Capitulo 2. Un día de convivencia.
-¿Vas a llamar a mi padre para decirle que estoy secuestrado?-Preguntó el peliblanco.
-De eso se encargará mi jefa…ella llamará para saber si hice lo que me había ordenado.-Respondió Mello.
-Ya veo…
Mello se dirigió a una de las partes de la casa, supuestamente parecía la cocina, por lo que a Near le parecía ver y por los ruidos de ollas y sartenes.
-¿Qué haces Mello?
-Estoy cocinando o no te das cuenta…-Respondió el rubio.
-Ah…
-Estoy muerto de hambre…no comí casi nada en todo el día…
El peliblanco solo observaba lo que hacía su secuestrador, nunca se imaginó que podía llegar a cocinar, sino que compraría comida ya elaborada. Por lo que parecía, Mello sabía cocinar demasiado bien, comenzaba a salir un olor exquisito de la comida que estaba preparando. Al cabo de unos diez minutos, ya comida ya estaba hecha.
-Toma, deberías comer algo…-Dijo el rubio colocando un plato lleno de comida frente a los ojos del peliblanco.-Cocine algo para ti.
-Gracias…-Agradeció Near sonrojándose un poco por esa acción de su secuestrador.
El rubio comenzó a comer, hasta que vio que el joven peliblanco no comía nada de lo que él le había servido en el plato hasta que se dio cuenta de porqué.
-Ah, lo siento, perdona, olvidé desatarte un poco de manos para que pudieras comer…-Dijo el rubio acercándose a el para desatarlo.-Listo, ya puedes comer…
-Si, gracias otra vez…
“¿Deberías comer algo?¿Cocine algo para ti?¿Lo siento?¿ Qué secuestrador se disculpa de esa manera con la persona a la que secuestra?¿Por qué me trata tan bien, con tanta amabilidad, aunque se haga como una caparazón para hacerse el malo?¿Por qué me prepara algo de comer y no me deja morir de hambre?¿Por qué no escapo de una vez ya que estoy desatado? O preguntándolo de otra manera…¿Por qué no quiero escapar?”
Esas eran las preguntas que Near se hacía en su cabeza, no lograba entender el comportamiento de Mello ni el suyo, como teniendo la posibilidad de escapar, ya que estaba desatado de pies y manos, no escapaba de una vez. Ni el mismo lo sabía.
Comenzó a comer lo que Mello le había servido, que por cierto, estaba muy delicioso. …l tampoco había comido nada durante el día, comió con tanta desesperación que el rubio le quedó mirando.
-Parece que tu tampoco habías comido nada…comes más rápido que yo…-Dijo el joven secuestrador.
-Lo siento…tenía hambre…cocinas muy bien…-Le respondió.
-Gracias.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Si, hazla.
-¿Por qué estás siendo tan amable conmigo?-Preguntó Near.
Mello permaneció en silencio unos segundos mirando a Near, quién estaba esperando una respuesta por parte del rubio, hasta que éste se decidió a contestar.
-Ni yo mismo lo sé…
-¿Te gusta tu trabajo?¿Te gusta obedecer las órdenes de la mafia?-Volvió a preguntar.
-Haces demasiadas preguntas. Creo que eso a ti no te interesa.
-¡Si me interesa!¡Por favor respóndeme!
-¿Por qué eres tan insistente con tus preguntas?
-Porque…yo…-Empezó diciendo el peliblanco algo nervioso y con un leve sonrojo en sus mejillas.-Porque…tengo la sensación que no eres una mala persona…
-¿Eso crees?
-Si…por favor…responde mi pregunta…necesito saber…¿Te gusta pertenecer a la mafia?
-No.
-¿Y por qué trabajas ahí?
-Porque Milenne me obliga…siempre me ha obligado desde que me recogió de la calle, me hacía trabajar a cambio de comida, algo de dinero y un lugar donde vivir…además ella me amenazaba…me decía que si yo rechazaba ese trabajo o intentaba renunciar, me mataría con sus propias manos…
-Ya veo…¿Pero nunca has tratado de hacer la denuncia en la policía?
-Se me había ocurrido en varias ocasiones…pero seguramente me arrestarían a mí también por pertenecer al grupo y por hacer los trabajos que ella me ordenaba…-Explicó el rubio.
-No me imaginaba que tu situación podía llegar a ser así…
-Y a veces cuando era más pequeño, en los primeros días en ese lugar cuando quería escapar siempre me descubría y después mandaba a algunos de sus ayudantes a que me golpearan…
-Seguramente la pasaste muy mal ahí…-Decía Near.
-Ya no quiero seguir hablando de esto…
-Si, entiendo. Por un lado estoy triste al saber por todo lo que has pasado…pero por otro lado, estoy feliz de que me hayas contado…porque ahora sé que a ti no te gusta ese trabajo y confirmé lo que yo pensaba…no eres una mala persona…-Dijo sonriéndole al rubio.
-En realidad yo no tendría que haberte contado todo eso, no sé como hiciste para convencerme…
-Muchas gracias por confiar en mi Mello, de verdad gracias.
El rubio se sonrojó ante estas palabras que el peliblanco había pronunciado y desvió la mirada. Pero Near alcanzó a darse cuenta.
-Y tú eres la primera persona que me escucha…-Dijo el secuestrador.
Mientras tanto, en la casa de Near, sus padres estaban demasiado preocupados a lo que su hijo no llegaba. Al principio pensaron que se había quedado en la biblioteca, pero con el correr de las horas se dieron cuenta de que no era así.
-¡Robert, hemos estado esperando y esperando y Nate no regresa!-Decía desesperada Laura, la madre del peliblanco.
-Yo lo he estado llamando a su celular y no contesta, debe tenerlo apagado…-Le respondía su marido que se encontraba igual de desesperado que ella.
-Si se hubiera ido a alguna parte, nos hubiera avisado, el siempre nos avisa en ocasiones así. Estoy muy preocupada…
-Yo también…creo que deberíamos llamar a la policía…
-Tengo miedo Robert, tengo miedo de que le haya sucedido algo a nuestro hijo…tengo miedo…
-Espero que todo salga bien y que encontremos a Nate lo más antes posible…
Ya se había hecho de noche, y el peliblanco se sorprendía cada vez más al darse cuenta que el rubio no era tan malo como aparentaba ser, cada vez lo comprendía más a medida que lo iba conociendo. Aunque también pensaba en lo que podía llegar a suceder después cuando lo entregaran a Milenne.
-Eh…Mello…¿Puedo ir a darme un baño?-Preguntó Near.
El rubio parecía estar pensando, hasta que el joven secuestrado de dio cuenta de lo que podía estar pensando su secuestrador.
-No escaparé no te preocupes, no seré tan tonto de tratar de huir aunque mis manos y pies estén desatados, sabiendo que tu podrías dispararme, o sabiendo que todas las puertas y ventanas de esta casa están cerradas…además creo que me caes demasiado bien Mello…
Mello se sorprendió cuando el peliblanco le dijo lo que él mismo estaba pensando.
-Está bien, tienes razón Near ve a darte un baño…-Le dijo.
-Gracias…
El peliblanco se fue a dar un baño mientras el rubio se sentó en la silla a pensar. Realmente no sabía que hacer, se estaba llevando demasiado bien con él. Era con la única persona con la que lograba entablar una conversación sin tener que utilizar su arma.
“¿Qué rayos me está sucediendo? Desde esa conversación con él, ya no estoy realmente seguro de seguir con este trabajo…cuando Milenne me llame me va a decir cuando quiere que le lleve a Near…no sé que debo hacer…no quiero que ella siga saliéndose con la suya involucrando a inocente solo por un capricho suyo…Near no tiene nada que ver en todo esto…¿Por qué me estoy preocupando tanto por él?¿Por qué con él me comporto diferente?¿Por qué me importa tanto?”
Mello no sabía que decisión tomar, se hacía todas estas preguntas, preguntas que lo hacían pensar demasiado tiempo.¿ Acaso sería que el rubio estaba comenzando a sentir demasiada simpatía hacía la persona a la que había secuestrado?¿O sería otra clase de sentimientos?
Había permanecido varios minutos así, sentado, pensando que es lo que iba a hacer después cuando le tocara cumplir con su trabajo. Finalmente se levantó de su silla y se dirigió hacia su habitación pero se encontró con el peliblanco, que recién había salido de bañarse, se estaba cambiando de ropa, solo le faltaba colocarse su camiseta blanca. El rubio se sorprendió al ver al peliblanco en su habitación.
-Near…-Trataba de hablar algo sonrojado al ver el torso desnudo del peliblanco.
-Mello…lo siento…solo salí del baño y vine a esta habitación a cambiarme de ropa…en realidad lo siento…-Se disculpaba el joven que también estaba algo sonrojado al ver al rubio ahí.
-No, perdóname tú a mí, yo soy el tonto, debí esperar a que tú te cambiaras de ropa…mejor regreso al comedor…-Dijo Mello mientras se encaminaba a la puerta de la habitación para dejar nuevamente solo a Near para que terminara de vestirse.
Mientras seguía esperando, sonó el celular del rubio, miró de donde era el número y se dio cuenta que era el número de Milenne.
-Si, soy yo.-Habló el joven secuestrador.
-¿Ya lo hiciste?¿Ya tienes al muchacho que te pedí?-Preguntaba su jefa.
-Si, lo tengo aquí.
-Muy buen trabajo Mello, yo ya llamé a sus padres adoptivos y pedí el rescate. Debes traérmelo mañana si o si, a primera hora. ¿Me has entendido?
-Si, mañana se lo llevo. Adiós.-Terminó la conversación el rubio.
Cuando terminó su conversación, observó que estaba Near parado detrás suyo.
-Near…
-¿Era tu jefa verdad?
-Si…-Respondió algo triste.
-¿Ya te dijo cuando me tienes que llevar con ella?
-Si, debo llevarte con ella mañana a primera hora…ya han pedido el rescate…
-Ya veo…entonces ya no hay nada más que hacer…todo ya está decidido…-Decía el peliblanco también triste ante la noticia.
-En realidad lo siento…
-Solo espero que mi padre pague el rescate o que Milenne reconozca que lo que está haciendo está mal, tu no tienes la culpa, solo obedeces órdenes. Además no quiero que ella te castigue…-Dijo el joven tratando de sonreír.-Tengo algo de sueño…¿Dónde podría dormir?
-Puedes dormir en la cama de mi habitación, yo dormiré en el sillón de la sala.
-Pero…yo no quiero ocasionarte problemas…
-No te preocupes por mí, he dormido en peores lugares, esto no es nada. Descansa…
-Está bien…y gracias.-Agradeció retirándose para ir a dormir.
El rubio se acomodó para ir a dormir en el sillón de la sala, apagó todas las luces y cerró los ojos para intentar dormir aunque le resultaba difícil en la situación en la que se encontraba.
Mientras tanto en la habitación, Near todavía estaba despierto, tenía sueño, quería dormir pero no podía dejar de pensar. No estaba pensado en el día siguiente, sino que estaba pensando en su secuestrador. De solo pensar en el, su corazón latía más fuerte, nunca había latido de esa manera. ¿Por qué se sentía de esa manera con solo pensar en aquel rubio?¿Por qué se sentía tan bien con él?. Finalmente de tanto pensar, se quedó dormido. La almohada de la cama del rubio olía tan bien, sabía que ese olor tan especial era de Mello.
Por más que intentaba, el rubio no podía dormir, él también pensaba en el peliblanco, no quería entregarlo, sabía que estaba comenzando a sentir cosas realmente fuertes por él. Se levantó del sillón y se dirigió a su habitación donde se encontraba durmiendo el peliblanco. Caminaba despacio para hacer el menor ruido posible para no despertarlo y se acercó a su cama. Solo quería observarlo dormir, se quedó parado al lado de la cama solo para verlo mientras dormía. Era lo más bello que había visto, nunca que imaginó que podía existir una persona tan buena y tan bella como el. Acercó su mano al rostro de Near para poder acariciar sus mejillas suavemente y luego pasó a acariciar sus albinos cabellos. Se agachó para poder quedar a su altura.
-No te preocupes Near…no dejaré que nada malo te suceda…-Dijo Mello en voz baja para que Near no lo escuchara.-Te lo prometo…no dejaré que nadie se atreva a hacerte daño…-Esto último lo dijo acercando sus labios a los del peliblanco, rozándolos en un suave beso. Luego de esto se alejó despacio, sin hacer ruido y se encaminó hasta la puerta para después volver a acostarse en el sillón de la sala.
Al día siguiente, ambos ya estaban despiertos, estaban desayunando cuando se escuchó el sonido del celular del rubio que estaba sonando.
-Es Milenne…
-Entonces debes atender…-Le dijo el peliblanco.
El rubio atendió el celular.-¿Si?
-¡¿Acaso no te había dicho que trajeras al muchacho hoy a primera hora?!-Preguntó alterada su jefa.
-Si.
-¡¿Entonces por qué no lo has hecho?!
-No pienso entregarte a Near, no voy a seguir trabajando para ti Milenne.-Le dijo Mello.
-¡¿Qué es lo que estás diciendo estúpido?!¡Ven ya mismo aquí antes de que vaya yo misma a matarte!
-No pienso ir, puedes matarme si quieres pero no voy a entregarte a Near.-Le respondió desafiante antes de terminar la conversación y apagar su celular.
-Mello…¿Por qué has hecho eso? Ahora estarás en problemas…
-No me importa si me mata…
-¿Por qué lo hiciste?-Preguntó nuevamente Near.
-Porque no dejaré que nada malo te suceda, tú no tienes nada que ver. Porque eres una persona muy importante para mí, porque te quiero Near.
CONTINUARÁ…
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