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Harry Potter el Heredero del Fénix por Pazu_chan

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Notas del capitulo:

Siento la demora, pero e pasado por momentos muy dificiles, asi como toda mi familia... espero les agrade el capi, aunque no sea mucho... espero tener pronto el prox capi n.n

a leer!

 

Capitulo veintidós: Ellos, los Slytherin (Esos dos meses) 1º parte.

 

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– Es hora de volver pequeño – dijo suavemente con ternura.

 

El azabache solo asintió, mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas sonrojadas…

 

----…..----…..----…..----

 

**********

 

Theodore Nott, era un chico frio e indiferente con el mundo, no le interesaba interactuar con sus compañero, incluso con sus amigos era algo distante, pero eso no decía que de verdad no los apreciaba, eso jamás, era solo… que jamás tuvo quien le enseñara como ser sociable, como compartir con los demás, como ser un niño. Su madre murió cuando el apenas tenia cuatro años; ahora con los años, no recordaba ni su voz, ni su mirada, solo recordaba su rostro, por las fotos que su padre conservaba. Fue criado por niñeras, elfos domésticos y profesores; su padre nunca tuvo tiempo para él, no lo culpaba, aun cuando su padre estaba muy poco tiempo en casa y cuando lo estaba no le decía más de dos palabras, sabía que Ethan le quería a su modo, pero lo hacia.

 

Como no tuvo otra referencia, creció con la imagen seria y reservada de su padre, personalidad que él copio inconscientemente.

 

Desde los siete, fue la edad en que conoció a Draco, Blaise y Pansy, tres chicos de su edad, que eran tan diferentes unos de otros, pero que aun así, se llevaban bien; fue difícil que ellos entendieran su forma de ser, aun cuando Draco solía ser el mas serio, también aunque no le gustaba reconocerlo, era un mimado crio, que siempre quería lo que deseaba, también era quien solía hacer las mas peligrosas travesuras, seguidos casi siempre por Blaise, quien siempre fue el mas alegre y despreocupado y Pansy quien era una chica algo chillona, caprichosa y mimada; él por otro lado, siempre estuvo leyendo o haciendo cualquier cosa “aburrida”, aun así, siempre se preocupaba de estar cerca para que no se lastimaran.

 

Era pequeño, pero en la soledad de su mansión, lo había hecho madurar mas de lo que a su temprana edad era recomendado y la falta de cariño, hiso que adoptara a esos tres bulliciosos como sus hermanitos, en ese entonces inconscientemente.

 

Pero su amistad se fortaleció aun mas cuando, en una fiesta que la familia Malfoy había organizado por el cumpleaños de su primogénito. Los niños estaban en la sala decorada y amoblada exclusivamente para ellos. Había muchos niños más o menos de la edad que tenia el cumpleañero; como era costumbre Theodore Nott, se había apartado hacia un rincón, leyendo otro de sus interminables libros, según lo que decía Pansy; pero sus ojos oscuros miraban de vez en cuando a Draco, Blaise y Pansy, cuidando que no hicieran nada excesivamente peligroso.

 

Fueron unos niños de edad mayor a la de ellos, que interrumpieron la alegre celebración, eran tres chicos que molestaban a gritos al callado y reservado de Nott; ya que esos niñatos querían llamar la atención del cumpleañero y que mejor forma que molestar al ratito… mala decisión. En un dos por tres, Draco, Blaise y Pansy se habían colocado frente a él y le defendieron con dientes y “garras” casi literalmente; el sombrero seleccionador había tenido mucha razón, al referirse hacia la casa de Slytherin, allí siempre encontrarías a tus verdaderos y fieles amigos. Theo se había sorprendido gratamente, al ver como esos tres le defendían; desde ese día su amistad se hiso mas fuerte, Theo no cambio su forma de ser, él era así, así iba a ser siempre su personalidad, pero asimismo sus amigos lo aceptaban y querían tal como era y se lo demostraron claramente a esa temprana edad.

 

Sus amigos le conocían, sabia cuando estaba enojado, por que sus manos temblaban ligeramente; cuando estaba triste o melancólico, por que sus ojos muchas veces se desviaban de su lectura o cuando estaba simplemente aburrido, por que cerraba su libro y se dedicaba a mirar por la ventana… si, sus amigos sabían como era él, por que era así de frio o callado y también Theo sabia, que para el resto, para aquellos que apenas le conocían, era difícil tratar con el, por que siempre parecía tan frio e indiferente, pero eso pasaba, por que no se fijaban en los detalles.

 

Los pasos seguros del joven Slytherin, se escuchaban claramente por los desérticos pasillos de Hogwarts, su postura estaba recta y entre sus manos llevaba un libro que sus ojos oscuros no se despegaban de el. Iba a la hora, así que se daba esos placeres, de ir leyendo tranquilamente, sabiendo que no chocaría con ningún alumno.

 

Pronto sus pasos, lo guiaron fuera del castillo, en dirección a los invernaderos, cerró su libro, ya que ahora si podía tener algún accidente, si no miraba el camino. Se detuvo justo en la puerta abierta, que daba paso a uno de los invernaderos, que había en colegio. Sus oscuros ojos, se deleitaron al ver quien se encontraba junto a una hermosa planta, muy parecida a una enredadera, pero esta era de un color plata, con flores violetas. No pudo evitar formar una sonrisa, quien lo viera, pensaría que lo hubieran poseído, pero no era así, no tenía por que no sonreír como un Hufflepuff idiota, si sus ojos se topaban con tamaña imagen. Theo se acero silenciosamente, hasta quedar a muy poca distancia de aquel chico que tanto amaba.

 

El castaño seguía inmerso en su mundo, completamente ensimismado en sus queridas plantas, sin darse cuenta que alguien estaba detrás de él. Sus manos amorosamente, atendían aquella exótica y tranquila enredadera, que tanto le había constado conseguir, además de poder tener la aprobación de la profesora. Se sobresalto, dando un saltito cómico, forcejeo estéricamente para que aquellos desconocidos brazos lo soltasen.

 

– ¿¡Que…!? – trato de gritar, pero al darse media vuelta, aun en esos brazos que lo rodeaban posesivamente; su rostro asustado, se relajo completamente al ver quien era su atacante, no pudo evitar sonrojarse, al sentir aquella penetrante mirada – Theo… – jadeo algo sorprendido y aliviado.

 

La mirada de Theo quería decir algo, era intensa y posesiva (sanamente), posó su frente en el hombro de Neville, para ocultar sus ojos, de aquella mirada castaña, que tanto amaba.

 

– ¿Qué pasa Theo? – pregunto suavemente el Gryffindor, mientras pasaba uno de sus brazos por la espalda de su chico y la otra acariciaba distraídamente el cabello del Slytherin.

 

Neville había tenido sus dudas acerca de los sentimientos que el Slytherin había demostrado en el, en un comienzo no podía entenderle, era tan silencioso e inexpresivo, pero… con el paso del tiempo, supo diferenciar sus gestos, además que ahora si le miraba directamente a sus ojos, esos ojos oscuros que gritaban mudos, lo que su dueño sentía por el, podía llegar a comprender sus pensamientos y sentimientos. Pansy le había advertido, que tenia que ser paciente si quería comenzar una relación sentimental con Theodore Nott, que él era frio y tenia dificultades con demostrar sus sentimientos abiertamente, que le era difícil decir con palabras lo que sentía o pensaba, que era por como lo habían criado y Nev entendió, si, por que comprendía la soledad en que fue criado aquel Slytherin y eso era quizás, lo que mas le atraía. Seria difícil, no tenia dudas, que su relación tendría altos y bajos, como en cualquier relación, pero tenían que estar juntos, por que él de verdad le amaba y aunque él era un chico inseguro y tímido, podía estar seguro de los sentimientos de Theo, aun cuando algunas veces le embargaba sus dudas, por que tampoco para él seria difícil poder ser mas abierto y confiado de si mismo, pero estaba inequívoco que lo conseguiría, como también estaba completamente seguro que Theo podría superar su barrera indiferente, solo había que esperar y ser paciente.

 

– Tengo celos… – susurro casi inaudiblemente el Slytherin.

 

Neville abrió sus ojos completamente asombrado, separándose un poco de su chico, pero aun abrazados, sus ojos castaños buscaron los ojos oscuros de su novio, cuando ambos se miraron fijamente, Neville le hablo confuso.

 

– ¿de que hablas? – le pregunto verdaderamente confuso, que el recordaba no había estado comportándose diferente con ninguno de sus amigos, como para que Theo tuviera celos.

 

Los oscuros ojos del Slytherin, se desviaron lentamente hacia un lado del invernadero, esquivando la mirada confusa de su Gryffindor.

 

Neville de verdad que se estaba asustando por la salud de su novio, eso que veía en las mejillas de Theo era un… ¿¡se estaba sonrojando!? Theodore Nott ¿¡se estaba sonrojando!? Neville había abierto su boca completamente formando una perfecta O.

 

– tus plantas… – dijo mirando a una, que era una simple ramita, que mas bien parecía seca y a punto de morir, en una pequeña y vieja maceta.

 

Neville miro hacia la dirección en que Theo tenia la mirada fija, pensando en que algo les había pasado, pero allí solo vio sus plantas sin ningún problema, luego volvió su mirada confusa hacia su novio, pero este seguía mirando las plantas, como si fueran lo mas interesante del mundo. No entendía que es lo que Theo quería decirle, primero le dice que estaba celoso y luego habla de las plantas… un momento… ¿podría ser que Theo este celoso de sus plantas? Na… eso es… Neville miro nuevamente a su novio y este seguía fijo mirando hacia sus plantas con algo de… ¿odio?

 

– ¿Theo…? – le llamo aun no muy seguro de lo que iba a decir.

 

Theo miro hacia su novio, sin decirle nada y con sus ojos oscuros fijos en los del Gryffindor…

 

– ¿estas celoso de mis plantas…? – aventuro el Gryffindor.

 

El rubor en las mejillas de Theo volvió, ahora con más intensidad, pero su estoica indiferencia seguía en pie.

 

Neville no pudo evitar sonreír y luego ponerse a reír suavemente, se abrazo fuertemente al Slytherin, apoyando su mejilla en el pecho de Theo, sin dejar de reír levemente, no pudiendo creer lo que había descubierto; Theo podía ser todo lo frio e indiferente que el mundo podía llegar a palpar, pero había veces en que se comportaba como un niño de seis años y Neville lo encontraba de lo mas adorable, ese era el Theo que al fin y al cabo se había enamorado.

 

– tonto… – le regaño con cariño.

 

Neville se aparto un poco de su novio, levanto sus manos hasta tocar sus mejillas, se tuvo que poner en puntitas para alcanzar aquellos labios que tanto ansiada, besándolo lentamente, queriendo hacer eterno aquel momento. Theo pasó sus brazos por la cintura del Gryffindor, atrayéndolo hacia su cuerpo, respondiendo el beso demandantemente. Neville simplemente sonrió dentro del beso.

 

– Creo que te prefiero mil veces a ti, antes que mis plantas… – le susurro antes de volverlo a besar.

 

Theo sonrió ante aquellas palabras de su novio, completamente conforme con lo que le había dicho.

 

***********

 

Blaise Zabini, era un chico alegre y muy sociable, siempre estaba de aquí para allá, hablando con todos, siendo amigos de cualquiera. Se veía siempre despreocupado y con una sonrisa eterna, que nadie era capaz de borrarla, quizás modificarla, pero nunca borrarla, con sus amigos era igual, incluso mas alegre e hiperactivo que cuando estaba con gente desconocida. Eso no decía que no fuera serio, centrado y que podía ser maduro cuando, sobre todo sus amigos lo necesitaban. Fue criado como muchos hijos sangre puras, por niñeras, elfo domésticos y profesores, ellos eran sus amigos y familia, por muy extraño que se viera; su madre era una mujer de mundo, que le gustaba estar en todos lados al mismo tiempo, de divertirse a cada hora, ser libre… por eso nunca estaba en casa, además que ella nunca había querido tener un hijo, Blaise sabia que ella en verdad le tenia cierto rencor, por no decir que le odiaba, por que por su culpa, ella se tuvo que casar con el viejo Zabini y olvidarse de su verdadero amor; por eso su madre, iba de novio en novio, casamiento en casamiento, rodeándose de dinero y lujuria, olvidando que tenia un hijo que cuidar y educar, solo recordándole para poder sacar algo de provecho, como era el matrimonio arreglado que le tenia con ese viejo de Byrne, que le dejaría con una buena cantidad de oro, que podría gastar a su antojo, sabiendo que con su edad, muy pronto no tendría ningún prospecto de esposo adinerado, de quien aprovecharse.

 

Blaise no había tenido ningún lazo familiar con nadie, desde que tenia uso de razón, hombres distintos no paraban de entrar en su hogar; él de pequeño siempre quiso agradar a su madre, queriendo la atención de su progenitora, esforzándose días enteros, para poder hacerla sentir orgullosa de él; pero su mundo de cristal, se rompió el día en que se dio cuenta, que en la vida de su madre antes que nada era el oro, luego los hombres y por ultimo los interminables viajes que realizaba fuera del país, él no existía en las prioridades de su madre, estaba seguro que ni siquiera estaba en la mente de su madre, que ella muy fácilmente podría olvidarse de él en alguno de sus viajes.

 

El nunca conoció a su padre biológico, ya que a los dos meses de su nacimiento, murió misteriosamente, por lo que lo único que tenia de el, era su apellido, su herencia y una antigua fotografía, que había podido conseguir gracias a uno de sus elfos domésticos. Fue un día, cuando un buen hombre - su tercer marido - que inexplicablemente había caído en las garras de su madre, le conoció, el amor paternal, el amor de familia. También fue en esa época en que se dio cuenta que no podía seguir en su mundo de ensueño, en donde su madre dejaría todo por estar con él. Aquel hombre al principio le miraba con lastima y dolor, al ver como su madre lo trataba con la mayor cantidad de sarcasmo e indiferencia que podía reunir, aquel hombre quiso darle atención a él y le reclamaba constantemente a su madre por no darle verdadero afecto de madre, ese hombre había llegado a hacer, la única referencia paterna que tuvo; cuando ya llevaban un tiempo viviendo juntos, Blaise le llamaba papá con gran cariño y aquel hombre le decía hijo, y lo trataba como si fuera su padre biológico, siempre le veía sonriendo y alegre, siempre tratando de hacerle reír y jugar con el, no poniéndole mucha atención a su madre, por lo que… unos días después de una fuerte discusión, en donde Helga le reclamo a su actual esposo, su poca atención que le daba y el exagerado - para ella - tiempo, que le prodigaba a su hijo, era incorrecto y que debía cambiar radicalmente, sobre todo por que ella quería ir de viaje con él, dejando a Blaise con los elfos, pero él se rehusó, diciendo que si no iba Blaise no iría. Después de esa discusión, su madre siempre le miraba rencorosamente, el mientras tanto, disfrutaba el estar con su papá, todo el tiempo que podía, pero las discusiones siguieron y a los pocos días, Blaise había ido a verle, como cada mañana; habían varias personas vestidos de negro, todas con caras de pena y cuando el pregunto por su papá, como cariñosamente el le decía, su madre le dijo sin vergüenza, sin dolor, sin nada… simplemente le dijo que había muerto y fue en ese momento en que se dio cuenta la clase de madre que tenia, de aquellos ojos tan fríos y carentes de cariño; desde ese día comenzó a sonreír y ser un parlanchín, en memoria del único hombre que pudo llegar a convertirse en un padre para el.

 

Las sonrisas de Blaise era una mascara mas, sus sonrisas podían ser tan falsas, que sus verdaderos amigos, siempre la descubrirían, sus ojos mostraban mas de lo que sus eternas sonrisas querían llegar a demostrar, sin lugar a dudas; aunque a él le gustaba ser distraído, como casi siempre actuaba Pansy, él podía ver claramente a su alrededor, sabia como apoyar a sus amigos, cuando debía reír y burlarse de ellos y cuando debía ser serio y sincero, demostrando la confianza que existía en ellos. 

 

Blaise vio en Draco, Pansy y Theo su tabla de salvación, primero había conocido a Pansy y se llevaron bien desde el comienzo, Pansy era como su hermanita, que protegería como fuera, así como Draco se volvió su hermano, un hermano gruñón y sarcástico, pero que a Blaise le fascinaba sacar de sus casillas, luego vino Theo, al principio Blaise le tenia algo de recelo por lo frio y callado que era, pero luego se dio cuenta, que él también había sufrido con la soledad de vivir en una inmensa mansión, rodeados por elfos y empleados, sin contar con el amor de sus padres.

 

Blaise miraba embelesado al pelirrojo que descansaba junto a él, no podía creer que había conseguido lo que tanto había añorado, aquel deseo que le daba las fuerzas para continuar sonriendo y fingiendo que siempre estaba feliz y seguro de si mismo, cuando por dentro se sentía desolado y a punto de derrumbarse. Estaban recostados sobre un sillón, que había hecho aparecer en la sala de los menesteres, que se había transformado en una cálida y acogedora salita, no era muy grande, solo tenia una gran ventana, donde la cortina estaba algo corrida, por lo que la luz del atardecer se adentraba cálidamente en la habitación, frente a donde estaban recostados, había una chimenea empotrada en la pared de piedra, donde las llamas daban calor al lugar y los mantenían calentitos. Eran pareja, oficialmente comprometidos, aunque al principio había sido una mentira hacia su madre, que Ron le había dicho, ahora era la realidad, todo fue por la curiosidad innata que tiene todo buen Gryffindor.

 

Ya que Ron lo había estado espiado, por casi una semana y media, ya que Blaise aprecia mas distraído y sus sonrisas mas decaídas. Tanto Draco, Pansy y Theo habían estado muy distraídos en sus propios problemas, como para ver que uno de sus amigos, también tenia graves problemas, que con cada día, apagaban mas y mas su energética personalidad.

 

Ron preocupado por el Slytherin, había estado espiándolo, cada vez que podía, un día por casualidad, había visto al Slytherin, casi correr por los pasillos del colegio, su rostro estaba serio y apretaba fuertemente una carta, le dio una mala sensación, así que con todo el sigilo que podía poseer, le siguió a una distancia prudente, que no le descubriera, pero que al mismo tiempo no lo perdiera de vista.

 

Estaba casi seguro que iba hacia las mazmorras, lo creía por que iban en un camino inclinado, oscuro y silencioso. Lo comprobó y descubrió hacia donde iba, cuando vio que habría una puerta y al poco tiempo después, salía el profesor Snape, suponía que debía ser el despacho de su profesor, se escondió en una aula desocupada, para que su profesor de pociones no lo descubriera, aunque estaba seguro, que el hombre se había detenido un momento ante la puerta de su escondite, pero suspiro aliviado cuando sintió las pisadas de su profesor, dirigirse lejos de donde se encontraba, cuando no escucho mas sus pasos, salió del aula y miro hacia los lados, sin nadie a la vista, se dirigió hacia la puerta, que un momento atrás había entrado Blaise y salido Snape.

 

Ahí pudo escuchar la voz cruel y sínica de la madre de Blaise, diciéndole que aun tendría que casarse con ese anciano depravado, que sino se quedaría sin fortuna, por ser menor de edad y que si no iba por las buenas, acusaría a Lucius Malfoy de secuestro y otras estupideces, que Ron no pudo aguantar seguir escuchando, así que abrió bruscamente la puerta, dejando perplejo a las dos personas que se encontraban de pie una frente a la otra.

 

Para él, ver a su Ron, con una mirada furiosa y retadora, fue toda una sorpresa y no pudo evitar sentir mucha preocupación, por lo que podía estar pensando aquel pelirrojo, pero quedo en shock, cuando Ron le dijo a su madre, que estaban comprometidos, y que como Ron era sangre pura, aunque no tuviera dinero, por su estado de sangre tenia mas poder para pedir la mano de Blaise, que aquel anciano alcahuete. Después de eso fue todo un escándalo, protagonizado por Helga viuda de Zabini, que acabo con la llegada de Snape, que saco amablemente a la escandalosa mujer.

 

De eso habían pasado un par de semana, después de aquel evento, tuvieron la oportunidad de aclarar sus sentimientos, Blaise se había sentido muy mal, pensando que Ron simplemente lo estaba ayudando por simple amistad y no por otra cosa; pero Ron entre balbuceos y sonrojos se le declaro, casi huyendo del lugar, después de confesar sus sentimientos hacia el, pero Blaise no se lo permitió, lo tomo de un brazo y lo beso, beso que fue inmediatamente correspondido. Ahora dos meses después, eran novios y todo Hogwarts lo sabia.

 

– ¿en que piensas?

 

Aquella pregunta lo sobresalto, ya que no se había dado cuenta de que su pelirrojo se había despertado y le miraba fijamente.

 

– En nada interesante – le contesto con una sardónica sonrisa, antes de besarlo suavemente.

 

Ron entrecerró sus ojos, sabiendo que su pareja mentía, podría ser todo lo despiadado que sus compañeros decían, pero cuando se trataba de personas cercanas a el, las cosas cambiaban, sobre todo si era Blaise el implicado.

 

– supongo que debo creerte.

 

Blaise sonrió, como hace mucho no lo hacia, era una sonrisa real – solo, bueno… – se sonrojo un poco, desviando la mirada hacia un lado.

 

Ron levanto una ceja, ante aquellos gestos que hacia su novio, sabia que Blaise era muy abierto y escandaloso, pero para algunas cosas era algo tímido e inseguro, sobre todo con respecto a sus sentimientos.

 

– he… ¡rayos! No soy bueno en esto – dijo, antes de asaltar la boca de su estupefacta pareja – te amo – susurro sobre sus labios.

 

Ron sonrió dentro del beso, dejándose llevar por su pareja, sabiendo cuan duro era expresar aquellos sentimientos, por que a el también le costaba lo suyo decirlos, pero en demostrarlo, todo era muy diferente.

  Continuara…  

Notas finales:

espero que ahora si se suba u.u

nos leemos,

Matta nee!!

P.D: Shiminte, siento a ver respondido asi tu review, estaba algo alterada, mil disculpas.


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