I - Two vampires and that stupid wish.
Otro día nublado en la cuidad. Lo cual era igual a otro día rodeado de humanos molestos, sin mencionar a la peste que siempre le seguía. Parecía cualquier cosa excepto un vampiro.
Por lo menos en esa cuidad raras veces aparecía el sol, lo cual le daba carta blanca a sus acciones, no solo se limitaba a salir en la noche.
Estudiaba en la escuela de chicos, a la hora de cazar prefería a los chicos la sangre de las chicas, en su opinión, no sabia muy bien. Estaba en tercer año de preparatoria y la peste que le seguía estaba en segundo año de secundaria, había una gran diferencia de edad, conducta y carácter, era extraño que se llevasen bien.
En la entrada del instituto - el cual tenia tanto preparatoria como secundaria - se encontró con la peste, algo no muy diferente crío albino.
- Buenos días, Riku-san- le saludo con una sonrisa.
El mayor solo hizo un ademán con la mano como saludo y continúo con su camino, ahora acompañado del albino.
- Anoche no llegaste a casa, ¿Dónde estabas?- pregunto unos minutos después.
- Estaba... en cualquier sitio donde tu no me encontraras- respondió de mala gana.
- Vaya que eres cruel- comento con una sonrisa fingida-. Esta noche iremos a cazar, ¿cierto?
- Ve tú solo... yo tengo algo más que hacer- dijo con sonrisa maliciosa
El mas joven asintió con una expresión de clara tristeza.
- Nos vemos mas tarde- se despidió yéndose al edificio de secundaria.
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Shizuka, el mas joven de los vampiros, entro a su clase y se sentó donde siempre lo hacia. Pensaba en la idea de tener que salir a cazar solo, simplemente le aterraba. Desde hacia cinco años había cazado junto con Riku, desde hacia cinco años vivían juntos, no había sido fácil y menos con el carácter del mayor, pero era mejor que vivir como esclavo de otros vampiros.
El profesor entró al salón seguido de un joven de preparatoria, tenía un témplate serio y severo. Por su uniforme pudo saber que era de segundo año. Tenía el cabello negro y unos extraños ojos amarillos, era lindo.
- Me pregunto a que sabrá su sangre- murmuró mirándole fijamente-. Tal vez ya encontré a mi victima- sonrió para si mismo.
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A la hora del descanso, Shizuka salio del salón y se dedico a buscar a Riku. Le encontró en una parte alejada del patio leyendo un manga yaoi bajo un árbol. El albino se acercó al pelirrojo y se sentó a su lado sin decir nada. Riku le mira de reojo y sigue leyendo. De pronto llega a un lemon y cierra el manga de golpe y se le sale la personalidad del pervertido sádico deseoso por violarse a alguien.
Siendo ese alguien Shizuka, ya que era el único ser el único que tenía cerca. Se le tira encima al más pequeño sin importarle que alguien le viese y comenzó a recorrer su rostro con la punta de sus dedos, maliciosamente
Shizuka sabia que vendría a continuación, no era algo que no pasase casi a diario en casa, pero, aunque ya estuviese acostumbrado estaban en el instituto, lo menos que quería era que Eso pasase allí. Intentó alejarse del mayor. Riku volvió a su frialdad habitual, dándose cuenta de lo que estuvo a punto de provocar, se retiró sin decir nada dejando el manga en el suelo.
El albino se quedo bajo aquel árbol, tomó el manga con curiosidad infantil, cada vez que Riku leía uno siempre cambiaba de personalidad. Pasó rápidamente las páginas hasta encontrar la página en la que Riku se había quedado.
- ¿Esto no es lo mismo que él me hace a mi?- se pregunto a si mismo esperando respuesta, la cual obviamente nunca llego-. ¿A dónde se habrá ido Riku-san?- se volvió a preguntar esperando respuesta otra vez.
Se levanto y se fue a buscarlo, fue hasta el otro lado del jardín y no le encontró. Fue al patio y tampoco, busco el los salones de los de preparatoria, odiaba entrar a ese sitio, pero ya le daba igual. Camino por los pasillos hasta el salón mas alejado de todo el edificio.
Abrió la puerta con cuidado, viendo como su compañero se alimentaba de uno de los chicos de primero de secundaria. Ver la sangre la abría el apetito pero era una victima de Riku y no la podía tocar. Espero hasta que terminase.
Ya saciado, notó la presencia del menor y se le acercó, lo tomó por la barbilla, viéndolo sin expresión alguna...
- La próxima vez... no me dejes acercarme a ti, no quiero hacer un espectáculo aquí en el instituto.
- Esta bien- respondió con una linda sonrisa-. Pero si no te puedes acercar a mi, estaré solo todo el descanso.
-... Haz algo útil, lee.
- Algo ¿Cómo...- dijo sacando el manga yaoi- esto?
Por primera vez el rostro de Riku tenía una expresión de asombro, se lo arrebató diciendo
-¿De dónde sacaste eso?-dicho esto cambio la expresión para que su compañero no notara su cara de asombro.
- Lo dejaste bajo el árbol- respondió inocentemente sintiéndose algo asustado por la reacción de su compañero.
Riku lo acorraló contra la pared, viéndolo otra vez de forma maliciosa
-¿Y qué opinas al respecto? ¿No te gusta?
- Bueno... yo... ¿no es eso lo que a veces me haces?- pregunto con un gran dejo de inocencia.
Alejándose del chico le dirigió una mirada fría, se aparto hasta recostarse en un muro cercano a la ventana, mirando a través de ella... pensando en como responderle. Shizuka le observaba con las manos sobre el pecho esperando una respuesta, la cual no llego puesto que se escucho un ruido proveniente de la puerta. Seria una perdición si les encontrasen en ese salón con el cadáver, que sabría Riku donde lo metió pero aun así había manchas de sangre.
Ambos vampiros se apresuraron a salir del salón. Se dirigieron hasta otro salón vació al otro lado del edificio.
Shizuka llego cansado, a pesar de ser un vampiro tenia una muy mala condición física, y más después de casi tres días sin alimentarse. Al llegar se sentó el suelo, seguido de Riku, quien tenía algo de sangre en la comisura de la boca, cosa que el albino no pudo resistir y lamió. El mayor aprovechó el momento para robarle un rápido beso, sin saber por que, sólo esperaba ver la respuesta del más joven. El albino se sorprendió por el beso y se alejó rápidamente del mayor, algo asustado.
- Lo siento, Riku-san, no debí hacer eso- se disculpó rápidamente-. Es que hace mucho que no como y caí en la tentación.
Riku se levanta y se retira diciendo
- Si quieres... esta vez te ayudaré a cazar, pero me tienes que dar algo a cambio
El albino se quedo sentado en el suelo un momento, analizando con una lentitud sorprendente las palabras del mayor. Iba a perseguirle para decirle que ya tenia una presa pero que no se atrevía a hacerlo solo pero sonó la campana antes de que pudiese hacerlo. Pero al fin y al cabo vivían juntos, ¿no?
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Tras terminar clases, Shizuka se apresuro a buscar a Riku, pero no le encontró por ningún lado.
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En la calle de akihabara, se podía ver a un indeciso Riku, comprando un manga "sano" para leer más tarde, se había obsesionado con esos dibujos.
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- Seguro fue a Akihabara otra vez- dijo el albino desanimado caminando hasta esa zona de la ciudad.
Allí encontró a su compañero con un libro de portada llamativa en una esquina.
- Riku-san!- le llamó haciendo señas con la mano.
El inexpresivo volteó para ver al pequeño, luego le hizo una seña con el dedo para que se acercara. Shizuka se acercó al mayor con curiosidad infantil. Este le pasó con brusquedad el libro que llevaba consigo, golpeando el pecho del albino
- Eso duele!- es quejo por lo bajo-. ¿Qué hago con esto?- pregunto viendo con curiosidad el libro
- No me gustó, a la tercera página me arrepentí de comprarlo, te lo puedes quedar...- respondió sin mirarle a los ojos
El mas joven se sorprendió por la actitud del mayor, pero al final sonrió.
- Gracias, ya que puedo leer esto no tengo que acercarme a ti en los descansos- dijo con una sonrisa.
Riku le dio un golpecito en la cabeza, a veces le costaba ser totalmente frío con ese niño que siempre respondía con una tierna sonrisa
- Baka... tienes que comprar más, en media hora te puedes leer un tomo
- Bueno, hoy no traje dinero, se me olvido- sonrió-. Por cierto, iba a decirte que quería que me ayudaras a cazar a alguien.
- Muy bien, pero ya sabes que mi ayuda tiene precio...- dijo ya sintiendo la sangre resbalando por sus dedos, tenía mas de mil formas diabólicas de cazar a una simple persona, le gustaba ensuciarse las manos
- Esta bien, te daré lo que quieras- respondió sin saber exactamente la magnitud de las palabras que decía-. Pero no quiero que le mates, esa persona me gusta- se sonrojó.
- Maldito, niño... yo que ya me imaginaba ensuciando mis manos con la sangre de la víctima... un momento, esa persona te que? - se estaba esperando haber escuchado mal, habían muchas razones por las cuales esas palabras le habían nockeado unos segundos
1. se quería violar a Shizuka
2. Si le gustaba su presa entonces, era un humano!!!
3. ya no tendría gracia acosar al pequeñín
- Esa persona que quiero que me ayudes a cazar me gusta- dijo con una gran y tierna sonrisa-. Es extraño, ¿no?- agregó un poco triste viendo al suelo-, digo, que me guste un simple humano.
-bueno... yo en si le guardo un gran odio a esos parásitos, pero no puedo cambiar tu forma de ser, que te guste un humano no ha de ser tan malo- cerró sus ojos pensando *ahora falta que diga que es un hombre el que le gusta...*
- Me alegra mucho que digas eso- dijo a la vez que su rostro se iluminaba-. Cuando le vi esta mañana me pareció muy lindo y quería probar su sangre... creo que es un estudiante del segundo año de preparatoria de nuestro instituto- agrego pensativo.
El mayor se tapó el rostro con una mano, para disimular la expresión de "fuck" que tenía
- Y bien... que esperas? especifícame que quieres que haga con tu "novia"
- Novia? - Pregunto claramente sin comprender bien las palabras del mayor-. Pero si es un chico- comento-. Eso no es lo importante, bueno, me gustaría que lo trajeses hasta mi, no importa como con tal de que no lo mates.
- Entonces, si te sirve medio muerto no?- respondió con sarcasmo
- Etto... tampoco le hagas sufrir tanto.
- Está bien, mientras te lo traigo voy a pensar en tu forma de pago- dijo rozando con la punta de su dedo índice los labios de Shizuka
Shizuka se sonrojo sin motivo alguno, solo fue una reacción ante la caricia.
- Sea cual sea el pago estará bien- sonrió-. En verdad me gusta ese chico.
Riku terminó por decirle - esta misma noche vas a tener a tu presa ante ti... cual es su nombre? con eso me basta para rastrearlo.
- Su nombre es Dante- respondió
El pelirrojo se fue y el albino se dirigió hasta su casa. Al llegar dejo todas sus cosas en su habitación y se fue a bañar.
Tardo diez minutos en el baño. Al salir se puso su pijama que era una larga camisa de mangas largas que también tenia guantes en forma de mano de gato y también tenia una capucha con orejitas de neko. Todo en color blanco, también tenía el pantalón del pijama y unas pantuflas con forma de pata de gato. Se fue a la sala a esperar a su compañero, se dedico a ver TV.
No pasaron ni cinco minutos cuando llegó Riku, parecía de mal humor y tenia a Dante cargado igual o peor de cómo llevaría a un costal de papas. Le dejó con en el sofá y se sentó junto el vampiro-neko.
- Ya traje a tu novio... y también pensé en tu forma de pago...- dijo mientras veía de arriba a abajo al menor.
- Gracias, Riku-san- dijo lanzándosele encima para abrazarle-. ¿Qué quieres que haga como pago?- pregunto con uno de sus típicos dejos de inocencia, aun sin soltar al mayor
Riku puso su mano en la cabeza del albino y miró hacia el inconciente humano...
- Te lo diré cuando quiera que me pagues... por ahora dime... que piensas hacer con él?
- Quisiera convertirlo en un vampiro
- Y eso como para que?- no pudo evitar apretar un puño, sin saber por que
- Porque si me alimento mucho de él podría matarle- respondió, en verdad hacia las cosas sin pensar.
- Entonces, te gusta bastante el parásito... si quieres te dejo solo con él... no quiero sentir que estorbo.
- Para nada, claro que no estorbas- se apresuró a decir aferrándose a la camisa de Riku.
El pelirrojo tomó la barbilla del más joven para luego rozar otra vez sus labios posesivamente con el dedo, pero no dijo nada
- ¿Por qué siempre haces eso?- pregunto ligeramente sonrojado
-porque, me gustan tus labios... pero no me pertenecen cierto?
Shizuka no capto todo el sentido de la frase.
- ¿Pertenecer? ¿Es que acaso quieres que mis labios sean tuyos?- pregunto con ingenuidad
- Puede ser...-dijo con aires de dejadez
- ¿Puede ser?- repitió-. Si los quieres te los doy- sonrió
- ... Niño ingenuo...-volvió a darle unos golpecitos en la cabeza
El albino se le quedo mirando sin entender. El otro sintió la tentación de robarle un beso, pero unos ruiditos por parte del humano le hicieron arrepentirse...
- No me mires con esa cara...
El mas joven le ignoro y se dirigió hasta el humano. Con dificultad le llevo a su habitación, el sofá era incomodo y después de unos minutos volvió a la sala junto a Riku.
- ¿Qué me habías dicho?- le pregunto inocentemente a la vez que se recostó el hombro del mayor.
-... Que eres un niño ingenuo- le presionó la nariz con la punta de su dedo.
- ¿Te molesta que lo sea?
- No sé si me molesta o me gusta... pero es algo que me atrae- lanzó al menor para quedar él encima suyo
- ¿Este será el pago?- pregunto curioso
- Si... quiero hacerte mío esta vez- dijo mientras comenzaba a besar con lujuria el cuello del albino
Shizuka no dijo nada, Riku había cumplido con cazar al humano, el debía cumplir con lo de hacer lo que fuese. Aunque también se sentía bien lo que estaba haciendo el mayor.