Capitulo 2: El ataque del Varón Von Machiste (Primera parte)
Allí, riendo en sueños estaba su pequeña hija Greta, parecía tener un momento muy alegre en su inconsciente, y sobre ella, el mismo remolino que vio en Doria.
Sabía que debía irse pero, la curiosidad de un padre a veces es mayor que su sentido común.
Cerró la enorme puerta tallada en madera tras entrar a la habitación, y procurando hacer el menor ruido posible, se aproximo a la cama de la pequeña Greta.
- Me pregunto que estará soñando... -murmuro en voz baja para si, lo ultimo que deseaba era que su hija despertara y viera a su padre hecho un fantasma traslucido, eso definitivamente seria un trauma que duraría un largo rato, además de enfrentar el miedo a los fantasmas y las historias de terror y todas esas cosas.
O al menos eso creía, basado en experiencia propia.
- “Estupido Shori...” –pensó para si el moreno, recordando su corta edad de 5 años cuando su hermano mayor lo asusto con un disfraz de noche de brujas, tubo que dormir 1 semana con sus padres por el trauma.
Volvió a centrar su atención en la niña que dormía tranquilamente, observando su rostro para luego fijar la mirada en el punto luminoso donde concluía el remolino.
¿Seria correcto espiar sus sueños? Suponía que debía respetar la privacidad de su hija y dejarla en paz, pero era su deber como padre velar por la seguridad de la pequeña, aun en sueños.
Con este pretexto, y la decisión marcada en toda su cara, extendió sus manos para tocar el punto que lo conduciría a los sueños de su hija.
Nuevamente el remolino se conmocionó, comenzando a absorber al Maou dentro del sueño, solo que esta vez sin escucharse ningún grito histérico del mismo al entrar, culminando todo con un último destello sobre la frente de Greta.
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- ¡¡WAAAAAAAAAAAAAAAA!! –era inevitable que un grito de terror escapara de su garganta al verse cayendo a caída libre, a quien sabe cuantos metros del suelo y con solo agua a su alrededor y una costa lejana en el horizonte.
Haciendo uso de sus útiles reflejos, atino a taparse la nariz antes de zambullirse en el agua calma, abriendo los ojos una vez que su cuerpo quedo sumergido por completo, solo para ver aquel animal tan parecido a los peligrosos tiburones de la tierra nadando a su alrededor.
Soltó un grito sordo al verlo, dejando escapar el tan necesario aire que había acumulado, pataleando incesantemente para poder llegar a la superficie lo mas rápido posible.
- ¡Ah! –toma rápidamente una bocanada de aire al lograr sacar su cabeza fuera del agua, viendo al altea dorsal del animal aun rodándolo- espera... Gunter me había dicho que era pacíficos... -un suspiro de alivio salio de su boca cuando recordó ese útil detalle.
Bien, eso dejaba el tema del tiburón asesino de lado, ahora su problema actual era... ¿Cómo llegar a tierra firme?
Miro a un lado y solo vio agua, miro al otro y nada mas que agua, por sobre el hombro solo mas y mas agua.
Agua, agua, agua...
- ¡¡QUE ALGUIEN ME AYUDE!! –grito a todo pulmón una vez conciente de su situación, pataleando y dando de manotazos al agua, pareciendo de paso, un animal herido y fácil de cazar para cualquier depredador marino.
- ¡Yuuri! –un grito lo saco de su ataque de histeria, logrando ver a la lejanía un enorme barco que se aproximaba, aquella voz era de, justamente, su hija Greta, saludándolo enérgicamente con la mano- ¡Yuuri has regresado! –exclamo con una brillante sonrisa en su rostro.
- ¿Regresado? –murmuro para si, pensando que hasta en los sueños de su hija, el desaparecía por periodos de tiempo en Shin Makoku, ciertamente eso lo hacia sentir un poco culpable.
Al acercarse mas barco lo reconoció como el que usualmente usaba Cheri al irse a sus viajes en busco del amor. Una expresión de incredulidad se formo en su rostro cuando esa idea lo golpeo ¿¡Acaso su pequeña e inocente hija se había unido a los viajes de Cheri en busca de amor!?
Alarmado intento subir cuando antes al barco, con ayuda del salvavidas que le arrojo la menor, al parecer no era un viaje alrededor del mundo sino un paseo por el mar, un suspiro aliviado escapo de sus labios cuando Greta corrió para abrazarlo con inmensa sonrisa de alegría al verlo otra vez.
- ¡Yuuri que bueno que volviste! ¡Todos te extrañábamos mucho! –comento enérgica al tiempo que volvía a abrazarlo, al tenerla mas cerca Yuuri pudo apreciar que estaba un poco mas grande, seguro en sus sueños tendría unos... ¿12 o 13 años?
- Yo también los extrañe mucho Greta –sonrío el moreno, sin saber muy bien que decir puesto que estaba en un sueño y su hija dormía placidamente en el castillo, pensó que lo mas coherente era actuar como su fuese un hecho real y disculparse por haberse ido a su mundo.
- Demo si Yuuri ya volvió ya no hay que pensar cosas tristes –dijo animadamente- Wa pero estas empapado, ne, ne deberías ir abajo a ver si tienen lago para que se pongas-
- Eh, hai, gracias Greta eso haré, pero dime ¿Estas viajando sola? –pregunto al tiempo que su hija jalaba un poco de su mano, casi como ansiosa de que Yuuri bajara por sus ropas.
- ¡Iie, papa Wolfram esta conmigo! Y también Anissina nos acompaño para cuidarnos –nuevamente jalo su ropa- ¡Anda vamos!-
- Hai, hai –un leve suspiro escapo de sus labios, ¿Acaso no era suficiente que por culpa de Anissina fuera un fantasma que se metía en los sueños de la gente que ahora también tenia que verla en el sueño de su hija?
Este definitivamente no era el día de Yuuri Shibuya.
Siguió a su joven hija escaleras abajo, llegando al piso donde se encontraban los camarotes, entrando casi corriendo al tercero a su izquierda.
- ¡Papa Wolfram mira! ¡Papa Yuuri regreso! –chillo emocionada la pelirroja, jalando a Yuuri dentro de la habitación.
Allí, para su NO sorpresa estaba Wolfram, dándole la espalda a ambos y descargando sus mareos por la ventana. Sin poder evitarlo una leve risa escapo de sus labios, esto ya era una escena familiar para el.
- Al fin... llegas... hena... choko... infiel... ¡Mmgn! –nuevamente el hermoso príncipe mazoku se asomo por la ventana redonda, intentando aplacar sus nauseas.
- Ne, ne Yuuri, te buscare algo de ropa seca o sino terminaras con un resfriado –luego de decir esas palabras, la menor se dirigió al armario en busca de algo seco para su padre.
- Jeje gracias Greta –sonrío como usualmente lo hacia, para luego dirigirse hacia Wolfram y frotar un poco su espalda para calmar sus nauseas- ne Wolf, tranquilo –sonrió algo nervioso temiendo la reacción del príncipe.
- Es tu... culpa... hena... choko... -murmuro a duras penas, tomando grandes bocanadas de aire.
- ¿Eh? ¿Mi culpa? –pregunto confundido, mientras Greta dejaba escapar una risita, ¿Qué sucedía ahí?- oigan ¿Que me están ocultando?-
De un momento a otro Wolfram se alejo de la ventana, acostándose en la cama al tiempo que se llevaba una mano a los ojo, tratando de bajarse los mareos. La mirada curiosa del Maou se dirigió al rubio, y en ese momento noto...
- Wolfram tu… -susurro con ambos ojos bien abiertos, centrándose en el pequeño bulto que resaltaba en el abdomen del rubio, Greta miraba expectante, esperando la reacción de su papa ante la maravillosa noticia.
- Si Yuuri... -susurro el mazoku con una leve sonrisa.
- ¿Estas gordo? –
Silencio.
Mas silencio...
Un increíblemente incomodo silencio...
- ¿¡QUE ESTOY QUE!? –exploto por fin el mazoku, apretando los puños con fuerza, en los cuales se comenzaba a formar dos bolas de fuego.
- ¡Waaa Wolf cálmate seguro que comiste algunas cositas de mas pero...!-
- ¡¡LARGATE DE AQUÍ!! ¡INFIEL! ¡HENACHOKO! –grito furioso el príncipe, a punto de arrojarle las bolas de fuego a su rey que huyo despavorido de la habitacion junto con su hija. Realmente era muy peligroso quedarse ahí cuando Wolfram estaba de tan mal humor.
Poco después estaban ambos en la habitación de Greta, recuperando el aire por la carrera.
- ¡Yuuri que fue eso! –Lo regaño la menor, mirándolo con un puchero- pensé que te podrías tan contento como yo cuando te enteraras –
- ¿Eh? ¿Por qué? Si Wolfram esta descuidando su salid por comer mucho creo que deberíamos ayudarlo en lugar de ponernos felices además que –
- No esta gordo –le corto con una vocecita de regaño- ¡Esta embarazado! –
- Ah bien, por que si no fuera ese el caso debería de... -corto bruscamente su nuevo discurso sobre la salud cuando lo que acababa de decir Greta fue a penas asimilado por su cerebro-... ¿Wolfram esta que? –
- Esta embarazado...-
- ¿Eh? –preguntaba sin poder captar la idea.
- Wolfram esta esperando un hijo tuyo –sonrío por fin, ahora si esperando ansiosa la reacción de su padre.
Nuevamente silencio.
La mente de Yuuri no podía procesar la información, parecía imposible usar todas esas palabras en una sola oración.
Wolfram: demonio de fuego celoso y temperamental pero con una belleza insuperable.
Esta: del verbo estar, aplicado en 3ra persona, hallarse en una situación.
Embarazado: acción de esperar un ser vivo que se desarrolla en el vientre materno (en este caso paterno) durante nueve meses antes de ser concebido.
De: en esta oración referente a la posesión.
Mi: referente a Yuuri Shibuya.
Wolfram esta embarazado de mí.
Wolfram esta...
- ¿¡EMBARAZADO!? –no supo si ese grito se escucho solo en la habitación, en todo el barco o en todo el Shin Makoku que soñaba Greta.
- ¡Siii! ¡Va a tener otro bebe! –
- ¿C-c-c-como que... O-o-otro? –si de por si las cosas estaban mal, ese “otro” le hacia sentir que en poco se desmayaría, si eso era posible, o simplemente le daría un ataque.
- ¡Claro! ¡Greta tendrá otro hermanito más! –contestó emocionada.
En cambio Yuuri parecía que en cualquier momento de enfermaría, de por si el hecho de que Wolfram, un hombre, estuviera embarazado fuera digno de desmayarse, agregándole el hecho de que fuera SU hijo y ahora que hay mas, poco le faltaba para que le diera un verdadero ataque... aunque realmente ya le estaba dando, solo que no precisamente uno al corazón.
- ¿¡Como puede ser esto!? ¡Wolfram es un hombre! ¡Los hombres no se embarazan! ¡Y menos entre dos hombres! ¡Y eso de que hay más! ¿¡Desde cuando Wolfram es tan fértil!? ¿¡Acaso es una mujer y nadie me lo dijo!? ¡Dios esto no puede estar pasándome! ¡Wolfram no puede estar embarazado y menos de mi! ¡Yo jamás he tenido relación alguna con el y menos ESE tipo de relación! ¡Dios que voy a hacer ahora necesitare un trabajo! ¡Como haré para...! –y continuo con su ataque histérico frente a su pequeña hija que lo veía atónita, nunca espero esa reacción de Yuuri y menos que negara tanto a su hermanito.
- ¿Yuuri no quiere mas a sus hijitos? –pregunto algo triste.
Hijitos...
Ese maldito plural.
- ¡Greta tu eres mi única hija! –grito ya tirando su propio cabello como si lo que viviera fuera una pesadilla, y en ese momento su cerebro recordó que estaba en el sueño de la pequeña Greta, aunque pensaba también que podría ser una pesadilla digo, ¿Realmente Greta quería que algo así pasara? ¿Qué el y Wolfram tuvieran hijos? Realmente era un sueño, dos hombres no pueden tener hijos.
- Pero Yuuri...-
- Eh... -intuyo que debía disculparse por alterar así el sueño de su pequeña- ah lo siento Greta es que… me ha tomado de sorpresa la... tan buena noticia –concluyo con una risita nerviosa.
- ¡Waaa entonces si estas feliz! –pregunto emocionada la joven.
- C-claro como no estarlo jeje... es el milagro de la vida –realmente no sabia como reaccionar o como aparentar una reacción de alguien que va a tener un hijo.
- ¡Bien sabia que Yuuri se emocionaría con la noticia igual que toda la familia! –dijo alegre con una sonrisa en su rostro.
- Toda la familia... -repitió, intentando buscar el significado a esa frase.
- ¡Hai! Ne Yuuri aun no ha saludado a los demás, vamos estarán todos contentos de que Yuuri regreso ¡Vamos! –Tomando su mano nuevamente lo jalo fuera de la habitación, guiándolo entre los pasillos del elegante barco de Cheri hasta una gran puerta de roble- ¡Aquí están todos! –anuncio antes de abrir la puerta.
- ¿Todos? –pregunto, una vez abierta al puerta, viendo a 4 niños en la habitación junto a Anissina y Cheri. Todos fijaron su atención en la puerta al esta abrirse, las dos mujeres mostraron una sonrisa mientras que los niños se abalanzaban sobre el sin piedad, logrando derribarlo al no estar preparado.
- ¡Waaa que pasa aquí! –exclamo hasta que tubo a una niña frente a si, mirándolo con una gran sonrisa, la pequeña tenia unos hermosos ojos verdes de color mas oscuro que los de Wolfram, la piel pálida y su cabello color azabache sujetado con dos colitas.
- ¡Papi! ¡Papi volvió! –exclamo emocionada, abrazándose del cuello del Maou.
Muchos mas “Papi” escucho de los otro niños, llegando a la conclusión que estos eran los “otros” que Greta menciono.
Ahora si sentía que se iba a enfermar...
Tenía 4 lindos hijos llenos de energía en las fantasías de su niña.
- Ya, ya niños dejen a Heika respirar o se ahogara –dijo amablemente la pelirroja al ponerse de pie, ayudando al moreno a levantarse una vez que los 4 se bajaron de el- Heika que bueno verlo otra vez-
- Eh... si, igualmente, jeje –contesto, llevándose una mano a la nuca con nerviosismo.
- ¡Heika! –Ahora era el turno de Cheri de recibirlo- ¡Pensamos que no lo veríamos en un buen rato! –dijo al tiempo que lo abrazaba, hundiendo el rostro del Maou en su pecho, en su forma tan característica y “cariñosa” de abrazar a al gente.
-“No te muevas, no te muevas, no te muevas...” –se repetía mentalmente el moreno, esperando que su “tortura” se acabara lo mas pronto posible.
- ¡YUURI! –una voz irritada logro salvarlo del abrazo de la Sexy-Queen. Pero no sabia que seria peor en ese momento- ¡¡MALDITO HENACHOKO INFIEL!! –
- Ara Wolf no te irrites así solo estaba saludando a su majestad –rió levemente Cheri- ¡No te pongas celoso también tengo muchos abrazos para ti! –sin embargo antes que pudiera hacer cualquier otra cosa el barco entero se sacudió violentamente.
Al parecer habían chocado con algo o al menos eso pensó que fue la causa del sacudón, sin embargo mas rápida fue la reacción de Anissina y Greta al dejar a los niños a cargo de Cheri, mientras ellas junto con Wolfram subían a cubierta a ver que había ocurrido. Yuuri tardo un poco en reaccionar pero terminó por seguirlos, subiendo presuroso las escaleras hasta por fin sentir la brisa marina contra si.
- ¡¿Qué paso?! –exclamo al ver a todos estáticos, siguiendo sus miradas hasta dar con un enorme y terriblemente espantoso Kotsugyozuku (el pez esqueleto) nadando muy cerca de su barco, golpeándolo nuevamente con su poderosa cola, y haciendo que este se sacudiera.
- ¡Oye tranquilo! ¡Hay niños a bordo! –exclamo la pelirroja, intentando alejar al enorme pez.
- ¡Es inútil! –una grave y varonil voz contradijo las palabras de Anissina, irguiéndose sobre el animal se mostró un hombre desconocido para el Maou, de corto cabello castaño oscuro y un par de profundos ojos azules que miraban el barco con malicia y cierto desprecio, mientras que en su rostro se trazaba una sonrisa- ¡Este Kotsugyozuku solo obedece mis ordenes! –
- ¡Es el Varón Von Machiste! –dijo la pequeña Greta al reconocerlo mejor, logrando que Anissina y Wolfram se pusieran a la defensiva, y que aquella sonrisa maliciosa se ensanchara mas.
- ¡Así es pequeña mujer! Soy el Varón Von Machiste, aquel que busca la dominación total de los hombres sobre ustedes, débiles y frágiles mujeres, durante años el hombre ha tenido prioridad y yo me encargare de que ustedes entiendan cual es su lugar en este mundo ¡Son solo para criar a los descendientes! ¡No tienen derecho alguno por sobre los hombres! –lanzo una estridente carcajada malévola, ejemplar de las películas de héroes y villanos.
Anissina y Greta se prepararon para cualquier cosa al igual que Wolfram, mas Yuuri no caía en las estupideces que había dicho ese sujeto, ¿Qué acaso se había criado en la edad de piedra? Claro el estaba acostumbrado a aceptar los derechos por igual, y le costaba asimilar que alguien pensara de esa forma, con razón su nombre era Machiste, le hacia altos honores.
- ¡Nosotras detendremos esa forma de pensar! ¡Las mujeres han hecho grandes cosas y son indispensables para todo Shin Makoku! ¡No permitiremos que un hombre fanfarrón como tú destruya todo lo que las valientes mujeres han logrado en esta época! –contesto con total decisión en sus palabras, y para sorpresa de un atónito Maou, la pequeña Greta.
-“Wow desde cuando Greta es tan… liberal” –pensó para si, asombrado de que su inocente hija pudiera decir algo así.
- ¡Patrañas! ¡Unas débiles mujeres no podrán conmigo! ¡Ahora Kotsu, hunde ese barco y a todos los que están a bordo! –enseguida dicto su orden el enorme pez se abalanzo sobre el barco, embistiéndolo por el lado derecho, provocando que este se agitara con la suficiente violencia como para que los que estaban en la cubierta perdieran el equilibrio.
- ¡Hay niños a bordo! ¡Detén esto! –Grito la pelirroja, sosteniéndose de la borda para no caer- ¡Has llegado demasiado lejos! ¡Nosotras nos encargaremos de castigarte en el nombre de todas las mujeres de Shin Makoku! –
-“Menos mal que no dijeron en el nombre de la luna por que ahí si me asustaría...” –pensó para si nuevamente el moreno mientras se valía de unas sogas para permanecer de pie.
- ¡Quisiera verlas intentarlo! ¡Débiles e insulsas mujeres! –nuevamente el pez embistió el barco, pero esta vez por el lado opuesto, logrando ahora hacer una grieta en el barco con sus filosas espinas.
- ¡El barco! –mas sin embargo unos gritos de la parte baja llamaron su atención.
- ¡NIÑOS! –grito el rubio, corriendo hacia la sección de camarotes sin pensarlo dos veces.
- ¡Wolfram, espera! –no sabia si seguirlo o ayudar a su hija y Anissina contra el poderoso enemigo. Más sin embargo opto por obedecer a su impulso y corrió tras el rubio para salvar a los pequeños que estaban junto con Cheri.
- ¡Los niños están en peligro! –Contesto, corriendo por los pasillos que estaban algo inundados ya, seguramente la grieta era bastante prominente- ¡Niños! ¡Madre! –
- ¡Wolfram espera! –Logro por fin sujetar su manga pero esto no detuvo al decidido mazoku- ¡Wolfram! –
- ¡Si a ti no te interesa salvar a nuestros hijos a mi si! ¡Suéltame Henachoko! –De un brusco movimiento se zafo de su agarre y continúo su carrera hasta ver la enorme puerta de roble, donde había dejado a sus hijos con su madre- ¡Hahaue, niños! –
- ¡Wolfram ayúdanos la puerta esta trabada! –Desde dentro se escucho la voz algo apagada de Cheri, junto con algunas exclamaciones de los pequeños atemorizados- ¡Busca a Anissina y Greta ellas sabrán que hacer! –
- ¡No voy a dejarlos! –exclamo al tiempo que intentaba abrir la puerta con algo, pero notándose bastante agotado por su estado actual, no solo debía salvar a sus pequeños sino también cuidar al que crecía dentro suyo.
- ¡Iré por Greta y Anissina tu quédate aquí! –dijo sin pensarlo siquiera el moreno, echando un ultimo vistazo a al situación antes de subir por las mismas escaleras, intentando llegar a cubierta lo antes posible- ¡Anissina! –llamo pero en ese momento se encontró con una escena de lucha épica entre el Varón y las dos “heroínas”, ambas tenían unas armas un tanto extrañas, la de Greta era “similar” a una ballesta mientras que Anissina portaba una especie de báculo.
-“Esta escena se me hace muy familiar de alguna película… ¿Pero cual?”- se pregunto el Maou enfrascado en su problema de lagunas mentales mientras ambas luchaban incesantemente con el Varón y su Kotsugyozuku que al parecer ahora tenia la habilidad de lanzar fuego de diferentes formas, aunque no quedaba muy calor donde se generaba el mismo, puesto que el pez en si era un esqueleto gigantesco, pero no debía ponerle atención a esas trivialidades en un momento tan critico, lo importante ahora era las vidas que los que estaban abajo.
- ¡Anissina! –llamo nuevamente, captando la atención de la inventora en tanto su hija se encargaba del enorme esqueleto.
- ¿Qué sucede Heika? –
- ¡La puerta de abajo esta atorada y los niños con Cheri están adentro sin poder salir! Y parece que se esta inundando el barco entero ¡Necesitamos tu ayuda para sacarlos! –
- Maldición… -murmuró la pelirroja, mirando a la menor a su lado- Greta necesito que te encargues de ello, yo lo detendré aquí –
- ¡Demo! ¡Es muy poderoso no podrá sola Anissina-sama! –
- Claro que puedo, soy una chica fuerte –le dedico una sonrisa para darle confianza a la pequeña- anda tu eres la heroína de tus hermanos, debes ir a rescatarlos-
- ¡Hai! –Sonrío ante las palabras de la pelirroja- volveré cuanto antes Anissina-sama –sin decir mas se dio la vuelta y corrió hacia el Maou, pidiéndole que la guiara hacia los demás. Rápidamente ambos bajaron las escaleras y corrieron por los pasillos algo inundados del barco, dando por fin con la gran puerta frente a la cual estaba el rubio arrodillado, con una expresión de desesperación en su rostro.
- ¡Wolfram! –Exclamo Yuuri, acercándose al rubio con preocupación- ¿Estas bien?-
- ¡No puedo abrirles! –grita dando un golpe ala puerta demostrando la impotencia que sentía en ese momento.
- Tranquilo… -murmuro preocupado, a pesar de que su cerebro le recordaba continuamente que era una simple ilusión no podía evitar sentir la misma impotencia que su prometido ante la situación.
- Yo la abriré, pero aléjense de ella, y que mis hermanitos también se alejen o sino podrían salir lastimados –
- Si –contesto inmediatamente Wolfram, pegándose un poco más a la puerta- ¡Hahaue! ¡Niños, abriremos la puerta pero necesito que todos se alejen de ella o se lastimaran! –luego de decir eso se alejo, colocándose junto a Yuuri que solo miraba expectante.
-“Wow no sabia que Greta tuviera sueños con tanta acción”- pensó para si mismo, viendo como si hija tomaba esa ballesta (según el) y apuntaba a la puerta.
Una fuerte luz se concentro en la punta del arma, su primera conclusión fue majutsu, pero descarto la idea al ser Greta una humana… aunque nuevamente su cerebro le recordó que era un sueño, por lo tanto todo era posible, así que retomo la idea del majutsu.
- ¡Atrás! –anuncio una ultima vez antes de “disparar” la energía que había acumulado en la punta de su ballesta, impactando esta contra la puerta de fuerte roble, causando una fuerte explosión al romper la misma. Tanto Wolfram como Yuuri se cubrieron de la explosión, siendo el rubio el primero en reaccionar al calmarse el tumulto, corriendo al interior de la habitación claramente inundada en busca de sus hijos.
El moreno tardo un poco mas en reaccionar, pero siguió finalmente al rubio para asegurarse de que todos estuvieran bien, mientras que la menor se dirigida nuevamente a cubierta para ayudar a Anissina con el enemigo.
- ¡Hahaue! ¡Niños! –Exclamo, escrudiñando la habitación hasta localizar a su madre en una esquina alejada de la puerta con los pequeños- ¡Niños!-
- ¡Papi! –exclamaron al soltarse de la ex-maou, corriendo a los brazos del príncipe que parecía inmensamente aliviado de tenerlos consigo de nuevo.
- ¿Están todos bien? –pregunto el actual maou, acercándose a los demás.
- Hai heika, no se preocupe, estamos todos bien –
- Por el momento, tenemos que salir de aquí, el barco se esta inundando y no se cuanto tomara que esto se inunde –dijo firmemente el joven rubio, mirando tanto a su madre como a su prometido- hay que salir de aquí cuanto antes –
Ambos adultos asintieron a sus palabras, moviendo un poco los escombros de la puerta para poder sacar a los niños de la habitación y subir a cubierta donde estaban las otras dos mujeres, por el momento no sabían a que otro sitio llevar a los niños para que estuvieran a salvo.
Al llegar a las escaleras un nuevo golpe estremeció el barco, intentando quitarles el equilibrio y al mismo tiempo, abriendo una nueva grieta por la cual se filtraba mas agua al interior, al notarlo Cheri apuro a los jóvenes a que subieran lo mas pronto posible, teniendo como primera visión una fuerte explosión que alejaba al Kotsu de la embarcación lo suficiente para que ya no la golpeara.
- Hay que abandonar el barco... -murmuro Wolfram, mirando al enorme pez y al hombre que estaba sobre el- es muy peligroso estar aquí...-
- Pero como lo haremos... no hay salida –le respondió el moreno.
- No lo se... pero... -pudo notar que se mordía levemente los labios en frustración, echando ocasionales vistazos a sus niños, asegurándose de que estuvieran todos bien, realmente Wolfram estaba desesperado por sacar a sus hijos fuera de peligro.
- Wolfram... -murmuro quedamente, sabia que era solo un sueño pero la cosa se estaba poniendo fea, debía hacer algo, y pronto...
TBC…