II - Payment
El pelirrojo descendió para comenzar a desabotonarle la camisa al menor, y una vez dejó descubierto su pecho comenzó a degustarlo, lamiendo y besando cada centímetro de la piel del pequeño. Shizuka gimió ante las acciones del mayor. Este se alejó un momento del pequeño para despojarse de su ropa... y luego volvió a besar la totalidad de su pecho hasta llegar al vientre donde había "algo" que le impedía seguir probando la piel del menor, así que recorrió con la mano la silueta de Shizuka hasta llegar al borde del pantalón para comenzar a quitárselo.
- ¿Qué haces?- pregunto el pequeño con curiosidad, sintiéndose un poco avergonzado.
El mayor no dijo nada, terminó de quitarle los pantalones al albino y después se movió de forma felina hacia su rostro para plantarle un profundo beso en los labios al menor, buscando entrar con su lengua. El pequeño albino parecía confundido, no tenia idea de que hacer, al principio se resistió un poco, pero se dejo llevar unos segundos después, dejando actuar a su compañero. Su lengua saboreaba cada rincón de la boca del pequeño y a la vez jugueteaba con su legua y la de él;
El beso no fue muy prolongado, porque el mayor se separó para ver el rostro de su vampiro-neko, le gustaba bastante, con una de sus manos acarició la entrepierna del menor y luego le quitó lo que le quedaba de ropa para comenzar a masturbar ese pequeño miembro. Shizuka se tapó la boca, no quería que sus gemidos fuesen demasiado altos, le avergonzaba un poco que fuese así. Riku mordió el lóbulo de la oreja del menor, y bajó hasta su miembro, lo lamió en su totalidad y al llegar a la punta lo besó y de inmediato lo introdujo en su boca, comenzando a succionar suavemente para ver como reaccionada el albino
Shizuka se mordía el labio hasta el punto de hacerlo sangrar, no quería gemir demasiado alto, pero con lo que había comenzado a hacer el mayor no pudo resistir más y simplemente dejó salir sus gemidos.
- Ri...Ku-san- gimió-. Si sigues...
Los gemidos del más joven excitaban al pelirrojo, comenzó a succionar más rápido, quería escucharlo decir su nombre de nuevo
- Riku-san, Riku-san- gemía casi al borde del orgasmo, haciendo puños sus manos y apretándolos con fuerza.
Riku no se detuvo hasta sentir un líquido amargo en su boca, pero a la vez le gustaba, dejó descansar unos segundos al pequeño mientras él se quitaba la parte de abajo de su ropa; ya completamente desnudo besó el vientre Shizuka y se dirigió hacia su entrada, colocando las piernas del albino sobre sus hombros
- Riku-san- dijo casi en un murmullo, estaba cansado-. ¿Qué harás ahora?- pregunto con un gran dejo de inocencia.
El mayor no respondió la pregunta otra vez, en su lugar tomó un poco del liquido amargo de Shizuka en dos de sus dedos dirigiéndolos a la entrada del mas joven, introdujo primero uno, observando al albino, parecía incomodo con la intromisión a su cuerpo. Movió un poco ese dedo para después introducir el segundo, viendo la expresión de dolor en el rostro del mas joven, ya dos era mucho. Después de unos momentos Shizuka comenzó a gemir con el contacto, ya no le dolía sino todo lo contrario, le gustaba.
- Riku-san- gimió-. ¿Qué harás?- volvió a preguntar, algo temeroso de lo que, según el manga que leyó, vendría luego.
Como las otras veces Riku ignoró la pregunta de Shizuka, en cambio sacó sus dedos, recibiendo una mueca de reproche de parte del albino, pero enseguida los remplazó con su miembro, algo mucho más grueso que los dedos, lastimando a Shizuka.
- Duele!- se quejaba agarrando con fuerza los brazos de Riku-. Sácalo!- le pido, casi rogando, dejando salir algunas lágrimas de dolor.
Riku no dijo nada, no escuchaba más nada que los gemidos del pequeño vampiro-neko. Sentía la estrechez del albino, no había duda de que ERA virgen. Espero un momento para que Shizuka se acostumbrase, tampoco quería lastimarle tanto.
Cuando lo creyó conveniente comenzó con su vaivén, primero lentamente, aunque no lo quisiese así.
Shizuka al principio sentía dolor ligado con una extraña sensación. Un poco después el dolor desapareció por completo dejando solo la extraña sensación. Le gustaba, al extremo de hacerle casi gritar.
El ritmo de las embestidas aumentaba rápidamente. Hasta hacerse un ritmo frenético.
- Riku-san!- gritaba-. Yo... Yo... - no podía terminar la frase.
El vampiro pelirrojo solo se concentró en su trabajo y también a masturbar otra vez al vampiro-neko, quien solo gemía.
Unas cuantas embestidas mas fueron suficientes para que ambos llegasen al orgasmo, Shizuka por segunda vez.
- Riku-san- dijo en un murmullo a la vez que recuperaba el aliento-. ¿Es suficiente el pago o tendré que hacer algo mas?- pregunto con sus grandes dejos de inocencia
-eso depende...- respondió con el aire entrecortado- estas dispuesto a darme más?- utilizó un tono tentador para formular esa pregunta
- ¿Qué deseas? ¿Mas de esto?- preguntó pasando sus brazos por su cuello.
- me gustas más de lo que creía- acortó al máximo la distancia entre ambos rostros- regálame una parte de ti... que sea sólo mía
- ¿Cuál quieres?- preguntó sonrojado por la cercanía del mayor, y más ya que al hablar sus labios rozaron
Riku le terminó por dar otro beso al menor, siempre le llamaron la atención sus labios
-quiero tus labios, sólo para mi...- dijo una vez terminó el beso
- Entonces serán tuyos- respondió sonrojado.
El pelirrojo se alejó lentamente del menor, disfrutaba verlo en el estado en el que se encontraba; buscó con la mirada algo para ponerse, pero luego decidió que sería mejor tomar un baño.
Shizuka estuvo un rato mas en el mueble, no quería moverse, le dolía el trasero y tenia frío hasta tal punto de tiritar... pero vestirse era algo muy difícil para el en ese momento.
Riku no estaba del todo cansado, mientras se duchaba se preguntaba que estaría pensando Shizuka, aún escuchaba sus gemidos en su imaginación, eran sumamente placenteros, nunca se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba el pequeño en realidad
La puerta del baño se abrió, entrando el pequeño albino a el, se quedo viendo a Riku, apoyándose de la pared.
- Riku-san- dijo con su tierno tono-. ¿Me puedo bañar contigo?- pregunto totalmente sonrojado, viendo al suelo, estaba algo avergonzado.
El mayor sólo asintió con la cabeza, era como si de tanto pensar en el pequeño lo hubiese invocado.
-con una condición... yo te baño- dijo con un tono un tanto lujurioso
Shizuka asintió a modo de respuesta con una ligera sonrisa, le agradaba la idea: ser tocado por Riku.
A penas el menor se acercó lo suficiente, las manos lascivas de Riku comenzaron a enjabonarle el cuerpo, sonreía por la satisfacción de poder tocar nuevamente la piel del albino.
El pequeño vampiro se sonrojo totalmente al sentir las manos del mayor en su cuerpo, no quería que terminase. No entendía lo que pasaba por su mente pero no le importaba, solo quería sentir las manos de Riku.
El mayor no pudo resistirse a lamer el mojado cuello de Shizuka, entonces se acercó mas para que ambos cuerpos se toparan el uno con el otro, mientras él se devoraba con la mirada al pequeño.
-me gustas...- dijo, sólo por que quiso, le fascinaban las reacciones del menor.
- «Gustar?»- se preguntó Shizuka mentalmente dejando escapar un gemido-. ¿A que te refieres?- pregunto el muy inocente pasando sus brazos por el cuello del mayor.
-me refiero a que...- buena pregunta, no se había cuestionado eso, normalmente cuando decía que le gustaba alguien era por un ataque de bipolaridad, simplemente se violaba a la persona y seguía con su vida-... no estoy realmente seguro- respondió al fin, tratando de usar un tono fallidamente divertido
- No es la primera vez que escucho esa palabra- comentó apretando sus puños detrás del cuello del pelirrojo.
- te estas poniendo serio, mi Shizuka?- esta vez sonaba desalentado, la pregunta que la había hecho el menor lo dejó muy pensativo.
- Fue algo que recordé... algo que ocurrió antes de que me sacaras del sitio donde estaba encerrado- dijo algo triste-. Pero ya no importa- sonrió- sigamos con lo que hacíamos.
Ver tristeza en el menor era algo muy extraño para Riku, lo abrazó sin saber por qué.
- tonto... ya terminé de bañarte y no te diste cuenta?
- lo siento- se disculpó débilmente abrazando con mas fuerza al pelirrojo y escondiendo su rostro en su cuello, comenzando a llorar sin razón alguna o por lo menos eso pensó él.
A Riku realmente le dolía que Shizuka estuviera llorando, por la razón que fuese, tomó su barbilla para tratar de secar sus lágrimas con su otra mano y se pues darle un tierno beso... se sentía extraño, pero por que?
El albino se extraño del gesto del pelirrojo, no era una persona amable y mucho menos cariñosa, pero no le importaba, en ese momento le gustaba demasiado lo que hacia, como pocas veces en su vida, se sentía querido, sentía que a alguien realmente le importaba, tal vez fuese una ilusión o un sueño pero era realmente hermoso.
- Gracias, Riku-san- dijo débilmente una vez se hubiese separado.
El mayor seguía sin comprender este sentimiento, estaba feliz, de estar cerca de Shizuka pero a le vez se preocupaba por él, colocó una mano sobre la cabeza del pequeño.
- no me agradezcas, tonto- volvió a mirar el rostro de Shizuka y esta vez le dedico una sincera sonría- me congelo vamos a vestirnos ^^
- Riku-san- le llamo-. Tu... no me abandonaras, ¿verdad?- pregunto con la miraba perdida en algún lugar el suelo.
-te quiero... jamás te abandonaría- dijo, impresionándose a si mismo por las palabras que habían salido de su boca, muy dulce para su estilo.
- No lo digas!- exclamó negando con la cabeza, parecía muy confundido-. No digas que me quieres!- grito llorando.
Riku se alejó, no sabía por que había dicho eso, y mucho menos por que el menor no quería oírlo, sintió la tentación de retirarse e ir a un lugar apartado para aclarar sus pensamientos, pero no quería dejar a Shizuka
-que sucede? por qué dices eso?- dijo recuperando la compostura
- Todas las personas que han dicho que me quieren terminan dejándome- explicó dejándose caer de rodillas aun llorando-. Yo no quiero que Riku-san me deje, no quiero.
Riku se colocó a su altura, lo abrazó débilmente, estaba temblando, se sentía muy mal por haber comenzado esto, quería ver al pequeño sonreír otra vez
- no soy como los demás, shizuka... nunca te abandonaré- su voz casi se corta al final de la frase, se estaba abriendo demasiado a sus sentimientos
- Por favor- dijo abrazándole- no me dejes, no quiero volver a estar solo- le pidió, aunque pareció mas una suplica y aun llorando.
El mayor se levantó y le extendió una mano al más bajo.
-vamos a vestirnos, y si quieres luego... podemos salir a donde tu quieras, juntos- trató de parecer frío, los cambios drásticos de actitud se le daban muy bien, pero al final, decidió dedicarle otra sonrisa a Shizuka
El pequeño se limpio la cara y sonrió, una de sus inocentes sonrisas.
Tras vestirse Shizuka estaba algo pensativo, no era muy común en él pero lo estaba. Ya que lo recordaba Riku le había dicho que podían salir juntos, no era algo que nunca hubiesen hecho, a menos de que fuese para cazar, de lo contrario Riku siempre se iba primero o se iba después de él, por eso le emocionaba mucho que le hubiese ofrecido eso, además de que le había sonreído mas de una vez. Eso le hacia tan simplemente feliz.
- Riku-san- le llamó una vez listo-. Ya sé a donde quiero ir...- dijo con una sonrisa- contigo- terminó totalmente sonrojado y desviando la mirada, nunca le había tenido tal confianza al pelirrojo como para decir una cosa así.
-y bien? a donde- Riku se mostraba amable, simplemente ya no le importaba ser frío, se le había olvidado como, su sonrisa era muy notoria
- ¿Podemos ir al parque?- pregunto nervioso-. Siempre he querido ir a uno- sonrió con alegría infantil.
- por supuesto- se acercó, quería acortar la distancia- hoy mi tiempo te pertenece a ti- realmente, temía que esta nueva actitud fuera efecto de su bipolaridad, y que de repente se volviera frío como el hielo, nuevamente.
- Gracias- dijo débilmente, tenía el presentimiento que la buena disposición de Riku se esfumase de repente y volviese a ser el mismo ser frío.
Sacudió su cabeza, no debía pensar en cosas malas en ese momento.
- Vamos- dijo con una linda sonrisa tomando al pelirrojo de la mano y llevándoselo fuera del apartamento.
Al llegar, Riku seguía sosteniendo la mano de Shizuka, pero no le importó, incluso una ligera sonrisa se dibujó en su rostro, miró al menor con ojos tiernos (¬¬ definitivamente esta era una "tercera" personalidad)
- y... que querías hacer en el parque?
Shizuka se detuvo de golpe, en verdad no tenia ni idea de que se hacia en un parque.
- Solo quería venir, nunca había estado en uno- respondió-. ¿Qué se hace en ellos?- pregunto.
-bueno... puedes hacer lo que quieras, si quieres nos sentamos a hablar o podemos seguir caminando- lo vio con una mirada penetrante- lo que tú quieras...
- Sentémonos un momento- sugirió-. Quiero descansar un momento, ¿esta bien?- sonrió.
- ya te dije que mi tiempo es tuyo- rodeó con un brazo la cintura de Shizuka para llevarlo a algún banco cercano- TODO lo que me pidas está bien- hizo especial énfasis en la palabra todo
Shizuka se sonrojó ante la acción del mayor, el cual le dirigió hasta una aparte alejada y solitaria del parque. El albino se sentó juntó al pelirrojo en la grama, viendo el oscuro cielo con una gran ilusión.
- Seria bueno poder ver el sol alguna vez, ¿no lo crees?- comento.
Riku cambió la expresión de su rostro a una serena y miró al oscuro cielo.
-no lo se... nunca me interesó el ver el sol - miró de refilón al menor para ver su rostro, y luego siguió contemplando el cielo ennegrecido.
- Hace un tiempo dije que ver el sol seria tan complicado para mí como que fueses amable conmigo- comentó-. Parece que no será tan imposible- sonrió.
El mayor se tumbó sobre la grama, estaba muy relajado, por primera vez no tenía su mente abarrotada de pensamientos e incertidumbres, sólo una cosa ocupaba sus pensamientos, Shizuka.
- En ese caso, yo mismo te enseñaré el sol- cerró los ojos, si eso hacía feliz al menor, pues claro que lo haría.
- ¿P-Puedo p-pedirte algo?- pregunto realmente nervioso y totalmente sonrojado.
-sí- afirmó sin dudar, curioso, por lo que le pediría el pequeño
-¿P-Puedes besar... me? Como lo hiciste hace un rato?- pregunto mordiéndose el labio, lo hacia cuando se sentía demasiado nervioso.
El mayor no pronunció ni una palabra, se sentó nuevamente y tomó la barbilla del albino para darle un tierno beso, mientras acariciaba el cabello de Shizuka
- No me refería a ese beso- dijo evadiendo la mirada del pelirrojo.
Riku lo vio divertido, entonces, empujó a Shizuka a la grama para recostársele encima y besarlo con deseo, solicitando probar otra vez la cavidad del menor.
Shizuka no se resistió al mayor dejándole actuar, él aun era muy inexperto... todo lo contrario a Riku, que parecía experto. El albino solo pasó sus brazos por el cuello del pelirrojo, como para hacer un poco mas profundo el beso.
El pelirrojo jugó con la lengua del pequeño, tratando de que éste le siguiera el juego, sostuvo el beso lo más que pudo, sintiendo como su cuerpo se calentaba con cada segundo, se separó lentamente, mordiendo suavemente el labio inferior de Shizuka.
-te referías a ese beso?
El albino solo asintió, quedándose totalmente sonrojado echado en la grama, recuperando el aliento. Una imagen bastante erótica.
El mayor se lo devoró con la mirada, jamás se cansaría de hacerlo, no quería sólo sus labios, quería todo su ser, se acostó boca arriba al lado suyo y tomó su mano. Shizuka apretó la mano del mayor para después darse vuelta y quedar viéndole. Le agarró con fuerza el brazo, parecía buscar protección en algo.
-no quieres hacer nada más?-preguntó Riku para volver a ver la sonrisa entusiasmada del menor, seguí sin soltar su mano.
- Déjame estar así mas tiempo- dijo-, quiero estar junto a ti.
El pelirrojo no se decepcionó de la respuesta de Shizuka, lo abrazó y desvaneció cualquier distancia que pudiera haber entre ellos, lo veía de una forma muy peculiar, sus ojos estaban llenos de un brillo extraño, sólo podía dedicarle esa mirada a su querido vampiro-neko.
-por mi esta bien, si nos quedamos así- dijo cerrando sus ojos.
Shizuka sonrió, pero al hacerlo muchos pensamientos tristes vinieron a su cabeza. Si esta era solo otra personalidad de su compañero... cuando volviese a la fría sabia que sufriría.
- Gracias- murmuró apoyando su cabeza sobre el pecho del pelirrojo intentado dormir un poco en los brazos del mayor.
- vamos a casa- indicó el camino con un dedo, ya era bastante tarde y además, recordó que había un humano amarrado en su apartamento, probablemente consiente.
El albino asintió y caminaron hasta la casa, también había recordado que había un humano amarrado a su cama.