Que no lo vea papá en la azotea
Cambiándole la ropa a las muñecas
Poniéndose labial, que nadie vea
Haciéndose en papel un par de tetas
Que nadie vea...
El castaño se encogió mas sobre si mismo.
Estaba cansado, cansado de todo.
¿Por qué justo a el?
¿Por que el no podía ser común?
Escucho pisadas cerca de el.
- ¿Shima-Chan? –
Levanto un poco su cabeza al escuchar aquella hermosa voz. Derramó la última lágrima de la tarde al observar los dos pozos negros que poseía Yuu como ojos inundados de preocupación.
-¿Qué sucede, Shima?
El pelinegro se arrodillo junto a el, y lo envolvió en un abrazo calido y confortante. Si el supiera toda la verdad…
Que no sepan los chicos en la escuela
Que se le van los ojos en gimnasia
Que prefiere la danza y la acuarela
A eso del futbol y la acrobacia
Que nadie vea...
1990
Era mañana otra vez.
Otro día en aquel infierno que tenía por vida. - ¡Takashima! –Escuchó la voz de su madre llamándolo desde la cocina-. Cariño, llegarás tarde a la escuela.
Se levantó como todos los días. Se miró al espejo, y observo detenidamente el delicado reflejo que este le devolvía. -¿Por qué no soy como mis hermanas…?- Murmuró, derramando mas lagrimas.
-¿Kouyou-Chan?- Escuchó la voz de su hermana mayor llamándolo desde la puerta.- ¿Sucede algo?
-¡N-Nada, Yuko! – Se apresuró a contestar el pequeño de 9 años.
-Esta bien…-Contestó su hermana-, apresúrate o llegarás tarde.
Miro nuevamente su reflejo. Dio una triste sonrisa y comenzó a prepararse para ir a la escuela.
Termino de alistarse tranquilamente, se dirigió hasta la cocina y saludo a sus hermanas y a su madre.
Todo iba bien hasta que escucho “aquella” voz y “aquella” mano sobre su hombro.
-¿Todo bien, Kouyou? – Preguntó su padre con su fría y ronca voz.
-S-Sí…Papá –Respondió el castaño.
Que no se entere nadie que a los nueve
El closet es la única guarida
Y mientras la ventana llueve y llueve
Las dudas se abren paso en estampida
Que nadie vea...
1997
Terminó de peinar su largo cabello frente al espejo. La juventud en el tiempo en el que el vivía era extraña, por eso el tenía libertad de hacer lo que se le diera la gana sin que nadie supiera aquel “pequeño” detalle en el.
Recordó como hace varios años atrás había llorado por la apariencia que tenía en aquel entonces. Ahora no. Ahora era un poco mas libre. Menos dependiente, menos llorón y menos pequeño. Pero, en cambio, más callado, más solitario y más frío.
Un sonido proveniente de su teléfono lo sobresalto.
Un mensaje…
- “A que hora planeas llegar, uruha?
Mira que no soy conocido como paciente…
Remitente: Aoi.”
Por supuesto que el sabía que Aoi no era conocido por ser una persona paciente…Pero aún no quería reconocer el porque.
Llegan los 16 y es de concreto
El peso de tener que aparentar
Que no se entere nadie del secreto
¡Mira de quien te fuiste a enamorar!
Que nadie vea...
Se miró por ultima vez al espejo, tomo sus cosas y partió a la escuela.
En la entrada estaba un enfadado pelinegro con un cigarrillo en la mano.
-Hola…-Saludo el castaño.
-Buenos días, bella durmiente…-Murmuró Aoi, apagando el cigarrilo. Sabía que el detestaba el humo que desprendía aquel objeto.
-Lo siento…-Se disculpo el mas alto.- Pero el idiota de biología me dejo tarea extra por que hice mal no-se-que-cosa…
-Esta bien…-Dijo Aoi, abrazando a Uruha por los hombros.- Solo lo hacía por molestarte, Shima-Chan…
-Baka…- Murmuró el castaño, intentando que el mayor no se diera cuenta de la incomodidad que causaba su fuerte brazo sobre sus hombros.
-Oye,-Llamó Aoi-. ¿Me acompañaras al concierto de Luna Sea, cierto?
-No se…-Murmuró confundido-. Tengo que hablar con mi padre…
-¿Y si yo hablo con el? – Insistió el pelinegro-. No creo que diga que no si yo se lo pido.
-Esta bien…
Empiezan a rondarte los rumores
La gente esta empezando a sospechar
¿Porque ese pantalón y esos colores?
Y ese swing femenino al caminar
Que nadie vea, que nadie vea...
Llegó a casa mas tarde de lo acostumbrado, gracias a las practicas de guitarra a las que asistía.
-Kouyou.-Escuchó la voz de su padre llamándolo desde la sala de estar. Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar su voz.
Lentamente guió sus pasos al lugar en donde se encontraba su padre.
-Dime…-Murmuró el castaño, sin quitar la vista de la alfombra que había en la pequeña sala.
-Yuu vino a hablar conmigo.- Dijo el mayor bajándole en volumen al televisor.- Lo acompañarás a ese concierto y te quedarás en su casa, ¿entendido?
-Sí…-Contestó, esbozando una pequeña sonrisa. Estaba apunto de irse cuando escucho la ronca voz de su padre otra vez.
-No se te ocurra pegarle tus mañas…-Dijo el canoso hombre.- Es un buen chico, no tiene porque ser una basura como tú.
Asintió y corrió a encerrarse en su cuarto. Y por primera vez en años.
Lloró. Gritó.
Llegan los días de exceso y discoteca
La risa, sexo, moda y libertad
La fiesta dura lo que una cometa
Y en medio de eso doma soledad
Que nadie vea...
1999
18 años recién cumplidos y ganas de ser libre.
Esa era la mentalidadque tenía el ahora casi rubio.
Había entendido que no era el único, que no tenía que sufrir por eso.Pero seguía sufriendo. Conoció a otras personas se metió a un mundo que el no conocía, descubrió placer en lugares que no pensaba nunca escuchar.
Pero nada de eso lo mantenía tranquilo.
La razón: Shiroyama Yuu.
El no era capaz de arruinar su futuro y su imagen. Que pensarían de el si lo veían con “la niñita” del barrio.
Que no lo vean llorar en biología
Porque la ciencia aun no se percato
Que no lo vean sufrir en teología
Con eso de que dios se equivoco
Que nadie vea, que nadie vea...
2001
Caminaba en dirección a su hogar cuando escucho aquella voz que tanto extrañaba.
-¿Hasta cuando planeas ignorarme, Takashima? – Dijo el pelinegro, molesto.
- Hasta que se me de la gana…-Dijo socarronamente el castaño claro.- ¿Ya supiste la verdad, cierto?...¿Porque simplemente no me miras con asco y te alejas?
Contrario a sus planes, sintió como dos pequeñas lagrimas suicidas caían libres por su rostro.
-¿Por qué debería hacerlo…?- Murmuró el pelinegro, inseguro.
-¿Qué dijiste?
-¿¡Porque debería hacerlo si soy igual que tú?! – Gritó el pelinegro.
Uruha no podía con la impresión. ¿Qué era lo que el acababa de decir…?
Naciste siendo sol y siendo luna
Viviste como dama y caballero
Mujer de corazón, vientre sin cuna
Y en tu propio planeta forastero.
2008
El castaño sonrió tristemente al recordar todo. Todo ese tiempo sufriendo por nada.
Pero después de todo valió la pena.
Y ya no le importaba que vieran lo que el era…