Sasuke Uchiha, un niño de 7 años, cabellos negros y ojos de mismo color, con un toque de misterio en ellos.Se encontraba sentado a la orilla de un lago muy hermoso, donde en sus aguas se reflejaba el matiz del sol al esconderse en el horizonte, cada tarde iba allí para despejar su mente y contemplar la puesta de sol antes de regresar a casa, eso era lo que hacia todas las tardes desde la masacre de su clan, era su manera de relajarse antes de regresar a su hogar donde los recuerdos lo invadían.Sasuke tenía un pergamino en sus manos, hizo un cello de invocaron y en un “PUF” un libro apareció en sus manos, lo abrió y comenzó a escribir.
“Hoy lo vi de nuevo, ya lo había visto pasar antes, el esta solo y sin familia... Como yo... Pero a el las personas lo tratan mal, no entiendo el porque, yo también estoy solo y no me tratan así, será xk tiene esas marcas en el rostro? O porque es distraído y travieso?No lo sé, pero pienso que ese chico es muy simpático…Hoy, se me quedó mirando como siempre, pero yo… solo le regresé una mirada de enfado, pero lo que el hizo fue voltear el rostro hacia otro lado con un encantador puchero, encantador?... si, encantador”
El chico sonreía recordado cada gesto de aquel chico, ya que era el único que no lo veía con envidia, admiración… era el único k era diferente con el, lo trataba como una persona normal.
“Ese chico también va a la academia, de hecho, va en mi clase, siempre lo veo correr de un lado a otro haciendo travesuras a los sensei’s, es conocido como…”
El pelinegro se dio cuenta que ya era tarde, ya se encontraba oscuro y debía regresar a casa, aun que nadie lo regañaría x llegar tarde, pero era peligroso estar de noche solo, pues vivir en una aldea ninja es peligroso, uno nunca puede saber, así que se retiro hacia el barrio Uchiha, ya tendría tiempo para seguir escribiendo de ese chico y de lo ocurrido ese día. Un día de tantos en la academia, un chico rubio se le acercó a Sasuke.
- hola! que haces tan solo?? –Con expresión inocentona- - hola… -le responde con indiferencia ocultando su emoción muy bien- -no me respondiste, porque estas tan solo? -eso no te importa... –voltea su rostro con enfado- -dime Sasuke, te llamas Sasuke no es así? -si… soy Uchiha, Sasuke Uchiha –mirándolo con un semblante frío, por lo general eso alejaba a la gente, a el no le gustaba que las personas se acercaran a el, desde lo de “aquella persona” ya no había podido confiar en nadie, solo conversaba con las personas para cosas indispensables, pero nunca para entablar una relación afectuosa, ya fuese de amistad o compañerismo, el solo tenía conocidos- -mmm… -lo mira feo- eres un teme!! Pero me caes bien –mostrándole una bella sonrisa zorruna- -umm!! –se sorprende al ver la acción del rubio y se sonroja levemente- -bueno, me voy, quedé con los chicos de hacerle una broma a Iruka-sensei jijijii… adiós Sasuke!! –Se despide alejándose y agitando una mano-
Sasuke sintió como su corazón latía con fuerza, estaba emocionado porque el chico se le hubiese acercado y sonreído de tal forma, sin duda eso lo escribiría hoy al llegar al lago. Mas tarde casi apunto de salir de la academia, los chicos estaban reunidos en el aula, esperaban a que sonara el timbre de salida para irse a sus casas, pues ya habían terminado con las labores del día.
Un grupo de niños se encontraba platicando animadamente sobre las chicas.
- mmm.. que sea bonita y amable..
un chico de cabellos castaños, piel morena clara, tenía 2 marcas rojas en sus mejillas en forma de triangulo y siempre llevaba a Akamaru, su perro mascota.
- que sepa cocinar rico!!
Un chico gordito, que no le gustaba k le dijesen asi.. Cabello castaño, piel clara, en sus mejillas llevaba unas marcas en forma de espiral, y comía siempre patatas fritas, es muy glotón.
- y tu Shikamaru?? -sacudiéndolo para que despertara-
- que no sea problemática..
Shikamaru, un chico de cabello negro amarrado a una coleta alta, piel blanca y ojos negros, este chico tenia la costumbre de descansar en cualquier parte y contemplar las nubes, pero era bastante inteligente a pesar de que no lo parecía.
- tu Naruto??
- muy linda supongo jejejee.. Y tu Sasuke??
Naruto.. el chico rubio de Sasuke -xD- un chico de ojos azules, con extrañas marcas en sus mejillas que lo hacía ver como un lindo zorrito, chico distraído e hiperactivo, con una sonrisa encantadora, según Sasuke se decía.
Sasuke: mmm.. -cierra sus ojos en su pose de pensador, recuerda a su madre..- con el pelo largo..
en ese momento se dio el timbre para salir. Sasuke no tenía ganas de regresar a casa aun, asi que decidió llegar y sentarse a la orilla del lago, poco tiempo después como siempre, Naruto pasó, pero al contrario de las otras veces, el rubio se sentó a un lado de el.
- que tanto miras??.. Siempre que paso x aqui te veo sentado viendo hacia el lago.
- estoy solo en casa, asi que mejor me kedo aqui, hasta k sea hora de irme.
- tus padres están mucho en misiones?? -pregunta inocente-
- no...-agacha su cabeza tapando sus ojos con el flequillo- ellos murieron y estoy solo..
- oooh!! Gomen, gomene!! no era mi intención!! -alterado-
- no te preocupes.. pero pensaba que lo sabias, la gente no para de hablar de eso, y de que soy el único sobreviviente del clan.
- mmm.. por eso la gente habla tanto de ti.. -dijo pensativo llevándose un dedo al mentón- entonces también estas solo como yo –le dijo dándole una dulce y triste sonrisa-
- si, supongo -algo triste, pero por algo se sintió extraño.. y se sonrojo-
- ya sé!! Como tu y yo estamos solos, nos haremos los mejores amigos -dándole otra sonrisa, pero esta era feliz, de esas sonrisas que lo caracterizaban- y eso significa que nos volveremos a ver..
- uhg?! -sorprendido-
- será nuestra promesa -se levanta y le muestra su dedito meñique- nee, Sasuke? -con su sonrisa aun en sus labios-- mmm.. -cierra los ojos y se levanta, se pone enfrente de el sujetando su dedito con el de Naru, por primera vez en varios meses, sonrió sinceramente-
- te ves bien así!! Deberías sonreír así mas seguido -muy feliz por la expresión del otro, mostrando un sonrojo-
- hump! -cerró sus ojos, con un casi invisible sonrojo-
después de eso ellos se volvieron a ver muy poco, ya que el rubio no dejaban de castigarlo x sus travesuras, mientras que el pelinegro se llevaba entrenando duro para superar a "esa persona".