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FAMILIA por Felina

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Notas del fanfic:

Es el primer fic serial que me animo a hacer de esta banda de rock, pero como adoro la pereja ReitaxRuki pues me animé a comenzarlo, espero les guste y ya saben, un review nunca viene mal, alimenta el alma y la inspiración de una escritora, bueno, pues les dejo, y de antemano, gracias por leer.

 

Y por supuesto, the gazette ni Miyavi me pertenecen, esto es por mero entretenimiento por una fan para fans.

Notas del capitulo: En esta capo practicamente solo aparecen los personajes principales, pero en los siguientes el resto comienza a tomar su lugar en la historia.

FAMILIA

 

CAPITULO 1. LAZOS

 

No era, por supuesto, raro salir a festejar a algún bar después de un buen concierto. Tampoco era de extrañar que después de varios vasos de cerveza y copas de un buen vino, tres de ellos prácticamente perdieran noción de todo a su alrededor ahogados en el alcohol. Ni que Aoi y Uruha se encontraran en esa justa situación en la que se hallan sumergidos ahora, con el castaño sentado a horcajadas sobre el pelinegro mientras se devoran con besos apasionados y candentes caricias dejadas en el cuerpo del otro. Reita y Kai saben que en cualquier momento saldrán de ahí para terminar en el departamento de uno de los dos… aunque al día siguiente traten de fingir que nada pasó, sí, así es la relación entre los guitarristas.

 

Ruki, por otro lado, ese pequeño pelirrojo de ruda máscara pero infinita ternura cuando consigues hacerte de un espacio en su corazón, bailaba sugestivamente con toda aquella que llegaba a su lado, rechazando a cualquier hombre que se le acerca, por eso, sus amigos se limitan a observarlo desde la barra, dejándolo hacer lo que le viene en gana. Aunque al rubio desteñido le duele el pecho cada que su pequeño pelirrojo sale con una nueva conquista femenina. Cómo podía ser tan experimentado a sus escasos 21 años? Oh sí, claro, el medio en que laboran algo tiene que ver.

 

- creo que el alcohol se me ha subido ya a la cabeza, mejor será que vaya partiendo… - el morocho (Kai) pagó sus tragos, se colocó la chaqueta y se dispuso a partir… - te aseguras de que Ruki se vaya al departamento? mañana tenemos ensayo…

 

- claro, vete con cuidado, Kai… - aseguró el rubio, bajista de la banda. El morocho asintió y con un ademán de mano se despidió con una de sus conocidas y lindas sonrisas tiernas. Reita lo vio salir por la puerta y luego dirigió su vista a la pista, donde cierto pelirrojo ya no se encontraba… - a dónde se habrá metido?

 

……………….

 

Ruki forcejeaba con un sujeto de corpulenta contextura y aliento alcohólico que manoseaba su cuerpo y lo besaba a la fuerza. El pelirrojo gritaba pero el sonido de la música era bastantes decibeles más alto que su voz lastimera.

 

- deja de llorar, niñita… - el hombre le dio una fuerte bofetada partiéndole el labio…

 

- suéltame, asqueroso animal… - gimoteaba entre lágrimas, sintiéndose débil ante ese hombre que había conseguido someterlo, muy probablemente por su propio estado etílico, ese despreciable hombre que ahora se desabrochaba los pantalones.

 

- te enseñaré lo que es un hombre de verdad… - bajó su ropa y luego la del vocalista, afirmándolo contra la pared mientras le abría las piernas…

 

- no, por favor, Reita… ¡Reita!...

 

…………………..

 

El rubio había escudriñado con sus ojos todo el local en busca de su amigo, al no encontrarlo supuso que tal vez se había ido con alguna chica, como suele hacer, pero… no le vio salir por la entrada principal, y Ruki es de los que casi anuncia cada nueva conquista, jamás saldría por la puerta trasera. Decidió echar un último vistazo en el baño antes de marcar el móvil de su amigo y averiguar sobre su paradero. Intentó abrir pero la puerta tenía el seguro puesto.

 

- algunos idiotas montándoselo de seguro… - apenas iba a dar la vuelta decidido a irse, cuando creyó escuchar que lo llamaban… - Ruki?

 

………………….

 

El vocalista sintió el miembro de ese hombre posicionarse en su entrada, detectando cómo empujaba sus caderas contra él para introducirse en su interior.

 

- ¡Reita!... – volvió a gritar con más fuerza.

 

- cállate de una v… -

 

La puerta se abrió de golpe, el bajista la había pateado con toda la fuerza de la que fue capaz, estaba seguro de haber escuchado al pelirrojo llamándolo con voz temblorosa, y simplemente pensó en la posibilidad de que algo malo le estuviera pasando y la sangre le hirvió. Apenas vio lo que estaba pasando, se lanzó contra ese <desgraciado> que tenía a su Ruki en aquella situación que obviamente no deseaba. Literalmente, Reita tacleó al corpulento hombre, mientras el pelirrojo resbalaba hasta el suelo, temblando y llorando de temor, abrazó sus piernas y escondió su rostro en ellas.

 

Aquel sujeto que casi lo viola se repartía golpes con el rubio, que aunque más delgado y bajo de estatura, le asestaba puñetazos y patadas, estaba cegado por el coraje de saber que lastimaba a su amigo. Ahora lo tenía en el suelo, él sobre el <maldito>, un último golpe en el rostro antes de darse cuenta de que ya lo había desmayado, tenía las manos llenas de sangre, y algunas manchas sobre la ropa, pero nada de eso le importó. Se puso de pie y fue hacia su amigo, quien aun estaba en el suelo, sentado, abrazándose las piernas, su rostro oculto entre ellas y llorando sin parar.

 

- Ruki… - el rubio acercó cauteloso su mano al hombro de su amigo pero en cuanto lo rozó el pelirrojo se encogió aun mas en su postura.

 

- no, por favor, no me haga esto… - balbuceó, su cuerpo temblando…

 

- Taka, soy yo, Akira, Reita, no te lastimaré…

 

- Reita?... – el pelirrojo levantó el rostro y en cuanto lo vio se lanzó a sus brazos, escondiéndose en su pecho… - Akira, él quería… yo no…

 

- shh, tranquilo, ya estás bien… - le acarició la espalda y el cabello, tratando de conseguir que se tranquilizara un poco…. – Ruki, vamos, te llevaré a tu departamento… - cuando ambos se pusieron de pie, se dieron cuenta de que el pantalón y la ropa interior del pelirrojo aun estaba en sus tobillos. Sin morbo alguno de por medio, el bajista se agachó para subirle la ropa y poder partir. Un ligero sonrojo apareció en las mejillas del vocalista… - vamos…

 

- gracias… - se aferró al brazo de su amigo, ahora parecía un gatito asustado pegado a él, mirando con desconfianza a todo hombre que los observó mientras abandonaban el local.

 

El camino a su departamento fue silencioso. Reita no se atrevía a preguntar sobre lo sucedido, esperaba que su amigo decidiera a su tiempo si quería hablar al respecto. Ruki, por otro lado, no quería recordar lo que casi le pasa apenas minutos atrás, de no ser por su amigo, quién sabe qué habría hecho con él aquel despreciable sujeto.

 

El departamento del vocalista estaba tan ordenado y limpio como siempre, el bajista más de una vez ha sentido curiosidad por saber cómo lo consigue, él apenas si asea su propio departamento dos veces por semana.

 

- Ruki… - el pelirrojo se giró a mirarlo, se habían quedado parados en la entrada, el rubio un par de pasos tras de él… - tienes un botiquín, hay que limpiar tu herida… - acarició suavemente la comisura de los labios del pelirrojo, que soltó un quejido y dio un paso hacia atrás… - lo siento, no quise… - pero su amigo negó con la cabeza…

 

- voy a traerlo, pero para ti, que estás mas maltratado que yo… - sintiéndose culpable por el estado de su amigo, el vocalista se perdió rumbo al baño, volviendo casi inmediatamente con un pequeño botiquín en las manos… - porqué sigues ahí parado?

 

- es tu casa… - el pelirrojo le tomó de la mano y lo condujo hasta el sofá…

 

- baka, no necesitas que te de permiso para moverte por mi departamento… - con una gasa mojada de alcohol comenzó a limpiar las heridas en el rostro del rubio, la pequeña cortada en la ceja izquierda, la sangre de sus labios… - puedo retirarte la banda? Está ensangrentada y tu nariz… - el bajista llevó sus manos a su nuca, desatando él mismo su característica banda… - siento que hayas tenido que pelear por mi culpa… - le dijo con una voz muy suave, casi como si le diera vergüenza hablar…

 

- no fue tu culpa, ese imbécil, él iba… - de solo recordar, empuñó sus manos, sus nudillos cubiertos aun de sangre propia y ajena. El pelirrojo comenzó a temblar nuevamente, los recuerdos de lo sucedido antes lo perturbaban mucho más incluso de lo que aceptaría… - Taka, estás bien?... – intentó tocarlo, pero como en el bar, el vocalista respingó, alejándose de él.

 

- yo… voy… voy a ducharme… - sin decir más nada, se perdió rumbo a la ducha.

 

El rubio sabía que la situación debía ser mas que complicada para su amigo, lo que vivió, si bien no había sido una violación en el aspecto legal, había sido un intento de, y había sido una invasión a su seguridad personal.

 

El pelirrojo se sacó la ropa tirándola directo en el cesto de basura, no quería conservar algo que le pudiera recordar esos terribles minutos de su vida. Se metió bajo el chorro de agua tibia, apoyó sus manos contra la pared y no pudo contener nuevamente el llanto. Tomó la esponja y comenzó a tallar su cuerpo, friccionaba cada vez con mas fuerza, comenzando a enrojecer algunas zonas de su cuerpo, pero aún así no dejaba de sentirse sucio, impuro, asqueado, pisoteado.

 

En la sala, el bajista se aplicó un poco de pomada que encontró en el botiquín sobre los golpes que recibió en los costados, ahora que el calor del momento había diluido su adrenalina, podía sentir el dolor recorriendo todo su cuerpo. Guardó las cosas en el botiquín, tiró las gasas utilizadas y esperó sentado a que su amigo volviera. Eran cerca de las tres de la madrugada, cuando vio de reojo que el vocalista pasaba del baño a su habitación, una enorme toalla cubriendo todo su cuerpo. Unos minutos mas tarde volvió, vestido con el pijama.

 

- te encuentras mejor?

 

- sí, gracias…

 

- bien, entonces… - aclaró la garganta y se puso de pie… - me voy, dormiré algo o Kai se pondrá irritable si me desconcentro en el ensayo… - bromeó, buscando arrancar una sonrisa de labios de su amigo.

 

- porqué no te quedas… - soltó rápidamente, mirando el suelo, jugando con los dedos de sus manos. La verdad era que no quería quedarse solo, de repente se había hecho de un montón de ideas acerca de ese hombre volviendo, entrando en su departamento y terminando lo que no pudo en el bar. Y eso realmente lo atemorizaba, aunque no lo dijera… - ya es muy tarde… puedes dormir aquí e irte mañana temprano para cambiarte, porque nade de mi ropa te quedaría, claro.

 

- de acuerdo… - no necesitando de más motivos, excepto la petición de su amigo, el bajista accedió, porque en el fondo no deseaba dejarle solo. Definitivamente a partir de ahora, estará más al pendiente de su pelirrojo, no permitirá un susto como el de esa noche nunca más.

 

Naturalmente, Reita no durmió en la cama con Ruki, lo hizo en el sofá, aunque algo incómodo, lo valía si podía cerciorarse del pausado respirar del pelirrojo una vez concilió el sueño.

 

………………..

 

Desde esa noche, a ambos chicos se les veía más unidos que antes, Ruki había encontrado en su amigo una fuente de seguridad, siempre que él estuviera cerca podía comportarse como si nada hubiera pasado.

 

Sin embargo, algo realmente se había modificado en el vocalista, no mostraba la misma explosiva, seductora y pervertida personalidad sobre los escenarios ni bajo ellos, no toleraba que ninguna persona lo tocara, sobre todo sin previo aviso, incluso al principio llegaba a reaccionar de manera violenta. Sus compañeros de banda estaban preocupados y siempre que se animaban a preguntar (excepto Reita porque lo entendía, aunque eso no significaba que se no preocupara también) el pelirrojo se disculpaba y decía que no era nada.

 

Después de algunas semanas, Ruki casi había conseguido ser el mismo, retomaba otra vez los acercamientos sugerentes con sus amigos durante los conciertos, pero se le seguía notando más reservado, aunque para el rubio aquello era suficiente, y por eso ahora se sentía más tranquilo y podría decirse que hasta feliz de pasar largo tiempo con el chico del que está enamorado hasta los huesos. Si bien en más de una ocasión se ha visto en auténticos dilemas cuando durante los viajes en las giras, Ruki se sienta a su lado y se duerme recostado en su hombro o incluso en sus piernas, peor aún, cuando por azares del destino les toca compartir habitación (a ellos dos solos!!) y para rematar, compartir cama porque son alcobas matrimoniales, o sea, porqué le asignan habitaciones del tipo a ellos? Pero bueno, el caso es que sucedía, vaya dios a saber si como parte de estrategia por parte de la disquera, o si simplemente dios se venga de él torturándolo de la forma más cruel, como hoy, día en que Kai le dice con su sonrisa de chico adorable que le tocará dormir con el pequeño pelirrojo.

 

En cualquier otro momento (bueno, casi) esto podría haber sido una más de las magníficas y contadas oportunidades para sentirse cerca de su amigo; empero, sentir su cuerpo, prácticamente no le dejaba dormir, porque temía hacer una locura, como por ejemplo, llegar a abrazarlo mientras sueña y eso podría asustar al pelirrojo y lanzarlo verdaderamente lejos de su vida.

 

Reita dejó su maleta a lado de la puerta de la alcoba, mientras Ruki la votaba a un lado de la cama y se dejaba caer sobre ésta dando un suspiro…

 

- ah, estoy realmente cansado del viaje… - su antebrazo izquierdo cubriendo sus ojos…

 

- dúchate y te acuestas a dormir, así recuperarás algo de energía para mañana… - sugirió el bajista, en tanto acomodaba el estuche con su bajo recargado en una pared.

 

- ok…-

 

Después de que se bañó, tomó lugar el rubio. Luego charlaron un rato y se metieron a la cama. El vocalista se durmió casi al instante, pero el bajista se acomodó de lado de la orilla, viendo a su amigo a unos centímetros de él dándole la espalda, respirando pausadamente.

 

- me pregunto si lo que viviste es para acercarnos más como amigos pero alejarme más de ti como algo más, porque ahora más que antes temo llegar a decirte lo que siento, si hasta el más mínimo toque te incomoda y a veces no puedo evitar soñar con besar tus labios y acariciar tu piel… - pensaba, sin apartar la vista del menudo cuerpo de su amigo, admirando su figura, tenuemente visible gracias a la luz de la luna que se cola por el ventanal.

 

Ruki se giró y quedó boca arriba, entre sueños apartó las cobijas, no de extrañarse con el calor del verano, y Reita no evitó una sonrisa ante ese gesto, pero su nueva perspectiva solo sirvió para distraer un poco más al rubio, porque ahora podía ver parte de su abdomen pues la playera del peculiar pijama de su amigo (un uniforme de fútbol) estaba ligeramente levantada, y veía también sus piernas y soñaba con poder sentir esa piel bajo su tacto.

 

De pronto el pelirrojo comenzó a balbucear entre sueños, y por su expresión parecía que no era algo agradable.

 

- Akira… - murmuró el vocalista, girándose hacia él, acercándose hasta abrazarse a su pecho… - no me dejes nunca… - y el rubio estaba demasiado sorprendido siquiera apara pensar… - Akira… - alzó su rostro posando un suave beso… sí, un beso… sobre labios de su amigo, después escondió su cara en el cuello del bajista, quien ahora estaba más que asombrado y sin comprender lo que acababa de pasar.

 

Ruki volvió a dormir tranquilamente abrazado a su amigo. Su calor y su parsimonioso respirar terminó por arrullar a Reita, aún cuando su mente parecía sumido en esos instantes del beso.

 

Cuando el alba despuntó en el horizonte y los rayos de sol inundaron la habitación, su luz y calor hizo despertar primero al vocalista, quien se sorprendió a sí mismo al verse recostado sobre el pecho de un dormido Reita. Sin embargo, se sentía bien, no le incomodaba el brazo sobre su espalda, ni saberse en esa comprometedora postura, no… porque se trataba de Suzuki Akira, su mejor amigo… su… 

 

- mi querido Akira… - una sincera sonrisa se curvó en sus labios, a pesar de que su mente había respingado ante ese pensamiento.

 

Se apartó con cuidado de no despertar al rubio y se dispuso a arreglarse para el ensayo antes del concierto de esa tarde. Un par de minutos después, Reita despertó en una cama vacía, pero se sintió tranquilo cuando escuchó a su amigo tarareando una canción pegajosa desde la ducha, donde seguro peinaba su cabello y maquillaba ligeramente su rostro, delineando sus ojos y perfeccionando sus cejas.

 

- buenos días, Taka… - el rubio se apareció en la ducha, donde su amigo hacía exactamente lo que había pensado…

 

- buenos días, Akira… - correspondió con una radiante expresión, cosa que le gustaba al rubio… - que tal dormiste?

 

- bien… - recordó el beso y una enrome sonrisa apareció en sus labios también… - muy bien, y tú?

 

- de maravilla… he terminado, te dejo el baño libre… - y sin más, besó la mejilla del rubio antes de salir. Pero Reita prefirió no pensar ni drenarse el cerebro tratando de comprender la actitud del pelirrojo.

 

 

Continuará…..

 


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