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Ayúdame a Salir de la Miseria... Enséñame Que puede haber Arte en el Mundo por loca_cool

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Notas del fanfic:

Naruto no me pertenece sino a Masashi Kishimotho

Notas del capitulo:

Hola aqui con un nuevo fic n_n

por favor comentenlo mucho !en especial tu la ganadora >_< cuyo nombre siempre se me olvida carajo! !asi n_ñ  adanhel!

felicidades!! n_n

 

-Itachi-llamo con suavidad, su voz ensoñada por éxtasis pasional de sus cuerpo en ese instante de lujuria pura, sus cuerpos perdidos en el deseo, en ese arrebato de placer que tuvieron ambos sin motivo a fin,-te necesito-le murmuro tratando de no sonar miserable como se sentia.

 

Ese arrebato de lujuria que ambos tuvieron durante la misión, en la que sin saber habian terminado en una cama de hotel, besándose sin pudor alguno, acariciando y masajeando sus labios, gimiendo ahogadamente ante las caricias de ambos.

 

Colando sus lenguas en las cavidades ajenas, divirtiéndose en su placer gimiendo por montones en esa situación donde el amor estaba presente y no presente, mas la lujuria se hacia gala, el libido y la pasión.

 

-Deidara-jadeo con dificultad, al mismo tiempo que tumbaba al rubio en  la cama y se montaba sobre él, sus ojos deseosos recorrían el cuerpo del rubio, sin dejar que el pudor le envileciera, no se hartaba de verle, sus cabellos dorados, que caían dispersos sobre la cama, sus ojos azules grandes y profundos, sus labios rozagantes que le esperaban, su piel pálida y deseosa, su cuerpo perfectamente formado aun cubierto por la molesta ropa. Le necesitaba tanto como él le necesitaba en ese momento

 

-por favor-pidio nuevamente posando sus brazos alrededor del cuello del pelinegro y aferrado a este le acerco a  su tibia boca, degustando sus labios dulces con los fríos, que poco a poco se calentaban de pasión, él, rubio tenia a Itachi y el pelinegro tenia a Deidara.

 

-no quiero hacer algo... que sea un recuerdo doloroso después-le dijo separándose con dificultad de los labios dulces, pensaba en muchas cosas en ese momento, no sabia si seguir y tomar ese delicioso y goloso cuerpo de una vez o dejarse llevar por su autocontrol y no realizar nada, que resultara mal al final.

 

-Té deseo-el tintineante sonido de la embriagadora voz del rubio comenzaban a sacar del autocontrol al Uchiha, casi no podia detener sus labios ni sus caricias. El rubio deseaba lo deseaba, necesitaba saciarse de una vez, le necesitaba tanto, su sexo palpitaba en sus entrepiernas pidiendo caricias inmediatas.

 

-... -callo un instante, para volver a tomar los deliciosos y finos labios y esta vez dejando continuar sus caricias por el frágil cuerpo, acariciando cada parte de piel que estuviera a su alcance colando sus manos por encima de la camisa y ropajes.

 

-¡aahh! I-Itachi-los gemidos suaves y al mismo tiempo fuertes del rubio le comenzaban a enloquecer, mientras que sus labios devoraban el cuello blanco, chapándolo descaradamente, lamiéndolo y besándolo, mordiendo de vez en ves, sintiendo los escalofríos del artista, que se estaba agitando desmesuradamente bajo el.-mmm... lo h-haces bien-halago por un momento perdido en la lujuria con su ojos cerrados ante el placer y el vicio de aquellos labios

 

Degusto largo rato el divino cuello, le excitaba los suaves y deliciosos gemidos de Deidara, que para el era un en esa posición tan comprometedora, una persona tierna, el siempre miro como un niño a Deidara, su sonrisa vivaz, como siempre se la pasaba haciendo escándalos, era tan infantil, sus repentinas peleas y su volátil temperamento sin dejar al lado la ilusión y esperanzas de esos azules ojos.

 

-Deidara-llamo suavemente, con un tono de amor en sus labios, rompiendo la frialdad de su voz, ya quitando y alejando su mascara falsa, la cual utilizaba para esconder hasta el fondo sus sentimientos y deseos-¿por qué?-pregunto desatando la cola del cabello del rubio, dejando que cascadas de oro resbalaran de sus cabellos, endulzando el ruborizado rostro-¿por qué lo haces?-volvió a decir, acariciando suavemente una de las delicadas mejillas el rubio, las ordes rojas sangrientas detallaban su rostro, le miraba y detallaban, sintiéndose el menor por momentos sofocado  ante la intimidación de esos ojos

 

-me siento solo-murmuro tan suave que casi ni pudo ser escuchado, los ojos rojos se ampliaron débilmente al ver la expresión de tristeza del rubio, este giro sus cabeza a un lado y así dejar de mirar los intimidante ojos-desde que murio Sasori-su voz sonaba triste y rota-nadie me a demostrado que la vida... es arte, ya nada lo es-sus ojos tristes brillaban con deseos de dejar caer lagrimas-ya nada es tan colorido y vivaz como antes... pero desde que tu llegases a mi vida-sus ojos dejaron caer una lagrima que mancho y mojo el rostro encantador, mostrándose tan indefenso ante el mayor,  sintió como su corazon estaba por explotar, Deidara era tan hermoso, tan bello, tan dulce, comenzaba a comprender las emociones que estaban en su pecho-tu eres mi salvación-el mayor miraba fijamente al otro que lloraba entristecido, ¿el? ¿Su salvación?-ayúdame a salir de la miseria... enséñame que puede haber arte en el mundo-trato de decir sin sollozar, mas lo logro pues el sollozo que saldría de sus labios, el sollozo que iba a demostrarle y parirle en dos su orgullo fue ahogado en los labios del azabache.

 

Un profundo y brusco beso se robo de la boca del rubio y acompañado de una suave caricia en sus cabellos, obteniendo el confort que su ser necesito en ese momento que se exponía ante otro, mostrando no nada mas su cuerpo sino su alma y sentimientos.

 

-shhh-le  tranquilizo secando las lagrimas que caían del hermoso rostro, con suma dulzura-sabes bien, que yo te amo-musito con dulzura el corazon de ambos latió fuertemente en ese instante su respiraciones se agitaron levemente al oír esa palabra, como dos simples palabras te pueden hacer alucinar en momentos, ¿es posible que esas palabras te sanen el alma-no llores por el pasado, llora por el presente y por el futuro, por que son lo único que importa, entierra el pasado en la lejanía de tu alma, no llores por el, que aunque ya se fue, siempre dejo una espina en el corazon, por eso no debemos recordarlo, pues cada vez que lo hacemos, recordamos esa espina.

 

Le murmuro suavemente  haciendo gala de su sabiduría, el joven de ojos azules, sintió como su corazón palpito bruscamente en su pecho, analizando cada dulce y enigmática palabra de los labios del pelinegro que le explicaban sus sentimientos y deseos, entendió totalmente cada palabra, las analizo y se sintió reconfortado, ante un buen concejo dado.

 

-Itachi-volvió a susurrar su nombre, abrazándose bruscamente al cuello del azabache, un abrazo el cual fue correspondido, con cariño y amor, ambos se amaban, los dos se necesitaban, estaban solos en este mundo, sin nadie que le entendiera, no habia ser en este universo como para hacerles sentir la sensación de sus cuerpo al estar juntos solamente. Nadie

 

La camisa del rubio fue arrancada con rapidez lanzada a un rincón de la habitación, sin pudor por el azabache que se deleito con el cuerpo bien formado del ojiazul, sus dedos acariciaron con suavidad el torso, besándolo con amor , yendo muy lento, esperando así que la tristeza de Deidara pasara y se convirtiera nuevamente en lujuria.

 

-Té amo-susurro el rubio, con sus ojos entrecerrados, dejándose llevar por las caricias, en ese embriagante festín de pasión, el placer y el sudor de su cuerpo era intoxicante y mas el Uchiha que no paraba de devorar sus pezones con sus divinos labios, acariciando el deseoso cuerpo con sus hábiles y móviles manos, dejando que gemidos lujuriosos se escarpan de ambas bocas, los jadeos de ambos, la pasión que salía a flote-ammm, Itachi... si-sigue- jadeo con dificultad debido a la atención en esa parte tan delicada.

 

 

Deducciones de placer, libido sin medida, placer y deseo, lujuria y amor, los labios del pelinegro se separaron de los suaves y deliciosos pezones, para bajar por el vientre besándolo con desmedida, lamiendo cada parte a su antojo y deseo, sintiendo las suaves manso de Deidara que acariciaban su cabello y le obligaban a seguir.

 

-mmm... ahh... n-no p-pares-rogó con desespero, al ver como el Uchiha arrancaba sus pantalones y los boxers del rubio, dejando desnudo y expuesto el sudoroso y excitado cuerpo,  la visión mas candente y deliciosa para cualquier ser. El mayor estaba apunto del colapso, pero aun al tener ese delicioso cuerpo no iba a dejarse llevar por el placer

 

-te ves tan excitante-murmuro deseoso cerca del lóbulo de la oreja, para después morderlo con gula, oyendo ese delicioso gemido dado por el ojiazul, que arqueo su espalda lleno de éxtasis puro y natural

 

-Itachi... mm... d-deja  de ju-jugar-se quejo al ver los tortuosos juegos del azabache que se encargaba de someterlo sin cansancio alguno, acariciando el pálido cuerpo, lamiendo y

Devorando el cuerpo con deseo y pasión. Sorprendiendo al menor de todo el autocontrol del pelinegro traía consigo.

 

Mientras que el rubio vagaba en sus pensamientos,  Itachi se degustaba otro rato acariciando el cuerpo y besando el cuello de Deidara con hambre y gula, este comenzó a desnudarlo, arrancado la camisa de red y tirandola aun lado de la cama, tocando penosamente el bien formado cuerpo del pelinegro, recorriendo los músculos fuertes, debes en ves arañándolo sin darse cuenta. Sus manos bajaron a los pantalones de este y fueron sacados junto con la ropa interior  miro con algo de pena la erección del azabache que yacía dura y erguida esperando atención , ahora ambos estaban desnudo gimiendo con mas claridad y fuerza.

 

-mmm Dei-Deidara- gimió avergonzado al sentir como las manos impúdicas del rubio bajaron a su erección y la comenzaron a acariciar con enérgicos movimientos, apretando el glande varias veces oyendo mas lujuriosos gemidos del amo del Sharingan, para después expandir el rudo masaje por toda la erección, tocando el falo y dándole suave masajes de manera circular oyendo como el pelinegro gemía roncamente, excitándose el mismo por montones al saber que le ocasionaba goce a otra persona. Hubiera seguido masturbando al otro  sino fuera por que el mismo Itachi le detuvo, para comenzar sus caricias mas profundas.

 

-¡Itachi!-grito bruscamente le nombre del otro, al sentir como este bajaba a su erección lentamente y sobre todo de manera tortuosa, para detenerse al estar situado frente a su hombría y le comenzaba a acariciar con fuerza-¡aaahh!-el menor no pudo evitar comenzar a gritar y gemir con desespero al sentir la muy hábil y experta mano masturbarle con precisión y deseo, la tibia mano recorría su hombría sin pudor alguno, tocándolo con deseo de vez en vez masajeando sus testículos logrando sacar mas vergonzosos gemidos.

 

-¿mas Deidara?-le pregunto excitado a mediada que besaba goloso el vientre le rubio haciendo que este se retorciera bajo él, y clamara su nombre con rudeza, el embriagante éxtasis de sus cuerpos a ambos le enloquecían, el pudor se fue hace mucho-pídemelo-le propuso dándole una placentero beso en la punta de la erección haciendo que el artista arqueara significativamente la espalda y dejara salir una ahogado gemido  de pasión.

 

-¡si, dame mas!-le rogó, se comenzaba a excitar sin medias, el placer le enloquecía, ya no habia recuerdos dolorosos y triste que rondaban su mente, no, nada, solo el azabache rodaba sus pensamientos, solo el y su pasión carnal que le enloquecía a millón y hacia que arqueara su espalda y gimiera embriagando los oídos del otro

 

Cumpliendo  las suplicas del ojiazul comenzó a lamer el sexo de arriba abajo, con una pasión y desenfreno, ensalivando el cálido pedazo de carne, sintiendo el divino sabor de su amante, dando fuertes lamidas la glande para bajar hasta la base y estimularlo alrededor de todo el duro sexo.

 

-mmm-el mayor gimió sin darse cuenta al engullir el sexo del rubio, oyendo un potente y goloso grito del otro que entrecerró sus piernas debido al inmenso placer producido en su sexo.

 

-¡aaaahhh! ¡I-Itachiii!-grito sin medias agarrando bruscamente el cabello del poseedor del Sharingan, enredando sus manos con la cabellera negra, halándolo con fuerza a medida que este comenzaba el vaivén con su cabeza, engullendo y tragando la gran erección, bañándola de la cálida y húmeda saliva, dejando que el aire caliente de su boca golpeara la hombría del rubio y que la húmeda lengua recorriera ese lugar tan hipersensible-¡Ammmm! ¡maas! ¡mass... ahh... no pares!-gritaba perdido en la pasión producida en su entrepierna, sé revolvía y gritaba de placer en la suave y cómoda cama que se empapaba de sudor.

 

El placer aturdió totalmente el cuerpo del rubio logrando, que gritara de éxtasis por la constante estimulación de su sexo, la sensación de sumisión ante el azabache le excitaba a sobre manera, no se iba a aguantar por mucho, su cuerpo se contraía y se movía bruscamente pues el pelinegro le chupaba su hombría como si fuera un manjar, Deidara cerro sus ojos bañados en placer, a medida que su cuerpo temblaba y el placer se hacia irresistible, tembló y grito, ahogando gemidos en su boca, su respiración desmesurada su tranco en una violenta ráfaga de éxtasis al sentir como se corría en la boca del azabache dejando caer aturdido  su cuerpo a la cama.

 

-anf... anf... Ita... chi-hablaba con dificultad, mientras sentia la húmeda lengua del azabache lamer las ultimas gotas de semen sobre su sexo lográndolo hacerle  temblar y gemir agotado.

 

-Deidara-susurro su nombre separándose de la agotada hombría, acercándose al fino y hermoso rostro que estaba ruborizado y sudoroso,  devorando los finos labios en un colosal y rudo beso, que lastimo algo los labios del ojiazul, sorprendiéndole por la bramaría y rudeza del pelinegro, jamás sintió esos labios tan hambrientos y rudos, los violentos labios  que le pidieron pasión y atención inmediata, las manos desesperadas del pelinegro comenzaron a rondar el cuerpo hasta llegar a las piernas el rubio y abrirlas con fuerzas haciendo que Deidara expulsara un quejido por la brusquedad desmedida del pelinegro.

 

Itachi estaba por explotar, necesitaba saciar esa sed de placer en su cuerpo de inmediato, su miembro desde hacia rato palpitaba dolorosamente en busca de atención  y ahí tenia ese bello y hermoso cuerpo para saciarlo como el le sacio a el y aun mas. Llevo dos de sus dedos a su boca y los comenzó a chupar rápidamente, empapándolos de saliva.

 

-Itachi no sea tan brus ¡ahh!-un violento gemido se formo en sus labios cuando el pelinegro introdujo dos dedos con violencia en su entrada, haciendo que se retorciera adolorido al sentir los largos y bruscos dedos salir y entrar de su cuerpo, desgarrándolo un poco a su parecer, al verse bruscamente preparado para recibir el sexo del Uchiha.

 

Les pudo sentir algo húmedos, el pelinegro les habian ensalivado anteriormente sin darse cuenta. Los dedos comenzaban a acariciar el interior del rubio haciendo que su corazon se acelerara de éxtasis, ante los hábiles dedos que entraban y salían de su entrada, dilatándolo perfectamente, sintiendo como su próstata era estimulada sin compasión haciéndolo perderse en placer  al sentirse tocado en su interior.

 

-ahh... ahh... mmd... uff-gemía inconscientemente moviendo a la par sus caderas para buscar mas profundidad de aquellos hábiles dígitos

 

Los labios de l azabache seguían recorriendo el marcado cuerpo del rubio, separándose rápidamente este y sacando sus dedos de la dilatada entrada la cual ya estaba lista para recibir su hombría dentro de el.

 

Respiraba agitado mientras separaba las piernas de Deidara y se preparaba para introducirse dentro de el, separo lo mas que pudo las piernas del rubio y esposo entre ellas miro los ojos de Deidara estaban jadeando de deseo y lujuria, no mostraban ni la mas pizca muestra de miedo alguno.

 

-eres tan bello-musito a medida que tomaba su hombría y la posaba sobre la entrada del rubio, este emitió un gemido de sorpresa por la acción del pelinegro, sintió esa suave y deliciosa presión en su entrada, mordió sus labios y trago saliva y miro deseoso esos intimidantes ojos rojos que destallaban lujuria la mil porciento.

 

-hazlo de una vez ¡mmmm!-gimió largamente la sentir la punta del sexo del Uchiha lentamente colarse en su entrada arrancándole mas de un solo gemido, sino varios

 Y cada vez más violentos.

 

-ahhh-gimió débilmente a mediada que se introducía enteramente en la entrada del ojiazul, sintiendo la mas deliciosa estreches de ese cándido y suave cuerpo, su sexo era amarrado y atado a su amante, sin poder negarse a alejarse de el nunca, jamás, para siempre en el, su respiración se agito y su corazon se acelero.

 

-¡ahhhhhhhh!-un largo y sonoro grito de los labios de el rubio, resonando en los oídos del azabache al introducirse completo en el cuerpo ajeno, sintiéndose totalmente lleno, drogándolo el saber de que alguien estaba en su interior, tanto deseo y pasión.

 

-ann Deidara-gemía con suavidad a media que comenzaba a moverse n la tibia entrada, sacando y metiendo suavemente su sexo, logrando que mas rudos gemidos se escaparan de su boca, al sentir como su sexo era estimulado en un lugar tan caliente y tibio como el interior de este.

 

Las penetraciones que eran a un principio suaves de volvieron bruscas y desmesuradas, llenas de deseo y pasión, el calor de ambos cuerpo era impresionante, al fiebre de placer tornaba las mejillas de ambos en un tono rojo brillante, haciéndose ver descomunalmente excitados

 

Cada vez era más profundo y vibrantes, poco a poco comenzaron a gritar de placer, sintiéndose tocar el cielo en esa unión sexual, tan fantástica y deseosa, curando el corazon malherido de Deidara y reconfortando la necesidad de cariño del azabache, ambos han sufrido en sus vidas y el placer es su único alivio el cual dará paso a otra sensación... amor

 

Amor y deseo, danzaban en sus cuerpo, devorando sus labios y gritando de éxtasis puro, cada vez que el Uchiha penetraba bruscamente la entrada del ojiazul  con rudeza, haciendo que este gritase de placer y se revolviera bajo el deseable cuerpo desnudo, pidiendo y rogando mas, sacinado sus emociones lujuriosas.

 

Llegaron al paraíso juntos gritando de éxtasis, para caer al mundo terrenal con un gran cansancio, el mas placentero y largo orgasmo se dio en su cuerpo cuando el pelinegro entro hasta al mas ultimo y escondido lugar en el cuerpo de Deidara y le hizo mirar las estrellas y el orgasmo de Itachi se ocasiono cuando el rubio apretó su sexo en su entrada con una furia bestial, ocasionado que su esencia se vertiera en el interior de este y el menor corriéndose sobre su estomago y pecho.

 

Cayeron agotados a la cama respirando agitadamente, tratando de controlar sus corazones y su respiración,  sus cuerpos temblaban de placer, se sentia la gran emoción y euforia del orgasmo pasado, aun resentir sus cuerpo desnudos.

 

-Deidara-le llamo recuperando su postura, se cerco suavemente al ojiazul que aun trataba de tranquilizar sus pulmones y corazon-te amo-susurro casi inaudible, para luego dar una suave beso en la frente de su amante y novio, de su compañero y amigo.

 

-igual yo-murmuro, sabiendo que jamás volvería a estar solo, tal vez Sasori sé abría ido de su vida y habia teñido su mundo de miseria pero cada vez que él mirara los ojos rojos de Itachi sabría que el mundo es una arte y que el paso se entierra junto con los muertos.

 

 

 

No llores por el pasado, llora por el presente y por el futuro, por que son lo único que importa, entierra el pasado en la lejanía de tu alma, no llores por el, que aunque ya se fue, siempre dejo una espina en el corazón, por eso no debemos recordarlo, pues cada vez que lo hacemos, recordamos esa espina.
Notas finales:

n_n que lindo es mi Ita yq ue tierno es mi Dei n__n, por favor comenten mucho o mi inner les ira aviolar!!

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