Con esos ataques de superioridad que te da, así te quiero yo.
Con esa actitud que la mayoría califican como explosiva, así te quiero yo.
Con ese extraño “tic” *Que creo yo que eso es* de decir, hum, cada vez que hablas, así te quiero yo.
A pesar de parecer chica, ¡a mi no me importa eso!
Aunque por tu culpa *toda tu culpa* este distraído en las misiones, provocando por hecho que mas de uno me vea extraño y Kisame me diga “Hermano ¿Estas enamorado o que?” aun asi te quiero.
Me estoy volviendo blando…
¡TU estas provocando la ruina de mi actitud!
No dejo de sonreírme mientras escribo esto…y a decir verdad no se porque escribo esto.
Tienes defectos pero tus cualidades son las que me interesan, son tan pocas…!
Tu cabello, tu cuerpo, tus ojos…
Oh.
Tus ojos…
Con un par de esos tienes a quien tú desees.
Son un par de zafiros, los mas brillantes que he visto.
Si enserio lo fueran Kakuzu ya los habria sacado y cobredo lo que valen...Ha! como si yo se lo fuera a permitir.
Y a pesar de saber que me tienes odio, fastidio, odio, fastidio, odio, o todas a la vez, aun así tengo el descaro de sentir lo que siento…
-Deidara, te amo…- Dijo finalmente
-¿Nani?-respuesta, esperaba una respuesta una aclaración ¡una explicación!.
Itachi llevaba cerca de cinco minutos observándole…
-Que te amo-confirmó.
-…-
-Anda di algo…-balbuceo con su tono serio y frió. Pero, por primera vez en sus diecinueve años, Deidara de la Roca, se había quedado sin palabras.
"Finalmente" habria dicho Hidan
"Ya era hora" Zetsu
"Deidara, cierra la boca, no quiero que babees la alfombra" se habria escuchado del lider.
"Si y cuesta demasiado" Kakuzu
Claro si estuvieran ahi.
La boca ligeramente abierta, los ojos mirando perdidos a los de Itachi, se veía irresistible a los ojos del de cabello azabache.
Lo que vino no se pudo evitar.
Itachi tomo a Deidara por la nuca para unir sus labios.
El rubio estaba atónito pero no tardo, ni dudo en responder.
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Ahora se encontraba bajo su cuerpo, suspirando, jadeando y gimiendo su nombre.
- Mmhh…Itachi –alcanzo a completar mientras las manos del aludido se perdían en su torso y su cabeza en su entrepierna – T-te amo, ah! – gimió al recibir una lamida en su miembro.
-Shhh-le callo Itachi cerca de su cara y le beso – eso ya lo se- ahora introduciendo su dedo en la entrada, moviéndolo, buscando ese punto-ah!-listo.
Saco sus dedos y se posiciono entre sus piernas, con su mano acariciaba su muslo y con la otra dirigía su miembro a su entrada.
Dolía. Oh diablos…Dolía. Se movió lento dentro de el y de pronto una embestida, dos, tres…-ah!- inevitable, Deidara se vino en la mano de Itachi e Itachi dentro de el.
Se recostó a su lado utilizando sus capas como manta, sobre el piso de ese bosque que había sido testigo de tanto…
Itachi abrazo a SU rubio por detrás, rodeando su cintura con sus dedos entrelazados
Ahora sabia que Deidara no le tenia miedo, odio, fastidio,odio, repugnancia, odio, ni nada que se le pareciera.
Ahora sabia que Deidara le amaba y no menos.
Asi te amo yo…Deidara.