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NO ME DEJES, POR FAVOR! por rajhel03

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Notas del capitulo:

Soubi y Miki se van conociendo poco a poco, pero muchas dudas parecen cruzar sus mentes. Por otro lado Jordi parece estar estar jugando con ambos, pero se le complica al no tener nada claro. Muchas dudas corren por las cabezas de esos muchachos!

CAP. 2.1.     (¿amistad por amabilidad?) 

                Ya era martes, y solo quedaban 30 minutos para que la pista quedase libre y poder empezar el partidillo que habían planificado con antelación.  Todos estaban ya cambiados y preparados para comenzar, observando a los jugadores que en ese momento practicaban en la pista.

“Uri”.-Pareces distraído, estas esperando a ver si aparece por algún lado el hermano de Jordi? Cómo se llamaba?

“Soubi”.- Miki.

“Uri”.- A sí, es verdad, Miki. Parecía un buen chico, aunque un poco joven, no crees?

“Soubi”.- Sí, tal vez, pero me agrada su presencia.

“Alex”.- Tío! Sí que te has encaprichado con el niño, nooo?

“Soubi”.- No digas tonterías, no me he encaprichado!

“Uri”.- Haya paz tíos, haya paz, no empecéis ahora. –Como siempre, tenía que acabar poniendo orden entre ellos dos.- Sea lo que sea, si no viene sólo seremos cuatro, por lo que necesitamos a alguien más para completar el equipo. Habías pensado en esto Sou? Y si no viene?

“Soubi”.- Está todo controlado.-guiño un ojo y chasqueó los dedos de ambas manos señalando a Uri en sentido de “todo está planeado”.

  

                Pocos minutos antes de empezar el partido, Miki llegó al polideportivo con el macuto de deporte. Su apariencia parecía diferente a la de la noche de San Juan. A los ojos de Soubi, Miki lucía diferente, tal vez porque ahora, con la luz del día, podía ver todos y cada uno de los rasgos de ese niño. Su tez blanca a contraste con su rojizo pelo,  su piel lucía tersa, suave, sus ojos color esmeralda brillaban bajo el sol y sus finos y rosados labios hicieron ruborizar a Soubi.

                Mientras Miki se acercaba al grupo de personas donde se encontraba Soubi, pensaba en qué decir al llegar. Estaba nervioso, las piernas le temblaban. A los lejos veía a Soubi observándolo. “-Porqué me mira así?” se preguntó a sí mismo-. Sus miradas se cruzaron, y Miki se sonrojó al instante. Esos ojos azules los podía vislumbrar desde lejos, le tenía totalmente anonadado. Observó el pelo de Soubi, como unos pocos mechones de cabello le caían por la frente, cubriéndole parcialmente el un ojo y la mejilla. Realmente era hermoso, y ese aire deportista y juvenil que desprendía su atuendo lo hacían parecer muy sexy. Pantalones cortos dejando ver parte de los musculosos muslos y duros gemelos, camiseta de lycra la cual perfilaba su achocolatado pero no exagerado abdomen y sus fuertes brazos lo hacían todo un semental al pensamiento de Miki.

 

“Miki”.- Hola, que tal? –saludó tímidamente.

“Soubi”.- Miki! Qué tal? –exclamó acercándose y apoyando una mano sobre su hombro.- Algunos ya pensaban que no vendrías.

“Miki”.- Lo siento, me retrasé un poco.- su nerviosismo aumentaba por momentos.

“Uri”.- Nada, nada, pero ahora ve a cambiarte, que la pista queda libre en pocos minutos.

 

 Saludó a  los que ya conocía y le presentaron a los que no. Se cambió rápidamente de atuendo en los vestuarios y salió corriendo a la pista junto al resto.

 

“Eric”.- Joder con el niño! –exclamó uno de los contrincantes con el poco aliento que le quedaba- OYE, TU!!!-gritó dirigiéndose a Miki- No decías que no eras bueno! Relájate un poco que nos tienes a todos con la lengua fuera.

“Miki”.- Esto…. Lo siento?! – dijo con tono un tanto burlesco.

“Soubi”.- Ni caso, estos, que están en baja forma.- Se acercó a Miki y lo agarró con su fuerte brazo por el cuello, dejando la cabeza de Miki a la altura de su pecho.- Hacemos buen equipo, ehhh? Ya sabía yo que elegía bien. De hoy en adelante tendrás que venir más a menudo a entrenar con nosotros, que te parece? – le propuso acercando su rostro un poco más al de Miki. – Nos combinamos bien, no crees?

“Miki”.-Ss… sí. E...estooo…. Yo… bu…bueno…. Te….tengo clases por la tarde yo.- tartamudeó por el nerviosismo que le causaba la poca distancia que había entre ambos cuerpos.

“Soubi”.- Pero ahora estas de vacaciones, nooo? Tienes tiempo libre, por lo que lo podemos aprovecharlo bien. Qué opinas?

“Miki”.- Bueno, vale, por qué no? Ya me iras diciendo cuando quedáis.

“Soubi”.- Claro, dalo por echo.-eso le daba la oportunidad de seguir viendo a ese niño que poco a poco lo estaba eclipsando.

 

                Continuaron jugando. Soubi realmente era increíble a los ojos de Miki. Era muy extrovertido, siempre riendo y hablando con todos, era muy bromista y parecía muy agradable con todos, no se estaba de abrazar o besar en la mejilla a sus compañeros por comentarios o buenas jugadas en el campo, y todos parecían siempre muy felices cuando Soubi se dirigía a alguno de ellos. Por el contrario Miki, para variar, era serio, apenas habló en todo el partido excepto en alguna ocasión y siempre haciendo referencia al juego. Era distante, tímido, y parecía un poco borde a la opinión de todo, pues no dejaba pasar ni una broma, pero de cara a Soubi, esa timidez le hacía adorable, y la distancia que mantenía con todos era a causa de su vergüenza.

 

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                Al acabar el partido, todos fueron a los vestuarios, se desnudaron y se metieron en las duchas individuales que había a disposición de los deportistas. Al salir de las duchas, Miki y Soubi coincidieron al mismo tiempo. Soubi le dedicó una sonrisa un tanto picaresca a Miki después de recorrer con sus ojos su delgado y blanco cuerpo desnudo, únicamente cubierto por una toalla agarrada a la cintura y que le tapaba algo que no le importaría ver. Miki quedó perplejo ante la situación. El cuerpo de Sou era esbelto y fuerte, se marcaban sus músculos, pero no en exceso, y su piel dorada brillaba bajo las gotas de agua que aún se resistían en deslizarse por su cuerpo, la toalla que utilizaba para tapar su miembro, se entreabría entre las piernas, dando paso a su joven imaginación; pero se sintió observado y era algo que por un lado le molestaba y por otro lado lo excitaba. Agachó la cabeza, ruborizado, temiendo que en cualquier momento su entrepierna cobrase vida propia.

- Eres demasiado tímido, sabes? Realmente eres bueno en el campo. –dijo Soubi intentando romper un poco en ambiente tan tenso que se había creado por un momento, y se volteó para dirigirse a su taquilla para cambiarse y así dejar de pensar en la blanca piel de Miki que tanto deseaba acariciar.

 

                Después de haberse cambiado, todos salieron del polideportivo para dirigirse a sus casas. Algunos habían ido andando, como era el caso de Miki, y otros habían ido o en bici, en motocicleta o coche. Se despidieron y empezaron a separarse.

 

- Si quieres te llevo a tu casa. Te pilla algo lejos andando, cierto?- preguntó Soubi a Miki caminado junto a él dirección a su coche.

- Bueno, sí, a unos 30 minutos a pie. Pero ya estoy acostumbrado.-contestó Miki mirándolo fugazmente.

- Debes estar destrozado después del partido. Te has metido mucha caña, verdad? Anda sube, que te acerco.- y abriendo la puerta del copiloto de su Peugeot 308 sport color rojo, incitó a Miki a entrar.

 

                Los 10 minutos que duraba el trayecto del polideportivo a la casa de Miki, la pasaron hablando sobre el partido. Miki hablaba emocionadamente, y Sou lo escuchaba y respondía de igual modo. Al llegar a la portería del bloque donde vivía Miki, éste se bajó del coche y le agradeció a Sou la tarde.

 

- Realmente me lo pasé muy bien esta tarde.- dijo Miki mientras salía del auto.

- Pues ya sabes, cuando quieras pasar un buen rato, llámame.- Soubi le guiño un ojo pícaramente.

- Ah.. Si… claro…. Pero…. Yo no tengo tu número de móvil!

-A ver…- y con un rápido movimiento, Soubi cogió su móvil y lo abrió, dejando ver un brillante fondo de pantalla color azul, que hacía juego con sus ojos.- Dime.

- El qué?

- Pues el qué va a ser, tu número de móvil. Así te llamo y ya tienes mi número. – sonrió.

- Ah.. Claro.- “qué estúpido parezco” pensó- pues es el 64******16.

- Ajá. Pues ya está. Te llamo y así ya tendrás mi número registrado. YA TA! – Y alzando el pulgar en símbolo de ok, cerró el móvil y lo volvió a guardar. –Llámame cuando te apetezca.

- Te tomo la palabra.- increíble, no se lo podía creer, cómo se le había ocurrido decir algo así?

                Soubi lo miró un tanto sorprendido, pues no se esperaba esa contestación en absoluto, pero le hizo mucha gracia. Realmente ese niño estaba empezando a embaucarlo.

- Nos vemos, entonces, Adéu Siau*! -arrancó motor y marchó dejando a Miki en la portería de su casa.

 

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                Soubi se dirigió a su casa. Vivía en una comunidad horizontal de 6 casas pegadas lateralmente, de 3 plantas cada una y parking. Aparcó el coche y se decidió a subir a su casa. Una vez ya sentado en el sofá del comedor, abrió el móvil y marcó un número de teléfono.

-Hola Sou, cariño! Qué tal? Cómo fue el partido? – preguntó una voz femenina al otro lado de la línea.

-Muy bien Rei, estuvo genial. Oye, tienes algo que hacer ahora? Te apetece quedar a tomar un café y charlar? –preguntó llevándose su mano libre al pecho y pensando en el cuerpo de Miki.

-Claro! Vaya pregunta nene, sabes de sobras que para ti siempre tengo tiempo. –Su voz sonaba eufórica.- Anda, salta por el balcón, que yo estoy en la guardilla.- y diciendo esto colgó el móvil cortando la llamada.

 

                Soubi y Rei Vivian uno junto al otro. Las casa adosadas se comunicaban entre sí a través de la terraza de la guardilla, las cuales solo se dividían por un pequeño muro de un metro de altura, fácil de saltar, y más para alguien que ya estaba acostumbrado a hacerlo habitualmente como era el caso de Soubi.

                Éste se levantó del sofá y subió las escaleras hasta la guardilla. Abrió el enorme ventanal de ésta y salió a la terraza. Saltó el muro de separación entre ambas casas y picó al ventanal de la vivienda de al lado. A través del cristal, vio como Rei se levantaba de su silla de estudió y se dirigía al ventanal, para abrir la puerta.

 

-Hola vida! Qué rápido…. – abrazó a Soubi estampándoles un beso en cada mejilla y haciéndole pasar dentro.

-Qué haces? –preguntó Soubi sentándose en el pub que ocupaba una pequeña esquina de la habitación.

-Estoy pasando unos documentos del trabajo a mi jefe. Esta mañana se me olvidó y Ami (su jefe) me llamó hace un rato para que se los pasase. –decía Rei mientras volvía a ocupar la silla de su estudio para continuar con la tarea. –Si me das 10 minutos, estoy por ti totalmente.

-Claro, no problem!

-Pero bueno, dime, que tal el partido? Cuéntame hombre! –se interesó Rei mientras tecleaba el teclado de su portátil.

-Me encanta Miki. Es un niño muy tímido, sí, pero es adorable. Y ya sé que es muy joven, pero me tiene…… UFFFFF! Hoy me he puesto cardiaco en las duchas.

-Quesee? – abandonó Rei su sitio para sentarse junto a Sou y así estar más pendiente de la conversación.- Cómo que en las duchar? Qué ha pasado? Cuenta, cuenta de una vez. – su voz sonaba muy entusiasta y su cara reflejaba una curiosidad infinita.

-No ha pasado nada mujer, no seas mal pensada, solo que hemos salido a la vez de las duchas y lo he podido ver con tal solo una toalla cubriéndolo de la cadera a los muslos. Me ha parecido muy hermoso y tentador. – sus ojos habían empezado a brillar aún más, recreando la situación en su mente.

-Y qué has hecho? –preguntó Rei mostrando todo su interés por lo sucedido.

-Nada, que quieres que hiciera? Ni siquiera sé si le gustan los hombres. Aparte, he de repetirte que es 6 años más joven que yo? – su voz temblaba y su cara expresaba frustración.

-Pues entrarle, por ejemplo. – Se cruzó de brazos Rei y cambió su entusiasta expresión por otra más seria.- Y qué más da la edad! Si te gusta, deberías entrarle. Te has pasado estos dos últimos días diciéndome que te había encantado Miki, qué compartíais muchas aficiones y que te encantaría poseerlo. –dibujó una sonrisa de mala.

-Rei!!! – soltó fastidiado por el último comentario de ésta. – Aparte, “Del dicho al hecho hay mucho trecho”, sabes?.-citó Soubi un tanto serio.- Tengo su número de teléfono. – concluyó con una sonrisilla de chico malo.

-Bien, bueno, eso es un paso. –la cosa empezaba a ponerse interesante.

-Tengo que llamarlo para que también tenga el mío.

-Mándale un SMS, así sabrá que eres tú. Y cómo no puede poner expresión a las palabras, puedes decirle algo inteligente.- soltó Rei con la típica picardía que la caracterizaba.

-Por qué será que siempre sabes qué, cómo y cuándo hacer ciertas cosas? Qué haría yo sin ti. –La abrazó fuertemente riendo para  justo después abrir su móvil y empezar a escribir el sms.

 

                Soubi y Rei se conocías desde hacía muchos años. Ellos ya habían sido vecinos cuando eran unos niños, en la localidad de Cornellá, también perteneciente a la Provincia de Barcelona, muy cercana a su ciudad y a unos 45 Km de Sant Sadurní. Ella tenía la misma edad que el hermano mayor de Sou, Viktor, 26 años, y desde que recordase, siempre habían estado los tres juntos. Y a pesar de que Rei compartía más cosas con Viktor que con Soubi, se acabó llevando mejor con éste último. Habían compartido muchos buenos y malos momentos juntos, y eso los había unido mucho. A Rei siempre le había gustado Viktor, pero éste solo veía a Rei como a una hermana, al igual que Sou. Con el tiempo, Soubi fue creciendo, y el interés de Rei por Viktor pasó a Soubi, aunque sabía de sobras que nunca podría pasar nada pues a Soubi le gustaban los hombres. Su relación fue creciendo hasta tal punto que eran inseparables. Vecinos, amigos, hermanos…. Ninguna palabra podía describir la relación que existía entre ambos.

 

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                Después de llegar a casa, sentarse ante el televisor junto a su hermano y esperar a que la cena que preparaba su madre estuviese servida, Miki devoró todo el contenido de su plato sin hacer comentario alguno, como solía pasar desde que tuviese recuerdos, la hora de las comidas en su casa eran silenciosas, el único que hablaba de vez en cuando era su hermano Jordi, el cual siempre que hacía un comentario, éste estaba relacionado con las mujeres, y como siempre, su padre le lanzaba una mirada asesina que lo hacía callar de golpe. Sus padres eran bastante “chapados a la antigua”, no les gustaba montar alboroto, siempre guardaban las buenas maneras pero eran realmente estrictos y serios.

                Al terminar la cena, Miki se dirigió a su cuarto a escuchar algo de música y leer, como había hecho las últimas semanas de vacaciones antes de dormir. No pasó mucho tiempo hasta que decidió apagar la música y dejar el libro en el único cajón de su mesita de noche, se cambió y se dispuso a meterse en la cama.

 

“PIRI…PIRI…PIRI…” –sonó la melodía de su móvil, indicándole que había recibido un mensaje.

 

                Miki agarró el móvil, lo abrió y vio que tenía un sms de un desconocido en el buzón de entrada, y tecleando el “OK” de la pantalla, abrió el mensaje para leerlo:

  “Bona nit* Miki.Soy Sou.M alegra q t lo pasaras bienhoy. Hacmos buena pareja,verdad? Qdms otro día patomar algo. Duerme bien cariño.”  

-Cariño??!!!!!! –exclamó en voz alta Miki al acabar de leer el mensaje. – Buena pareja??!!! – volvió a leer. –Sí que se le ve cariñoso con mucha gente, pero… CARIÑO!!!????, a qué viene eso? –estaba un tanto desconcertado por el sms. –“acaso me quiere matar de un infarto o qué?” – se dijo a sí mismo y se estiró en la cama mirando al techo y con el móvil frente a sus ojos.

 

                Releyó varias veces el mensaje, y aunque lo desconcertaba, le había agradado mucho recibir ese mensaje en un tono tan agradable. No sabía muy bien qué pensar, se encontraba confundido. “Le gustaré?”-se preguntaba una y otra vez mientras miraba la pantalla del celular. “Buena pareja… cariño”, esas palabras se le habían quedado grabadas en la cabeza, le gustaba como sonaban, y pensaba que escucharlas directamente de la voz de Soubi hubiese sido mil veces mejor. Finalmente logró relajarse un poco. Empezó a pensar en todo. Tenía el número de Soubi, y éste le había enviado un sms de buenas noches. Realmente Soubi estaba siendo muy amable con él. Estaba alucinando, Miki no estaba acostumbrado que nadie se le acercase tanto.

“-Tal vez lo haga solo por amabilidad de cara a mi hermano!”-pensó mientras dejaba el móvil en la mesilla pegada a su cama.

                No había caído en eso antes. Tal vez Soubi solo se comportaba amablemente con él por compromiso, aunque había dicho que realmente no tenía mucha relación con Jordi, eran de la misma edad, iban al gimnasio juntos y coincidían de vez en cuando saliendo de fiesta. Pensó que realmente solo se trataba de eso, de comportarse bien con el hermano menor de un amigo, y eso lo puso un poco triste. “Buena pareja… Cariño…”, eso ponía en el sms. Miki se encontraba realmente confuso.

-Se acabó de pensar, a dormir.-concluyó Miki apagando la luz y dispuesto a dormir.

 

“Buena pareja…. Cariño…”- repetía su cabeza una y otra vez.

Se imaginó a Soubi saliendo de la ducha, como había visto en los vestuarios del pabellón. Su cuerpo medio desnudo, fuerte, bronceado. Se imaginó que esos fuertes brazos lo atrapaban, se imaginó sus manos recorriendo su espalda, su vientre, hasta llegar a su entrepierna. Miki se tensó, su pene se puso erecto y notó la necesidad de desfogarse. Bajó sus manos a la entrepierna y empezó a rozarse por encima del bóxer. No tardo nada antes de bajarlo un poco y agarrar su pene con una de sus manos para empezar a masturbarse. Veía en su mente a Soubi, tocándolo. Se imaginó que su mano era la de Soubi, y aceleró en ritmo. Por un momento, en su mente, Soubi lo empujaba hasta empotrarlo contra la pared de la ducha, lo volteó, y mientras lo masturbaba con una mano, introdujo los dedos de la otra en la boca de Miki para mojarlo, y junto después descender hasta su ano e introducirle un dedo. Miki recreó la imagen en su mente. Mojó un dedo con su lengua, se arqueó un poco hacia adelante e introdujo lentamente su dedo índice en su ano, mientras que con la otra mano seguía masajeando su pene.

-MMMM…AAHH…- intentó reprimir algunos gemidos apretando los labios.

                Era una sensación diferente. No era la primera vez que hacía algo así, pero lo notaba diferente. En su cabeza, era Soubi quien lo masturbaba mientras lo penetraba con un dedo primero, y luego introdujo un segundo. Miki hizo lo mismo. Introdujo un segundo dedo en su recto, incrementando el placer producido por estos al rozar las paredes se su interior. Su cuerpo se estremecía, su culo temblaba, su pene, duro como una piedra amenazó con manchar las sabanas. Aceleró el ritmo de sus dedos en su interior mientras continuaba frotando su pene.

“Buena pareja…. Cariño…”. Y pensando eso, Miki llegó al orgasmo, salpicando las sábanas de semen.

                Sacó sus dedos de su interior, soltó su miembro y se estiró. Su respiración era fuerte. No recordaba el tiempo que había pasado de la última vez que había disfrutado tanto. Soltó un profundo suspiro mezclado con un quejido gemido.

                Al cabo de un rato, ya un poco más relajado Miki, se levantó y cambió sus sabanas. Una vez hecho, se estiró de nuevo, y cansado como se encontraba no tardo nada en dormirse.

“Buena pareja… Cariño…”-fueron las últimas palabras que pasaron por su cabeza antes de caer rendido ante el sueño.

   *Adéu Siau * - expresión catalana que se utiliza para despedirse. La traducción al español sería: “Adiós, Hasta luego”.*Bona nit* - expresión catalana que se utiliza para dar la buenas noches. La traducción al español sería: “Buena noche”.
Notas finales:

Gracias por leer y espero que les haya gustado. Cómo prometí, no hay mucho, pero hay más chica, jejeje.

POR FAVOR, DEJEN REVIEW..... Es muy importante para mi conocer vuestra opinión, dudas... Estoy abierta a todo tipo de sugerencias, pues tampoco es que sea una "peazo de escritora" jejeje (ojalá), y de los errores se aprende.

Cualquien pregunta la contestaré con agrado.

Un beso muy fuerte, y espero que lo hayan disfrutado.

 

Aclaración: Este capítulo dos está compuesto por una segunta parte, la cual colgaré en breve. Gomen por las molestias.


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