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Your Unfinished letters por Joeytoe

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Notas del fanfic:

Bueno, este es un OS, o un Drabble?... no sé, quedó muy corto anyway el caso es que lo escribi como obsequio paraa mi amigo secreto : ) & obviamente va dedica a él o ella. No soy un experto escribiendo, pero igual espero que sea de su agrado y... pues va con cariño :'D.

Escogí esta pareja porque es mi favorita dentro del manga, y una de mis favoritas en general. viva SoubixRitsuka.

Obaviamente ninguno de los personajes me pertenece, sino a Yun Koga. *la ama*

Y pues ya no tengo nada más que decir, fue agradable escribir esto y... feliz san valentin Amig@ secret@.

Your Unfinished letters

 

Semei…  

 

Las lágrimas manchaban la impecable hoja que llevaba mirando fijamente desde que había escrito aquel nombre. Casi dos horas, y aparte de eso no tenía nada en cabeza. Tantas cosas que plasmar en un pedazo de papel… y no sabía cómo empezar.  Aún no lograba explicarse por que jamás podía terminar de escribirle una carta decente a su hermano. 

 

Desde que te fuiste todo es tan complicado, tan confuso… busco respuestas y lo único con lo que me topo es con esa tonta sonrisa que me dice que todo está bien… Pero… ¿realmente lo está?Hace unos pocos días le he vuelto a preguntar sobre el tema, y ya podrás imaginarte la respuesta… ‘Lo siento’ dice él… pero no puedo imaginar porque lo oculta. Era tu amigo… debería de ayudarme y no hacerme más difícil el camino para encontrar a las personas que te asesinaron.  ¿Por qué me lo hace tan difícil… Semei? ‘Te quiero Ritsuka… te quiero Ritsuka’ no para de decir eso, una y otra vez, sonriendo como si en verdad lo sintiera. Es una persona tan cruel! Un adulto que no merecía ser tu amigo…Semei. Quiero que estés conmigo otra vez.  

 

Tres golpecitos a su ventana no lograron sacarle de su concentración a la carta… lo que sí hizo que reaccionara fue la puerta corriéndose. El pequeño pelinegro soltó el bolígrafo con el que estaba escribiendo e inmediatamente volteó la hoja, ocultando todo el escrito. 

 

- ¡Soubi! ¡No puedes entrar así! - 

 

La alta y esbelta figura de Agatsuma Soubi, adornaba con su agraciado porte el lumbral de la puerta corrediza de la ventana. ¿Cómo había logrado entrar? Estaba casi seguro de que le había echado el seguro. Ritsuka caminó hasta él para halarlo de la mano y meterlo al cuarto para cerrar la ventana, esta vez asegurándose de que si tuviera seguro.    

 

- ¿Por qué cierras con seguro? ¿Quieres estar a solas conmigo Ritsuka? - La voz de Soubi parecía divertida, como si hubiera descubierto a un pícaro intentando hacer algo… idea que se fue pronto de su cabeza al ver la expresión del pequeño, mucho antes de que este le respondiera algo. 

 

- ¡Claro que no!... ¡más bien si! Soubi, quiero que me digas lo que sabes de las siete lunas. – Cuando escuchó su reprimenda Soubi sólo suspiro y agachó la mirada para sacar un cigarrillo de su saco. Tan insistente como siempre. Pensó mientras buscaba el encendedor, cosa que no le serviría con Ritsuka sacándole el cigarrillo de los labios como hacía en ese instante. – ¡No fumes aquí! – ¿Qué tenía en contra de los tranquilizantes ese chico? 

 

- Ritsuka… sabes que no puedo decírtelo… - ¡Otra vez! ¿Ves Semei?... siempre hace lo mismo… ya estoy arto.

 

– ¡¿Entonces para que vienes?! ¡Sólo vienes de vago! -  

 

- Yo… quiero a Ritsuka, y vine a verte. -  

 

- ¡Ya basta! ¡No digas que me quieres! No lo digas nunca más Soubi! –El pequeño cayó sobre sus rodillas mientras delgadas y finas gotas de llanto descendían por sus marfileñas mejillas, que aún tenían el rastro de aquel precioso sonrojo que se le hacía cuando Soubi decía ‘Te quiero’.  

 

- ¿Es una orden? – El ceño del mayor se frunció un tanto mientras miraba fijamente aquel pequeño ser que sufría, sin entenderlo… Ritsuka  

 

- ¡Sí! Es una orden… ¡jamás vuelvas a decirme que me quieres! – No era la primera vez que usaba el recurso de las órdenes con Soubi, pero esta vez sí que era necesario. La desesperación de sentirse usado siempre lo acosaba cuando esas palabras salían de aquella sensual voz. Y dolían, sobre todo, dolían. 

 

Un amargo e incomodo silencio se formó en la acogedora habitación. Ritsuka no se atrevía a alzar la mirada por pena, o más bien, no se atrevió hasta que sintió los largos y fuertes brazos de Soubi rodeando su pequeña cintura.  

 

Tan profundos y tan bellos, los ojos de Soubi siempre lograban que el pequeño pelinegro se sintiera avergonzado de estar ante tan hermosa criatura… otra razón para saber que todo aquello no era más que un juego. Sus manos lucharon para separarse de él, pero nada. Soubi no pretendía dejarlo. 

 

- Castígame Ritsuka... - 

 

Los ojos del pequeño se abrieron sorprendidos, dejando ver como las lagrimas aún no se borraban completamente de ese sitio, y un sonrojó decoró sus pálidas mejillas una vez más. ¿Qué estaba diciendo?... Soubi, solía decir cosas tan de repente que… que le confundían y le hacían terminar en ese estado. 

 

- ¿Qué – qué dices? -

 

 - Castígame Ritsuka... – Otra vez… cerró sus ojos con fuerza y volvió a su lucha para liberarse. 

 

- ¿Pero qué dices?, idiota, yo no voy a castigarte. Y mucho menos sin razón, ¡suéltame loco masoquista! – Cerró sus ojos empujado con toda su fuerza la figura de Soubi, sin que este cediera ni un centímetro de su agarre. 

 

- Te quiero Ritsuka… - Al momento de decir eso, el mayor, pudo sentir como los empujones paraban, para después sentir las gotas de llanto humedecer su camisa. Su mano derecha se enredó entre los cabellos negros e hizo que el pequeño recargara la cabeza en su pecho, dándole forma a ese peculiar abrazo.  

 

No puedo Semei… nunca podré contra él…. 

 

- Te ordené que no…-

 

 - Por eso debes de castigarme. – se adelantó a decir el castaño mientras acariciaba los sedosos cabellos. – Castígame por no ser capaz de cumplir una orden tuya… Castígame por no poder dejar que estés un minuto sin saber mis sentimientos hacia ti… Castígame… Ritsuka. - 

 

Después de eso… sus labios buscaron los del pequeño. Como la primera vez…Su textura era idéntica. Tan suave… tan delicioso, un manjar que jamás podría dejar…  

 

Ahora sé porque las cartas nunca son acabadas… Semei… 

Notas finales: : ) bueno... lamento si fue una tortura leerlo, procuraré mejorar, aún así feliz San valentín.

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