CAP 3:
Sonrió con tristeza, alguien lo amaba y él le rompía el corazón.
De sus ojos escaparon unas cuantas lágrimas, jamás había llorado tanto, pero es que no podía evitarlo.
El sonido de la puerta llamo su atención. Una figura se colaba en su alcoba.
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-Que haces aquí…-pregunto completamente sorprendido, de todas las personas, ella era la que menos deseaba ver.
Delante de él se encontraba Takao, el joven con el que desposaría en unas horas –Fuera de mi habitación- exigió molesto, no deseaba verlo.
Suficiente era con que le hubiesen obligado a casarse con él, como para venir soportándolo antes de la ceremonia.
El futuro heredero al país del viento, era un joven apuesto, de ojos cafés, un largo cabello castaño. En esos momentos le joven estaba recargado en el marco de la puerta, observando cada movimiento de su prometido; en verdad que este era el mejor negocio que había hecho su padre.
El kage del viento era simplemente perfecto, sus cortos cabellos rojos como el fuego, su clara piel tan blanca como la porcelana, unos bellos ojos aguamarina con aquellos círculos negros que le rodeaban, le daban a su mirada un efecto más profundo; y su cuerpo… una delicia ante los ojos de cualquiera, delgado pero bien marcado con un toque andrógino muy atrayente. Lo deseaba y ya no esperaría hasta que se consumara la boda.
El castaño se acerco de forma felina al pelirrojo.
-Que diablos crees que haces- reclamo el jinkurichi mientras retrocedía
-Solo vengo a tomar lo que es mío- tomo a Gaara de la cintura; el pelirrojo estaba aterrado.
No es que no pudiera defenderse, pero si lo hacía seguramente el joven se quejaría con el consejo y abría problemas; tenia las mano atadas
El futuro feudal, comenzó a besar el blanco cuello, con la seguridad de que el kage no haría nada en su contra. Sin esperar más lo lanzo a la gran cama que estaba cerca, los ojos aguamarina se abrieron aterrados… sabía lo que ese muchacho quería.
-NO, suéltame…-forcejeaba tratando de zafarse, con resultados nulos; la arena dentro de su calabaza bullía sonoramente, esperando la orden de su amo para atacar
–mocoso que esperas, libera la arena… quiero su sangre- gruñía desesperado el bijuu, sentía el pánico del pelirrojo como si fuera propio, y también sabía que el chico no haría nada.
El castaño besaba bruscamente el cuello del kage, sin importarle si lo lastimaba, con fuerza mordió la pálida dermis haciéndolo sangrar levemente. La arena bullía desesperada por salir en ayuda de su amo. Deslizo sus manos hasta la estrecha cintura del menor, para comenzar a desatar el fajín que sujetaba la suave prenda.
Desesperado el kasekage trataba afanosamente de zafarse, al sentirse desprendido del fajín, su desesperación aumento. El futuro feudal sometía al menor.
-suéltame- exigía el jinkurichi, removiéndose debajo del cuerpo del mayor.
-si cooperas será más fácil –contesto, mientras que retiraba la fina yutaka que hasta hace unos instantes portaba el pelirrojo; al notar que el kage no estaba dispuesto a cooperar, sujeto sus manos sobre su cabeza y se dispuso a amarrarlas con la fajin de la yutaka.
Ahora teniendo más libertar comenzó a recorrer el blanco pecho de su prometido, la piel era más suave que cualquier fina tela que hubiese tocado antes, tenía un delicioso aroma a jazmines y lilas blancas; comenzó a besar cada pedazo de piel descubierta dejando en el proceso mascas rojas y pequeñas heridas. Se centro en los pezones, los cuales lamia y mordía con afán.
El de ojos agua marina no podía evitar que algunas lagrimas escaparan de sus ojos, se sentía sucio y utilizado, no le agradaba lo que su prometido hacia con su cuerpo.El castaño mordió hasta hacer sangrar uno de los pezones, arrancando un grito de dolor a su compañero.
Pero no era suficiente, deseaba mas… y no esperaría.
Se separo del pecho del otro, contemplándole por unos momentos; se veía exquisito… no podría haber una imagen más erótica que esa: el pelirrojo atado de manos, con la yutaka hubiera, dejando ver su blanca piel, -ahora rojiza- los ojos fuertemente cerrados y la respiración entrecortada
Creyendo que todo había terminado ya, el pelirrojo abrió lentamente los ojos; cosa de la que se arrepintió al instante ya que solo pudo contemplar la perversa sonrisa de su futuro esposo, eso no significaba nada bueno.
-Qué rayos estas esperando… una invitación, libera la arena YA- el ichibi estaba al borde del colapso nervioso, no soportaba lo que estaba pasando y no entendía la actitud de su contendor
-“no puedo”- fue la simple respuesta que obtuvo
-Como que no puedes??... estas idiota, estas a punto de ser violado- grito aun más desesperado
-“no entiendes??... no puedo defenderme, lo mataría y eso traería grandes problemas a Suna”
-A la mierda Suna, a mí que me importa esta estúpida aldea, lo único que quiero es que te salves-
Todo este duelo interior, paso desapercibida por Takao, quien se había despojado de sus ropas rápidamente; y de nueva cuenta se posiciono sobre el cuerpo del menor, comenzado a despojarlo del pantalón que llevaba junto con su ropa interior.
-abre las piernas- ordeno tajante, al ver que el otro no le obedecía comenzó a desesperarse- dije que las abrieras
-No
-No te estoy preguntando- abrió de golpe las blancas piernas del kage posicionándose entre ellas –Vas a ser mío te guste o no
Cerro fuertemente los ojos, no tenia escapatoria.
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No lo pensó ni dos veces para abrir la puerta, tenia grandes deseos de verlo.
Pero esta no era la situación que esperaba.
Con forme avanzaba por los corredores de la mansión, sentía con más fuerza el chakra de Gaara, pero también percibió la presencia de otra persona, una que estaba con su pelirrojo. Por un momento pensó que era Naruto a algún otro conocido, pero la duda se disipo al estar frente a los aposentos del kage
-Abre las piernas- se escuchaba como aquella voz daba la orden, pero ¿Quién podría ser?- dije que las abrieras
-No- sus ojos se abrieron como platos, esa… esa era la voz de Gaara “Que rayos está ocurriendo?”
-No te estoy preguntando, vas a ser mío te guste o no – sentía la sangre hervir, todo era obvio.
Si esperar por nada mas, abrió la puerta con cuidado. El que estuviera furioso no hacía que dejara de pensar como un ninja.
Hay delante de sus ojos, estaba Gaara, su Gaara, siendo sometido por un sujeto que no conocía. El pelirrojo tenía amarradas las manos, su yutaka estaba desabrochada, los pantalones y ropa íntima estaban en el suelo; el otro sujeto estaba completamente desnudo, entre las piernas del kage.
La rabia aumento aun mas, al ver el bello rostro del menor, tenía los ojos fuertemente cerrados, las lagrimas rodaban por sus mejillas… sufría.
De inmediato envistió al castaño apartándolo del jinkurichi.
-Quien rayos eres tú, y como te atreves a interrumpir- reclamo furioso el feudal
-Sa..sasuke- shokeado observaba al que lo había salvado, el kasekage no daba crédito a lo que sus ojos veian… Sasuke Uchiha lo había salvado
-Estas bien Gaara, no te hizo nada??- pregunto calmo, aunque por dentro se moría de la desesperación; el otro solo puso asentir, aun está sorprendido
-Como te atrvez a interrumpir un momento tan intimo con mi prometido- reclamo, con una sonrisa burlona. El no era tonto, notaba como el moreno veía al kage… se notaba que este sentía algo por el pelirrojo.
-¿prometido?- pregunto con una sonrisa sarcástica, el pelirrojo solo atino a bajar la mirada
-Asi es, el y yo nos vamos a casar… HOY- respondió triunfante.
-yo no lo creo
-Que?.. porque dices eso??- pregunto incrédulo
-Porque he venido a llevármelo- apunto con la mirada al menor, el cual lo miraba entre sorprendido y suplicante.
-Eso nunca, el se casara conmigo- Takao estaba furioso, quien se creía ese para venir a decir que se llevaría lo que era suyo –Exijo saber tu nombre
-De acuerdo, creo que mereces saber quien rapto al kasekage…- volteo a ver con una sonrisa burlona al feudal –Mi nombre es Uchiha Sasuke
-No permitiré…- el azabache no dejo terminar su amenaza al contrario, con una velocidad digna de si mismo, se posiciono detrás del castaño, para golpearlo… dejándolo inconsciente.
Camino hacia el pelirrojo, quien trataba de cubrir su desnudes
-Que es lo que quieres?- pregunto frunciendo el ceño, no se fiaba del Uchiha, -aunque lo haya salvado- y menos después de lo que dijo
-Creo que lo deje mas que claro – se acerco peligrosamente al rostro del otro, y sin contemplación alguna beso aquellos labios que tanto deseaba; tan solo fue un rose, no quería asustar al jinkurichi menos después de lo que había pasado –He venido por ti- golpeo la nuca del pelirrojo para dejarlo inconsciente
El cuerpo del kasekage comenzó a desplomarse, sin llegar al suelo; ya que el moreno lo sujeto.
-Es mejor así –cargo delicadamente el frágil cuerpo; acomodo la yutaka, no tenía tiempo para vestirlo adecuadamente.
Aunque de cierto modo le gustaba más como se veía así.Sacudió su cabeza, tratando de despejar los poco sanos pensamientos que pasaban por su cabeza. Ya tendría tiempo para eso.
Ahora lo importante era salir de Suna sin ser detectados.
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-Demonios, Sasuke está tardando mucho, que mierda estará haciendo –se quejaba el albino, aunque tenía razón… su líder se retraso y no tardarían en ser detectados
-Ya cállate Suiguetsu, Sasuke-kun no tardara – la de gafas también estaba preocupada, pero eso no impedía que peleara con el espadachín
-Karin –fea eres una…El albino no pudo terminar la oración, ya que se vio interrumpido por la llegada del Uchiha.
-Tardaste –reclamo el más grande
-Tuve alguno percances- todos veían con interés al moreno, o mejor dicho lo que cargaba el moreno; al notar la miradas, el semblante del azabache se endureció –Que tanto miran??
-Sa.. sasuke-kun porque…??- preguntaba sorprendida la chica o mejor dicho trato de preguntar ya que el albino la interrumpió
-Pero que chico tan mas lindo- se acerco al moreno para tener una vista mejor del muchacho que cargaba su líder, cosa que no le agrado nada al otro y lo manifestó lanzando una mirada de odio al espadachín
-Es el, por quien vinimos?- mas que pregunta fue una afirmación, por parte del pelinaranja
-Así es, a partir de ahora el nos acompañara- decreto ante una consternada Karin, un más que encantado Suigetsu y un neutral Juugo –Ahora vámonos, no tardaran en darse cuenta
Tenían que moverse rápido; por ahora no había tiempo.
Ya después disiparían sus dudas, sobre quien era ese muchacho y que conexion tenia con el Uchiha
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CONTINUARA