Era un día lunes por la mañana cuando un chico de ojos azules y cabellos castaños despertó, cuando sintió los rayos del sol que el alumbraban el rostro.
El es un chico de 18 años, el cual vive solo, por que su familia fue asesinada por un ser humano, su familia estaba compuesta por sus padres e hermanos quienes eran elfos al igual que el. Lo que el mas desea en esta vida es poder vengarse del maldito humano que mato a su familia, por eso el ha pedido permiso a la reina de los elfos para poder ir al mundo humano para poder vengarse, pero el aun no ha recibido ninguna respuesta de la reina.
Pero el no sabe que en ese mundo no solo conocerá nuevas personas, si no que también conocerá el amor.
Esa mañana, el se levanta de la cama, se dirige al baño a bañarse, cuando termina de bañarse, secarse y vestirse, se encamina a la cocina hacerse su desayuno el cual consistía en un surtido de frutas y un vaso de leche, después de desayunar, sale de su casa en dirección al castillo donde trabaja como uno de los 10 consejeros de la corte real.
Al llegar al castillo, una de la sirvientes de este se el acerca y...
- ¿Joven Syusuke?
- Si
- Su alteza, me mando a decirle que desea verlo cuanto antes
- Entiendo, ¿su alteza, se encuentra en la sala trono?
- Si
- Gracias
- De nada, con su permiso me retiro
- Puedes retirarte
Y así Syusuke se pone en marcha desde la entrada del castillo hasta la sala del torno al llegar a ella, entra, se acerca a la reina y...
- Buenos días, joven Syusuke
- Buenos días, su alteza (haciendo una reverencia)
- ¿Cómo has estado?
- Muy bien, su alteza y ¿Usted?
- Muy bien, también
- ¿Su alteza?
- Si
- ¿Usted me mando a llamar?
- Si
- ¿Y a que se debe su llamado?
- Pues joven Syusuke, usted me pidió permiso para ir al mundo humano para poder vengarse del humano que mato a su familia, ¿cierto?
- Si, es cierto
- Pues el doy mi permiso, pero con una condición
- ¿Cuál?
- Que encuentre el amor, ¿entendido?
- Si, su alteza
- Bien, puede retirarse
- Entonces me retiro
Y así Syusuke sale de la sala del trono y se encamina a la sala de juntas, donde el trabajaba con los demás consejeros de la corte real.
Durante toda la tarde estuvo lleno de reuniones pero o pudo aportar en ninguna de ellas ya que por su cabeza pasaban las diferentes maneras para vengarse del mal nacido que mato a su familia.
Con esas ideas en su cabeza, se levanto de la silla donde estaba sentado, hay se dio cuenta que todos los demás ya se habían ido, así que también salio de la sala de juntas, al salir de esta se encamino a la puerta del castillo hasta su humilde morada, al llegar a esta, abrió la puerta, entro en ella, cerro la puerta y se dirigió a la cocina, donde se hizo una cena de unos panes con dulce de leche y un vaso de leche, al terminar de comer se fue a su dormitorio, se puso el pijama, se acostó en la cama y cuando su cuerpo toco las suaves sabanas, callo en un profundo sueño
Continuara