Han pasado ya cuatro años, desde que ganaron las nacionales, cuatro años desde que salieron de la escuela con grandes honores y medallas de oro relucientes, colgadas con honores en sus cuellos. Cuatro años de relación, de amor puro y sincero, y también cuatro años estudiando juntos en la universidad internacional de Tokio para tenistas. Cuatro años, siendo amigos, novios y también rivales en la cancha.
Hoy era miércoles 24 de diciembre, el día previo a la navidad, noche buena, la noche en que todas las personas se reúnen con sus familias o con sus seres queridos para pasarla bien, entregarles regalos a los niños, verlos como se ríen mientras esperan ansiosamente los regalos que van a recibir, cenar en familia, o en pareja.
Este día, era un día muy especial, porque además de ser, noche buena, el día previo a la navidad, era también la víspera para el aniversario de dos jóvenes enamorados, que pasaban la cuarta navidad juntos, sin discusiones ni engaños, sólo besos y caricias.
Los dos jóvenes, de nombre Tezuka Kunimitsu y Fuji Syusuke, eran los mejores amigos desde primero de secundaria y también los mejores tenistas a nivel nacional, sin contar que son también la mejor pareja que ha habido en Seigaku, la escuela en donde ellos estudiaron.
El día comenzó cuando el mayor de ellos despertó, abriendo sus ojos color miel, para fijarse en la persona que se encontraba durmiendo a su costado usando como almohada su brazo izquierdo y abrazándolo de la cintura. Mostró una sonrisa sincera al encontrarse con la misma escena todos los días, y abrazando aún más al chico, lo besó con pasión, metiendo sin miedo alguno, su lengua en la dulce cavidad de su novio, siendo correspondido por él, unos minutos después. Siguieron besándose con pasión y amor hasta que el aire se les acabó por completo.
-buenos días bello durmiente – le sonrió Tezuka
-buenos días Kuni_chan – dijo Fuji abriendo sus ojos
Tezuka besó fugazmente a su novio de nuevo, recibiendo como respuesta una pequeña risita.
-ven, vamos a levantarnos – sugirió Tezuka
-no!!, yo quiero seguir durmiendo contigo – dijo Fuji haciendo un puchero y abrazando aún más a su novio
-lo siento, pero hoy tengo que ir a trabajar – respondió Tezuka
-que!!!! – dijo Fuji sentándose de golpe – pero Kuni_chan hoy es noche buena, nadie trabaja hoy – reclamó Fuji enojado por no poder pasar el día con su novio
-yo si! – le dio un pequeño beso a Fuji tratando de calmar su enojo
-pero Kuni_chan – dijo haciendo un puchero Fuji – falta hoy sí?!! – dijo lo último con unos ojitos de cachorrito
-no señor!!, no puedo faltar hoy – respondió Tezuka
-Kuni_chan – dijo Fuji inflando sus cachetes, haciéndolo ver muy tierno
-prometo volver temprano hoy si?? – respondió Tezuka besando su frente
-lo prometes?? – preguntó Fuji
-claro que si!! – respondió Tezuka sonriendo
-te amo Kuni_chan – dijo Fuji abrazando a su novio y besándolo
-ven vamos a bañarnos – sugirió Tezuka
Fuji simplemente sonrió siguiendo a su novio. Hacía ya más de dos años cuando Fuji se mudó a vivir con su novio Tezuka, quien siempre vivía solo. Al principio Tezuka se negó ya que la familia de Fuji estaba en contra, aunque apoyaba la relación que mantenían ambos, ya que en la cara de su hijo reflejaba una felicidad sincera desde que estaba con Tezuka. Pero al final Tezuka dejó que Fuji se quedara a vivir con él, ya que fue la misma familia de su novio quien se lo pidió, ya que Yumiko, la hermana de Syusuke, les hicieron ver que como siempre tenían que viajar, no podía cuidar de su hijo medio; su hermano Yuuta también fue a vivir con Mizuki, su entrenador.
Eran las siete de la mañana y Tezuka se despedía de su novio, en la entrada de la puerta.
-regresa temprano si?? – dijo Fuji
-esta bien – respondió Tezuka despidiéndose con un beso de su novio – adiós
-adiós
Tezuka se fue a trabajar y en menos de media hora, Fuji también se encontraba en la calle. Tezuka trabajaba en una gran empresa como secretario del jefe, quien estaba encantado con el trabajo del chico. Fuji trabajaba de mesero en un restaurante muy famoso, pero estaba en unas pequeñas vacaciones, y entre lo que ganan los dos, se mantienes, aunque los padres de ambos les mandan dinero todos los meses.
Fuji se encontraba en la calle principal de Tokio viendo tiendas, ropas, calzados, comidas, obsequios, entre tantas cosas no pudo encontrar uno solo que sirviera de regalo para su tan querido novio. Siguió buscando y buscando hasta que le dio hambre, fue a comer en un local de comida rápida. Pidió algo ligero ya que no tenía tampoco tanta hambre como para comerse unas hamburguesas, aunque a veces le daban ganas de comerse tres xD. Terminó todo rápido y volvió a la calle tratando de encontrar el regalo perfecto para su novio.
Mientras tanto, Tezuka se encontraba trabajando, ordenando papeles como siempre lo hacía hasta que su jefe lo llamó.
-Tezuka – lo llamó el jefe
-si señor? – preguntó educadamente como siempre
-puedes venir un rato?
-claro – respondió Tezuka
Tezuka fue al despacho de su jefe de inmediato, pidiendo permiso primero para entrar, tan educado y serio como siempre. Al entrar vio a su jefe sentado en su silla y enfrente de ella, se encontraba una chica, de pelo castaño claro, largo y sedoso.
-si señor?? Necesita algo? – preguntó Tezuka confundido por la razón por la cual su jefe lo halla llamado
-emm, Tezuka ella es mi hija Sakura – presentó el jefe
La aludida se levantó rápidamente y volteando a ver a Tezuka, dio una pequeña reverencia.
-buenos días Tezuka_san – dijo la chica – encantado de conocerte – trató de ser lo más encantadora posible
-buenos días Sakura_sama – respondió Tezuka un poco confundido a lo que quería llegar su jefe
-Tezuka, eres un chico muy inteligente, guapo, educado y tienes mucho futuro por delante – comenzó el jefe
-gracias señor – respondió Tezuka aun más confundido que antes
-me da mucha pena saber que no sales con ninguna chica – siguió el jefe
-señor yo… - trató de decir Tezuka
-déjame terminar Tezuka – interrumpió el jefe – por eso, me gustaría que fueras el prometido de mi hija – dijo el jefe sorprendiendo a Tezuka – puedo darte el negocio, hacerte dueño de todo esto – terminó el jefe – y… que me dices?
-se… señor lamento decirle que no voy a aceptar su proposición – dijo serio Tezuka
-Pe… pero Tezuka, a mi hija le gustas mucho, quedó encantada contigo cuando le conté sobre ti – trató de hacerle cambiar de opinión
-lo siento pero, no lo haré – respondió firmemente Tezuka volteándose para irse
-no!!! Tu te quedas quieto – una voz se oyó
Tezuka se volteó para ver quien era la persona que había gritado de esa manera.
-Tezuka Kunimitsu tu te casas conmigo, te guste o no! O sino estas despedido! – gritó furiosa la chica
Tezuka suspiró, la chica que en un principio le había parecido un poco encantadora, no había resultado más que ser una chica caprichosa.
-yo siempre consigo todo! Y tu no vas a ser la excepción, te casas conmigo si o si! – dijo la chica furiosa – o eres ex-empleado de la empresa
-no es necesario que me despidas – comenzó diciendo Tezuka
La chica sonrió – entonces aceptas mi propuesta de matrimo…
-renuncio – terminó de decir Tezuka saliendo del despacho de su ex-jefe con una pequeña sonrisa
Dentro del despacho solo se escuchó un grito: que!!!! A mi nadie me rechaza!!
Mientras tanto, Fuji se encontraba caminando por la calle de regreso a su casa, con una gran sonrisa en su rostro, había encontrado el regalo perfecto para su novio, un regalo que de seguro le encantará.
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Tezuka regresó a su casa, a las siete de la noche, como lo había prometido a su novio de que llegaría temprano, bueno eso es temprano en comparación de otros días en que llegaba como a las diez de la noche.
Al entrar, se dio cuenta de que todas las luces estaban apagadas, la casa se encontraba oscuro. Tezuka dejó las llaves en la mesa cerca de la entrada y también sus zapatos, dirigiéndose al comedor que era el lugar que estaba siendo iluminada.
Al llegar notó que la luz provenía de las luces de las velas que se encontraban en este momento siendo adorno de la mesa que estaba totalmente adornada.
Sorprendido llegó hasta la mesa, pero en ese momento unos brazos lo abrazaron por atrás.
-llegaste – dijo en su oído
Tezuka volteó y lo besó como respuesta, separándose en pocos minutos por falta de aire.
-gracias – dijo Tezuka
-cenemos – sugirió Fuji
Ambos se sentaron en la mesa y cenaron la comida preparada por Fuji, una cena silenciosa pero romántica.
A las 10 de la noche, cuando acabaron de cenar y ver un poco la televisión abrazados, fueron a la habitación, entre besos y caricias.
Donde al llegar a la habitación, Tezuka se puso encima de Fuji, recostándolo encima de la cama, donde lo empezó a besar y acariciar, terminando por hacer el amor.
Terminado ese acto de amor, con los dos exhaustos pero conscientes, siguieron abrazados en la cama, dándose uno que otro beso. Hasta que Tezuka rompió el silencio
-hoy, renuncié a mi trabajo – dijo Tezuka
-porque!?, ganabas muy bien – preguntó confundido Fuji
-quería que me casara con su hija – respondió Tezuka
-que!!! – gritó Fuji – pero como se atreve!! – dijo Fuji sentándose en la cama
-no te preocupes, por eso renuncié, no te iba a dejar solo – lo tranquilizó Tezuka abrazándolo – te amo – susurró Tezuka en el oído de su novio
-yo también – lo besó Fuji
En ese momento se escuchaba el inició de las doce campanadas, que daban a conocer el fin de noche buena y el inicio de navidad.
En ese momento Tezuka sacó de su saco una cajita terciopelada azul, entregándoselo a Fuji
-toma, feliz navidad – dijo Tezuka dándole la caja
Fuji abrió la caja encontrándose con la sorpresa de que era un anillo con una piedra incrustada en medio.
-te casarías conmigo? – preguntó Tezuka en el oído de Fuji
.-claro que si!!! – respondió Fuji abrazándolo de la emoción
Minutos después Fuji se separó de Tezuka y le dio un pequeño sobre.
-feliz navidad Kuni_chan – le sonrió
Tezuka confundido, abrió el sobre y se encontró con pequeñas fotos, de unas imágenes que no lograba ver que era.
-que es Suke? – preguntó Tezuka
-es tu regalo de navidad Kuni_chan – le respondió Fuji sonriéndole y agarrándole una mano, lo puso sobre su vientre – vas a ser padre
Ahora quien estaba en shock era Tezuka!, iba a ser padre!!, iba a poder formar una familia con Fuji, la persona que amaba!
-feliz navidad Kuni_chan – dijo Fuji sonriendo verdaderamente
-feliz navidad Suke!, gracias por darme el mejor regalo del mundo – dijo abrazándolo
-y tu el mió – le respondió Fuji dándole un apasionado beso.
Fin!!