Era una hermosa noche de luna llena, las estrellas brillaban en el cielo oscuro. Todos estábamos muy emocionados, nuestro nuevo single había sido un éxito, decidimos salir a festejarlo, los cincos íbamos en el auto de Tora, nos dirigíamos a una discoteca que hacía poco que se había inaugurado. Ya no sabía como disimular lo que sentía hacía el pequeño Pon, todos lo habían notado, menos el mencionado, así que mis compañeros de banda me animaron para que le confesara mis sentimientos, esa noche sería más que especial para mí.
Entramos en el lugar, la música estaba muy fuerte…estaba todo oscuro y hubo un detalle que me llamó la atención, bueno no tanto porque claro estábamos en una discoteca, una gran bola de espejos adornaba la gran pista de baile, repleta de gente amontonada, sonreí y avance junto a los demás que se dirigían a la mitad de la pista, me fui junto a Hiroto y el me tomó de ambas manos bailando conmigo, se veía tan tierno bajo esas luces, bajo esas o bajo cualquier luz, claro.
-Baila Shou… -me dijo sonriendo
-No… no sé bailar –pequeño detalle.
-No importa… yo tampoco –tu amplia sonrisa hacía que mi corazón latiera rápido y que casi salga de mi pecho, solo comencé a moverme, divertido imitando tus pasos. La música era movida, te pegaste a mi y movías la cintura, me sonrojé… apoyé con timidez mis manos a ambos lados de tu cintura, fina. Posaste tus manos sobre las mías, pensé que talvez te había molestado, intenté soltarte pero apretaste tus manos a las mías y luego las subiste, pasándolas por mis brazos, llegando a mis hombros, donde las detuviste. Y seguiste bailando pegado a mí, desvié un poco la mirada de ti, a mi pesar, y busqué a los demás con la mirada, los tres nos miraban sentados desde la barra con bebidas en sus manos, sonrientes y hacían señas raras con las manos, para que te dijera, dejé de mirarlos, cuando sentí tu mirada posada en mí.
-Debo decirte algo –dijimos los dos al mismo tiempo –Primero tú –volvimos a decir juntos, nos reímos, sin dejar de bailar aquella música tan pegadiza.
-Bueno, yo… -me puse nervioso y solo me quedé contemplando tus labios
-Tú… -dijiste en seña de que continuara
-Ah sí… tú… bueno… yo hace tiempo… -daba más vuelta que una calesita, que tonto soy, pero es que teniéndote tan cerca las palabras no me salían, cerré los ojos y respiré hondo y luego suspiré, pero cuando iba a abrir los ojos para hablarte, sentí tus labios sobre los mios, me paralicé, había dejado de bailar al igual que tú, subiste tu manos hasta mis cabellos haciendo presión, y sentí que entreabrías los labios, te tomé más fuerte de la cintura, acercándote más a mi, y abrí un poco la boca, nuestras lenguas chocaron por primera vez, sentí una corriente eléctrica por toda mi columna, tus manos despeinaban mis cabellos, obligándome a acercarte cada vez a mi, aunque era imposible hacerlo más estábamos completamente juntos.
El aire comenzó a faltarme, seguramente a ti también, y me separé de ti, al abrir los ojos me choqué con tus ojos mirándome. Sonreíste y yo también lo hice, me abrazaste fuerte y apoyaste tu cabeza en mi pecho.
-Te amo –dije sin más vueltas, te separaste de mi y apoyaste tu frente en mi mejilla, la diferencia de altura era bastante notable, y me susurraste
-Yo también te amo –y el corazón se me salía del pecho. Me acerqué hasta tus labios otra vez, besándolos, cerré mis ojos y volví a acercarte a mí por la cintura y tu me tomaste de los hombros nuestras batallaban en una guerra que a ninguno le importaba ganar o perder, solo disfrutar y así la bola de espejo se convirtió en la testigo de nuestro amor.
¿FIN?
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español