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Timidez en el Amor por loca_cool

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Notas del fanfic:

NARUTO NO ME PERTENECE SINO A SU CREADOR MASASHI KISHIMOTHO

Notas del capitulo: este, este es un Kisaita corito n.n, peroe spero que lo disfruten mucho y que lo comenten por favor
 

 

 

Itachi-san, ¿cómo podría yo describirlo?, El era un niño cuando se unió al Akatsuki, tenia unos13 años, era pequeño y adorable pero ahora tiene 16 años y sigue siendo adorable y pequeño, bueno, para mi.

 

Después de todo yo soy su compañero, me llamo Kisame y siempre eh estado con el, con Itachi-san, siempre lo eh cuidado, por decirlo así, aunque se que un ser tan magnifico como Itachi, no necesita cuidado, pero yo me creo esa falsa ilusión para compensar esta necesidad...

 

Desde que era un niño antipático y rebelde, hasta que se volvió un adolescente serio y frio, yo me eh enamorado de el, se que tal vez suene estúpido pero yo lo quiero, no se que es lo que me encanta.

 

Tal vez su carácter frio y despiadado, esa carencia de sentimientos que posee, ese rostro que no te muestra una sonrisa o una lagrimas, esos ojos que reflejan seguridad y ego absoluto, sus pocas palabras que casi nunca salen de sus labios.

 

Tal vez me eh enamorado de su cuerpo, de su cabello largo y sedoso atado a una coleta que yo eh sido privilegiado de verle suelto al dormir, ver ese cabello negro azabache, caer alborotado por su espalda y hombros, dándole un aspecto incitante y deseoso. Sus ojos rojos y inexpresivos, esos ojos de esa tonalidad tan rara y bella, tan fiero y punzante, siquiera puedes mirarlo fijamente pues sientes que te come y ve tu alma internamente, peri yo una vez le mire sin el Sharingan, una sola vez que vi esos ojos grises opacos que rayaban con la oscuridad de la noche, tal vez la oscuridad de su alma. Su piel tan tersa y blanca, esa piel tan cremosa y suave, que hace contrastes monocromáticos con su cuerpo, pareciendo un ser en blanco y negro el cual tu deseas colorear repletamente. Sus pestañas largas y bellas dándole un aspecto tierno, quitándole ese carácter cruel y frio por momentos, acompañadas de los mechones rebeldes que siempre caen y adornan su frente. Su cuerpo fuerte y musculoso, no exageradamente, pero se notan los abdominales y pectorales, los músculos bien formados, pero aun hacia con un cuerpo de buen tamaño.

 

Adorablemente malévolo...

 

 

Yo me enamore en el silencio, me enamore con el tiempo,  de las miles de travesías que hacíamos en las misiones, de su callar, de su frialdad, de sus ojos, de su ser y de su alma, me enamore de ti Itachi-san.

 

Pero, paso los años, paso el tiempo, paso tantos días en los que yo veía como la oportunidad perfecta para decirte que te amo, para decirte como haces que mi corazon ce acelere cuando estas cerca de mí, como aquélla vez que me rompí un brazo y tu te acercases a mi y me curaste sin yo pedírtelo, me di cuenta en ese instante que no eres tan frio, que de verdad tienes un hermoso corazon dentro de esa muralla inexpresiva, recuerdo esa sensación al estar tan cerca de tu cuerpo celestial, como tus manos suaves y frías recorrían mi piel curándome de la manera mas inocente,  el placer y el deseo de lanzarte contra el suelo y hacerte mío, solo mío. Pero no lo hice, por que te respeto, por que te amo y por que no puedo...

 

No puedo decirte lo que llevo dentro, no puedo expresar cuanto amo con palabras, pues cada vez que lo hago, cada vez que lo intento, mis labios tiemblan, mi cuerpo se enfría, mi corazon se sale del pecho y el miedo del rechazo, todo esto hace que mi mente se embote y  diga una estupidez y no lo que siento por ti.

 

Lo lamento, lamento no poder llegar a hacerte feliz, como tu te lo mereces, por que aun que me lo niegues se que estas triste, se que te duele internamente tu pasado, se que as sido juzgado injustamente por el hombre. Se bien, por que los mataste a todos, se que fue una jugarreta de los superiores de Konoha, se que lo, asistes para pretejer estos países de una guerra, se como sufriste en tu infancia, como fuiste cruelmente juzgado, pero si supieras, que yo jamás te eh juzgado, que yo te amo.

 

Y me duele, me duele como la peor letanía, no poder amarte, me duele y me hace llorar en las noches. Dormimos en la misma habitación, aunque tú en una cama y yo en otra, dejándome tan indefenso ante el placer y la fantasía, durante todo este tiempo yo hubiera podido tomarte mientras tu dormías y hacerte mío, hacerte el amor, pero jamás lo hice, solo me quedaba meriendo en silencio, dándome placer a mi mismo en una fantasía irreal, en una fantasía donde tu eras mío eternamente, donde te hacia gemir, donde te hacia ser feliz en mis manos, hasta llegar al colmo del éxtasis y perderme en un gemido que se ahogaba en mi garganta.

 

Después que acababa te miraba, estabas hay aun metro de mi cama y yo me masturbaba pensando en tu cuerpo y hay estabas, tanto te necesitaba, no solo sexualmente, espiritual y mental también, no te imaginas todos los  sentimientos de vació que llegaba a mi corazon cuando tenia un orgasmo cuando me masturbaba pensando en ti, el frio de mi alma, el sentimiento que anda sera real nunca, solo un bello recuerdo inexistente y abrazar mi almohada pensando que eres tu, deseando que tuviera tu olor, que tuviera tu calor.

 

No puedo hacer as anda, ¿crees que si té digiera que te amo, con estas palabras, tu me hicieras caso?,  ¿tu me amarías Itachi-san?, mi Itachi-san... no nos mintamos, tu eres un Dios sobre este mundo, eres todo y yo mírame... no soy nada, solo un ser deforme que jamás a captado la atención de nadie, pero tu, tu has sido mi mas fiel amigo, mi mas querido a amado compañero, que no te importo lo que digiera nadie y fuiste mi amigo

 

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Estaban solos en una misión, yacían escondidos en una cueva humeda pero no maloliente, era algo fría, las paredes de piedras les protegían de la lluvia del ambiente, la fogata echa por Itachi hacia pocos minutos, les calentaba sus empapados cuerpos, estaban levemente adoloridos pues se habian peleado con algunos ambus y no les habia ido muy bien, sus cuerpo habian recibido algunas heridas en sus cuerpo y estaban sumamente cansados y ahora solo querían distraerse  entre ellos.

 

El menor miraba como el hermoso y cálido fuego decoraba el ambiente, como la bella lama alumbraba sus rostros y el rostro del mayor, miro a este, su piel azul, sus agallas, su altura, de cierta manera Kisame era alguien muy atrayente para el, no sabia que era pero al ver a un hombre tan fuerte y rustico, le hacia sentir algo extraño.

 

Sin duda desde hace mucho el se enamoro del lindo tiburón, no de su aspecto, pero si de su carácter tierno y encantador con el, esa sonrisa que siempre tenia que le hacia sentir sumamente aliviado en momentos de penurias, ese cariño entre ambos.

 

-"a veces el se ve tan tierno"-pensó en un instante mirando fijamente al mayor, detallando su gran y fuerte cuerpo, era simplemente tan rudo, tan tosco y fuerte, incluso le daban tantas ganas que el dominara, que le tomara-"Dios pero en que pienso"-las mejillas el menor se tornaron de un rubor brilloso al imaginarse algo así.

 

-mmm- el hombre pez, que miraba fijamente la lluvia, pero al ver que nadie hablaba en ese lugar y el ambiente sé volvía algo frio y fastidioso, decidió tomar una agradable charla navideña con su querido y secretamente amado pelinegro.-¿Itachi-san?- el mayor la fijarse que el azabache mantenía un leve rubor en su mejillas, se extraño y lo único que pensó era que posiblemente tenia fiebre- ¿estas ruborizado?-

 

-ah... y-yo, no como crees- se maldijo al tartamudear, ya que por su maldita mente pasaban imágenes nada inocentes entre el tiburón y el, imágenes muy licitas que donde sin darse cuenta el era el uke, como desearía por una vez ser dominado por ese hombre.

 

-¿seguro? Déjame ver-respondo alegremente acercándose velozmente al menor, que de inmediato trato d detener, pues sabiendo el  que si estaba fantaseando cosas tan ilícitas y con el hombre que cursaba su mente se acercaba a el, se podia imaginar la cantidad de locuras que pasaría.

 

El mayor  ya estaba cerca del pelinegro y rápidamente poso su mano sobre la frente de este, que  se ruborizo aun más al tener esa cercanía con el mayor, no pudo mas que ponerse ¿nervioso?,  trago saliva con rudeza, mirando los ojos que estaban a poca lejanía de su rostro.

 

-K-Kisame-tartamudeo débilmente mientras le miraba fijamente, no sabia que le ocurría, ok sabia que era un adolescente y que tenia 16 años y que las hormonas se la pasaban haciendo estragos en el cada minuto, pero tenia que descontrolarse en ese instante.

 

-no tienes fiebre Itachi-le dijo con suavidad-pero si es así por que estas ruborizado-una sonrisa burlesca se formo en sus labios mirando fijamente al Uchiha-¿acaso mirastes algo que te gusto?-dijo bromeando pero al ver como el azabache bajo rápidamente la cara con una mirada de estupefacción absoluta y l rubor pintando su rostro, se sorprendió-Itachi-san-

 

Un raro e incomodo silencio se formo entre ambos,  el sonido de la lluvia era lo único que sus oídos captaban. Itachi estaba sumamente incomodado, tenia esos malditos pensamientos a cada rato que le hacían sentir tan excitado, pero sin llegar a que su erección fuera visible por la capa que traía puesta, pero aun hacia el rubor y su respiración levemente agotada en ese situación tan incomoda y vergonzosa.

 

Por su parte Kisame miraba con los ojos muy abiertos a su compañero, que estaba totalmente ruborizado, sudaba y respiraba agitado, parecía, parecía que estaba, ¿excitado?. El mayor trataba de decir algo peor le era imposible, ver a Itachi en ese estado era sumamente tentador para el, era notorio su estado de lujuria, se notaba tanto y aun mas, tal vez podría tomarlo...

 

-Itachi-san... -inconscientemente su mano se poso sobre el rostro de este, degustándose al tocar una piel tan tersa y suave, podo sentir las mejilla calientes  el fresco sudor que las bañaba-mírame-le pidio y movió su rostro con su mano, teniendo los bellos ojos mirándole fijamente, ese rostro tan bello, tan fuerte y deseoso, esas pestañas tan largas, esa boca eso labios, ese cuerpo

 

-...- no podia decir nada, Itachi estaba tan avergonzado, si hablaba sabia que tartamudearía y no quería pasar una vergüenza hacia nuevamente, quería que Kisame le hiciera eso que pasaba en sus fantasías, pero, esto era real y ¿eso afectaría su relación no?-¿q-que?-

 

el menor tartamudeo algo sorprendido, al ver como su rostro era fuertemente sujetado sin llegar a lastimarle, pero un violento escalofríos recorrió su alma al ver como Kisame se acercaba a el, ver como ese rostro se acercaba a su boca, esos labios estaban cada vez mas cerca, el aliento tibio de el piel-azul golpeaba candentemente sus labios, lográndole e incitándole pecar.

 

Sus labios se tocaron, fue solo una caricia entre ellos, no se llegaron a unir, solo fue un roce, una suave caricia, que logro que Kisame temblara totalmente al sentir la dulce y suave boca, esa boca que tantas veces estuvo en su mente, en sus fantasías, su corazon se acelero a un punto extremo al ver como la suave mano de Itachi  se posaba sobre su mejilla y lo tentaba a seguir. Se volvieron a besar, pero esta vez sus labios se pegaron, los besos suaves y lentos pero deliciosos y apasionados comenzaban, eran dulces, los labios de Itachi eran sumamente dulces, sabían a caramelo y azucar.

 

-immm-gimió suavemente el menor, por la tremenda excitación que su miembro clamaba, su erección palpito al verse besado por unos labios tan rudos, ¡Dios mío como pudo llegar a esto!

 

-Itachi-jadeo su nombre, tomando el fino rostro con sus ambas  manos, volviendo a unir sus bocas, esta ves el beso siendo mas profundo, mas rudo, mas placentero.

 

El mayor coló su lengua en la húmeda cavidad bucal del azabache, que sin protesta le acepto, permitiéndose saborear, cerrando sus ojos totalmente, dejándose llevar por la caricia tan intima en su boca, ambos gimieron cuando sus lenguas se tocaron, el sabor de su saliva, era probado por sus lenguas, que acariciaban y se recorrían, llenándose de goce y excitación.

 

Kisame no pudo evitar llevar una mano a la cabeza del pelinegro y enredar sus dedos con el cabello azabache, tan negro como las plumas de los cuervos, deleitándose con ese cuerpo, que pronto lo podría tocar, le podría tal vez hacer el amor. Sé sentia tan bien, tan placentero era ese toque, era casi como una ilusión verdadera, poder tocar el cuerpo que el ama tanto, toarlo, sentirlo, provocarle placer, hacerle sentir tan bien como el lo hacia en sus fantasías.

 

-... Ki-Kisame...- jadeo suavemente, cuando sus labios por fin fueron liberados de esa placentera letanía, pero aun así que su sexo estaba a millón, que su pasión estaba por desbordar de su cuerpo y que la locura estaba presente, no pudo seguir, no era que no quería, lo deseaba mas que nada, pero Kisame, el lo quería lo quería mucho, pero era obvio que el no, ¡por favor! Kisame era un hombre, por supuesto que no se fijaría en el y aun mas no quería tener sexo con el, el quería hacer el amor, no que lo utilizaran- lo lamento... no tuve que haberte besado-

 

Tan rápido como el beso fue tomado, el Uchiha escapo de los brazos del mayor, casi huyendo de este, oyendo de lo que sentia, escapando de la cueva y saliendo aun con lluvia torrencial bañando aquel frio bosque.

 

-no ¡espere Itachi-san!-fue lo único que dijo, mas no fue capaz de seguir a  su verdadero amor, no fue capaz por su timidez, pero ese beso, esos labios, el rubor del menor, la voz tan dulce, ese niño... -no te vallas-dijo al verse solo en esa cueva, suspiro-Itachi...
Notas finales:

n.n, si qeu estan confundidos esos dos brutos, bueno comenten y comenten, mientras mas comentarios mas posibilidades hay que haya lemon


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