"Diversión en la biblioteca"
Tras la enorme puerta de la biblioteca entro un chico con una gran desgana para poder encontrar un tonto libro que le había pedido el profesor para realizar un trabajo para mañana en clases, así que como siempre se había olvidado y estaba ahí a ultima hora buscando el famoso libro.
Observo a la gente sentada en los mesones leyendo, ¿en verdad existía gente que le gustara venir por propia cuenta a la biblioteca? Pero si era aburridísima.
Se fue a sentar en una de las sillas de los grandes mesones para esperar a que le entregaran su libro, claro luego de haberlo pedido, llevaba cinco minutos y su paciencia ya se estaba agotando.
Mientras en la mesa de al lado se encontraba un joven de cabellera rubia, cuerpo muy bien formado y de unos ojos ámbar deslumbrantes. Observaba al chico de cabellera rosa y ojos amatista desde que este había cruzado la puerta le había parecido una belleza pero lo que le llamaba la tensión eran esos extravagantes ojos.
El chico se movía de un lado a otro se notaba a kilómetros que si por el fuera no estaría en ese lugar, por ello como el era un buen "ciudadano" le enseñaría que la biblioteca no era tan aburrida como parece que el chico creía.
Se levanto fue a dejar el libro que había tomado a la bibliotecaria y se dirigió donde el chico.
-como es que un mocoso, se encuentra en un lugar como este
-¡que!...- grito shuichi pero al ver las miradas que le dirigieron decidió bajar la voz- que te crees, no es de tu interés lo que yo haga "d-e-s-c-o-n-o-c-i-d-o"
-así que desconocido, entonces para arreglar ese detalle por que no me acompañas "mocoso"
Tomo a shu del brazo y lo jalo hacia los últimos estantes donde había una pequeña puerta, la abrió y entraron en el pequeño cuarto.
-oye que es lo que haces, estas loco-miro el lugar era un cuarto de aseo había unas escobas, pala, trapos para limpiar, y una mesa con unas botellas encima- ni siquiera me conoces y me traes acá estas loco
-¿Cómo te llamas?-pregunto eiri
-...shuichi-dudo en responder pero luego de pensarlo le respondió no encontró nada de malo en contestar la pregunta así que solo le contesto
-el mío es eiri, y ahora que nos conocemos no tienes escusa
Tomo al chico de la cintura y lo subió a la mesa botando las botellas que se encontraban encima de esta
-¡oye para! Esto esta mal ¿Qué crees que haces? Pervertido- no sabia que decir para detener a eiri, una parte de el quería que lo tomara y otra que estaba seguro era su conciencia le decía que eso estaba mal, muy mal
-hablas mucho y me carga que me interroguen, eres mas lindo sin que pronuncies palabras-dijo eiri
-¡que te crees idiota! Venir a... mhh-no pudo seguir hablando ya que eiri le habia amarrado con sus brazos por la cintura a la vez que posaba sus labios en los de él
No se había equivocado el chico tenia una sabor exquisito, como a frutillas, unas muy ricas frutillas.
La falta de oxigeno se hizo presente ya que shuichi en un punto del beso del cual no se había dado cuenta había permitido y ayudado en el beso apasionado en el que se encontraban.
Se separaron tratando de recuperar la respiración y luego de un momento eiri comenzó a acariciar el cuerpo de shu con sus manos. Saboreo su cuello dando pequeñas lamidas y besos lo que causo más de un dilema en shu
-pa... para... esto esta... mal...- no podía hablar casi la voz se le cortaba con el gran placer que sentía
-¿Qué quieres que deje de hacer? Esto -dijo rozando sus entrepiernas
-ahhm... no ¡basta!-sinceramente hasta el asumía que decía una cosa pero en verdad deseaba otra
De un fuerte jalon eiri quito la camiseta que llevaba shu y este sin quedarse atrás desabrocho su camisa pasando sus manos por la espalda de este
-que... no era que no... querías... mh-dijo eiri con dificultad estaba mas concentrado en sacar los pantalones y boxer del mocoso que de reclamarle algo
-cállate idiota- y digamos que shu no estaba en una situación distinta del rubio
Eiri recostó a shuichi sobre la mesa abrió sus piernas para ver esa linda entrada la que lo llamaba para que lo poseyera y así que sin mas se coloco entre esas tersas piernas, tomo su virilidad colocándola a punto de poseer al pequeño shu cuando...
-¡QUE HACES BAKA!
-AHHH.... Eiri no me asustes de esa manera casi me da un infarto por kami-sama
-me importa la nada si te mueres a mi lo que me importa es ¡¿Qué haces en mi computadora?!
-solo leía la gran "obra" que estabas escribiendo ¡pervertido!
-te he dicho mil veces que no te metas en mis asuntos y menos en mi escritorio mocoso
-claro que me meto tonto mira lo que andas escribiendo, y olvídate del sexo por las tardes ¡escuchaste! Tonto
-me estas amenazando baka
- si algún problema con eso, me lo debes tal vez cuantas otras cosas hallas escrito y subido a Internet
-ja seguro no te gusta la idea de sexo en lugares públicos
-cállate pervertido
-ya, ya dejemos de discutir y por que no mejor me das un poquito de inspiración para una nueva historia - shu se sonrojo debía admitirlo la historia de eiri no estaba mal del todo, claro que lo habían hecho en millones de partes como el parque, restaurante, ascensor y miles de lugares pero en la biblioteca nunca no seria mala idea cumplir esa fantasía.
-esta bien pero esta es la ultima vez que te perdono de escribir fic y subirlos a Internet ¿esta bien?
-como digas baka- el mocoso siempre le decía lo mismo "la ultima vez" pero nunca la cumplía como no si a el también le gustaba el jueguito y ni tonto se lo perdía. Mas adelante se preocuparía de cumplir la fantasía de la biblioteca por ahora le esperaba una larga noche en su habitación y no precisamente para dormir
Tomo a shu en brazos y se dirigió a la habitación...
Para una larguísima noche con su lindo koibito