Aunque mis ojos no te puedan ver.—
Capitulo 1.-
Recuerdo ese día ,el frio inundaba mi habitación ,pero por alguna razón , no era un frio molesto era un frio acogedor un frio que resguardaba mis corazón. Que lo mantenía congelado pero con vida.
Los débiles rayos del Sol se metían entre mis cortinas y acariciaban suavemente mi rostro.
Hacía poco que el invierno había comenzado; pero en mi ser el invierno ya llevaba varios años, cuando? , me preguntaba diario a mi mismo ,Cuando será el día en que las heridas hayan cicatrizado y la primavera regrese?.-
Y con ese ya constante pensamiento , me quite las cobijas de encima ,camine sin muchos ánimos al baño, después de asearme me dirigí a la cocina.-
¿Qué comeré hoy?.-Me preguntaba a mi mismo mientras abría el refrigerador.-
Vacio, Que novedad .-Sonreí sarcásticamente.-Cuando un liquido salado empezó a recorrer mis mejillas.-
¡Por Dios que me pasa!.-Trate de gritar pero simplemente no tenia fuerza ni para eso, mi cuerpo se deslizo contra la puerta del refrigerado, hundí mi cabeza entre mis manos y mis manos sobre mis piernas, era inevitable; había llegado a mi limite , las lagrimas recorrían sin parar mis pálidas mejillas.-
¡Estoy harto de todo esto!.-Repetí entre sollozos .- No puedo seguir así, no puedo permitirme caer, tengo que ser fuerte, se que pronto superare todo esto, tengo que volver a vivir… pero ¡como?!
Como se supone que tengo que hacer todo, sin me siento tan solo tan débil. Este maldito sentimiento me esta matando pero no es tan bondadoso para matarme de una vez, le gusta tortúrame hacerme sufrir, le gusta mi debilidad y se ríe a carcajadas de ella. Aun no puedo creer que alguna vez me hizo tan feliz. -Sonreí.- Creía que mi corazón iba a explotar en cualquier momento , tanta felicidad que inundaba mi cuerpo, mi vida, mi ser. Pero ahora veme no soy más que un miserable, que está permitiendo que un estúpido sentimiento me gane. No! Yo nunca he sido así y nunca lo seré, La debilidad … esa palabra la borrare de mi vocabulario y aunque el dolor me cale los huesos ,no mostrare debilidad.- Quite con fuerza las lagrimas que aun quedaban en mi rostro, levante la mirada, me pare del suelo; ya el hambre había desaparecido ,tome mi portafolio ,las llaves y baje lentamente las escaleras del edificio hasta llegar al estacionamiento ,donde mi auto negro me esperaba.
Al abrir la puerta , me vi, vaya que lucía bien, un tipo alto de uno noventa y siente para ser exactos, mis cabellos negros, pero no cualquier negro un negro obscuro pero a la vez se veía tan sedoso y brillante, mi piel extremadamente blanca , al parecer me hacía mucha falta asolearme ,
Y mis ojos unos ojos azules, aunque aun un poco hinchados por lo ocurrido anteriormente, pero mis lentes los ocultaban un poco. Después de unos minutos contemplándome ,me di cuenta ,que lucía tan bien ,y así debería de seguir siendo no debía permitir que nadie se diera cuenta que detrás de aquel hombre tan bien parecido había un hombre tan solo, tan triste, tan perdido en agonía.
La vida cada vez se hacía más aburrida y rutinaria; había días en los que me cuestionaba, de que servía, de que servía despertar todos los días, solo para realizar los mismo y sentirme solo .No es que no tuviera amigos o familia; claro que los tenia , y sabia que contaba con ellos incondicionalmente que siempre iban a estar allí para cuando yo lo necesitara y eso era lo peor de todo que sabiendo todo eso me sentía realmente solo.
Llegue a la oficina, aquel edificio gigante que parecía llegar más allá de las nubes. Donde un montón de gente yendo y viniendo. Todos muy bien vestidos, trajes sastres y portafolios, los molestos teléfonos sonando sin parar, y una que otra mujer arreglándose el maquillaje.
Los pasillos hasta mi elegante oficina se hacían eternos, pues cargaba una falsa sonrisa saludando a todo aquel que me encontrara.
-Buenos Dias Señor Motoori.- saludó una simpática señorita detrás de su escritorio.-
-Buenos días Erika.-conteste con una falsa sonrisa como de costumbre.-Alguna novedad?
-Ninguna hasta el momento. Solo recordarle de la Cena que organizo el comité internacional.-
-Gracias por recordármelo; lo había olvidado completamente.- le conteste.-Que haría sin ti.-Dije divertido.
-No se preocupe ese es mi trabajo.- Me respondió radiantemente.
-Voy a revisar los papeles que me diste ayer, por favor llévame un café que no he podido desayunar.-
-En un momento.- Y se dirigió hacia la cafetería, mientras yo pasaba a mi oficina.
Genial.- pensé.- Una cena lo que me faltaba… no estoy de humor para ser tan hipócrita con la gente… aparte yo odio a la gente hipócrita.
Y así entre papeles , llamadas telefónicas, firme aquí ,ahora aquí y una más por acá y unas 7 tazas de café, pude salir del trabajo.
-Señor Motoori .-Dijo Erika .- Le recuerdo lo de la Cena ,piensa asistir?.-
-Ojala y no pudiera.-Conteste.-pero tengo que ir.-
-Quiere que mande a alguien a su casa para que le traigan ropa o puedo mandar a comprar algo?.
-No te preocupes Erika, aun es temprano voy a ir un rato a mi departamento y de ahí a una divertidísima cena, llena de gente alzada y falsa, apoco no suena irresistible.-Dije con mucho sarcasmo.
-Así es, me da mucha envidia.-Dijo Erika, siguiéndome la broma.-Pero apresúrese o llegara tarde y se perderá los camarones.-
-Tienes mucha razón mejor me voy yendo, no puedo perderme de lo mejor.-Me despedí con la mano y entre al elevador.
Vaya esa Erika sí que me cae bien .-Me puse a pensar.-
Erika, aunque nuestra relación era Jefe –Secretaria, nos llevábamos muy bien, hacia ya un buen tiempo que la conocía y era una de las pocas personas que me hacían más ligero el día. Era muy simpática siempre me seguía mis sarcasmos, Tenía el pelo largo ,ondulado y café. Una sonrisa muy bonita, no era muy alta y era un poco rellenita, pero tenia unos ojos verdes enormes que la hacían muy curiosa.
Subí a mi departamento, esta vez por el elevador pues estaba muy cansado, el edificio en el que vivía eran solo 5 pisos. Y 2 Departamentos por Piso. El primer piso era el estacionamiento, el segundo el departamento de la Señora Takisawa y en otro departamento estaba acondicionado como gimnasio y sala de estar. En el tercer piso se encontraba una familia con 2 pequeños ,que eran muy ruidosos por cierto , Aunque tuvieran todo el piso como hogar se la pasaban en 2 piso en el area de estar. El 4* piso estaba mi departamento y el otro no estaba rentado. Al igual que en el 5° piso donde solo había un departamento rentado, por el Don Juan de Nomura.
Entre a mi departamento, deje mi portafolio y llaves en el recibidor, y me encamine a mi habitación. Me sentía tan cansado tenía unas ganas inmensas de tirarme a la cama y dormir eternamente; resignado , abrí la regadera ,me quite aquel costoso traje, y me metí a bañar.
El agua se sentía tan relajante, me hacía perderme en un mundo de calor y vapor. Me quede un buen rato bajo esta, luego me seque , vi mi rostro en el espejo se veía tan pálido .
Me hacen falta unas vacaciones. pensé.
Busque la ropa indicada para esa noche, un traje gris, con una camisa blanca y pañuelo blanco en la bolsa del traje.
Y ahí estaba yo como un perfecto idiota saludando a la gente.
Soy el Hijo del Presidente de una importante empresa de Producctos Electinicos.
Asi que tengo que asistir a este tipo de reuniones, donde todos los empresarios, se reúnen para hacer nuevos negocios. Es en esto momentos donde extraño a mi padre, pues se retiro temporalmente y yo quede al frente de la empresa ,para que según él vaya teniendo experiencia,tengo 2 hermanos, una sobrina, y una preciosa madre.
-Kouta.-Me llamo alguien.-Como has estado?...tanto tiempo sin verte
Voltee al oír la voz.
Mitori.-Conteste.-Tienes razón, desde aquello que no nos vemos.-Al recordar aquello la poca alegría de volver a ver Mitori desapareció.
Era cierto ya había pasado mucho tiempo, 4 años, desde que mi vida había cambiado completamente, y es que en una convención en América acompañe a mi padre ya que me quería adentrar al negocio. Ahora me arrepiento por haber asistido pues allí le conocí, a la razón de mis alegrías una vez y ahora solo frio y soledad. Ogawa Yusuke, aquel hombre, que mi corazón no ha podido olvidar aquel hombre que me hizo tan feliz y tan desgraciado a la vez. Aquel hombre hermano de Ogawa Mitori.
Mitori siempre había sido muy amable, no era muy alta, de cuerpo delgado, cabello castaño ,corto y ojos negros ,pequeños. Una boca grande y bien definida, si, Mitori era muy bella y muy parecida a Yusuke.
-Qué alegría verte.-dijo tomando mis manos.-Tenia muchas ganas de volver a verte.
-Mitori me alagas.
-Jaja.-rió.-Tu siempre tan modesto. Enserio que ha sido de ti?
De repente desapareciste y no volví a saber algo de ti.
-Discúlpame… es que América … no… .-que excusa le debía de decir .No podía decirle que la razón por la que desaparecí fue porque su hermano….-
Mitori donde te habías metido te estaba buscando.-Dijo otra conocida voz.-
-Kouta…tanto sin verte….- Dijo algo sorprendido.
No lo podía creer lo tenía enfrente de mi, después de 4 años , después de que me destrozó por completo, está ahí enfrente de mí, con su hermosa y perfecta sonrisa.
El cuerpo se me helo, mis piernas no reaccionaban. El lucía tan perfecto…Por que?...Como?. Todo este tiempo yo sufriendo, noches enteras sin dormir ; a cambio él…él… seguía siendo tan hermoso, tranquilo, simplemente perfecto.
No lo podía soportar más el tenerlo frente a mí, tenía unas ganas enormes de abrazarlo, besarlo, amarlo; pero no ,el me había destrozado…
Solo vi como su mano se acercaba lentamente a tomar la mía, mi corazón, se acelero, mi respiración se agito, los nervios me invadieron.
-Lo siento…yo…yo… adiós.-Fue lo único que pude decir sentí como la voz se me llego a cortar… mis piernas empezaron a moverse a una gran velocidad…si… eso era lo que necesitaba…escapar.
Mis sentidos se habían descontrolado, mi mundo tembló, ahora solo lo tenía a él en la cabeza. Cuando si querer ,pues entre tantos pensamientos, me estrelle con algo…
Ouch….- exclamo.
Lo siento….- Respondí.
Mis ojos se abrieron como platos… Qué ángel se había fugado del cielo?