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Feliz Navidad Deidara!! por Aiko_shinigami

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Notas del fanfic:

Espero que les guste este fic n_n

Feliz Navidad

Notas del capitulo:

Un fic hecho especialmente para esta fecha ^^

Feliz Navidad a todos!!

Era 24 de diciembre, era una tarde hermosa, todos estaban ya regresando a su casa para poder compartir este hermoso momento con sus seres queridos, todos esperando la llegada del niño Jesús, para que les concediera su deseo, pero aquel ser especial estaba para todos excepto uno, un pelinegro con los ojos negros como la noche, pero para él, no le importaba la fecha, ni nadie, ya nada le importaba desde hace exactamente 1 mes y 30 días, para él era un día más, pero el más triste de todos, ya nada tendría sentido en la vida del pelinegro si no estaba su amado rubio, quien era como su sol, su dios,  su vida, su universo.

 

Un chico de cabellos negros entró delicadamente a una habitación blanca, las cortinas se encontraban cerradas, dándole a la habitación un aspecto sombrío, pero para el pelinegro nada sería más sombrío que su vida sin el rubio.

 

Se acercó lentamente hacia la cama que estaba en el centro de aquella blanca habitación, se fijó a aquel chico que esta dormido encima de aquella cama, conectado a aparatos que lo mantenían muy difícilmente con vida, se sentó en la silla que estaba al costado de aquella cama y entrelazó sus dedos con el rubio.

 

-No sabes cuanto te extraño Deidara, vuelve a mí por favor  - susurro el pelinegro, mientras besaba dulcemente la mano de Deidara

 

Se quedó ahí toda la noche, sin importarle que fuera noche buena, para él el rubio que estaba en esa cama era su familia, sólo lo necesitaba a él. En el hospital ya todos lo conocían ya que siempre venía en la tarde y se iba en la mañana, desde hace 1 mes y 30 días, al principio no le dejaron quedarse en la noche, pero al saber sobre la condición del rubio, aceptaron por dejarlo quedarse en la noche, de todas maneras hoy era el último día.

 

Casi a la media noche, un doctor entró en la habitación.

 

-Señor Uchiha, acompáñeme un momento por favor – dijo el doctor

 

Itachi lo siguió silenciosamente

 

Al salir el doctor comenzó a hablar.

 

-señor piensa quedarse aquí, hoy es noche buena? – preguntó el doctor

 

-sólo quiero estar a su lado – respondió Itachi

 

- pero debería de pasar esta noche con su familia – dijo el doctor

 

-no considero a nadie mi familia, más que él – respondió tristemente Itachi

 

-lo lamento mucho señor – dijo el doctor

 

-…

 

El doctor no tuvo más opción que decirle lo que había venido a decirle

 

-Señor, yo sé que usted ha estado viviendo aquí todos los días desde hace 1 mes y 30 días, y en estos días no se le ha presenciado mejora alguna, como usted sabe, el joven Deidara es encuentra en coma intensiva, y como le mencionamos en el comienzo, el joven no despertará nunca, pasados los 2 meses.

 

Itachi asintió tristemente con la cabeza

 

-y usted sabe que hoy es el límite de los 2 meses, me temo decirle que en estos momentos hay una gran cantidad de personas que necesitan de esos aparatos que está utilizando el joven Deidara. Por lo tanto creo que queda más que quitarle los aparatos al joven Deidara

 

-que!!! No puede hacer eso, él moriría sin esos aparatos – dijo sorprendido Itachi

 

-lo lamento señor, pero usted sabe que si hoy no despierta entonces nunca lo hará y no podemos utilizar esos aparatos en alguien que no va a despertar, hay otras personas que lo necesita. Lo lamento en verdad señor, pero mañana le quitarán los aparatos.

 

-no puedo hacer nada por cambiar eso?? – preguntó tristemente Itachi

 

-me temo que no señor, pero si despierta hoy entonces eso cambia, pero… debido a que no se ha visto mejora alguna en estos casi 2 meses, me temo que no lo hará hoy. Lo siento

 

Itachi asintió

 

- yo sé lo difícil que es sobreponerse a la pérdida de un ser querido, pero debe de hacerlo por el bien del joven, cuídese mucho, me retiro, señor

 

El doctor se alejó dejando sólo a Itachi con sus pensamientos, dejar morir a Deidara, no, no podía hacer eso, dejarlo morir era como si lo matarán a él, porque sin el rubio él moriría. Lo único que lo mantuvo vivo en estos 2 meses (menos un día xD), fue la esperanza de que el rubio despertara algún día, pero la esperanza se estaba extinguiendo, ya que hoy era el último día en que el rubio puede despertar.

 

Suspiró y tristemente entró en la habitación.

 

Se sentó esta vez en la cama y entrelazando sus dedos besó los labios de su amante.

 

Una vez que se separó comenzó a decir…

 

-Sabes, Deidara, nunca creí en los dioses y es porque cuando era pequeño, mis padres eran muy estrictos conmigo, quería que practicara siempre, quería que fuera un ejemplo a seguir para el clan, quería que fuese perfecto, nunca sentí amor o cariño de parte de ellos, pero siempre creí que ellos cambiarían y que algún día ellos me demostraría que me querían, pero eso no sucedió, ellos me cada vez eran más estrictos conmigo, me obligaban a estudiar todas las horas del día, a aprenderme todos los jutsus, a practicar para que fuera mejor cada día, empezaron a exigirme cada vez más, les rogué al cielo, a los dioses a que al menos me dejaran un día sin esas obligaciones pero no se cumplió mi deseo, mis padres no me dirigía la palabra si no fuera a decirme para que entrenara, nunca me dio un día libre para estar con mis amigos, pero ahora que lo pienso nunca tuve un solo amigo, y eso es porque soy del clan uchiha, pero llegó ese día, ese día  en que mi paciencia se agotó por completo, no pude soportarlo, me harté, no quería que me dieran ordenes, por primera vez quería ser libre, y con toda la furia acumulada anteriormente, maté a toda mi clan, excepto a mi hermanito Sasuke, sabes por qué? Porque el único que me dio cariño fue él, mi pequeño ototo, pero yo sabía de lo doloroso que era ver a un ser querido matar a sus padres, por eso lo incité a matarme, porque fácilmente pudo querer suicidarse, pero no quería que eso sucediera, además sólo de esa forma él dejaría de ser considerado mi sombra y encontraría su propio camino – paró un rato para respirar, sus ojos estaban con lagrimas que amenazaban con salir.

 

Itachi le estaba contando a Deidara, las cosas que nunca pudo ni quiso decírselas a nadie, siempre guardándolo en su corazón de hielo,  pero no se dio cuenta que afuera de la habitación alguien había escuchado todo lo que había dicho Itachi

 

Así es, el hermano menor, Sasuke, estaba ahí, quería preguntarle unas cosas a su ex-hermano mayor, pero al escuchar todo eso, todas sus dudas se fueron, una lágrima cayó por sus mejillas, y por primera vez en muchos años dijo la palabra que hace tanto tiempo había extinguido en el vocabulario del uchiha menor

 

-hermano – por fin había conseguido perdonar a su hermano mayor y liberarse de aquella venganza contra Itachi, ahora se sentía libre de poder hacer lo que él quiera y amar a quien quiera sin tener miedo a que su hermano se lo llevara. Y por primera vez en muchos años, sonrió de verdad yéndose de aquel lugar. De todas maneras, hoy era casi navidad y tal vez mañana iría a ver a su hermano.

 

Mientras tanto dentro de la habitación, Itachi continuó contándole de su historia a Deidara.

 

-desde que maté a toda mi clan, me digné a vagar por los bosques, sin importarme que me consideraban un traidor, ya no me importaba nada, sólo quería hacerme más fuerte para algún día enfrentarme a mi ototo, y tal vez conseguir que me mate, fue por eso que entré en Akatsuki, para hacerme más fuerte, todas las misiones, todas las personas que maté a sangre fría, no me importaban sus vidas, ya que aprendí en akatsuki, que los sentimientos y emociones son sólo estorbos, te hacen débil y por eso decidí no mostrar mis emociones y sentimientos después de aquel día en que maté a mis padres y ellos me dijeron “nunca debiste de nacer”, yo sabía que no me querían, pero tenía una esperanza de que fuera falso, pero cuando oí esas palabras en boca de mi madre antes de morir, me obligué a mi mismo a cambiar, a ser una persona fría y sin sentimientos, aquel día fue el día en que cerré mi corazón con cadenas y candado para que nadie nunca jamás pudiera abrirlo, pero todo cambio cuando te conocí, a ti, un chico aparentemente normal, con un carácter tan explosivo, antes te consideraba un inútil, pensé que solo estabas estorbándote en mi camino, yo te odiaba, pero más me odiaba a mí mismo porque poco a poco comenzaste a romper el muro de hielo que construí en mi corazón, tenías la llave  y abriste el candado que mantenía prisionero mi corazón, y desde ese momento empecé a vivir realmente, pero no quise aceptarlo, no creí que una persona como tu pudiera entrar fácilmente en mi corazón y derrumbar el muro que tardé años en construir, por eso te trataba fríamente, quería olvidarte y con ello olvidar el sentimiento que poco a poco fue construyéndose por si mismo en mí, pero me equivoqué, no pude olvidarte, tu rompiste el muro que estaba en mi corazón, me diste tu amor y yo la rechacé, porque creía que los sentimientos te hacen débil, porque tenía miedo de que me vuelvan a lastimar… pero… no era cierto, y como siempre estaba equivocado, fue por mi culpa que estás así, si no te hubieras interpuesto en el ataque que mi hermano lanzó hacia mí, tal vez no estarías aquí, casi al borde de la muerte, pero lo hiciste por el amor que sentías hacia mí, incluso después de que te rechacé cruelmente, diciendo cosas que no eran ciertas, que ni siquiera pensaba, cómo crees que iba a pensar todo eso de ti, pero no sabes como me arrepiento, si sólo te hubiera correspondido, si tan sólo hubiera sido sincero contigo y conmigo mismo, tal vez no estarías aquí, tu me cambiaste, me amaste sin importar cómo era, me amaste de verdad y me diste todo tu cariño y amor, sé que ya no tiene sentido huir, ya no tiene sentido seguir ocultándolo,  ya no tiene sentido mi vida sin ti, mi Deidara, sé que nunca lo dije pero… tu eres mi vida, eres la llave de mi corazón y sólo tu puedes entrar y sólo quiero que estés tu… Te amo Deidara, vuelve a mí por favor, regresa conmigo, te prometo que si despiertas, todo cambiará, estaremos juntos y nadie nos podrá separar, ya no me importa el mundo, ni nadie que no eres tú…  – terminó de decir  Itachi con lágrimas en los ojos cayendo por sus mejillas.

 

A Itachi le costaba decir todo aquello, nunca en la vida, había dicho como se sentía o cuál era sus emociones, era una persona aparentemente sin sentimientos, pero… ¿qué es lo que le impulsa a decir todo aquello que guardó por años? A sí! Deidara, ver a Deidara en esa cama, con el rostro pálido y al borde de la muerte, lo impulsaba a ser sincero consigo mismo y con Deidara… porque su vida ya no tendría sentido si él moría, ahora ya nada le importaba, salvo al chico rubio que se encontraba en aquella cama.

 

-Aunque nunca creí en los dioses, le pido a los dioses y al cielo que se apiaden de mi y te dejen regresar conmigo, Te amo Deidara, por favor despierta, sólo quiero que seas tu, quien este conmigo – dijo Itachi mientras se inclinaba hacia Deidara para darle un beso en la boca, un beso donde trasmitía todos sus verdaderos sentimientos, un beso lleno de cariño, amor y ternura.

 

El beso duró minutos, y cuando Itachi se levantó mirando el rostro de su amante

 

En ese momento se escuchaba las campanadas, 12 campanadas, que daban el término de la última noche en que el rubio podía despertar, el fin de la noche buena.

 

Itachi sentía que con cada campanada que daba sus esperanzas se extinguía poco a poco, con cada campanada, una nueva lágrima rodaba por sus mejillas, hasta que llegó la 6 campanada algo lo sorprendió, Deidara se estaba moviendo lentamente.

 

Deidara estaba abriendo poco a poco los ojos, poco a poco su visión pasó de ser borrosa para enfocarse en la persona que estaba enfrente de él mirándolo con sorpresa, le dio una pequeña sonrisa al reconocer a la persona. Y justamente en ese momento se escucha la última campanada, el nacimiento de Jesús, y el despertar del rubio.

 

-i… Itachi_san – susurró Deidara

 

Itachi no podía creerlo, su pequeño estaba vivo, despertó, lo único que importaba ahora era que su pequeño estaba bien, estaba vivo, despertó por fin.

 

Sin poder evitarlo unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos negros, y besó con desesperación esos labios que tanto amaban y que nunca había podido probar por su orgullo.

 

Deidara correspondió al beso, aunque el beso era un poco rudo, no le importaba, quería y amaba al chico que estaba sobre él.

 

Cuando se separaron minutos después, Itachi se apresuró en limpiar sus lagrimas y apretar el botón para que los doctores vinieran.

 

No había ni pasado 1 minuto cuando el doctor con quien había hablado momentos antes, entrara con la respiración entrecortada por la carrera emprendida para llegar hasta aquí.

 

Sus ojos no pudieron abrirse más por la sorpresa de encontrar al joven Deidara despierto de su coma, se recuperó de la sorpresa y le ordenó a la enfermera que lo acompañaba, a traer unas cuantas cosas para hacerle de inmediato la revisión al muchacho.

 

Itachi veía en un rincón de la habitación  cómo el doctor revisaba al rubio, su pulso, el color de sus ojos, su presión, entre otras cosas.

 

Cuando acabó, dijo sorprendido

 

-está perfectamente de salud, joven Deidara, es un milagro que pudiera despertar de un día para otro, luego de estar en coma por 2 meses, felicidades joven Deidara

 

-cuando se podrá ir? – preguntó Itachi

 

-ahora mismo le podría dar de alta, pero aún tengo que hacerle algunos chequeos y el análisis de sangre, así que lo más probable es que sea dado de alta pasado mañana – respondió el doctor

 

-de acuerdo, gracias doctor – dijo Itachi

 

-no hay de que – respondió el doctor yéndose – con permiso

 

-disculpe, me puedo quedar aquí esta noche? – preguntó Itachi antes de que el doctor de valla

 

-claro, señor uchiha, mañana al medio día vendrán para comenzar con los chequeos y lo trasladaremos a otra sección ya que una ves que el joven Deidara haya despierto, es muy poco probable que tenga otra recaída, pero de todas maneras estará en observación – respondió el doctor – buenas noches – dijo retirándose

 

Una vez que el doctor se fue, la habitación quedó en completo silencio, ninguno se atrevía a decir nada hasta que Itachi, avanzó primero hasta la puerta de la habitación y apagó la luz, y luego fue hasta la cama de Deidara, quien se encontraba sentado recostado en la cabecera de la cama, mirándolo la ventana, aunque estaba cerrada las cortinas.

 

Itachi abrazó con desesperación a Deidara, quien se sorprendió por el acto, nunca jamás había visto a Itachi de esa forma.

 

-i… Itachi_san?? – preguntó Deidara

 

-tenía miedo – susurró Itachi

 

-eh?

 

-tenía miedo de perderte, no sabes cuanto te he extrañado – dijo Itachi abrazando a su rubio con más fuerza

 

-Itachi_san – respondió Deidara – gomen

 

-por que pides perdón? – preguntó Itachi separandose un poco

 

-por que te hice sufrir – dijo apenado Deidara

 

-no te preocupes por eso – respondió Itachi – fue mi culpa, si tan sólo hubiera sido sincero contigo, yo…

 

-y además… - Deidara lo interrumpió – porque escuché todo lo que me dijiste acerca de tu pasado

 

-… no te preocupes, de todas maneras tenía pensado contártelo – respondió Itachi abrazando a Deidara de tal forma que su cabeza quedara en el pecho de Itachi

 

Deidara miró hacia arriba y vio que Itachi sostenía una dulce y casi invisible sonrisa

 

-i…Itachi_san

 

-no te preocupes nada, ahora que estas conmigo, no te dejaré nunca más – dijo abrazando aún más a su pequeño

 

Deidara sonrió, Itachi se separó un poco de Deidara y volvió a besarlo apasionadamente

 

Itachi no podía contenerse más, quería a ese chico bajo él, quería hacerlo suyo, quería probar su sabor, su cuerpo, oírlo gemir, y estar dentro de él.

 

No pudo más y profundizó el beso, entrelazando ambas lenguas en un juego de dominio, que como siempre Itachi resultó ganador.

 

Dejó aquella boca que lo volvía loco para posesionarse ahora en el blanco cuello de su ahora amante, besándolo y mordiéndolo dejando más de una marca roja. Deidara por su parte no paraba de gemir, era tan excitante tener a Itachi besando y mordiendo su cuello que su “amigo” se estaba despertando.

 

Itachi subió hasta la oreja de Deidara y mordió el lóbulo de su oreja arrancándole a Deidara un gritito de placer. No pudo más y metió la mano debajo de la “bata” que tenía puesta Deidara y comenzó a tocar el blanco torso de su amante, mientras su boca lo besaba de nuevo. Una vez separados, Itachi prácticamente le arrancó la bata superior dejándole  con el torso descubierto, Deidara gimió por el frió de la noche acariciándole el torso.

 

Los labios de Itachi bajaron hasta encontrarse con los botoncitos del rubio, y besándolos con ternura, comenzó a morderlos, dejándolo duro y rojo. Siguió bajando hasta encontrarse con el ombligo donde besó y lamió, bajó un poco más y se encontró con el pantalón que tapaba la intimidad del rubio. Y de un solo movimiento, le quitó el molesto pantalón junto con la ropa interior, dejándolo como dios lo trajo al mundo.

 

Se separó un poco mirándolo sin poder contenerse, en la excitante imagen que le proporcionaba el rubio, estaba desnudo, con las piernas ligeramente separadas, los ojos entreabiertos, y la boca separada tratando de normalizar la respiración y lista para soltar algún gemido de placer.

 

Itachi sonrió y comenzó a desnudarse para quedar en las mismas condiciones que Deidara, lanzó toda la ropa a un costado y volvió a posesionarse encima de Deidara besándolo con necesidad.

 

Sus manos bajaron hasta las piernas de Deidara y comenzó a acariciarlas. Su boca bajó nuevamente hasta el cuello de Deidara y lo mordió nuevamente, sacando unos gemidos de placer de parte del rubio.

 

Las manos de Itachi se cerraron entorno al miembro de Deidara, arrancándole, un fuerte gemido, Itachi no se podía contener por mucho tiempo y por eso comenzó a masturbar a su amante.

 

-ah!!!!ah!!! – gemía Deidara

 

Pronto Itachi reemplazó sus manos por su propia boca, logrando que Deidara se arqueara de placer

 

-ah!!!!!!!!! i… Itachi – gritaba Deidara

 

Por parte de Itachi, los gemidos de Deidara eran como música para sus oídos y quería escuchar más de parte del rubio, así que comenzó a sacar y meter el miembro en su boca, haciéndole sexo oral, mientras que una de sus manos acariciaban sus muslos y la otra jugaban con sus pezones.

 

 Deidara no podía parar de gemir, Itachi sabía donde y cómo tocarlo para excitarlo, ese chico era sumamente sexy, pensaba Deidara

 

-ah!!!! i… Itachi, de…. Detente, si… si sigues, voy… voy a correrme – advertía Deidara

 

Pero Itachi no paró, al contrario, aumento el ritmo provocando que Deidara se corriera en su boca, arqueando por completo su espalda, mientras que Itachi bebía del rubio, como si fuera el manjar más dulce del mundo.

 

Mientras que el rubio se recuperara de su reciente orgasmo, Itachi subió hasta su oreja y le susurro

 

-prepárate – dijo con una voz sumamente sexy a la vez que mordía el lóbulo de la oreja

 

-ah!!! – gemía Deidara al sentir como el pelinegro volvía a tomar su miembro entre sus manos y comenzaba a masturbarlo dejándolo totalmente duro 

 

Tres de los dedos de la mano de Itachi entraron en la boca de Deidara, quien sin entender muy bien, comenzó a lamerlos, lubricándolo con su saliva.

 

Una vez bien lubricados, Itachi dirigió sus dedos hacia la cálida entrada del rubio, penetrándole con el primer dedo con suma delicadeza para no lastimar a su pequeño koibito.

 

-arg!! – Se quejó Deidara – i… itte

 

Itachi no dijo nada, simplemente comenzó a hacer un movimiento circular con su dedo para dilatar aquella entrada tan estrecha. Luego entro un dedo más y muy pronto los tres dedos ya estaban en el interior de Deidara dilatando aquella entrada. Por parte de Deidara se había acostumbrado un poco al dolor en su entrada.

 

Cuando Itachi creyó que estaba lo suficientemente dilatada para no lastimarlo, sacó sus dedos, y dirigía su miembro que exigía atención inmediata hacia la estrecha entrada de su amante.

 

Puso primero la punta de su miembro en la entrada de su koi y poco a poco entraba en él.

 

-ah!!!! Itte… me duele, sal por favor – pedía Deidara

 

Pero Itachi no le hizo caso, y de una sola embestida se terminó de entrar en el cuerpo de su amante, quien gritó de dolor por la ruda forma en que el pelinegro se abrió paso en su cuerpo.

 

Pequeñas lágrimas comenzaron a brotar de aquellos ojos azules.

 

-me duele… por favor… sal… - decía Deidara mientras que las lágrimas no dejaban de salir

 

Itachi sintió una oleada de placer, que lo inundó por completo, cuando estuvo en el interior de Deidara, tan cálido, tan estrecho. Vio a su rubio llorar por el dolor, no podía hacer nada, la primera vez siempre era doloroso.

 

Besó con suavidad sus labios con el fin de distraerlo, luego besó cada uno de sus ojos quitando todo rastro de lágrimas y de tristeza, y con sus manos acariciarle todo el cuerpo para que se relaje y deje de ser tan doloroso, tanto para Deidara como para él, ya que Itachi necesitaba el 100% de su autocontrol para no comenzar a moverse dentro de Deidara.

 

Poco a poco el dolor se fue sustituyendo por un pequeño placer, y Deidara comenzaba a querer que Itachi comenzara a moverse dentro de él, así que comenzó a mover las caderas, sacando unos pequeños e inaudibles gemidos de parte del moreno, dándole a conocer que ya estaba más que listo.

Entendiendo la orden, Itachi comenzó a moverse dentro de Deidara, primero lentamente y luego aumentando el ritmo.

 

-ah!!!! i… Itachi!!! Más… más rápido – rogaba Deidara

 

Itachi escuchaba los gemidos de Deidara y eso lo excitaba aun más de lo que estaba. Por lo que comenzó a empujar dando embestidas descontroladas y logrando en uno de las embestidas darle en el punto sensible de Deidara, arrancando un fuerte gemido por parte de Deidara.

 

-ah!!!!!!!!!!!!!!!! Itachi!!! – gimió fuertemente Deidara

 

Itachi volvió a embestir en aquel lugar tan sensible, logrando sacar varios gemidos de puro placer de parte del rubio. 

 

-ah!!!! Si!!! Itachi más… más!!! – rogaba Deidara

 

Itachi embestía fuertemente al rubio quien gritaba por el placer recibido. Itachi agarró el miembro del chico bajo él y comenzó a masturbarlo al ritmo de las embestidas.

 

-ah!!! Itachi!!!! ah!!!... ya… ya… no… puedo más… Ah!! – gritaba Deidara quien estaba a punto de terminar

 

Itachi embistió aun más fuerte a su koi, provocando que éste se corriera en medio de ambos abdómenes gritando el nombre de su amante.

 

-Itachi!!!! – gritó Deidara terminando

 

Itachi sintió como Deidara contraía inconscientemente su entrada, aprisionando aun más su entrada, logrando arrancar un gemido de parte de Itachi, quien embistiendo fuertemente a su koi, se corrió dentro de éste.

 

Cayó agotado sobre su novio, sin abandonar la calidez que le proporcionaba Deidara.

 

-yo… aishiteru – dijo Deidara sonrojado

 

Itachi no respondió nada, simplemente besó a Deidara y tapó a ambos con la sábana para dormir. Deidara lo imitó.

 

Media hora después, sólo una frase se escuchó en medio del silencio.

 

Gracias a los dioses por concederme mi deseo!!

 Feliz Navidad Deidara!!

Notas finales:

Espero que les haya gustado ^^

Feliz Navidad!!

Dejen review n_n


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