Atobe desapareció como por arte de magia y Jirou se encamino al colegio para guardar la filmadora; tardo cinco minutos en darse cuenta que las clases del día ya habían terminado, por lo que no podría entrar al edificio. Entonces, ¿qué haría? Tras un instante de vacilación fue hacia el vestuario, donde se encontró a Ootori abrochándose la camisa a toda velocidad. Ryou no estaba allí, y recordó que Atobe quería que los muchachos lo vieran guardar la filmadora. Supuso que un testigo valía tanto como dos.
-Jirou senpai, ¿qué haces por aquí? ¿No te habías ido hace rato?
-Bueno, si, pero Atobe me pidió que antes de irme guardara esto entre mis cosas- alzó la filmadora lo más fresco del mundo, mientras Ootori lo miraba con aprensión. A pesar de estar recién duchado empezó a sudar cuando vio a Jirou meter el maléfico artefacto entre sus cosas. En esos momentos entró Ryou, con un visible tic nervioso.
-¡Jirou! ¿No te habías ido ya?
-Otro que pregunta lo mismo. Voy a pensar que no me quieren más.- El tercer bostezo fue tan largo que Ootori tuvo tiempo de señalar con la cabeza el casillero de Jirou.- Bueno, me voy a mi casa ya que acá molesto. Los veré mañana.
Ni bien se fue el castaño Ryou corrió hacia Choutarou y lo interrogó con la mirada.
-Acaba de guardar una filmadora que le dio Atobe- explico tartamudeando.
-¿Se la dio a el?- preguntó asombradísimo- ¿de veras?
Ootori asintió. Shishido suspiró aliviado, rebuscó un minuto en el casillero del durmiente y se alzó triunfante con la filmadora.
-Es un idiota si piensa que puede con nosotros.
-¿Y ahora que hacemos?
-Tómala y espérame, yo ya vuelvo.- Shishido volvió a salir, y Ootori aprovechó el tiempo guardando sus raquetas y las de su amado moreno. Este volvió al poco rato con una Ponta de Pomelo.
-¿Te parece momento para tomar una gaseosa, Ryou senpai?
-No, cariño, no es para tomar. Pásame la filmadora.- Ootori comprendió lo que iba a hacer y se la dio con un titubeo.- Te dije que Atobe era un idiota. Así aprenderá que no debe meterse en las vidas ajenas.
Ryou destapó la Ponta y empezó a rociar con ella lo más contento la filmadora, mientras reía malignamente (muahahahahaha!). Empezó a soltar chispas.
-Ryou, ya basta, suelta antes que te de algo…
-Esto no es eléctrico, no me puede hacer nada. Bueno, así ya está bien- dijo Shishido. Volvió a poner la filmadora en su lugar y luego ofreció el resto de Ponta a Ootori.- ¿Quieres?- el menor negó con la cabeza y Ryou simplemente la arrojó a la basura.
-Estuvo cerca, ¿no, Ryou-senpai?
-¿Te quedaste nervioso, cariño?- preguntó Shishido.
-Un poquito. Ryou, ven y consuélame, para que no me asuste más…
Shishido se le acerco lo más tierno y lo abrazó como si fuera un peluche, antes de besarlo con todo el amor del mundo. Esos labios eran lo más delicioso que hubiera probado en su vida, se los saboreó una y otra vez hasta que Ootori sugirió, tímidamente, que ya era hora de volver a casa. El mayor admitió que tenia razón, a juzgar por lo rápido que oscurecía afuera, así que se puso su gorra y se echo el bolso al hombro.
-Te acompañaré a tu casa, no quiero que andes solo tan tarde por la calle.
Ootori le dio la mano confiado, y así salieron del vestuario de Hyoutei. (…)
Jirou dormía placidamente en las gradas de la cancha, luego que Atobe lo interrogara. El capitán palideció al oír que la filmadora estaba en un casillero sin llave, y se encontró con el hermoso espectáculo de la maquinita (ahora inservible) oliendo a Ponta de pomelo…
Ootori llego a las canchas con una enorme sonrisa, después del agradable paseo de la noche anterior. Mukahi le salió al encuentro y le dijo que lo acompañara.
-¿Qué sucede, Gakuto-senpai? ¿El capitán se enfureció otra vez?
-No, nada de eso. Tú ven conmigo y ya verás.
Ootori lo siguió cada vez mas intrigado hasta un rinconcito oculto entre dos canchas: había una banca enorme, y los árboles crecían muy juntos dando una sombra agradablemente fresca. Ryou y Yuushi estaban hablando pero se interrumpieron ni bien entraron ellos dos en escena. Yuushi se despidió y se retiró discretamente, tomando a Mukahi de la mano y dándole un beso en la mejilla (ahhhh).
Ryou se acercó a Ootori y lo llevo hasta la banca, con mucha determinación. Lo tomo entre sus brazos y le dio un beso en la punta de la nariz, un beso juguetón e inocente.
-Este lugar es precioso, Ryou-senpai, ¿Cómo lo encontraste?
-Yuushi me lo recomendó cuando le dije que necesitaba un sitio lindo para hablar contigo.
-Pero ahora tenemos entrenamiento, y no creo que debamos seguir provocando a Atobe.
-Si, ya lo se. Solo quería asegurarme que conozcas bien este sitio, porque de ahora en mas quiero que sea nuestro, ¿entiendes? Cada vez que me necesites o yo te necesite a ti…
-¿Vendremos aquí?- Ryou asintió y Ootori le dio un besito en la boca, que el mayor se encargo de prolongar enseguida. Ootori lo despojó de su gorra con una risita y se la puso el. Luego se recostó sobre su pecho y dijo con lentitud:- te queda muy lindo el pelo suelto, Ryou-senpai… muy lindo.
-¿Ah, si? Bueno, si te gusta tanto empezare a dejármelo suelto.
Muy a desgano se levantaron y fueron hacia la cancha de entrenamiento, Ryou con la mano izquierda de Ootori entrelazada en su mano derecha. Esto despertó muchos comentarios entre los numerosos miembros de Hyoutei, pero Shishido estaba decidido a ser firme en su relación desde el principio: pensaba que dar esos pequeños indicios era una buena forma de ir preparando a la gente para el momento en que se revelaran como pareja.
Atobe se les acercó y les hizo una seña, indicándoles que quería hablar a solas con ellos. Esperaron que les gritara instrucciones al resto del equipo y luego se dispusieron a enfrentar su ira.
-Estoy seguro que fueron ustedes los que me arruinaron la filmadora con Ponta- empezó- son un par de vándalos, además de perezosos y promiscuos.
-¿Cómo te atreves?- protestó Ryou- perezosos y promiscuos tal vez, pero vándalos eso si q no.
-Atrevido- Atobe se enojaba más- estaban besuqueándose descaradamente en el vestuario, sin importarles que podía entrar alguien y verlos, yo solo quería pruebas de su pésimo comportamiento. ¿Es que no tienen un poco de respeto por el colegio?
-No me hagas reír, tu lo que querías era vengarte de nosotros.
La mirada de Atobe brillaba de furia.- ¿Sabes que aun puedo hacerlo si quiero? Solo tengo que preguntarle a Taki como repararla, el sabe de estas cosas. ¿Lo vamos a buscar?
-Por favor, no peleen mas- pidió Ootori- Atobe-senpai, lo sentimos…
-No te disculpes, Ootori, no estábamos haciendo nada malo. Que yo sepa, Atobe, no está prohibido besarse con tu pareja, ¿o si?- dijo estas palabras con tanta serenidad que logró su propósito: descolocar totalmente a Atobe.
-Entonces ustedes… ustedes son… quiero decir, no sabia que esto era serio…
-Pues si, lo es, somos pareja- afirmó Ryou orgulloso- yo amo a Ootori y el me ama a mi, así que te pido por favor que no nos causes problemas, porque es lo ultimo que necesitamos.
-Me imagino- observo Atobe tratando de recuperar la calma- bueno, haré de cuenta que no vi nada, pero aun así les advierto que no toleraré conductas inmorales dentro del colegio. Traten de no… de no dar espectáculos públicos, ¿me entienden?
-Sí.
-Porque Ootori estaba casi desnudo y eso si que no puede ser…
La observación hizo enrojecer mucho al menor, quien se deshizo en disculpas y huyó; los otros dos vieron como se ponía a trotar entre Yuushi y Mukahi, con la cabeza gacha.
-No hacia falta agregar eso- dijo Ryou molesto- no quiero que lo avergüences con tus ironías. ¿Es mucho pedir?
-¿Es mucho pedir que se comporten? Y aun queda el asunto de la filmadora que me estropearon.
-Eso fue tu culpa, quien te mandó a espiarnos y filmarnos- dijo Ryou indiferente- ahora que lo pienso, ¿no te da vergüenza espiar a las parejas?
-¿Qué estás insinuando?
-Nada… solo que harías mejor buscándote alguien para tener intimidad y así no tendrías que observar la de otros.- Ryou salió corriendo antes que Atobe reaccionara a su descaro. Se reunió con su novio y sus amigos mientras Atobe pensaba mucho en lo que le había dicho.
-Buscar a alguien… pero que fácil, si yo puedo tener a la chica que quiero cuando quiera…
Entonces le entro una duda: ¿el moreno se habría querido referir a una chica o a un chico? Sacudió la cabeza y echó a correr tras los otros jugadores, gritándoles y amenazándolos como era su costumbre.