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Fin de curso por maxi anime

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Notas del capitulo: Hola a todos los lectores:
Después de más de 1 año, si el 17 este fic cumplió un año sin ser actualizado, he actualizado este fic que cada vez que escribo algo de él me recuerda a mi graduación que fue el año pasado, espero les guste la continuación por decisión de 2 a 1(por así decirlo porque todos empataban dos a dos y eran como seis parejas las que querían) ganaron Atobe y Jirou espero que lo disfruten.

Todos los días parecen iguales siempre se repiten los mismo hechos y horarios, aunque con cambios significativos en ellos. Todos los días son iguales, con las mismas horas y los mismos minutos, con los mismos toques de campana a la misma hora, con los mismos encuentros… con los mismo juegos, todo aparentemente igual, salvo ese día nostálgico, ese día único, ese…ese ultimo día.

Ciertamente a nadie les gustan las despedidas, puesto que un día todos se encuentran a los mejores amigos posibles, quizás a mitad de año, o en el último día de clases, y lo único que sueles hacer es llorar de emoción y tristeza, esperando algún día ver a ese amigo, cosa que quizás no suceda. Caprichoso es el destino con todos, puesto que hasta el ser más arrogante tarde se da cuenta de que es lo que tiene, pero cuando sabe que lo puede perder ya se da cuenta que es demasiado tarde.

Es por eso que Atobe había tomado sus precauciones ese último año, poco después del torneo nacional tomo la decisión de quien sería el próximo capitán y el único con el rango suficiente era Wakashi, así que en una ceremonia relativamente exagerada, lo corono como el nuevo rey de Hyotei. Luego comenzó a entablar mas amistad con Oshitari para no poder su contacto, después de todo el de lentes había estado siempre a su lado apoyándolo o como decía el envidiándolo, se había hecho de una muy buena amistad para el futuro e hizo lo mismo con Shishido, ya que consideraba que siempre necesitaría alguien con las actitudes de él.

Con sus buenas notas, mas su poder en la escuela, le consiguió a Gakuto el mejor tutor de la escuela para ayudarlo a aprobar, sabiendo que era la pareja de su mejor amigo no le quedaba más opción que aceptaron, pero como Keigo odia lo mediocre decidió convertir a Mukahi en un alumno más o menos decente a sus gustos.  Se ocupo incluso de la relación de Shishido con Ootori, para unirlos más por ejemplo le compro boletos para toda la temporada de piano y violín, más de la orquesta para que ambos tuvieran sus llamadas citas culturales.

Finalmente y para su contento, seis meses atrás se ocupo del asunto más importante de su vida, su pequeño y dormilón enamorado, aquel a quien el amaba mucho el pequeño Jirou Akutagawa. Con un pequeño gasto logro la mejor cita de su vida o de la historia, para declararle su amor. Jirou quedo muy contento con todos los detalles y muy sonrojado le dijo que lo amaba también y así ambos comenzaron su secreta relación, pero llena de amor.

Caminaba por los pasillos con las manos en sus bolsillos, para ese día el sentía que lo tenía todo…pero algo le faltaba, algo que no sabía que podía ser. Fue hasta la clase de Jirou donde este dormía en su banco y lo saco a dar un paseo. Caminaron con calma por toda la escuela hasta llegar al árbol favorito del bello durmiente donde se recostaron a dormir.

-Keigo- le dijo el menor en susurro.

-Si mi pequeño dormilón.

-¿Te vas a ir del país verdad? Junto con Tezuka- Dijo tristemente ocultando una pequeña lagrima.

-Claro que me iré- dijo sonriendo- pero tú te vas ir conmigo Jirou- dijo tomándolo del mentón- ¿Cómo el gran ore-sama se atrevería a abandonar a su niño consentido? ¿A quién le daría esos chocolates que tanto le gustan?

-Enserio-dijo entre sollozos- me vas a llevar contigo.

-Claro, después de todo tus padres ya me conocen y sabes que ellos apoyan lo nuestro querido Jirou, te amo demasiado para dejarte ir- dijo pensativo llevándolo a su pecho- nunca te abandonaría.

-También te quiero- dijo el menor sonriendo.

-Vamos a ir a Europa a estudiar o a Inglaterra y después nos iremos de vacaciones a Francia o a Italia, o a Suecia, de donde vienen tus chocolates favoritos, quizás a Brasil  o a Cuba, pero nunca te dejaría olvidado mi pequeño dormilón.

-Me agrada oír eso- sonrió sumiéndose en un dulce sueño.

-A mi también- dijo el peligris y luego se saco su chamarra para ponérsela a Jirou como Cobija.

Atobe sentía aun que algo le faltaba, ya había hablado con Jirou y lo iba a llevar a Europa con él, luego Oshitari supo porque, Tezuka se llevaba a Fuji con él a Alemania y el gran ore-sama no se quería quedar atrás con nada. Pero a pesar de eso, Keigo Atobe sentía que algo estaba dejando olvidado, de todas formas se preparo para su discurso ante el anfiteatro quizás eso era lo que faltaba.

Se acerco a la tarima y tosió para aclarar su garganta-, le daba algo de temor mirar al frente y ver a muchos chicos nostálgicos por la situación, en su camino al escenario había vito a varios llorar, Gakuto, Taki y Jirou no escapaban a ello y a otros varios recibir abrazos para aparentar no estar triste por la partida, Oshitari y Shishido no escapaban de ese grupo.

Subió al escenario con su semblante orgulloso, estaba completamente seguro de lo que quería decir, pues ser el presidente del centro de estudiantes lo obligaba a dar un gran discurso a fin de año, como todos los años. Se preparo mentalmente para lo que recibiría, por un lado abucheos y por el otro algún que otro aplauso, pero para el gran final estaba seguro, todos llorarían.

Compañeros:

Cuando llegue a esta honorable institución hace ya tres largos años, me dije a mi mismo que yo llevaría a Hyotei a ser una de las mejores escuelas conocidas a nivel nacional, quería que nuestra escuela sea conocida no como la sembrada de tenis número uno, o como la escuela de mejor nivel académico, sino como la mejor escuela de todos, como presidente del centro de estudiantes, me puse firme en esa meta e hice todo a mi alcance para lograrlo.

Hoy por hoy, es verdad no somos la mejor escuela de todas, pero hemos llegado a tener un nivel académico mayor al de años atrás, sino pregúntenle a mi buen amigo Yuushi Oshitari, quien gracias a su ideas algo…fuera de lo común hoy por hoy esta escuela tiene el curso de prevención de adicciones, tiene lo necesario brindar la mejor educación sexual y de maternidad y como si fuera poco, se está dando curso de tolerancia para la no discriminación, racial, religiosa, económica y sexual. Por lo tanto me voy de esta institución con mucho logrado y espero que el siguiente presidente logre mas.

Muchas cosas se aprenden con los años de experiencia, por ejemplo de las derrotas se aprende, de las evaluaciones reprobadas también, muchos no volverán a cometer los mismos errores y eso nos ayuda a avanzar tanto como personas como seres humanos. Admito algo, gracias a la forma de ser de muchos de esta escuela, hemos sido despreciados por soberbios, pero de eso algo se aprende y es que nadie es demasiado orgulloso para no admitir sus propias derrotas.

Se aprende mucho mientras se madura, se aprende a querer y ser querido, a admitir las propias equivocaciones, a no ser tan ególatra de sí mismo, a no ser tan… como uno es para aprender y ayudar a otros a aprender, eso he aprendido y espero que los años por venir ayuden a las próximas generaciones a hacer lo mismo o sino…aprendamos del amor, tan incierto sentimiento que ni nosotros mismos nos damos cuenta de él y que de un segundo a otro cambia nuestro entorno totalmente y hasta nuestra forma de ser, sé que muchos me darán la razón por eso.

Por último quiero destacar a los equipos de básquet, futbol femenino, voleibol, hándbol femenino, ajedrez, matemáticas, que nos han representado orgullosamente y nos ha traído a la escuela preciados trofeos que con los años, los siguientes por venir van a esforzarse para mantener ese título, y espero que los demás equipos se esfuercen por llegar más alto en un mañana y no lo dijo por el equipo de tenis que este año apenas llego a los nacionales y perdió.

Muchas gracias.

Keigo se bajo de la tarima con total calma siendo aplaudido por todas la escuela quien segundos antes rio por lo que dijo de su propio club, pero la verdad ese discurso a muchos les agrado y no escatimaron ni dudaron en aplaudirle, a la larga ese discurso los ayudaría a sentirse mejor consigo mismos, en especial a los miembros que se iban del club de tenis para no sentir rabia hacia los equipos que los desclasificaron, ósea el Seigaku en el torneo de Kantou y en el nacional.

Después de la entrega de diplomas todos se fueron a los lugares que más les pareció, Atobe se llevo al equipo de tenis a un restaurante caro para festejar la graduación de todos los del último año y brindar por un brillante porvenir de parte de Wakashi, Ootori y por supuesto Kabaji. Había reservado el restaurante entero solo para su equipo y no escatimo en gatos para que todos se sintieran contentos, pero aun había algo que le molestaba.

-Un brindis por el por venir, para que en el día de mañana de parte de Wakashi Hiyoshi, Ootori Choutarou y Kabaji Hyotei honre ser la sembrada número uno, cosa que en tres años no se pudo hacer- dijo Atobe levantando su copa de vino sin alcohol.

-SALUD- dijeron todos a la vez.

Atobe siguió mirando a todos reír alegremente, la mayoría ya estaba bebiendo a diestra y siniestra, pero algunos como Shishido y Yuushi se ocupaban explícitamente que sus parejas no probaran en alcohol sirviéndoles a cada tantos ratos algún refresco de cola u cereza. Sonrió mirando a su derecha, allí estaba Jirou, quien aun no se había dormido charlando abiertamente con Taki sobre lo que les vendría a cada uno en su futuro y mientras al final de la mesa Wakashi hablaba sencillamente con Ootori sobre el futuro del equipo en sus manos.

-¿Qué rayos me estoy olvidando?- dijo aun sin saberlo.

- ¿olvidaste algo?- le pregunto Yuushi- veamos, coronar a Wakashi como nuevo rey, ya lo hiciste, hacer que todos aprueben esta hecho,  hacer que a Shishido le guste la música clásica, hecho, las citas de Gakuto conmigo, las de Ryoh y Choutarou, están hechos, besar a Jirou… todo el día.

Atobe se alejo del de lentes buscando a su consentido niño, quien al parecer dormía en una silla no muy alejada pues Wakashi se había ido con Taki. Le dio un suave beso en la mejilla para despertarlo, pero aquello no ocurrió, volvió a besarlo esta vez en los labios produciendo un gimoteo del menor y con ello el castaño abrió los ojos.

-Buenas tardes- le dijo sensualmente.

-Hola Keigo- dijo sonriendo y luego le abrazo- Te quiero.

Atobe sonrió y se sentó en la silla más cercana sentando al menor en sus brazos y luego ambos quedaron mirándose. Las horas pasaron con lentitud en la fiesta, para mitad de la tarde todos se habían ido a hacer sus cosas, pues Atobe a mitad de la fiesta ya quería irse por la exhibición que daban Yuushi y Gakuto sobre besos apasionados. Jirou durmió gran parte de la fiesta, pues los brazos de Keigo eran la mejor cama para él.

-Amo Keigo- dijo el más fiel sirviente de Keigo acercándose- perdone que me entrometa pero en dos horas será el baile de graduación.

-Es verdad- dijo entrando en la realidad de nuevo- Jirou levántate por favor debes ir a casa a cambiarte.

-No quiero- dijo perezoso acurrucándose sobre los protectores y fuertes brazos del peli gris.

-Si quieres, en dos horas sera el baile de graduación y debes ir a casa a prepararte.

-No quiero baile de graduación- dijo asiendo puchero- no quiero graduarme.

-Jirou- dijo Atobe sorprendido- en primera ya te graduaste y en segunda, tarde o temprano todo termina, no debes ponerte mal por estas cosas sin razón.

-Es decir ¿los nuestro terminara?- dijo Jirou con los ojos llorosos.

-Claro que si- sonrió Ore-sama- cuando seamos viejitos y nuestros corazones dejen de latir una mañana de otoño, al mismo tiempo, nos estaremos agarrando las manos fuertemente y nos esperara la eternidad, juntos los dos para siempre.

-Suena lindo- dijo sonriendo el peli naranja.

-Claro que será hermoso, tú y yo, estaremos juntos todas nuestras vidas, aremos de todo, iremos a todos lados, nos casaremos, tendremos hijos, nos iremos de vacaciones por todo el mundo, pero ahora es momento de terminar con una etapa de nuestras vidas, adiós secundaria.

-Pero, Gakuto, Shishido, Oshitari, Ootori, Wakashi,  Taki…

-Los  vas a ver todos los días, are reuniones siempre, ahora arriba, Ore-sama y su niño deben ir a prepararse para el gran baile.

 Jirou sonrió y obedeció la orden, salió del recinto a una limosina de la familia Atobe que lo llevaría a su casa para prepararse para el baile. Atobe tomo otra limosina que afuera esperaba y salió directo a su gran mansión, lo malo de toda la situación era que aun sentía que algo olvidaba y esperaba que eso no fuera grave, odiaba olvidar cosas, planeaba antes de tiempo para jamás olvidar algo.

Llegaron los ocho de la noche, bastante rápido para el gusto del heredero, pero había planeado cada segundo de la noche y no se iba a olvidar de nada, termino de vestirse con aquel traje negro a rayas azules, ayudado por su más fuel mayordomo se coloco la corbata elegantemente, se puso los zapatos azul marino, el reloj de oro que había comprado para la situación y un pequeño adorno en el bolsillo derecho del saco y  salió de su casa  para abordar una limosina blanca que lo llevo a c casa del peli naranja. Bajo de la limosina y camino con elegancia hasta la puerta y la toco, un mayordomo salió y le hizo entrar a esperar al bello durmiente en la sala donde estaba el padre del peli naranja mirándolo fijamente.

-¿te lo vas a llevar verdad?- dijo ojeando el diario.

-Al baile, claro- dijo sonriendo el heredero.

-No, te iras de Japón y te lo llevaras ¿verdad?

-Ese es el plan- dijo sonriendo- me iré a estudiar a Inglaterra y el ira conmigo.

-¿Cuándo será la partida?

-En primavera.

El hombre volvió a ojear el diario y luego lo bajo, miro fijamente a Atobe y dijo- lo lastimas juro que te corto tu virilidad- luego volvió a tomar el periódico.

Atobe lo miro fijamente y luego se levanto nervioso del sillón y fue hasta las escaleras a esperar a su niño, mientras era observado por el tipo que le daba muy mala espina, miro las escaleras y se quedo quieto con la boca abierta al ver al bello durmiente bajar recién vestido con un traje completamente amarillo a rayas anaranjadas junto a su madre, ambos al verlo bajaron un poco apresurados, Jirou termino en brazos del heredero y su madre comenzó a hacer unas reverencias.

-Mil disculpas por la espera, cuando Jirou llego solo quería dormir y se le paso la hora- dijo la mujer castaña.

-No se preocupe, estaba seguro que algo así pasaría, después de todo a Jirou le encanta dormir- dijo peinando a su niño con la mano suavemente- con su permiso, se nos hace tarde.

-Cuídense mucho y Jirou compórtate hijo por favor no te andes durmiendo por ahí- le dijo su madre suavemente.

Atobe le dio la mano a Jirou y ambos salieron de la acogedora casa, Jirou fue el primero en subir a la limosina que afuera esperaba seguido por el heredero quien le coloco con suavidad el cinturón de seguridad al más chico. Keigo le dio una mirada a la casa de su novio, era acogedora, tenía ese ambiente típico de una familia unida que Atobe siempre quiso tener, pero luego trago saliva al ver que desde la ventana estaba el hombre de la casa mirando con enfado, así que se dedico a cerrar la puerta y a agradecer su suerte a los dioses.

El baile se realizaba en uno de los locales más antiguos de Japón, les ofrecían a los egresados una cena gourmet de elite, ya que el mismo Atobe los había contratado y hasta bebidas gratis hasta deshoras de la noche, nada menor para disfrutar sin la compañía de molestos padres, como decía Gakuto en ocasiones. El local era para más de 200 personas, tenían su propio bar de bebidas exóticas, al gusto de Oshitari, tenía sus pateos libres donde la noche se podía ver a pleno, ya que podían ver la cuidad de Tokio a lo lejos, como les gustaba a Wakashi y Taki, la paz y la quietud para pensar, pero lo más importante de todo eran los asientos acolchonados, mullidos, que harían que Jirou se durmiera, si es que se dormía, cómodamente.

 El local estaba hecho al gusto de los titulares del club de tenis, Atobe lamentaba que su mejor amigo no estuviera presente, pues la familia de Kabaji se fue de viaje junto con él, pero al menos disfrutaba de ver a Shishido y a Oshitari en la suya hablando con sus parejas como si nada y dedicándole alguna que otra mirada seductora que hacía que hasta el más orgulloso callera preso de esas miradas seductoras y fueran a pedir aquel demandante beso. Jirou bien se sentó en un asiento callo dormido como tronco, al parecer eran demasiado cómodos para él, lo que alegraba a Atobe internamente ya que gasto mucho dinero para que el salón entero fuera cómodo para su dormilón enamorado.

Si bien las cosas no salían como él lo esperaba, Gakuto al parecer se escapo de los cuidados de Oshitari y logro beber una copa de alguna bebida alcohólica dulce del bar y se encontraba saltando de un lado a otro mostrando sus habilidades acrobáticas, mientras un pobre y cansado Yuushi Oshitari le perseguía para pararle. Pero muy por lo contrario se encontraban en una mesa del patio solos, Shishido y su muy especial invitado Ootori, cenando a la luz de las estrellas y hablando de lo que seguiría en sus vidas, Shishido planeaba entrenar todo el año siguiente así cuando Ootori se graduara él le estaría esperando para que ambos se convirtieran en la mejor parejas de dobles que haya existido, o eso se acercaba el plan. Atobe se alegraba de ver que algunas cosas salían viento en popa con una pareja, mientras otra le daba dolor de cabeza, después de todo había acertado en su opinión de Wakashi, el tipo era el mas tímido que haya conocido y al pacer amaba mucho a Taki pero sus formas de expresión, sus tartamudeos hartaban al castaño haciéndolo enojarse a tal manera que no aguantaba la situación y pelearon todo lo que llevaba la fiesta y bien decidió intervenir.

-Taki ya basta- dijo molesto viendo a su graduado compañero.

-Tarda 1.5 segundos en articular una palabra- dijo molesto tomando el cronometro.

-Taki nadie te ha mandado a enamorarte de alguien más chico que tu- dijo Atobe con enfado, compórtate, deja de hacer puchero por cosas así.

Ootori y Shishido se acercaron a la conversación, el de gorra le marco el camino al pianista a la mesa mientras se quedaba a hablar de la situación- Hey Taki, Choutarou es igual de tímido y esto se debe a que somos más grandes que ambos, ellos apenas están en la flor de la adolescencia y no entienden algunas cosas del corazón, te corresponde ser mas paciente, cada pelea que le armas al pobre Hiyoshi lo lastima, así como cada vez que accidentalmente no le hago caso a Choutarou.

-Concuerdo con Shishido- dijo Atobe y luego se golpeo en la cara- Yo no dije eso.

-Preguntémosles al sabio del amor- dijo el de gorra y los tres se encaminaron a donde estaba el ya exhausto de lentes, que acababa sentar al peli cereza en una silla y se acababa de dormir a causa del alcohol.

-Dinos sabio doctor amor- le bromeo Shishido- Taki no le tiene paciencia al pobre Wakashi y pelean por eso.

-Pues bien- dijo el de lentes ajustándoselo- lo primero y principal que no tome alcohol- dijo riendo- lo segundo es la paciencia, la buena disposición y por sobre todo el amor, Taki, si  amas a Wakashi tanto como él te ama,  que por cierto no es poco, tenle un poco de paciencia, normalmente y se ha visto mucho este año, los octavos años son muy tímidos.

-Dame ejemplo- dijo Taki cruzando los brazos.

-Veamos, Kaoru Kaidoh del Seigaku, Kirihara Akaya del Rikkaidai, aunque no lo creas Yuuta Fuji del St rudolph, Ootori Choutarou- dijo contando el de lentes- tenerle un poco mas de paciencia, te estás metiendo con alguien mucho más pequeño y eso que el uke eres tú, es decir le estas dando mucha responsabilidad en la relación a él.

-Pero…tardar 1.5 segundo en decir una palabra es mucho…

-1.5 segundos- dijo Ryoh- escúchate cabeza dura, el chico es más rápido que Choutarou y le estas pidiendo que diga mas palabras, vamos el te adora, te quiere, eres el único además de Atobe que le quiere y le presta atención, no pidas mas.

La pela termino en tregua al parecer para Atobe, y está feliz por aquello, porque después de lo que dijo Shishido quería matarlo. Pero como su bello durmiente despertaba en ese instante decidió dejar para después la ejecución del de gorra, total después se vengaría en las vacaciones y a la manera de Keigo Atobe, lo que era bastante humillante.  Para el gusto de Atobe, Jirou despertó justo para el vals, idea de Oshitari, así que fue a buscarle, pero en vez de ir directo al centro de la pista de baile fueron hacia el patio trasero, siendo seguidos por los demás miembros titulares del club de tenis para aprovechar lo máximo de la noche, salvo Oshitari que se quedo vigilando a Mukahi para que no tomara otra copa de lo que sea que tomo.

El baile era lento y suave, la música era la recopilación de las mejores composiciones de los grandes de la música clásica lo que alegraba al heredero, pero hacia dormir al bello durmiente y en menos tiempo del que se dio cuenta Atobe, Jirou dormía en sus brazos así que directamente dejo el baile para otra ocasión y fue directo a una banca donde se sentó y recostó al menor en sus brazos y solo articulo decir -Hermosa noche-.

Pego una mirada a su alrededor viendo a dos parejas que siempre le despertaron ternura, que seguramente extrañaría, y no era por la diferencia de edad que adoraba ver a esos cuatro por la ñoñerías que siempre hacían, en especial los berrinches de Taki, estaba seguro que eso extrañaría de sobremanera, ver a Shishido sobreprotegiendo a Ootori, ver a Taki pedir a Wakashi que diga las cosas con mayor agilidad, ver a Ootori pedir cariño y por supuesto ver a Hiyoshi intentando decirle algún piropo a su pareja que como siempre terminaban mal. Esas pequeñas cosas, gestos y formas de actuar de sus compañeros las iba extrañar,  y todo porque desde que comenzó con  Jirou, por obligación de este, miraba esos pequeños detalles pasar y si en algo estaba de acuerdo con su pareja era que esos gestos de todos, eran inconfundibles y esperaba a la larga nunca olvidarlos.

Miro adentro del local para ver a los dos que lo sacaban de quicios, quienes para variar se estaba besando con locura, la razón por la que lo sacaba de sus casillas no era solo porque los encontró en los vestuarios teniendo relaciones más de una vez o dentro del armario de limpieza, sino por los cambios de actitud de ambos y la forma con los que arreglaban y no era el habla, era la cama, la única manera que al parecer Oshitari y Mukahi conocían como manera de reconciliación según el heredero, era teniendo sexo y del más sucio y vulgar en cualquier lado, no importaba si era detrás de unos basureros. Pero él no era nadie para juzgarlos por las cosas que hacían o dejaban de hacer, menos ahora que ya no era presidente del consejo estudiantil y capitán del club de tenis. Oshitari era su mejor amigo, algo que le costó admitir, pero sabía que en de lentes siempre podría contar o al menos eso esperaba en el futuro del que sería medico.

Finalmente se hicieron las cuatro de la mañana y el heredero estaba cansado o al menos eso creía, despertó a su niño en brazos y ambos se despidieron de los amigos con un cálido y único abrazo, la verdad entre todos se iban a extrañar y la mayoría, incluyendo a Wakashi, esperaban  que ese adiós no fuera para siempre, después de todo siempre fueron un gran equipo.

La mansión se encontraba vacía y Keigo adoraba aquel silencio y oscuridad que siempre lo acompañaban, mas esa noche los estaba invitando a ir más allá de lo que el amor les dejaba, más allá de los deseos, más allá de la razón como solía decir el genio de Hyotei  en noches así. El heredero no se dio cuenta del cuándo, pero ahora se encontraba besando al peli naranja con pasión llevándolo hasta su cama y solo se dejo llevar por aquellos viejos instintos humanos, besando aquel cuerpo que le pertenecía por que el así lo decía, amaba a ese chiquillo como a nada en su mundo y nadie se le iba a quitar, Jirou era lo único que el dinero no podía comprar, lo que no podría conseguir con todo el oro que tenia, el amor de Jirou lo llevaba a ser feliz, la felicidad plena el heredero la había alcanzado teniendo a su lado al bello durmiente  y estaba seguro que aquella fue la mejor decisión que hizo en su vida, no había sido una decisión fácil pero estaba seguro que aquel pequeño estaría a su lado para siempre y juntos terminarían como en los cuentos de hadas, felices para siempre.

Fin (parte de Atobe)

 

Notas finales: Bueno hasta aquí, espero que les allá gustado y hasta el otro año, si vuelve a pasar lo de los empates, sino voten por las parejas que siguen en el fic que ya sé que escuela seguirá por los últimos fic leídos en la paga sí que voten por su pareja favorita para el siguiente cap
Hasta la próxima actualización n.n

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