callo en garcía al escritor pues se quejaba de que era una ridiculez. 

—No significa NO!!! ¿Entendido Baka? – grito ya desesperado, toda la santa tarde lo había estado molestando con lo mismo, tratando de conversarlo para que se pusiera ese estúpido traje y no había podido siquiera empezar el segundo capitulo de su novela - Mejor vete antes de que acabes con mi paciencia (¿Tiene? O_Ó) 

—Pero Yuki es el traje perfecto para nosotros dos, ellos se aman mucho, como tú y yo... – musito el pequeño con aire soñador, perdido en su mundo de fantasía. 

— ¿Y quien te dijo que tu y yo nos amamos? – gruñó el rubio ya cansado de la situación... 

—Yo....... – las lagrimas empezaron a brotar de los ojos amatistas... Bruto, lo había logrado otra vez, ya había hecho llorar a su peque. 

—Shuichi, yo no quise decir eso – admitió desviando su mirada al tiempo que  prendía un cigarro, inhalo el delicioso humo del tabaco y después de no más de cuatro segundos lo soltó junto con un suspiro y miro al pequeño

—  ¿Quiere Pockys de  Fresa?  

— Hum? – la pregunta desconcertó al pellirrosa — ¿De qué hablas yuki? – pregunto con sus ojitos brillantes. 

—¿Quieres que vallamos a comprar tus porquerías o no? – volvió a preguntar mientras apagaba su cigarro y se ponía de pie. 

 — SÍ!!!!!! – grito el cantante.

-*-*-*-*- 

—¿Mejor? – dijo mientras subían al auto después de haber  vaciado la tienda de dulces completa. 

—Algo... - ¿Algo? Se preguntó el escritor, pero si habían comprado la tienda entera por no exagerar

— No tenían Pockys – musito comiendo bombones. 

—Así que lo que quieres es un Pocky – dichas estas palabras en la cara del escritor se formo una expresión indescriptible, era como una mezcla de malicia, perversidad y satisfacción, sin olvidar la lujuria y el amor  - Vamos a casa, allá te daré tu ‘Pocky’  

—Hai!!!!!! – asistio el menor aun comiendo dulces. 

-*-*-*-*-*- 

Una vez llegaron al apartamento Shuichi dejo Toooodoooos los dulces en a cocina y fue tras el escritor. 

— Bien ¿Dónde estan mis Pockys de fresa? – indagó el ojivioleta al encontrar a su amante recostado en la cama. 

— Acércate para dártelo – sonrió con  malicia. 

Apenas el menor estuvo a su alcance lo atrapo gran habilidad y empezó a besarlo, de una manera suave pero apasionada, explorando por completo la dulce boca de su amante, sintiendo las carisias húmedas de sus lenguas, acariciando con sus manos el esbelto cuerpo de su kio.

—Yuki quiero mi Pocky – rezongó Shuichi una vez se acabo el beso. 

— Aquí lo tienes – respindio con una sonrisa libidinosa. Agarro la manita de Shu y la dirigió hacia su ya erecto miembro, que proclamaba salir de su prisión, haciendo presión con ella y dejando escapar un suspiro de placer —¿No es tu Pocky favorito Shu? Siempre que te doy quieres más, más y más...   

El cantante se puso rojo hasta las orejas, no podía creer que ese era el dichoso Pocky que Yuki la iba a dar. 

— Yo... Yuki... - tartamudeaba de vergüenza. 

—Calla y disfruta ¿Quieres?  

El rubio empezó a desvestir lentamente al pelirrosa, acariciando cada parte de su blanca  y tersa piel. Una vez que estuvieron desnudos los dos, el mayor empezó a morder sutilmente el cuello de su amante, dejando marcas rojas. 

El rubio se detuvo n su labor y se acerco a la mesita de noche de donde extrajo un paquete de los dichosos Pockys de fresa. Se sentó en el borde de la cama y le hizo señas al Shu para que se pusiera entre sus piernas, pero este al darse cuanta de sus intenciones se opuso... 

—Yuki!!! Tu sabes que no me gusta hacer eso – refiriéndose a darle sexo oral, no es que le diera asco, ni nada por el estilo, ya que adoraba ese pedazo de carne que lo hacia gozar durante varias horas, sino que le daba vergüenza.  

 —¿Quieres que te dé tus Pockys o no?... —Pregunto el escritor acariciando su propio miembro, ya duro y caliente.

 Sin mas opciones Shuichi cerro sus ojos y llevo el miembro hasta su boca.

--¡Hoo!... Si... ¿Te gusta? ¿Has visto? Este esta mas rico...

—Susurro Yuki preso de la excitación, como ansiaba que los rozados labios de su pequeño envolvieran su sexo – Así te quería ver... Así te quería tener...

El cantante se limito a mamar aquel pedazo que estaba mas duro que una piedra, de cierta forma aquello era placentero inclusive para él, sus mejillas estaban rojas y no dejaba de sentir una gran vergüenza al saber lo que estaba haciendo, abrió sus ojos para ver aun excitado escrito, este al notar la mirada amatista se incorporo y aventó la caja de  Pockys fuera de la vista.

—Yuki... No me los quites... —reprocho Shuichi con la punta del pené en sus labios sosteniendo fuertemente.

—No... No te lo voy a quitar... Te la voy a dar... —Dijo con una sonrisa morbosa que causo un estremecimiento en el pelirrosa.

Quitándole  al cantante el pedazo de la boca, el escritor se puso de pie y obligo a que su pequeño a que también lo hiciera...  empezó a besarlo nuevamente y acariciarlo apasionadamente descubriendo así notable excitación en Shuichi.  Sin más lo tumbo en la cama boca abajo y gateó hasta ponerse sobre él, el rubio aun tenia Estba más que caliente y prendido.

—¿Yu... Yuki?... ¡Hayyyy!— grito el cantante al sentir como la lengua de su amado se introducía lentamente en su traserito.

--¡Quieto! No te muevas tanto... —Le regaño Yuki, para después continuar con lo suyo.

—Yuki... Onegai...
El escritor se entretuvo oyendo los gemidos de su amante... Movió de manera circular su lengua sobre el rozado agujerito arrancándole más gemidos al pelirrosa...

—Que rico eres Shu-chan... – declaro el rubio con excitación y las mejillas del cantante tomaron un color carmín. Eiri se posicionó mejor entre las nalgas de su pequeño y llevó su miembro asta la entrada.

—Dale... Onegai... Yuji... Aaaahhhhhh!!!!

— Callate!! – mascullo el rubio, Yuki apoyó la punta del glande y forzó la entrada, pero enseguida se corrió dejando brotar el liquido espeso y caliente –Maldición!!!

Se sintió humillado era la primera vez que eso le pasaba, por más caliente que lo pusiese eso mocoso siempre aguanta...

—Mmmmm... Que bien se siente... —Gimió el cantante al sentir el semen de su rubio entre sus nalgas recorriendo luego hacia sus testículos.

Al ver que necesitaría retomar el asunto, el escritor volteo al pelirrosa y escalo hasta su boca para introducir nuevamente su miembro. Sentado sobre el pecho de Shuichi, Eiro se dedico a concentrarse para conseguir otra erección.

Una vez que su pedazo estuvo lo suficientemente duro, Yuki se situó entre las piernas del cantante tomando sus tobillos y llevándolos hasta sus hombros.

De esa manera busco su intimidad con los dedos, calándolos profundamente, aquella posición canso la espalda de Shu, pero por nada del mundo iría a quejarse.

El escritor tomó su propio miembro y lo guió hasta la entrada para dar una estocada firme y segura...

—¡YUUKIII!...—gimio Shuichi con todo el aire de sus pulmones levantando su cabeza y apretando las sabanas.

--Haaaa... —gimió el ojiambar mordiéndose el labio inferior, sintiendo el calor arrebatador de aquel agujero cuando su pedazo tocó fondo.

Sin contemplaciones Yuki comenzó a bombear, el rechinar de la cama era una excelente sinfonía.

Se dejo llevar pero recordó que su amante también necesita cariño y atención, por lo tanto tomo su pedazo y comenzó a masturbarlo, una de sus piernas cayo pesada sobre el colchón, buscando una mejor posición para penetrar, Eiri soltó la otra y aferrándose a sus caderas parecía que nada era ideal para gozarse a aquel Baka...  Decidiéndose por ultimo, tomo a Shuichi y lo acomodó con las rodillas y las palmas de la mano sobre la cama, elevo su trasero y se la clavo profundo hasta donde físicamente se pudo.

Viendo que su amado estaba demasiado ocupado con su orgasmo, Shuichi comenzó a masturbarse violentamente... Era demasiado sentir eso en el trasero... Un regalo de los Dioses... Jejeje... Sin duda.

El peso del cuerpo de Yuki obligó al de ojos violetas a ejercer cierta fuerza para no terminar estampado contra el colchón, pero solo tenia una mano libre, la otra sacudió frenéticamente su pedazo hasta conseguir el anhelado liquido que cayo sobre la cama.

—Acabaste... Parece que te gustó... —siseo Yuki también a punto de eyacular

—Aaaaaaaaahhhh – al fin había obtenido su delicioso orgasmo y cayo con el peso de su cuerpo sobre su lindo amante de manera que este terminó embadurnado de semen, de su propio semen, al mismo tiempo que su trasero era inundado por el néctar del rubio.

—Haaa... Que lindo culo tienes... Huuu... Siiii...

Cuando se vació por completo, se dejo caer boca arriba sobre la cama, a su lado Shuichi quien yació boca abajo, pero al recordar lo de sus Pockyns  se incorporo rápidamente, Yuki interpreto sus intenciones y dejando caer una mano al costado de la cama levantándolos del suelo.

—Aquí están...

—¿Me... Los vas a... Dar... ? —pregunto el menor sospechando que no seria tan fácil obtenerlos.

—Por supuesto... —contesto el escritor con tono fingido de obviedad, pero cuando su kio intento llegar a ellos realizo un giro para evitar que la tomara.

El cantante realizó una mueca de reproche, y eso le causo cierta gracia al rubio, quien sonriendo atrajo de la mano Shuichi para que este cayera sobre su pecho.

—Yuki... Démelos... —suplico frunciendo el ceño, con sus rostros prácticamente pegados.

—Pero si ya te lo di... —contesto el de ojos dorados, divertido con falsa inocencia de su baka y aprovecho la cercanía para posar sus labios en la boca entreabierta de su amante, dándole otro beso apasionado en el cual exploraba su cavidad bucal, sintiendo llegar al cielo.

—Yuki...

—¿Qué Shuichi?  

—¿Me los vas a dar?... ¿Sí o no?... —Volvió a preguntar Shuichi haciendo pucheros. 

El rubio lo miro por un instante apreciando a su querido, regalándole una sutil sonrisa que después se transformo en una expresión más de él ¬¬* 

—Aquí tienes baka... – y le entrego su paquete de Pockys. 

— Feliz Halloween!!!! – grito dándole un beso de piquito al rubio para después acurrucarse en el pecho de este y quedarse dormido.     

Notas finales: Notas de Lil Traviesita:  El Lunes subo la de Tatsuha y Ryuichi, los dos, el final de Historia de Amor y el de este Ok? Déjenme  Reviews please...... Es que aun no termino los lemons y el fin de semana voy con mi primo a acampar, los dos!!!!!!!!!! BESOS °u°!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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