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Recall por Kyosoukyoku

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Mizuki rozaba sus labios con del otro de la forma mas suave posible, con delicadeza, como si de frágil cristal se tratara. Cada uno podía sentir la respiración del otro en su cara, aspirar su aliento y notar su calor. Sus ojos entrecerrados intentaban hacer caer en la intimidad mas oculta cada una de sus acciones. El mas alto recorrió el torso vestido del otro buscando poder entrar en contacto con su piel. Mao se arqueó levemente dejando escapar un silenciado gemido cuando las heladas manos de Mizuki se deslizaron por su abdomen.
El guitarra capturó los labios de Mao, sellándolos con suavidad, aún podían notar el sabor a alcohol en cada rincón de su boca. Posiblemente por este habían acabado de ese modo, ya que en condiciones normales, por su fuerte orgullo, ninguno de los dos hubiese aceptado que deseaban de nuevo este momento. Mizuki siguió en su labor, explorando de abajo hacía arriba el delgado cuerpo del vocalista y logrando de este modo librarse de la camiseta que cubría la mitad de su cuerpo. El guitarra no pudo contener que una lasciva expresión de deseo hiciese acto de presencia en su rostro, a la vez que provocó con esto una maliciosa risa en Mao.

- No estoy aquí para que me comas con los ojos Mizuki... – Le dijo con algo de torpeza al hablar, denotando que su estado era algo mas ebrio que el del guitarrista. Mao agarró a Mizuki por la aflojada corbata que decoraba su cuello y tiró de ella haciendo que el otro se inclinase para seguir besándole.
El moreno bajó sus hábiles manos hasta los apretados pantalones del vocalista, de forma firme y obviando roces preliminares los desabrochó y como pudo los quitó de en medio. Teniendo que hacer en algún momento ciertos malabarismos en el estado en que se encontraba para a la vez que se libraba de la prenda poder seguir besando a Mao con la misma lujuria. Ahora ya tenía a su completa disposición el cuerpo del vocal, tan solo cubierto por la ropa interior.

- ¿Qué vas a hacer ahora Mizuki...? – Preguntó el rubio con una expresión que podría resultar bastante traviesa si se comparaba con su comportamiento habitual. Mizuki que estaba sentado encima de la entrepierna del vocal con sus rodillas a ambos lados podía notar perfectamente en que grado le deseaba Mao en ese momento. Una calmada sonrisa se pronunció en sus perfectos labios, a la vez que tomando su corbata y deshizo el nudo para quedarse con el accesorio en sus mano - ¿Te vas a poner juguetón con.. – Antes de que el vocalista acabase de pronunciar el nombre, Mizuki apoyó un dedo índice en los labios del cantante.

- ¿Es lo que quieres no? – Preguntó pronunciándose a la inacabada pregunta de Mao. El moreno guió las manos del vocal hacía el cabezal de la cama y las inmovilizó allí con su corbata. Mao aprobó esto con otra lujuriosa sonrisa, entre abriendo su boca y rozando su labio inferior con sus diente, Mizuki no tardó en acompañarle con una expresión similar – Espera un segundo solo... – Le susurró al oído antes de inclinarse hacía la mesita de noche donde rebuscó en el pequeño cajón de esta

- ¿Qué estás buscando? – Preguntó Mao algo impaciente. Mizuki no tardó en volver a su posición anterior y con una enorme sonrisa le mostró al rubio un fino pañuelo de color negro. Mao quedó a la expectativa viendo como el pañuelo se acercaba lentamente y de forma suave se iba dejando caer encima de su cara obstaculizando su visión, poco a poco, hasta que el guitarrista tuvo vendados los ojos del otro. Mao podía oír una malévola risa por parte de Mizuki. Sentía como ahora su cuerpo entraba en tensión con los simples roces de las manos del guitarra, estas de forma suave pasaron por sus labios hasta que las limas de dos de los dedos se detuvieron en ellos durante unos instantes. Mizuki presionó con suavidad abriéndose paso y notando como sus dedos se humedecían en el interior de la boca de Mao. Iniciando unos suaves movimientos los dedos entraban y salían entre los carnosos labios del rubio que reprimía unos ahogados gemidos.
Sin cesar en ese reiterado movimiento Mizuki se incorporó en la cama al lado de Mao y empezó a librarle de la ropa interior, en ese momento era inhabitable que esa zona requiriese ya toda la atención del moreno.

- Parece que estás disfrutando esto mas de que esperaba Mao... – Mizuki apresó la erección del vocalista con su otra mano, recorrió su longitud a un ritmo algo acelerado. Mao no pudo retener mas el placer y sus gemidos se podían oír como salían de sus labios, aún estando estos parcialmente ocupados – Si te vieses ahora Mao... estás tan... dulce... – Dijo una calmada y seductora voz de Mizuki.

“¿Dulce...? Creo que solo un psicópata podría encontrar a alguien “dulce” en estas condiciones” pensó Mao aferrándose con placer a las acciones que Mizuki que le dedicaba. Aunque en ese momento el guitarrista no tardó mucho en retirar los dedos de la boca de Mao.

- Separa las piernas Mao... – Le susurró con una amable tono pero a la vez como una orden. Un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo. No sabía si le ponía mas nervioso el hecho de entregar su cuerpo a Mizuki, o el inquietante modo en que Mizuki estaba. Fuese como fuese Mao hizo caso a Mizuki y le concedió su petición sin rechistar, en ese momento se sentía como una criatura salvaje que había sucumbido a un depredador mayor. Mizuki acercó a la entrada de Mao los dedos aún húmedos por la misma saliva, y lentamente fue presionando hacía el interior del vocalista, venciendo la escasa resistencia que este oponía. Los casi asfixiantes gemidos que Mao retenía se entremezclaron con su agitada respiración, regalándole a Mizuki un sonido que lo animaba a seguir, a seguir explorando la suavidad del interior del vocal.

Mao notó como una húmeda lengua empezó a recorrer toda su longitud de abajo hasta arriba, y como su erección se hundía por completo en la boca del guitarrista una vez descendía de nuevo por ella – Mi... Mizu... ki... sigue... mas... – Alcanzó a decir Mao en un estado cercano al clímax. Para Mizuki esto era nuevo, la primera vez que había oído a Mao pronunciar su nombre con ese énfasis, de forma lujuriosa y con deseo. El cúmulo de sensaciones a las que Mao estaba sometido empezaban a superarle, y aún así solo deseaba que Mizuki se ensañase con el todo lo que quisiera.
Pero contrariamente a el deseo de Mao, las acciones de Mizuki volvieron a frenar en seco, y de nuevo, retiró sus dedos de su interior, dejándolo una vez mas a la expectativa de “¿Qué tenía Mizuki pensado ahora?”. Mao no tardó en recibir una respuesta, cuando pudo identificar el sonido de una cremallera junto a la sutil risita del guitarrista

- No aguanto mas Mao... tengo que hacértelo ya... – Tras esas explicitas palabras las manos de Mizuki movieron las piernas del vocalista a su antojo, y este pudo notar como Mizuki se colocaba entre ellas para apoyar su erección contra su entrada – Intentaré no hacerte daño... – Dijo con un tono dulce a la vez que le acarició su rostro. De forma lenta y cuidados empujó para hacerse de nuevo un hueco en el, unos gemidos empezaron a propagarse entre ambos, de forma casi rítmica y sin llegar a resultar elevados en ningún momento. Mizuki se arqueó de placer hasta apoyar su frente en la del otro cuando hubo logrado entrar por completo en el cuerpo del vocalista. Podía notar como el aliento de Mao le envolvía desde esa corta distancia, intentando mantener esa posición, dio inicio a unos calmados movimientos en el deseado cuerpo.

“¿Por qué eres siempre tan dulce conmigo en estos casos Mizuki...? Disfrutamos siempre que nos hacemos daño... pero después siempre has tenido tanta ternura...” Pensaba Mao al no haber recibido ningún dolor en los delicados actos del guitarra. “¿Volveremos mañana a clavarnos las mismas traiciones de siempre?”
El ritmo de Mizuki aumentó pacientemente al ver que el vocalista respondía favorablemente a el, sus labios volvieron a bailar de nuevo, ahora con mas pasión que las veces anteriores. Mientras tanto Mao realizó discretos pero insistentes movimientos para librarse de las restricciones que inmovilizaban sus muñecas a la cama. No fue un trabajo complicado, Mizuki había sido delicado hasta ene se aspecto, y una vez se liberó de la corbata rodeó lentamente al guitarrista por su espalda. No quiso preguntarse de donde habría sacado esa muestra de cariño oculta hacía Mizuki
- Chico malo... – Le dijo riéndose traviesamente – Te has librado de mi cruel castigo... – Añadió siguiendo con su cariñosa risa. Las acciones del guitarrista se enfatizaron de nuevo, dando a deducir que se acercaba al clímax. Mizuki rodeó de nuevo con su mano la erguida longitud de Mao masajeándola al mismo ritmo de sus embestidas para arrastrarle con el al orgasmo

Los gemidos de Mao se fueron acentuando ante el persistente movimiento de Mizuki alrededor de su entre pierna. Poco a poco fue perdiendo el control sobre si, y entre gemido y gemido logró pronunciar a duras penas el nombre de su amante antes de que su cuerpo entrase en tensión y le colocase en el centro del clímax. Todos los músculos de Mao se tensaron al momento y un alzado gemido envolvió el lugar durante unos instantes. Sentir el orgasmo del vocalista sirvió a Mizuki como un efecto dominó para que precediese al suyo propio, y con un corto intervalo de tiempo fugaz sus gemidos se sumaron a los de Mao.
Ambos permanecieron inmóviles con sus cuerpos casi recostados uno encima del otro, recuperando poco a poco su respiración y aliento.

Mizuki sonrió de forma grata a Mao antes de besarle de forma tierna en los labios bajo la mirada de confusa satisfacción del vocalista – Voy a por una toalla para limpiar un poco todo lo que has pringado... – Le dijo de forma cómica echando un vistazo al atractivo torso de Mao, que estaba salpicado con el resultado de su orgasmo – Mizuki se aparto con cuidado y tomó una toalla de uno de los armarios con la que empezó a limpiar al vocalista – Mao... no podemos seguir así... ¿Lo sabes no?

- ¿A que te refieres? – Preguntó desviando la mirada... Sabía perfectamente que es lo que venía a continuación. Volvería a salir el tema de las constantes discusiones entre ambos, cada uno mantendría su posición atado a su fuerte orgullo y posiblemente la discusión acabaría a insultos y amenazas

- Siempre que nos acostamos estamos bien hasta el día siguiente Mao... no quiero que todo vuelva a esa “normalidad”... no sabes cuanto la odio... – Mizuki habló desde se lado mas sincero mientras se tomó la libertad de pasar una mano por el rubio pelo de Mao a modo de afecto – Quiero poder mirarte como ahora en cualquier momento... No quiero volver... No quiero que nos volvamos a hacer daño, ahora mas que nunca se que te quiero demasiado Mao...

Mao quedó pensativo ante las palabras del guitarrista, nunca había pensado en la posibilidad de estar manteniendo esa conversación con el ¿Que demonios debía hacer? Su odio hacía el era igual de constante como lo era la atracción de ambos ¿Realmente podría ser feliz estando cerca de Mizuki como este parecía proponerle? – Mizuki... yo tampoco disfruto el día a día con nuestros constantes desafíos... Pero entiende que no pueda aceptar según que... – Mizuki apoyó sus manos con suavidad en los hombros del vocalista, y inclinándose lentamente volvió a besarle de nuevo. Una vez mas, Mao no opuso resistencia a la nueva muestra de afecto del guitarrista

- Mao... no voy a rendirme, ahora menos que nunca... solo necesito que me des una oportunidad Mao... solo quiero probarte que podemos estar juntos...

- ¿No te das cuenta que es lo mismo que pretendía Aki contigo? ¿Te suplicaba que le dejaras intentar que te enamorases de el...? – Le respondió Mao con un tono algo desanimado

- Sabes que no es lo mismo Mao... aunque me sepa mal yo nunca miré a Aki como me has mirado tu a mi... nunca dije su nombre mientras manteníamos relaciones sexuales... y nunca... hice el amor con el... con todo lo que conlleva esa expresión... ¿Por qué para ti esto no tampoco ha sido un simple polvo verdad? – Las palabras de Mizuki se clavaban con cierto ardor en el vocalista.

- Mizuki... no se si podré... “No puedo hacerme a la idea de amarte, pero a la vez se que solo te odio para no aceptar lo que tanto miedo tengo a reconocer en ti...” – Pensaba Mao mientras navegaba en dudas. No sabía desde cuando el guitarrista había podido traspasar su orgullo y odiaba no poder controlar una situación como esta. Y aún así, aún teniendo en cuenta todo el daño que se habían hecho, es ese sentía capaz de perdonarle todo. Mao se reincorporó quedando sentado en la cama con la cabeza bajada – No funcionará Mizuki...

Mizuki sonrió muy gentilmente - Eso no es lo que piensas realmente... no quiero pisar tu orgullo Mao, solo pido que lo mantengas al margen durante un corto periodo de tiempo, y después tomes tu la decisión

Un suspiro profundo acabó de torcer la voluntad de Mao – ¿No dejarás de insistir hasta que acepte verdad Mizuki?

- No – Respondió Mizuki sonriente

- No quiero que nadie lo sepa de buenas a primeras Mizuki... nunca he sido de hacerme notar en este aspecto... y que seas tu con el que vaya a compartir... – Una vez mas el orgullo de Mao le impidió acabar esa frase y la corrigió por una menos trascendental – Que seas tu con quien vaya a salir es algo que preferiría que no afectase al grupo... ya sabes por quien lo digo... aunque haga poco que le has dejado... preferiría que el no se enterase...

- ¿¡Así que aceptas finalmente!? – Le preguntó el guitarrista casi sorprendido por la decisión del vocalista. Finalmente no podía creer que todo hubiese llegado a este resultado, tanto tiempo detrás de Mao, tanto sufrimiento había servido finalmente para algo – no te arrepentirás Mao... pienso mostrarte como puedo llegar a ser realmente, como puedo llegar a hacerte feliz, aunque tenga que hacerte el amor en cada rincón de la ciudad

Mao sonrió por la espontaneidad del guitarrista, aún teniendo dudas sobre si había hecho lo correcto aceptando la arriesgada propuesta de Mizuki – Intenta no meter la pata... ¿vale? – Le indicó con un tono matizado por resentimiento – Y te pido perdón por adelantado a todas la estupideces que tendrás que aguantarme...

Mizuki se colocó detrás de Mao rodeándolo de nuevo con sus brazos – No tienes que pedirme perdón para nada, yo he forzado esto lo mas que he podido, y bien podrías haberme dado largas – Le susurró con suavidad a la vez que sus labios recorrían la nuca del vocalista – Te prometo que no te arrepentirás Mao... – Siguió hablándole en el mismo tono mientras seguía recorriendo a besos la misma zona y le añadía unas sutiles caricias por el torso.

Mizuki... no... soy de piedra... ¿sabes? – Le indicó a la vez que un escalofrío recorría todo su cuerpo ante los estímulos del guitarrista – Y en estas situaciones aún menos... – Mizuki respondió un simple “Lo se” a la vez que siguió una pícara risa que provocó finalmente que Mao cediese de nuevo.
Notas finales: Espero que os haya gustado, lo escribí bastante rápido en un momento de inspiración que tuve por escuchar en buckle el Ice Romancer. Imagino que el Master of Romance me traerá nuevas inspiraciones algún día de estos...

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