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Promoción 2x4 por Dark_Liho_Sakuragi

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Notas del fanfic:

HOLA GENTE

FELIZ AÑO 2009, ESPERO QUE HAYAN EMPEZADO CON EL PIE DERECHO, AQUI LES TRAIGO UNA NUEVA LOCURA MIA, ESPERO QUE LES GUSTE

 

PENSABA QUE SERIA UN ONE SHOT, PERO ME QUEDO TAN LARGO QUE TOCO DIVIDIRLO EN DOS

 

ESPERO QUE LES GUSTE Y COMO SIEMPRE

 

NUKI, HIKA AMIGAS MIAS LAS QUIERO MUCHO

Notas del capitulo:

Bueno gente

Esta serie no es mia, ni menos esos dos bombones salidos de la imaginación del señor en cuestión, espero que lo disfruten ( cosa que hago yo todas las noches pensando en ellos jejeje)

Espero que les guste y puedan dejar un review por alli

 

 

El compás de sus caderas lo estaban enloqueciendo, las embestida que estaba sintiendo eran únicas, al igual que la persona que las estaba ejecutando. Los gemidos eran unísonos por parte del castaño ojiazul y del rubio de ojos mieles los cuales tenían una danza sincronizada, la cual no tenía ni vencedor ni vencido, los dos disfrutaban del simple contacto que tenían sus cuerpos al estar en el acto más gustoso que se pudieran imaginar

- Seto por favor – rogaba el rubio mientras veía que el castaño dejaba unas rojizas marcas en su cuello – más rápido – entrecortadamente trato de mirarle a la cara, pero los carnosos labios del castaño le acortaron la tarea mientras este incrementaba las embestidas
- Eres insaciable cachorro – susurraba el castaño cerca del oído del rubio el cual, con solo escuchar su varonil voz, todo su cuerpo sufría un escalofrío excitante que lo hacía sentirse en las nubes
- Tú me pones al borde Seto ¡¡¡¡Ahhhhh!!!! – respondía el rubio mientras sentía que su esposo llegaba a esa parte que lo hacia ver la luz

Este último no contesto porque se dedico a besar el cuello y pecho de su cachorro, dejando un caminito de saliva que se iba secando por el calor que desprendía su sexy rubio, mientras las embestidas se hacían cada vez más rápidas y cumplían con la misión de complacer a los dos seres, pronto el orgasmo se hizo notorio en el cuerpo del rubio, y un poco después en el castaño, el cual cayo rendido al lado de su cachorro, el cual todavía respiraba entrecortado.

- ¿Otra ronda? – pregunto el rubio mientras se subía a las caderas del castaño, el cual gimió por el contacto de sus caderas sobre las suyas
- Cuando quieras cachorro – habló excitado mientras besaba desenfrenadamente al rubio, pero noto que las intenciones del cachorro eran otras
- ¿Quieres que yo vaya abajo en esta? – pregunto socarrón mientras el otro afirmaba con una cara llena de perversión
- Pues por esta vez tu deseos son ordenes cachorro – el castaño esta vez no se hizo de rogar para sentir a su cachorro dentro de si, por ello ayudo a su esposo con sus caderas, las cuales empezó a frotar con la entrepierna del rubio para empezar de nuevo la faena, el rubio satisfecho con la cooperación de su neko, comenzó su tortura

Ahora el castaño gemía al ver que con maestría, el rubio succionaba su miembro como si fuera una golosina logrando que este se irguiera nuevamente y Joey saliera triunfante de este primer round, al ver que su Seto aún seguía dejándose llevar por el placer, decidió empezar a pasar su hábil lengua por todo su pecho y jugar con sus pezones los cuales se volvían erectos por el contacto.

- Cachorro – decía ensimismado mientras trataba vagamente de recuperar el aliento que aún le era escaso después de la sesión de sexo anterior, lo cual el rubio aprovechaba para tener la situación bajo control.
- Ahora deja todo en mis manos neko, que lo único que vas hacer ahora es disfrutar – ronroneaba el cachorro mientras empezaba a preparar la entrada de su ojiazul

El castaño se estaba dejando llevar por la preparación del rubio dentro de si, ya que era pocas las veces que había estado abajo, por eso aún dolía, pero no le importaba, de vez en cuando era bueno ver feliz a su cachorro ¿ Verdad? ( no sabes en la que metes Kaibita ^^)

Ahora sentía las embestida de su rubio dentro de si, el éxtasis y el placer estaba al orden del día, el olor a sexo llenaba los fosas nasales de los dos hombres que estaban en la cama entregando todo de si, el rubio entraba y salía con gran maestría mientras veía el rostro extasiado y lleno de rubor del castaño, el cual aún mantenía los ojos cerrados asimilando todo esas buenas sensaciones, las embestidas se hicieron mas rápidas logrando que el rubio y el castaño se corrieran por segunda vez en la noche.


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Dos meses después

- Si no sales de ese maldito baño en los próximos 5 segundos te juro que te mato perro – gritaba el castaño al ver que Joey desde hace 10 minutos no podía sacar la cabeza del retrete, porque todo lo que había comido en los días anteriores los arrojaba por el baño
- No me jodas la vida ricachón que si estoy así es por tu maldita cul... – no pudo terminar la frase porque nuevamente tenía la cabeza en la taza del baño
- Ahhh yo no tengo la culpa de que mi hijo te haga devolver todo lo que tienes adentro – respondía serio, pues desde hace poco se sentía también mal del estomago y necesitaba con urgencia el baño
- Deja de joder la existencia – refunfuñaba el rubio, mientras trataba de salir decentemente del cuarto del baño, pero al hacerlo fue atropellado por un castaño, el cual también fue a parar a la taza del baño a dejar todo lo que su pobre estomago tenía
- Y es mejor que no te burles porque parece que este pequeño – toco su vientre con su mano – te va hacer ver las duras y las maduras Seto Kaiba – reía con un aire prepotente mientras veía que el pobre castaño sacaba la cabeza del baño y lo fulminaba con la mirada mientras sacaba al dedo de su mano para hacerle a su esposo su seña favorita

Cada vez la incomodidad de no poder comer bien afectaba al pobre cachorro, ya que era un glotón de primera, y desde el comienzo de su embarazo lo que su estomago sostenía era poco, pero lo mas sorprendente de todo es que al pobre Seto también lo afectaban los cambios hormonales de su rubio, por lo cual los constantes mareos y nauseas hacían también parte de su cotidianidad, hasta llegar al extremo de desmayarse en plena oficina, asustando a más de uno por ello; por eso junto a su rubio tormento decidió hacer una visita a su médico de cabecera y mejor amigo del castaño

- ¡¡Seto, Joey a que debo su visita!! – pregunto un pelirrojo de llamativos ojos verdes, lo cual siempre le pareció intrigantes a Joey, ya que sus ojos tenían un magnetismo increíble
- Julián pues veras … - decía Joey mientras se enfrascaba a mirar esos ojos que le llamaban tanto la atención – quiero que revises a Seto se ha sentido mal

El castaño estaba al tanto de la “fascinación” de su cachorro por los ojos de su mejor amigo, ya que Joey lo quería de modelo para una sesión fotográfica que tendría prontamente, y el galeno había rechazado la oferta porque era de esas personas que no se abría demasiado a otra gente “otro antipático” como contestaba su cachorro.

- ¿Y que es lo que te pasa Seto? – pregunto extrañado pues sabía que el CEO no era de esas personas que se enfermaban a menudo
- Últimamente tengo nauseas, mareos, antojos – decía enumerando todas sus falencias con su mano, mientras su tono de voz era un reproche para el rubio que estaba a su lado, el cual lo ignoraba mientras seguía enfocado en la mirada del pelirrojo
- Eso es normal cuando tu pareja esta en estado, pero no son tan crónicas – dijo meditabundo mientras lo reparaba ya que lo veía un poco mas decaído y pálido
- Solo vine a ver que era y rápido que no tengo todo el tiempo – susurró ofuscado
- Yo si tengo todo el tiempo del mundo – comentaba el rubio mientras seguía fijo en esa cara tan bonita
- Que no se te note tanto el hambre perro – dijo con disgusto el castaño al ver que su “perro” miraba muy a sus anchas a su mejor amigo, el cual no sabía en donde meter la cabeza
- Seto acompáñame por favor- pidió el galeno mientras Seto lo seguía de cerca, claro mandándole una mirada desaprobatoria al rubio que quedo atrás con un puchero en su cara

El pelirrojo cuando era impertinente se lo prometía, pensó Seto para sus adentros cuando empezó a bombardearlo de preguntas demasiado privadas para su gusto, no le gustaba andar hablando de su vida sexual a los cuatro vientos ya que en ese sentido le gustaba ser demasiado reservado, no como el rubio que tenía por marido el cual siempre las conversaciones con sus amigos terminaban en el tema

- Ahora Seto necesito que te acuestes aquí y te destapes el vientre – el galeno saco un pequeño aparato el cual seto ya conocía de antemano en las visitas que realizaba con su cachorro
- Para que quieres que haga eso – pregunto contrariado ya que su mente andaba a mil por hora
- Descarto posibilidades – dijo serio mientras posaba el ecógrafo en su vientre, en ese instante una imagen quedo congelada en el monitor del aparato
- Ahí esta tu problema Seto – dijo el pelirrojo mientras miraba el tic que había adquirido el rostro de castaño mientras pasaba por toda la gama de colores, conocida y sin conocer
- AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH – el estrepitoso grito fue escuchado por toda la clínica, que también y por poco hace caer a Joey de la silla en la que estaba
- Yo no me creo tus estupidos cuentos idiota – decía el castaño sin asimilar aún lo que estaba viendo en esa pantalla
- ¿Y esto es una estupidez? – movió un botón de esa maquina, la cual empezó a emitir el sonido de unos latidos rápidos y continuos, por lo que al ojiazul le toco asimilar la nueva noticia
- Voy a matar a ese perro roñoso – como un rayo se levanto de la camilla en la que estaba con ganas de partirle la cara al inepto que tenía por marido, en la efervescencia de la noticia no se dio cuenta de que estaba sin nada que lo protegiera en su torso, trato de voltear para ir por algo pero su cachorro ya estaba al frente
- ¿Que pasa Seto? ¿porque tan alterado? ¿le hiciste algo a mi gato Julián? – pregunto ofuscado mientras el trinar de sus dedos alerto de que si era necesario lo sacaba a golpes
- No para nada, solo que el esta asimilando algo – dijo serio mientras dejaba el saco y la camisa sobre sus hombros y se retiraba a su consultorio
- ¿Qué pasa Neko? ¿porque esa cara? – pregunto confundido mientras veía el semblante pálido de su castaño
- Tengo que contarte algo, ¿pero juras que no te reirás? – miraba seriamente para que a Joey no le quedara duda de que lo que iba a decir era muy delicado
- Porque tendría que reírme – dijo Joey un poco serio al ver el semblante de su ojiazul
- Cachorro prométemelo – pidió mientras le tomaba el rostro para que lo mirara fijamente
- Esta bien Seto con tal de que no me salgas de que ahora eres otro feliz embarazado – lo dijo en un tono de burla, pero al ver la cara seria y fría del castaño se dio cuenta de que la cosa iba en serio
- No me digas que es eso – dijo seriamente mientras el otro afirmaba con la cabeza
- No juegues conmigo Kaiba – pidió el rubio
- No estoy jugando contigo Wheeler - dijo serio mientras intentaba acercarse a Joey pero este con miedo retrocedió varios pasos hacia atrás
- Jajajajajaja , eres el multimillonario, megalómano, excéntrico Seto Kaiba, todo un semental, a mi no me vengas con estas bromas – dijo Joey tratando de quitar el peso que estaba adquiriendo la conversación, pero al ver el rostro de su marido, el haberse callado hubiera sido la mejor decisión
- Pues el semental resulto ser otro – dijo mientras le tiraba la copia de la ecografía en donde se veía claramente una pequeña figurita con la cual deducía que era su hijo
- Esto es una mentira- susurro el rubio antes de caer desmayado en pleno corredor, por lo que el castaño al verlo caer salio corriendo tratando de socorrerlo y a lo que el médico también salio a ver que ocurría

Un rato después el pobre cachorro abrió perezosamente sus orbes doradas al mundo, aún recostado en una cama del hospital, intento levantarse de la cama pero una manos le hicieron acortar la tarea

- No sabia que la noticia de que también te iba a dar un hijo te afectara tanto perro – dijo serio el castaño, el cual estaba sentado cerca de la cama en la que reposaba el rubio

Joey ahora estaba nuevamente rememorando lo que había pasado, parecía que todo lo que escucho anteriormente era una mentira, pero al ver la seriedad y las palabras de su castaño se dio cuenta que era verdad.

- Es la mejor noticia que me han podido dar Seto – dijo Joey mientras se bajaba de la cama y abrazaba fuertemente a su castaño el cual le devolvió con la misma energía el abrazo
- Pensé que lo tomarías a mal – sonrió el castaño al ver que el rubio le regalaba un beso quita alientos
- Como crees que me lo tomaría a mal, jejeje me harás padre y le darás a nuestro bebé un hermanito, y no seré yo el que lo haga- rió Joey malicioso mientras miraba que Seto respondía con pesadumbre la afirmación del rubio
- Esos jueguitos tuyos me costaron cachorro – dijo calmado, ya que el tiempo que había pasado el rubio desmayado le dio para analizar la situación, y la respuesta fue sencilla, como hubieran ocurridos los hechos ahora serian padres de dos pequeños, los cuales le agregarían una nueva esencia a su vida
- Como siguió el bello durmiente – pregunto el risueño galeno mientras miraba al rubio que aún estaba fuertemente abrazado al castaño de ojos azules
- Muy bien y dispuesto a ayudar a mi koneko con lo que se le viene – sonrió y se acerco a abrazar el galeno pero el jalon dado por el castaño lo hizo retroceder y sentarse de nuevo en la cama
- Oye no seas así…. Quería agradecer –dijo mientras miraba la cara fiera de su ojiazul
- Al menos disimula – se paro de la silla y se encamino a la salida mientras veía que el rubio se acercaba y abrazaba al galeno y pasaba muy descaradamente sus manos por el trasero del pelirrojo

Una tercera persona apareció en escena observando muy de cerca como cierto rubio abrazaba y manoseaba a su novio de forma muy descarada

- Si de verdad quieres verme celosa no lo estas logrando Joey – una castaña de fieros y hermosos ojos almendrados se acerco muy concienzudamente al castaño el cual se empezaba a sentir nervioso por la castaña
- No creo que lo que hagas me pondrá celoso – respondió Joey con una sonrisa socarrona pero lo que estaba viendo lo dejo de de piedra

La castaña aprovecho más para pegarse al cuerpo del CEO y empezar a frotar su cadera con una de sus piernas, y parecía que a Seto no le disgustaba del todo porque ayudaba de alguna manera a que esto se diera, en ese preciso instante paso su lengua por la mejilla de este, mientras volteó a mirar a Joey tomo la entrepierna del castaño con una de sus manos

- Así es la manera de hacerte dar celos cachorro – dijo el Seto mientras la cara del rubio hervía de la ira y la castaña se reía a pierna suelta de la situación
- Eres muy inocente Joey – hablo esta vez el galeno mientras se acercaba a su esposa y depositaba un beso quita alientos en los labios de la castaña
- Es verdad, además el castaño no es de mi tipo – decía mientras lo abrazaba y dejaba un beso en su mejilla – Felicitaciones por las buenas nuevas Seto
- Gracias Leonora – dijo seto mientras veía que su cachorro lo abrazaba de manera muy sobre protectora
- No me vuelvas hacer esas escenitas y juro que te mato – le reprocho el ojimiel mientras salía echo una furia de la habitación mientras los tres sonreía por la personalidad volátil del rubio


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Dos meses después

Ahora los dos flameantes padres estaban en su cuarto mes de embarazo y estaban felices porque poco más de una semana habían desaparecido de sus vidas esas molestias matutinas, ahora la ansiedad por andar comiendo era exagerada, mientras el rubio se desvivía por las cosas dulces el castaño por todo lo que fuera frío, hasta hacer servir a sus sirvientas todas sus sopas frías y con mucha sal (a lo cual también se había vuelto adicto).

Mientras que el castaño trabajaba en su oficina se había hecho costumbre de que se pidieran cosas tales como malteadas, gaseosas y té extremadamente fríos, haciendo que a mas de uno se les castañearan los dientes al ver a su jefe morder los hielos de una forma tan natural, en cambio nuestro querido rubio nadie lo podía sacar de las pastelerías cercanas a su estudio de fotografía, el pobre Yugi tenia que sacar mucha fuerza para poder arrastrar a ese rubio glotón que se había aficionado a las tortas negras con decorados hostigantes y dulces


Ahora en la mansión se desvivían para atender a sus dos señores de mejor manera y cumplir sus caprichos culinarios a cualquier momento, pero lo que les había pedido en este momento las descolocaba y les provocaba repulsión ¿a quien en su sano juicio se le ocurría pedir sardinas con banano y emparedados de salsa de mora con rodajas de tomate? Pero como eran Seto Kaiba y Joey Wheeler no se les podía negar nada

- Nana por favor – pedía el rubio desde la mesa mientras veía como su castaño se devoraba el quinto emparedado embadurnado de salsa de mora – prepárame otro por favor – sus lagrimitas de perro abandonado siempre la descolocaba
- Pero señor ese tipo de mezcla le puede caer mal y no queremos que se enferme – pedía su ama de llaves al ver que de esa masa horrorosa solo quedaba el suspiro
- Nana… ¿Si? – lo único que pudo hacer fue ir a preparar nuevamente la extraña mezcla que su niño le había pedido
- ¿Seto? - llamó el rubio a su castaño el cual estaba todavía comiendo sus emparedados
- ¿Que pasa cachorro? – pregunto extrañado al ver el semblante de su cachorro mientras seguía masticando el último emparedado que quedaba en el plato
- ¿Me das un poquito? – pidió mientras su carita se llenaba de emoción y su boca se hacía agua al ver ese emparedado en el plato de su castaño
- Olvídalo perro es mío – contesto tajante mientras escondía el emparedado en su regazo
- Por favor dame un poquito – rogó el rubio mientras se acercaba y empezaba a forcejear con el castaño por ese trozo de pan
- Dame Seto …
- No quiero perro
- Vas a dejar morir a tu hijo por un emparedado – indignado por la actitud del castaño el rubio derramo una pequeñas lagrimitas tratando de darle mas drama a la situación
- Lo mismo te digo cachorro, si no me como ese emparedado tu hijo no me dejara dormir – dijo fiero mientras acercaba mas el emparedado a si
- Te odio – dijo con lagrimillas mientras salía corriendo a lo que se su barriga le daba a su habitación
- ¿y ya que paso Seto? – pregunto su nana con el menjurje ya servido mientras veía a Joey correr escaleras arriba
- Nada… - dijo mientras terminaba de comer el emparedado y miraba el plato que su nana había acabado de dejar encima de la mesa
- ¿Me lo puedo comer? – pregunto mientras su nana miraba con asco el como su otro señor se comía el antojo de su esposo
- Me da asco – antes de que botara lo poco que había comido se retiro del comedor en donde dejo a un feliz ojiazul comiendo sardinas con banano


Después de terminado su exótica comida, el castaño subió lo mas sigilosamente posible hacía a su habitación en donde encontró a su rubio dormido como una bolita al extremo de la cama, cosa que nunca hacía ya que ocupaba la mayoría de la cama. Al acercarse vio que en su rostro aún bajaban pequeñas lágrimas producto de la rabieta anterior

- Cachorro tonto – cobijo a su rubio y se arreglo para poder dormir

El silencio de la noche estaba llenando totalmente la habitación de la pareja que yacía durmiendo dentro de ella, pero en ese momento el castaño abrió los ojos ansioso por lograr lo que su mente le había propuesto dentro de ella, y el pobre cuadro de la sala pagaría las consecuencias. Se levantó sin despertar al rubio que dormía aferrado a una almohada, mientras murmuraba cosas inteligibles para el oído humano, al escapar de la habitación se dirigió a la de su hermano, el cual también esta profundamente dormido y decidió tomar lo necesario para cumplir su prometido; bajó silenciosamente las escaleras hasta llegar a la sala y ver el objeto de su odio

- Maldito cuadro me la vas a pagar – descargando toda su frustración e ira y con el palo de Baseball de su hermano empezó a golpear el cuadro el cual al primer contacto hizo un estruendo tal que hizo parar a la mansión completa en un segundo
- ¡¡¡ Que pasa Seto porque lo golpeas!!! – grito Mokuba mientras salía escaleras abajo para tratar de para tal magnicidio
- Quiero acabar con ese estúpido cuadro que me jode la vida – se acerco nuevamente asestar el último golpe de gracia
- Pero si no te hecho nada – esta vez si fue el rubio el que hablo al ver despedazado el cuadro que tanto trabajo le había dado conseguir
- Si no me deja dormir – dijo simple y claro el ojiazul mientras le entregaba a su hermano su bat y dejaba un beso en la mejilla de su rubio, el cual aún estaba alterado por lo que había hecho
- ¿Y dices que yo soy el loco? – Comento Joey a Mokuba mientras los dos miraban a su castaño subir por las escaleras


Varios días después del incidente del cuadro el cual fue reemplazado por un trabajo fotográfico del rubio el cual el castaño amaba, la “normalidad” volvió al hogar, los antojos dejaron de ser tan estrambóticos y siguieron con normalidad, por indicaciones del medico Seto y Joey tuvieron que relegar un poco su trabajo, ahora los dos se dedicaban a la buena vida mientras veían televisión en su habitación

- Mira seto encontré un buen lugar para los refrescos – dijo Joey con sorna mientras le mostraba a su castaño que la soda se quedaba quieta en su abultado vientre
- Oye deja de poner eso ahí podría molestar al bebe – tomo inmediatamente la lata de la panza de su cachorro y la puso a un lado
- No les pasará nada, mejor porque no ensayas tu y pones las palomitas, es mas práctico – tomo dichas palomitas y las poso en el vientre de su castaño y al hacerlo un fuerte movimiento hizo que el recipiente se cayera
- Se movió - felices por sentir por primera vez a su hijo moverse, el castaño y el rubio posaron sus manos en su abultado vientre para sentirlo mover
- No crees que se mueve mucho – pregunto Joey confundido al ver que el vientre de su castaño se sacudía demasiado brusco
- No creo, debe ser normal – respondió el castaño mientras sentía mover a esa cosita dentro suyo
- AHHHHH… - grito el rubio mientras posaba una mano en su vientre ya que se había sacudido con violencia
- Parece que no tengo uno si no una manada allá dentro- se quejo el rubio mientras le posaba la mano de su castaño en su vientre para sentir la ferocidad de los movimientos
- Es inquieto – sonrió el castaño al saber que su bebé era mas activo que el de su rubio
- Dile eso a mi barriga – río para sus adentros al ver que su pequeño se calmaba con lo movimientos de su padre, lo mismo ocurría con la mano que tenía Joey en el vientre de Seto

Ya la calma había vuelto a la habitación, los pequeños habían dejado de moverse tan fuerte y pudieron seguir disfrutando de la maratón de películas que se había propuesto para el día de hoy, las palomitas estaban encima el vientre del castaño, mientras los refrescos descansaban en el vientre del rubio, los dos pares de ojos no se separaban del televisor de plasma la cual mostraba en este preciso momento una escena triste que les cambiaria la vida por el resto de sus días

- Porque tuvieron que matar a Mufasa – lloraba a moco tendido el rubio, mientras los refrescos se movían de un lado al otro por los continuos espasmos de su vientre
- Y saber que fue su hermano el que lo mato – un poco mas calmado que el rubio pero con un gran caudal de lagrimas en el rostro, el castaño también estaba pasando por los incipientes cambios hormonales
- No volveré a comer carne te lo juro Seto.... – aún con el llanto vivo el rubio dejo los refrescos de lado mientras se acomodaba mejor en el regazo del ojiazul, el cual también dejo las palomitas en la mesa de noche y trataba de consolar a su rubio y consolarse el también
- Saber que podríamos haber dejado a un ternerito o un pollito sin mamá – dijo el castaño, y sin medir sus palabras hizo llorar al mas sentimentaloide de los dos
- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO BUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAA


El restaurante en el cual ahora estaban nuestros dos relucientes y próximos padres, estaban todos reunidos para celebrar el decimoséptimo cumpleaños de Mokuba, el cual no se cambiaba por nada ya que su ahora “calidoso y bondadoso” hermano le había regalado ese lamborghini gallardo que adoraba desde que tenia memoria, y era de los pocos de este mundo que contaban con uno de esos regalos

- Gracias Seto me haces el hombre mas feliz del mundo – decía el feliz azabache mientras miraba las llaves que ahora adornaban sus manos
- No es nada Mokuba te mereces algo así, pero que te quede claro – decía serio – nada de hacer nada estúpido y respeta las reglas que hablamos antes ¿deacuerdo?
- Si hermano no te preocupes – su respuesta fue abrazar a su hermano el cual lo recibió con un calido abrazo por lo cual su sobrinito también le respondió con un golpecito
- Parece que esta igual de feliz que yo – dijo sonriente mientras pasaba su mano por el prominente vientre de su hermano

Las risas, los comentarios fuera de onda, los enfados del castaño, las bromas del rubio, los sarcasmos de Tristán y las risas de los tricolores fueron la comidilla mientras traían la comida para cerrar con broche de oro esta celebración, en la mesa dejaron servidos una infinidad de banquetes, pero el plato principal era lo que rubio no se esperaba

- Señor disculpe – llamó el rubio al mesero que había servido el último plato
- Dígame que desea – dijo cortésmente mientras esperaba la pregunta de su atendido
- De que clase de carne estamos hablando – pregunto con un nudo en la boca al ver que se le asemejaba a algo que no quería volver a comer en su vida
- Es estofado de venado señor – dijo recto en su comentario, pero al hacerlo solo logro que Seto se enfocara en su plato con los ojos fijos en el y el rubio gritará fuertemente para todo el restaurante
- BAMMMMMMMMMMMBIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

El resto de sus compañeros quedaron sin comentarios



Un mes después….

Las ecografías de rutinas ya tenían nuevamente a Seto y a Joey en el consultorio del mejor amigo del castaño, el cual empezaba a pasar a su amigo el ecógrafo por el prominente vientre del ojimiel, el cual había crecido desproporcionadamente en los últimos días, no tanto como el del castaño el cual se conservaba redondeado y acorde a su figura, el pensaba que Joey parecía un globo

- Creo que es a causa de comer tanto dulce – dijo el rubio mientras miraba que su castaño se posicionaba cerca de la camilla en la que estaba recostado esperando ver a su pequeño por la pantalla
- Pues dos dulces son las que van a tener en casa – comentó el galeno mientras mostraba a dos pequeños bebes en le vientre del rubio
- ¿Son dos? – dijeron al unísono
- Si, son dos niñas – afirmo el galeno mientras le mostraban a los ahora afortunados padres de gemelas, la veracidad de lo dicho
- Y porque ahora apenas nos venimos a enterar – dijo serio el rubio, mientras que miraba que el ego de su querido esposo estaba por las nubes, al saber que había dejado a su esposo con dos regalitos en su vientre, es que soy todo un semental, pensaba el castaño para sus adentro, pero de igual manera lo habían escuchado su rubio y el pelirrojo
- Porque parece que una tapaba a la otra, y las otras ecografías las había hecho sin sonido, perdón - afirmo el galeno mientras veía que Joey y Seto se alegraban enormemente por la noticia
- Ahora… te necesito aquí Seto – pidió el galeno mientras ayudaba a poner en pie al rubio y ocupaba la silla en la que anteriormente seto ocupaba y el castaño ocupaba la camilla

El castaño estaba expectante a lo que Julián le informara, ya que el no estaba pendiente del sexo de su bebe, solo quería saber que estaba bien, pero lo que escucho del galeno lo dejo hecho piedra en su sitio

- ¡¡¡Ustedes son clones de conejos!!! ¡¡¡ ¿que pose hicieron?!!! ¡¡¡ ¿que tomaron?!!! ¡¡¡ ¿que se fumaron para que fueran tan fértiles?!!! ¡¡¡por KAMI!!! – decía asombrado al ver que en el vientre del castaño también habían dos pequeños
- Parece que podremos montar nuestra propia guardería – dijo sonriente el rubio, mientras veía el rostro de Seto Kaiba desfigurado por la ira que lo llenaba en ese momento
- Te voy a matar maldito perro – trato de levantarse e ir a estrangular al idiota y estúpido rubio que tenía por esposo, pero los brazos del pelirrojo evitaban que llevara a tocar un pelo del cachorro que estaba enfrente vanagloriándose de su hazaña … y es que dejar embarazado de mellizos a Seto Kaiba no era una novedad, era la proeza mas grande del mundo en el último siglo
- Déjate de bobadas Kaiba, estamos a mano, son mis hijos no deberías sentirte agobiado por eso – comento el rubio al ver en los ojos de su neko furia pura
- No vale la pena hablar contigo, el estar preñado de un perro como tu me lo estoy pensando – dijo sin medir sus palabras, lo que causo que el rubio empezara derramar lagrima que hicieron reaccionar al galeno y al castaño por igual
- Joey… yo … de verdad – dijo tratando de medir sus palabras, pero lo único que logro fue que Joey negara con la cabeza, como no queriendo escuchar explicaciones, y salió a lo que su vientre le daba de ese consultorio
- ¡¡¡¡JOEY!!!!! – trato de levantarse pero un fuerte puño se estrello en su cara y lo mando de nuevo a la camilla
- Eres el hombre mas imbecil que he conocido en toda mi puta vida – dijo con desprecio el galeno, mientras le arrojaba a Seto en su cara la copia de su ecografía junto con la de su cachorro – Espero que tu hija y tu hijo no paguen las consecuencias de tener un padre inepto que tú – termino de retirarse enojado, mientras dejaba al castaño impactado por lo que acaba de ocurrir

El rubio no paraba de llorar mientras sus largos pasos lo habían llevado al parque cerca del hospital, su respiración era algo agitada y sentía como sus pequeñas se movían desesperadas dentro de sí, parecía que compartían el dolor que él estaba sintiendo.

- Es un neko idiota… se repetía el rubio mientras se sentaba en un columpio y observaba a los pequeños que jugaban alegremente en la caja de arena

Nuevas lágrimas adornaron su adorable rostro, mientras la imagen de los pequeños se distorsionaba por el caudal que salía de ellos, sus continuos sollozos hicieron que las pequeñas se movieran más de lo necesario sacando un quejido de dolor, trato de pasar su mano por su vientre, pero otra mano le adelanto la tarea

- ¿Cachorro?
- Lárgate Kaiba – decía dolido mientras retiraba bruscamente el brazo de su vientre
- ¿Joey?... puedo hablar contigo – dijo acercándose y sentándose en el columpio que estaba enseguida
- ¿Que tienes que hablar con un inmundo perro? – miró fijamente al hombre que estaba enfrente suyo, el cual sintió la penetrante mirada dorada del rubio.
- Veras... la verdad… yo no quería decir eso... era la efervescencia del momento
- Pues fue lo equivocado Kaiba
- Cachorro
- Lárgate
- Joey…
- Que te largues maldita sea – esto último fue un grito hizo que todo el parque lo volteará a mirar y su vientre se tensará por ello, por lo que el dolorcillo se volvió hacer presente nuevamente
- ¿Estas bien? – pregunto seto preocupado al ver que un gemido de dolor salió de los labios de su cachorro
- Lo estaré cuando te largues de mi vista – dijo mientras trataba de calmar a las pequeñas que se rehusaban a dejar de moverse, pero al ver que el castaño no se levantaba, decidió hacerlo él, pero el brazo del castaño impidió que diera un paso mas
- Lo siento cachorro, de verdad no era mi intención perdóname – lo abrazó con toda las fuerzas que tenia, mientras sentía como las pequeñas se movían angustiadas por todo lo ocurrido, mientras veía que el rubio se oponía a su abrazo y lo empujo hasta lograr su cometido
- Ya me harte de ser siempre el que se siente por debajo de ti, el sumiso, el que insultan a cada instante… no soy tu payaso de entretención Kaiba – decía recio mientras el castaño abría desmesuradamente los ojos ante las afirmaciones del rubio
- Joey… - trato de acercarse pero el rubio volvió a retroceder buscando mayor espacio para enfrentar a esos ojos que tenia enfrente
- La verdad no quiero seguir con un ser tan déspota, malcriado, obstinado, como tú Kaiba, no quiero que mis hijas sufran, que siempre vengas a mi pidiendo una disculpa cuando en verdad el de la culpa es otro, y siempre tu buen lazarillo te lambe la mano aceptando tan efímeras respuestas
- Te estas dando cuenta de lo que me estas diciendo Wheeler – decía confundido ya que su cabeza trabajaba a mil por hora tratando de asimilar lo dicho por su esposo
- Si, me largo de tu vida, jamás me volverás a ver ni a tus hijas ni a mi, por cielo mar y tierra habrá alguna manera de quitarte los otros pequeños, porque la verdad ellos no se merecen a un ser tan ruin como padre – esto último le cayo a Seto como balde de agua fría, tan mal padre sería que “supuestamente” el hombre que lo amaba con todo su corazón lo describa de esa manera
- Dime la verdad Joey… – esto último lo pronuncio con un tono de voz apagado, ya que el atoramiento que sentía en su garganta no lo dejaba hablar - ¿Tan mal padre sería? –enfoco su vista en la dorada que tenía al frente, trato de mantenerla firme, pero el caudal de lagrimas que caían de ellos no lo dejaban ver de la manera que el quería
El silencio reino en este momento, Seto no supo el cuando pero estaba de nuevo sentado en los columpios asimilando todo lo que había escuchado, el rubio aún se mantenía de píe sin pronunciar ni una sola palabra, pero este al ver el mutismo del otro, intento volver a alejarse, pero la mano del castaño lo retuvo nuevamente.

- No has contestado a mi pregunta Wheeler – esto último lo pronuncio mientras se quitaba las lagrimas que aun corrían por sus mejillas enfocando su vista en la nada

Joey permaneció en silencio por un largo rato mientras lo observaba, ¿Por qué siempre se tenían que ir hasta el extremo para que el se diera cuenta de que estaba en el error?, sabía que era un hombre muy cerrado en su forma de ser, pero ya estaba harto de que lo tratará como a un cero en la izquierda, y era hora de cambiarlo, así fuera a la fuerza

- No te la puedes contestar tu mismo – se sentó en el otro columpio mientras intentaba mirar las reacciones del castaño, pero este parecía mas entusiasmado en ver a la nada
- Ya no sabría que pensar – al voltear a mirar hacía su lado, se encontró con los ojos calmos y risueños del rubio el cual le regalaba una sencilla pero bella sonrisa
- ¿Te das cuenta de que todo hay que llevarlo al extremo para que te enteres de cómo me siento cada vez que me tratas como a tu mascota? – dijo el rubio mientras veía que Seto se acercaba y se arrodillaba cerca suyo y lo abrazaba con fuerza
- Lo siento, a ellas también las asuste – beso con toda la devoción del mundo a su rubio el cual acepto por fin gustoso la disculpa sincera que le estaba ofreciendo

Ya solucionado el conflicto decidieron quedarse sentados en los columpios mientras las pequeñas volvían a la tranquilidad, el silencio entre lo dos era apaciguador y relajante, Seto sonreía mientras veía que Joey se divertía viendo a los pequeños jugar en la caja de arena, al mirarlos también se pregunto como seria cuidar de 4 pequeños a la vez y como serían físicamente, recordando se había olvidado de algo

- Toma cachorro – le entrego las dos fotografías sacadas por el galeno antes de salir
- Ha las había olvidado – miro nuevamente, pero observo que la otra era del castaño se le vino una duda a la cabeza
- ¿Te dijeron que era? – pregunto un poco renuente al saber que Seto podría volverlo a atacar y no quería volver a iniciar una pelea
- Son mellizos… son un niño y una niña – dijo sonriente, mientras veía que la cara del rubio se iluminaba
- Parece que en el ramilletes de señoritas aparecerá un caballero – dijo sonriente ya que quedarían parejos, se levantó del columpio al igual que el castaño, se tomaron de las manos y decidieron emprender el camino a casa caminando, asimilando todo lo ocurrido
Notas finales:

Espero que les haya gustado dentro de poco estara el final el cual para mi gusto es el mas interesante y mas chistoso

 

otro anuncio parroquial, la otra semana esta listo otro cap de Manual y esperen proximamente el estreno mundial de Azúcar para mi café


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